- Maldita sea -susurré para mí mientras me movía en el sofá.

No sé por qué, pero el recuerdo de ver a NamJoon desnudo por primera vez permaneció en mi mente.

Eso era todo lo que podía pensar y mi cerebro no me permitía pensar en nada diferente.

Donde quiera que mirara, su pene inhumano estaba para siempre frente a mí.

– ¡Maldita sea! ¡El gran Park Jimin no debería estar experimentando estos problemas! –me quejé mientras me acostaba en el sofá, con una almohada sobre mi pene.

Aunque no me atraían los chicos, no podía decirle eso a mi erección.

No me atraía NamJoon porque me asustaba demasiado como para sentir simpatía por él.

Pero el mero pensamiento de él desnudo me excitó como ningún otro.

En lugar de rechazar que él fuera la razón por la que estaba teniendo una erección que nunca se desinflaba, lo acepté.

Dudaba que volviera a suceder, así que no estaba negando nada.

Esto fue algo de una sola vez y no le daría mucha importancia.

Era solo que mis hormonas estaban actuando un poco porque no había tenido ningún tipo de sexo desde que nació JungKook.

Quiero decir, me masturbé, pero eso fue todo.

– Sólo necesito tomar una ducha fría –me susurré a mí mismo y comencé a levantarme.

Mis acciones se detuvieron cuando un cuerpo se colocó entre mis piernas y una cabeza aterrizó sobre la almohada.

– Jimin –habló una voz profunda, las vibraciones retumbaron a través de la almohada y mis ojos se abrieron como platos.

– O-oh hola Kim. ¿Qué estás haciendo aquí? –pregunté con una risa ahogada mientras me frotaba la nuca– Espeluznante.

Entrecerré los ojos ante la falta de respuesta y me moví debajo de su cuerpo.

Se movió como yo me moví, con la cabeza apoyada en la punta de mi pene que estaba de pie.

Lo único que limitaba mi erección era la almohada debajo de su cabeza y la fina sábana de seda de mis bóxers.

Recé para que no quitara la almohada.

Siseé cuando su cabeza se presionó contra mi erección y sus ojos se clavaron en los míos dentro del destello.

– ¿Estás bien? –cuestionó, con la mandíbula apretada.

Creo que tenía una idea de lo que estaba pasando dentro de mí.

– Yo, uhm, solo necesito ir a tomar una ducha fría, hombre. ¿Sabes cómo llama la naturaleza? –me reí entre dientes, sin encontrar humor en mi tono.

– Sí, Jimin. Lo hago –susurró y traté de alejarme de él, pero sus manos estaban presionadas contra mis caderas, sosteniéndome– Realmente, realmente lo hago.

En la rapidez de un segundo, me había quitado la almohada y los bóxers.

Mi ropa interior estaban en mis muslos y mi erección estaba erguida como diciendo "Hola, vine para comenzar la fiesta".

– NamJoon...

Me atraganté, viendo como su aliento se abanicaba sobre la punta y mis ojos se abrieron como platos.

– Necesito ir a tomar una ducha fría. Por favor, muévete –murmuré, sin creer lo que veía.

– No hay necesidad de eso –abrió la boca y traté de alejarlo, pero no tuve éxito– Me tienes a mí.

Eso fue todo lo que dijo antes de que mi polla estuviera envuelta en su cálida boca.

– ¡Santa mierda, Kim! –dejé escapar un gemido, todavía protestando, pero me detuve cuando una mirada feroz entró en sus brillantes ojos verdes.

No sabía si quería que continuara o se detuviera, pero no me dejó tener opción.

Empujó mi punta en la parte posterior de su garganta y apretó su agarre en mi pene.

Dejé escapar un gemido de protesta cuando su boca se abrió lentamente por un momento.

Deslizó dos dedos en su boca, chupándolos con fuerza y ​​vi como los dos dígitos resbaladizos con saliva se deslizaron hacia afuera.

Su boca estaba de nuevo sobre mí, su cálida caverna me hizo soltar un grito.

Movió mis caderas hacia arriba con sus manos mientras su lengua acariciaba la parte inferior de mi eje.

No tenía idea de qué hacer, si empujar su cabeza hacia abajo porque ya estaba al final o tratar de alejarlo.

Rodé los ojos hacia la parte de atrás de mi cabeza mientras la punta de su lengua se movía a través de la raja.

Dejo escapar estremecimientos y gemidos de placer.

Pensé que eso era todo hasta que sentí algo en mi ano.

– ¿Eh qué? –intenté inclinarme pero era demasiado tarde.

Sentí algo suave rompiendo el tenso anillo de músculo y supe que era su dedo.

– N-namJoon –farfullé, mis ojos se agrandaron cuando su dedo se puso paralelo a mis paredes.

– Respira.

Sus ojos se posaron en los míos y me quedé sin aliento al ver sus intensos ojos verdes, observando cada uno de mis movimientos.

Me lamí los labios para alejarme de la quemadura y el poco dolor que sentía.

Era incómodo porque nunca había sentido algo ahí abajo ni había sentido que algo entrara.

Tampoco tenía idea de por qué no estaba haciendo nada.

Sí, NamJoon me estaba sujetando, pero yo sabía kárate y era cinturón negro.

Podría voltearlo fácilmente si fuera necesario pero yo no estaba haciendo nada.

Su dedo se deslizó dentro y fuera de mí mientras trataba de desviar mi atención de eso.

La vista de él tocándome y chupándome al mismo tiempo parecía tan malditamente desagradable pero aún más erótica.

Mi estómago se estaba contrayendo y había gotas de sudor cayendo de mi cabeza.

– ¡Mhm J-joder! –gemí cuando NamJoon golpeó un punto dentro de mí que me hizo ver estrellas.

Mis manos estaban cerradas en puños porque no tenían idea de qué hacer.

Sus ojos se oscurecieron cuando dije eso y asintió para sí mismo.

Mi agujero se estaba aflojando, así que introdujo otro dedo y chillé, apretando sus dedos.

– Maldita sea, estás apretado –murmuró, lamiendo sus labios.

– N-namjoon, n-no deberíamos hacer esto.

Intenté exhalar, sin saber si quería que lo que estaba diciendo se hiciera realidad.

Nunca antes había sentido este tipo de placer y, por repugnante que pareciera, me puso en medio del deseo.

Ahora sé que esto tenía que ser un sueño.

Kim NamJoon era un tipo heterosexual, o eso parecía.

Siempre le gustaba coquetear con las damas cada vez que salíamos a hacer nuestras propias cosas y nunca me dio la hora del día.

Así que en ese mismo momento, descarté que sintiera atracción por los chicos.

No le gustaba Yoongi y veía a Tae Hyung como un hermano.

Nunca habló de su vida familiar, así que supuse que debe ser algo de lo que no le gusta hablar.

Nunca había parecido que quisiera hacer ese tipo de cosas conmigo.

Nunca me habló tanto.

Sí, me siguió a todas partes a las que íbamos, pero creo que eso fue solo porque no quería ser la tercera rueda alrededor de Tae y Yoongi.

Lo entiendo totalmente, pero eso me hace sentir como si solo estuviera cerca de mí porque él también lo ha hecho.

De hecho, como que hiere mis sentimientos.

¿Por qué venir conmigo cuando puedes ir a otro lugar por ti mismo?

Mientras trabajábamos en el caso de Meing Sang, él siempre estaba tan distante y cada vez que le decía una palabra, me gritaba.

Hubo momentos en los que podía preguntarle cosas y él respondía, pero eso no era algo que tuviera todos los días.

Tenía problemas para hablar con cualquiera menos conmigo, era grosero.

Era como si no pudiera soportar estar en la misma habitación conmigo.

Por eso me parece muy chocante que quisiera ser mi guardaespaldas personal.

Tal vez esté conspirando para despellejarme vivo y comerse mis órganos internos.

No me extrañaría porque nunca se sabe lo que pasa por la mente de ese hombre.

Es impredecible y su personalidad era como una bomba.

Tranquilo cuando se deja solo pero aterrador cuando se enciende.

Nunca podías descifrar lo que diría o haría o en qué estado de ánimo estaría.

Todos los demás caminaban ligeramente a su alrededor, excepto yo.

Me importaba un carajo lo que estaba mal con él.

Si quería hablar con él, iba a hacerlo.

Yo era Park Jimin, el Grande.

Todos inclinaron la cabeza en mi presencia y todos me amaron.

Quiero decir, por qué lo ví.

Cuando no estaba siendo estúpido, que era el 99% del tiempo, era una muy buena persona.

Simplemente no sé por qué NamJoon siente la necesidad de ser malo conmigo cuando no soy más que amable con él.

Excepto cuando lo llamé pedófilo.

Quiero decir, él se lo merecía.

¿Qué se supone que debe hacer alguien cuando su guardaespaldas está más cerca de su hijo que de ellos?

Bueno, por supuesto, estarían jodidamente asustados.

Afirmativo.

– Kim.

Traté de empujar mis caderas más profundamente en su boca caliente, pero sus manos me empujaron hacia abajo.

Quería más de él, quería sentirlo.

Me asustó porque nunca había experimentado sentimientos como este, ni siquiera con la madre de Koo.

Tener estos deseos despertados por un hombre que me desprecia, me asusta pero me excita más que nunca.

NamJoon hizo girar su lengua alrededor de mi palpitante polla y dejé escapar una serie de gemidos.

Pasé una mano por mi cabello, tirando de él.

Estaba en euforia, nunca había sentido algo así antes.

– ¡N-nam, me estoy corriendo! –le advertí pero no se apartó.

No pude contenerme más y me dejé llevar, disparando línea tras línea por su garganta.

Me chupó todo el camino a través de mi altura, escuchándome aullar mientras me corría.

Cuando bajé, se alejó con una gran sonrisa.

– Sabes bien, Park –dijo mientras lamía sus labios libres de mis jugos.

Se levantó y se alejó sin dejar rastro.

Era verdaderamente un hombre que encendió una llama dentro de mí como ningún otro.

Kim NamJoon era un enigma y seguramente me quemaría si intentara descifrarlo.

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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆