– ¡NO! ¿No puedo pedir otro guardaespaldas? –le supliqué a Ki Hyun, pero no lo estaba aceptando.

– No. Conoces a NamJoon y él te conoce a ti. No será incómodo entre ustedes, así que por eso decidí conseguirles a alguien que ya hayan conocido. Claro, Nam es tranquilo, pero eso no impide su excelencia –Ki Hyun miró su reloj y chasqueó la lengua.

Era oficial.

Él estaba dispuesto a matarme.

Me quería muerto.

Era la única explicación de por qué hizo todo lo posible para hacer tal cosa.

– ¿Por qué no puedo tener a Yoongi o a Tae Hyung? Los veo a los dos a diario –le puse mala cara a Ki Hyun una vez más, con la esperanza de que se dejara engañar por mis encantos.

– No, Jimin. Tienen vidas y tal –les guiñó un ojo y yo hice un ruido de disgusto.

Mi encanto me estaba fallando y no sabía qué hacer.

No quería estar atrapado con NamJoon.

– Bien. Me estará observando todos los días. No es tan malo –me decidí y dejé escapar un pequeño resoplido.

– Él también se quedará contigo en tu casa –Ki Hyun finalmente murmuró y mis ojos se abrieron.

– ¿Quieres decirme que este hombre espeluznante se quedará en mi casa conmigo las 24 horas del día, los 7 días de la semana? ¡¿Por qué?! –exigí saber.

– Bueno, alguien te disparó. ¿Qué pasa si saben dónde vives? –Yoongi levantó una ceja.

– ¡Entonces me mudaré a otro lado! –lloré.

Cualquier cosa menos estar atrapado en la misma casa con Kim NamJoon.

– Deja de hacer el tonto, Jimin. Nam no tiene ningún problema en observarte. ¿Verdad, Joon? –se volvió hacia el hombre alto que estaba parado en la puerta, mirándome.

– No –murmuró y yo lo miré.

– Bueno, ¿no tengo que sentirme cómodo con él? ¡Me asusta! –le grité a Ki Hyun– ¡Sólo dice una palabra como respuesta! ¡¿Cómo voy a hablar con él?! –lo miré, horrorizado.

Ki Hyun casi suspiró y me miró fijamente.

– Se ofreció como voluntario para vigilarte, así que será tu guardaespaldas. En cuanto a sus respuestas, estoy seguro de que tendrás suficientes cosas de las que hablar –terminó y asintió a Yoongi y Tae Hyung.

Lee Ki Hyun quería que muriera a manos de Kim NamJoon.

No hice nada para que me odiara pero siente la necesidad de torturarme con esto.

Caí de espaldas contra la cama, deseando poder convertirme en un fantasma y salir volando.

– Deja de ser dramático, Jimin. Es solo por un tiempo –Tae Hyung puso los ojos en blanco y me abofeteé.

– ¿Es esto una pesadilla? Tiene que serlo –me susurré a mí mismo y luego Koo me tocó la mano.

– ¡Yay, papi! ¡El Sr. Nammie viene a vivir con nosotros! –me sonrió y luché contra el impulso de volar por la habitación y patear a NamJoon en la cara.

– Por supuesto que estarías enamorado de esa idea, pequeña mierda –murmuré por lo bajo.

Me estoy muriendo y no he tenido la oportunidad de preparar mi testamento o mi funeral.

– ¿Me velarán cuando muera? –pregunté y Yoongi levantó una ceja.

– Deja de ser estúpido. Tú también conoces a Nam, yo lo conozco. Él no te lastimará –me froté la frente con la mano y pensé para mis adentros.

Si me atropella un auto, ¿me dejarán quedarme en el hospital?

No.

¿Qué pasa si me escapo durante la noche a China y me convierto en un productor de arroz?

Podría cambiar mi nombre a Mojo Jojo o Han o Seo. Tal vez incluso Chang.

Nadie sospecha de una persona llamada Chang.

– Sí, sí. Ese es un buen plan –me mordí el labio inferior mientras miraba fijamente mis pensamientos– Puedo cortarme este brazo. No necesito dos brazos –murmuré por lo bajo de nuevo y Yoongi me golpeó en la frente.

– ¡AY! –grité y me froté la frente.

– Estás pensando en algo estúpido, ¿no? –se rió para sí mismo cuando Tae Hyung lo rodeó con un brazo– Sólo ríndete, hombre. Joon se encargará de ti –chasqueó la lengua y lo miré.

– ¡No! ¡Puedo levantarme muy bien! ¿Ves?

Tiré mis piernas por el costado de la cama y comencé a descender.

Tenía ambos pies en el suelo y comencé a poner mi peso sobre ellos.

De repente, me encontré deslizándome hacia el suelo.

Bueno, pensé que mi cara se había encontrado con el suelo.

Abrí los ojos para ver el rostro de NamJoon sobre mí y sentí sus brazos a mi alrededor, evitando que me cayera.

Me miró a los ojos, sus brillantes ojos color avellana en los míos verde esmeralda.

– B-bueno, ¡fue solo porque todavía estoy lleno de morfina! Déjame levantarme –me quejé y él sonrió, levantándome con sus brazos y colocándome de nuevo en la cama.

– ¿Cómo vas a cuidarte si no puedes caminar bien? –Tae Hyung chasqueó la lengua y me crucé de brazos.

– Podré caminar a su debido tiempo. ¡No sean exagerados! –dije, viendo a Kim recoger a JungKook.

No tenía idea de por qué le gustaba a Koo.

Él era espeluznante.

Sin mencionar que siempre se veía malvado.

Tenía ojos color avellana con piel suave y bronceada y cejas fruncidas.

Tenía labios suaves que siempre estaban grabados en un ceño fruncido y su cabello castaño alborotado que parecía sentarse justo en la parte superior de su cabeza.

Seguro que era atractivo, pero no agradable.

Para mí, no lo era.

– Nam, ¿estás seguro de que estás de acuerdo con esto? –Yoongi le preguntó y él sonrió.

– Sí, es genial –respondió y lo miré boquiabierto.

¿Para que pudiera hablar y sonreír con otras personas, pero no conmigo?

Señor, por favor, mátame ahora.

Nunca tendré otro pensamiento impuro si me disparas con un rayo de luz justo donde estoy sentado.

Por favor y gracias.

– Está bien. Tenemos que ir a almorzar con Yun Mi –Tae Hyung dijo en mención a la madre de Yoongi.

– Te llamaré más tarde Jimin –Yoongi asintió hacia mí y lo miré con horror.

¿Me van a dejar aquí con el mismísimo Satanás?

Dios mío, ¿qué he hecho tan mal que merezco esta crueldad?

Fui un buen chico toda mi vida.

Fui a la escuela e hice mi trabajo y me gradué a tiempo.

¡Yo era prácticamente un santo!

Ambos salieron de la habitación, cerrando la puerta y dejándome con mi muerte.

Me giré lentamente a mi derecha para ver a NamJoon mirándome, sin emociones evidentes en su rostro.

– Sabes, podrías ser más amable conmigo. Yo no te hago nada –entrecerré los ojos y él solo me miró como si estuviera aburrido.

JungKook jugaba con su cabello y trepaba por todo su cuerpo.

Cómo Koo no lo encontró raro me desconcertó.

¡Era raro a primera vista!

– Nadie tiene tiempo para 'esto' –me dije a mí mismo, mi voz saliendo, enriquecida con mi acento.

La razón por la que no quería estar cerca de NamJoon fue porque siento que me hizo algo esa noche, tuve que compartir una manta con él en el suelo.

No lo sé y nunca lo he cuestionado porque nunca me respondería honestamente y, ¿qué carajo me veo preguntándole eso?

¿Qué sucedió?

Bueno, ya ves...

– Ustedes dos pueden dormir juntos en el suelo y compartir esta manta –la madre de Yoongi me arrojó una gran manta azul y aterricé en el suelo– Mientras yo tomo el sofá –se dejó caer sobre dicho mueble y cerró los ojos.

NamJoon fue y apagó las luces mientras yo hacía el colchón para que lo compartiéramos.

Puse una almohada grande en el medio y me desnudé hasta quedarme en bóxers.

Odiaba dormir con la ropa puesta porque me hacía sentir calor e incomodidad.

Kim se arrastró detrás de mí y cerré los ojos, yendo a dormir.

Fue bueno hasta ahora y luego...

En medio de la noche, sentí que me cambiaban de posición.

Mi espalda estaba presionada contra el pecho de NamJoon y sé que puse suficiente espacio entre nosotros.

Sus grandes brazos de tronco de árbol estaban envueltos alrededor de mi cintura y su cabeza estaba en el pliegue de mi cuello.

Su cálido aliento estaba abanicando mi piel y me sonrojé.

Sus grandes manos estaban en la parte inferior de mi abdomen y sus dedos estaban acariciando mi piel.

Tae Hyung olvidó mencionar que Kim tenía un problema con los abrazos.

Traté de alejarme de él, pero su agarre sobre mí era muy fuerte y me encerraba.

No quería moverme más de lo que lo hice por miedo a que se despertara y me matara.

Poco a poco comencé a acostumbrarme a la posición y me volví a dormir.

Supongo que estaba teniendo un sueño sexual o algo por el estilo porque estaba imaginando manos grandes acariciando mi polla de arriba abajo, resbaladizas con líquido preseminal.

Una mano estaba en mi miembro mientras que la otra estaba trazando el agujero de mi trasero.

Estaba gimiendo y lloriqueando por más con la persona sin nombre y finalmente deslizaron su dedo en mi entrada, empujándolo arriba y abajo en mí y ese placer hizo que me corriera en sus manos.

Pero fue solo un sueño.

A la mañana siguiente, fui a quitarme los bóxers para ducharme pero algo me alarmó.

Había semen seco en ellos y mi culo se sentía un poco mal esa mañana.

Se sentía incómodo como si tuviera un palo clavado en mi trasero.

Ahora, no sé si fue obra suya o no, pero desde entonces, no he podido sacar ese recuerdo de mi mente.

Siempre estuvo ahí, impreso en mi cerebro y cada vez que lo veía, pensaba en eso.

– ¿Es demasiado tarde para enviarte de vuelta?

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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆