ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𓊔 ‹ chapter five ❛
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¡FLORIDA KILOS!
¡FLORIDA KILOS!
¡FLORIDA KILOS!
📰˖ ࣪Ꮺ 𝗮 NAC 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 ִֶָ‹ ꒦꒷ ˖
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꒦꒷ ˑ 𖥻 ִ ۫ ּ ﹗ dos años antes. ⏰ 𖦆 ֺ ָ
Aún rememoraba aquella celebración caótica como si hubiera sucedido el día anterior. Sentía una ligera inquietud, aunque, en realidad, eso era una mentira gigante: estaba profundamente nerviosa. El simple hecho de conocer gente nueva siempre le había provocado una ansiedad indescriptible; ahora, se encontraría en un entorno deslumbrante, poblado por estrellas y personajes de renombre completamente ajenos a su habitual esfera social. La ocasión: el fastuoso festejo del cumpleaños número veintitrés de su mejor amiga. Becky. Ésta última, con su habitual despreocupación y costumbre, había convocado e invitado a todo su círculo del prestigioso y opulento mundo hollywoodense. Un escalofrío recorrió la columna de la rubia al imaginar con qué clase de diversiones podría entretener a una élite que, al parecer, lo tenía todo. ¿Tal vez agitaban sus joyas al ritmo de la música? ¿Peleaban por quien tenía más dinero en su cuenta bancaria? Ningún escenario le sonaba bien. Cuanto más lo pensaba, más disminuían sus deseos de asistir. Mientras una de las chicas allí presentes la ayudaba a prepararse con esmero, acicalando su cabello y su rostro, las demás reían a carcajadas, intercambiando chismes que le resultaban insulsos. Ella, en cambio, permanecía inmersa en una postura de incomodidad perpetua, lamentando no haber ideado alguna excusa a tiempo, tal vez un conveniente dolor de estómago o un súbito resfriado, cualquier cosa que la hubiera librado de aquella situación enervante.
Con un suspiro que arrastraba la sutil carga de la inquietud, posó su mirada en el espejo del tocador cuando la contraría concluyó su labor de maquillaje en su rostro. Era demasiado brillo, demasiado artificio, un espectáculo desbordante de glamour que destilaba falsedad. Alguien que no era. La otra muchacha, saltando de alegría, aplaudió con efusividad, con su voz aguda impregnada de entusiasmo, orgullosa de su obra. Había elogiado las facciones de Madeleine en varias ocasiones mientras la maquillaba, lo cual, al menos, le resultaba reconfortante a la bajita. Volvió a mirarse en el reflejo, apreciando la belleza que la imagen devolvía. Quizás no era su más auténtica versión, ni fiel a su esencia, pero no podía negar que se veía hermosa. Con una tímida sonrisa que apenas rozaba sus labios, agradeció a la joven con amabilidad. Se disponía a articular palabra cuando, de pronto, irrumpió Becky en la habitación, su voz autoritaria se reveló en el aire mientras chasqueaba los dedos con hastío. Su apuro y molestia eran evidentes, y la orden que lanzó resonó como un trueno en los oídos de las demás. Las otras chicas corrieron fuera de la habitación, afanadas en dar los últimos toques a su apariencia, obedeciéndola sin titubeos, parecían más su servidumbre que sus amigas. Madeleine frunció el ceño, desconcertada por la escena que le resultaba tan ajena.
Becky se acerco a ella, se veía tan despampanante y sofisticada con ese vestido color blanco tiza, tenia un escote tipo v, acompañado de dos rosas a los lados, y se complementaba con un bordado en cristales suarovsky que llega hasta la espalda que se mostraba con un corte recto, con un largo encima de las rodillas. Madeleine mordió su labio inferior con una sonrisa maravillada. Estaba apunto de darle un cumplido, pero antes de que pudiera emitir opinión, ésta la tomó del hombro y la empujó suavemente, mirándola de forma desaprobatoria.
━━━ ¡Sé lo que pasa por tu mente, leo esa expresión, Mads! ━━━ espetó con un deje de frustración, aunque el tono de su voz se fue tornando más suave e indulgente al ver cómo la de cabellera rubia hacía un puchero gracioso en sus labios, esto enterneció a su amiga. ━━━ Te necesito alli, eres mi maldita alma gemela. No voy a pasarla bien sabiendo que te quedaste en casa.
━━━ No estoy tan segura, Becky. Tu te ves tan elegante y acorde, yo simplemente no voy con este tipo de eventos y su estética, mirame, me siento jodidamente ridícula. ━━━ La mujer de cabellos dorados dejó escapar un suspiro cargado de desdén, manifestando una profunda melancolía. Se levantó sin gracia del taburete, permitiendo que su atuendo se desplegara por completo ante la mirada ajena, revelando cada detalle. Era un vestido atrozmente corto, completamente ceñido al cuerpo apenas llegando a sus muslos. De un color champagne, su forma superior en un strapless tipo sirena, con aplicaciones de piedras preciosas biseladas en tonos dorados sobre un bello encaje, finalizando con una sexy abertura en la parte de atrás, que dejaba entrever los bonitos lunares de su espalda.
Becky la contempló con perplejidad, como si verdaderamente pensara que estaba tomándole el pelo, negó con incredulidad alzando las cejas y esbozó una sonrisa. Aferró sus manos manos a las de su amiga, acariciandolas suavemente mientras pronunciaba sus palabras con un tono apacible y comprensivo.
━━━ Te ves tan malditamente caliente que hasta me enciendes a mi, y créeme, hasta donde tengo entendido soy hetero. ━━━ Pronunció con un tono divertido pero lleno de convicción, girándola con la gracia de un vals, solo para luego volver a clavar sus ojos en los de ella.
Madeleine soltó una risita nerviosa, sus mejillas se tiñieron de un carmesí intenso.
━━━ Ahora escúchame. Te ves como una diosa inalcanzable. La única razón por la cual te sientes ridícula es porque tú misma te rebajas a esa tonta palabra, y recuerda, si lo crees, lo creas. Manifiestas y materializas tu mala energía, cariño. ━━━ Soltó con una convicción imperturbable la pelinegra, poniendo dos de sus dedos en su propia sien, con una mirada de acero. La dió vuelta tomándola de la cintura, para enfrentarla al espejo nuevamente. ━━━ Eres como una diva en la cúspide de su gloria. Una maldita Kardashian, ¿Mhm? Los tendrás a todos babeando, recuerda mis palabras, ¿Bien?
Pronunció con resolución en un intento de empoderar a su amiga, antes de depositar un beso en su mejilla y continuar con sus ocupaciones. Madeleine asintió para si misma. Estaba lista... ¿Acaso estaba verdaderamente lista?
꒦꒷ ˑ 𖥻 ִ ۫ ּ ﹗ fiesta. ⏰ 𖦆 ֺ ָ
Sumida en una neblina etílica, la cual apenas le permitía distinguir lo que tenía frente a sí, se encontraba atrapada en un escenario poco habitual, especialmente para alguien que apenas consumía bebidas alcoholicas. El ambiente era ruidoso y descontrolado, lleno de euforia, regocijo y carcajadas desbordantes. en aquel club se presentaba un caos vibrante y energico. No sabía quien había sido encargado de llevar strippers hermosas y de una destreza indiscutible, ofrecían un espectáculo fascinante, inolvidable para el publico masculino y femenino. Licor fino y costoso, tabaco, polvos blanquecinos, todo tipo de píldoras alucinógenas e ilícitas conformaban el menú de la noche. Ese era probablemente su único límite.
. . . ⇢ ˏˋ ❛ ritmo en la sangre, el mundo a nuestros pies, somos el eco de un tiro y el grito de un rock and roll. ❜
Nicholas Chavez la contempló todo el tiempo desde lejos. Se encontraba bastante apartado de resto, reclinado en la lejanía de la zona VIP del piso de arriba, observando el frenético vaivén de la fiesta que se desplegaba a sus pies. No interactuaba mucho con gente en las fiestas, se dedicaba más a consumir sustancias intravenosas que le ofrecían un refugio de su propia existencia. Socializar no era era algo que le interesara, No al menos hasta que vió su etérea figura en la pista, poniendo en duda aquello anterior dicho, y de paso su mundo de cabeza con aquella belleza surrealista. Madeleine bailaba alocadamente, haciendo que Becky cantara entre gritos una canción ¿Francesa? Que posiblemente hablaba de desamor, Cooper y ella bailaron encima de las mesas cuan competencias, imitando a las strippers, Koch se aflojó la corbata y se deshizo de su saco para estar más cómodo y fresco, la rubia solo reía fuerte cuando él chico intentaba tirarla de la mesa entre jugueteos para luego atraparla en sus fornidos brazos con delicadeza.
Recuerda haberlo retado a danzar en el tubo metálico de pole entre carcajadas, dandole "clases" torpes que el chico de ojos pardos observaba embobado. Bebió licor desde los abdominales de un desconocido hasta que le vómito encima haciéndolo soltar un grito digno de Regina George en esa escena Mean Girls, Cooper y Becky lloraban de la risa. Estaban demasiado ebrios y drogados como para razonar, la rubia solo recordaba la contagiosa y tierna risa de Koch mientras éste tomaba fotografías divertidas de ambos haciendo muecas tontas. Apenas se habían conocido aquella noche y la química que los unia era increíblemente asombrosa.
Chavez se encontraba cautivado por la audacia y el espíritu libre que desprendía la rubia. Pasó la mitad de la velada viendola moverse libertinamente de aqui para allá junto a su mejor amigo y otras personas que la perseguían como si fuera un imán, tan atrayente y distinta ¿Como era posible que una joven mujer pudiera tener tantas cualidades virtuosas? No solo era una muñeca esculpida a mano, sino que parecia una maldita rockera desafiante. Quedó fascinado. Pasó el resto de la noche rodeado de sus amigos, fumando hierba mientras averiguaba cada pequeño detalle sobre la rubia con sus contactos allí dentro. Vigilando cada paso que daba con cautela, observando desde el piso superior. Disfrutaba de verla reir y tener una buena noche, le satisfacía de algún modo aunque no la conociera. Mas parecía ser una linda corderita rodeada de lobos. Lo notó más rapido de lo que cualquiera podría, y sentía la imperiosa necesidad de protegerla de todos ellos y sus horripilantes influencias. Pero ante todo, necesitaba asegurarse de que Cooper no la tomara para el primero. Nicholas la quería como un niño encaprichado con un dulce, necesitaba acariciar esa aterciopelada y bronceada piel y hacerla suya por completo, poseerla en toda su escencia.
La sensación de embriaguez comenzaba a desvanecerse del organismo de Madeleine con el transcurso de las horas. La mayoría de aquellos célebres artistas, actores y cantantes tan conocidos internacionalmente se hallaban desplomados en el piso, sucumbidos ante sus vicios, reposando en sofás o en el frio y sucio suelo. Resultaba inconcebible imaginarlo, tal cual como imaginaba; todos ellos eran una repulsiva fachada. En su interior, ella no podía evitar reírse de esa farsa.
Exceptuando Nicholas, quien continuaba atento y despierto, aún vigilando a la rubia alerta de cada movimiento que hacía. Luego de un buen rato y cuando lo considero oportuno, descendió con deliberada lentitud aquellas escaleras, fijando su mirada depredadora en aquella hermosa presa.
━━━ ¿Madeleine, no? ━━━ La renombro el chico, haciéndose notar, con su masculina presencia y su gruesa voz.
La chica bajita se encontraba sentada en una de las mesas redondas y tambaleantes, observando el panorama algo perdida. Becky se había orinado de la risa y Cooper la había acompañado obligado a cambiarse, bufando enfadado mientras la regañaba. Ella los estaba esperando moviendo sus pies como una niña mientras comía unos cupcakes de arándanos que no sabía de dónde había sacado exactamente.
━━━ Sí, ¿Sucede algo? ━━━ Respondió con cortesía, ofreciendo una sonrisa delicada, sin detenerse a indagar un segundo cómo aquel joven había conseguido saber su nombre. Su noche había sido tan descontrolada que no estaba en condiciones de esforzarse por reactivar su capacidad cerebral, si era sincera.
Nick se sentó a su lado, inundando las fosas nasales de la joven con aquel aroma tan varonil y exquisito. Tan irresistible. El no quitaba su mirada de encima de la femina un segundo, era una mirada curiosa, solemne y enigmática. Aún así ella no podía evitar perderse en la profundidad de sus orbes café. Era tan radiante. El azabache guió esos ojos oscuros a las comisuras de su boca y en un acto desvergonzado quitó con sus dedos la crema del cupcake que tenía en la piel para luego lamerse los dedos, la rubia se ruborizo tanto ante ese acto que solo lo miró impresionada.
━━━ Acompañame a la terraza. ━━━
propuso Nicholas, mientras se levantaba rápidamente. ━━━ Aquí solo apesta a eructos de ebrio y sudor. No lo tolero, y tu no pareces ser ese tipo de persona tampoco.
Su corazón se aceleró por la propuesta, automáticamente dejó de preocuparse por donde se encontraban sus amigos y simplemente lo siguió, tenía un aura tan tranquila y distintiva. Su instinto la guiaba a seguirlo, y hasta ahora jamás le había fallado, así que con suma calma caminó detrás de él.
━━━ Siéntate. ━━━ exclamo mientras le acomodaba el pequeño sillón caro con caballerosidad, habló de una forma autoritaria pero amable, que la hizo obedecer sin refutar. "Que aura tan dominante, tan diferente..." ━━━ Cuéntame, ¿Que hace una dama tan angelical y bonita como tú en un lugar lleno de drogadictos, alcohólicos, presuntos criminales e idiotas violentos? ━━━ Preguntó alzando sus cejas con duda, parecia genuinamente muy interesado en su respuesta. Ella quedó levemente boquiabierta, no podía creer que alguien pensara igual que ella en cuanto a toda esta gente autoproclamada "famosa"
━━━ Becky es mi mejor amiga, y al fin y al cabo es su fiesta de cumpleaños. ━━━ Comentó, alzándose de hombros, sonriendo con honestidad. ━━━ Se que la gente aquí es asquerosa, jamás me han agradado este tipo de entornos, no comparto sus filosofías de vida. ━━━ Continuo ━━━ Pero Becky... Ella cambia mi perspectiva de todo, cuando estoy con ella todo es distinto. ━━━ Esbozo una sonrisa que iluminaba su rostro. ━━━ Me divierto tanto con ella, es extravagante, tiene pensamientos distintos, es de mente abierta, ha vivido muchas cosas y... Me ayuda a salir de mi pozo de malos pensamientos encerrada en casa... Supongo que la aprecio mucho, es todo.
Nicholas la escuchaba con suma atención mientras la evaluaba, no perdía detalle de su belleza, pero sobre todo de la simpleza con la que hablaba. Estaba anonadado.
━━━ Básicamente, buscas aventuras que te saquen de tu zona de confort, ¿No? ━━━ dijo y volvió a mirarla con atención, acaricio su pierna con tal sutileza y suavidad que la piel de la mujer se erizo, ese tono seductor, ¿De donde venía?
━━━ Quizás... ━━━ Susurró de forma delicada y con un tono sutilmente sugerente, acercándose poco a poco al notar como el ambiente se volvía algo tenso y caluroso. ━━━ Sigo lo suficientemente ebria como para aprovecharme y utilizar excusas luego. Si quedarme en casa implica perderme de la presencia de hombres tan atractivos como tú, prefiero rodearme de estos... drogadictos, alcohólicos, presuntos criminales e idiotas violentos.
Nicholas abrió sus ojos notoriamente sorprendido, le brindó una sonrisa ladeada y negó lentamente, el toque de sus digitos por debajo del vestido de la chica ascendía descaradamente cada vez un poco más.
━━━ ¿Y que te hace pensar que no soy uno de ellos? ━━━ Inquirió con una pizca de gracia e ingenio, pero a la vez insinuante, la cercanía entre ambos era tan corta que podía sentir el delicioso aliento a vodka mentolado de la mujer. Era un veneno al que estaría dispuesto a volverse adicto si ella si lo pidiese.
━━━ Correré el riesgo, me gusta el peligro. ━━━ Musitó con sensualidad en su oido la joven, mientras se sentaba a horcajadas sobre el, sintiendo como una de sus gigantescas manos comenzaba a acariciar su cuello pasionalmente, se acercó lentamente a él para besarlo.
Nicholas sin vacilar un segundo le correspondió. Se fundió por completo en ella, aquel choque de belfos fue incontenible. Mas sin previo aviso él se apartó de sus labios dejando un hilo de saliva pendiendo de los dos, Chavez pasó su mano por el cuello de Madeleine nuevamente y lo apretó esta vez, pero de forma tolerable.
━━━ El peligro del que hablas... No comprendes realmente en lo que te estás adentrando. Me parece que eres demasiado inteligente y perspicaz para hablar así. Esa forma de pensar podria matarte lentamente, muñeca.
Ella negó tajante, seguía respirando con dificultad, pero respondió con una firmeza indiscutible en su tono. ━━━ Preferiría morir en el sabor del peligro, aunque fuera la poción más tóxica que probara en mi vida, antes que sobrellevar una vida sin emoción.
No habrá vuelta atras, niña. ━━━ Soltó con seriedad, como un consejo. De todas formas no podría contener sus deseos carnales más tiempo. ━━━ Tenlo en cuenta.
"¡Cómo una maldita Kardashian, Madeleine, como una perra gangster, como la diosa que Becky dice que eres, atrevete una vez en tu vida!" ━━━ Se necesitan dos para bailar tango, ¿No es así?
Ella mordió su labio inferior al sentir la ereccion del hombre debajo de su intimidad, su mano en su cuello proporcionando mucha más fuerza, la
cercanía, su fragancia y todo el calor
de su cuerpo la excitaron demasiado,
así que prosiguieron a besarse desenfrenadamente, era latente el
mutuo deseo, ella dejaba que el hombre la desvistiera y la acariciara como le apeteciera, sintiendo la brisa de la noche golpear su piel desnuda.
Cooper se encontraba atrapado en una frenética búsqueda de Madeleine dentro de las lujosas y bulliciosas paredes del club, su corazón palpitando con una ansiedad creciente. Estaba convencido de que ella le había prometido que lo esperaría justo allí, y su ausencia en el lugar previamente señalado lo sumía en una creciente preocupación. No entendía que efecto había provocado la mujer en él, pero lo había dejado completamente hechizado ¿Cupido? ¿Amor a primera vista? Todas esas tonterías de película que solo consideraba patrañas cliché cuando las oía. Tras conocer a aquella fascinante rubia de ensueño, su escéptica perspectiva sobre el amor se había transformado en una tormenta de emociones contradictorias. Necesitaba encontrarla, debía superar su timidez y confesarle su ardiente sentimiento, aunque esa declaración pudiera sonar excesivamente cursi. Sin embargo, cada segundo que pasaba sin verla lo sumía más en un abismo de inquietud y anhelo.
Mientras transitaba esquivando a los individuos embriagados ya yacentes en el suelo, se asomó sigilosamente hacia la terraza. A lo lejos, vislumbró a una pareja en un ardiente y apasionado escenario, para nada era de su agrado perturbar tal escena con su presencia. No era un mal educado ni un pervertido. Sin embargo, al lograr ver las identidades de aquellos desconocidos y pensar en el desenlace pasional que tendría aquel encuentro, sintió como si su corazón se desmenuzara en fragmentos. Una inexplicable y ridícula vergüenza lo invadió. Desvió la mirada, acuchillado por un dolor sutil en su pecho, y cerró con determinación la puerta principal del balcón, asegurándose de que nadie interrumpiera aquel momento intimo mientras su propio mejor amigo tenía brincando a quien había considerado su musa encima de él, gimoteando sin una gota de pudor y él aferrandola a su cuerpo con fiereza.
Ese día mientras Nicholas sudaba y
jadeaba debajo de la rubia, sintió que estaba devorando un alma, sabía que él ya estaba consumido totalmente por la oscuridad que vivía en él y admitía
que ella podia ser su polo opuesto. Su antítesis. Este conocimiento lo impulsó a obsesionarse maniaticamente con ella, como un depredador acechando a su presa. Nicholas contemplaba la conexión de ambos como la manifestación de un demonio seduciendo a un ser celestial. Aún así, esto no le impidió follarsela como un animal el resto de la noche.
. . . ⇢ ˏˋ ❛ you did the wrong choice, and your actions will have consequences... ❜
¿pensamientos chicas?
por fin pude terminar este
capítulo, di más vueltas que
un carrusel porque no me
decidía del todo, pero me
convenció bastante este,
asi que acá está. ♡
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