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Ocuparon los últimos asientos, donde las parejas universitarias usaban para besarse sin pudor. No eran la excepción y con descaro, se comieron la boca durante una parte del trayecto.

Por el rabillo del ojo miró a través de la ventana del autobús la parada donde Chan se solía bajar. Debía dejar de hacer eso, pero estaba tan acostumbrado ya que el moreno no llevaba su auto a la universidad.

Disimuló, para que Jisung no lo viera y lo abrazó queriendo sentir ese regocijo en su corazón. Le agradó comprobar esa calidez, porque no había pasado ni cuando estaba con Chan y eso significaba que sus sentimientos por el mayor eran tan distintos a lo que siente por Jisung.

Sin embargo, a la semana siguiente no pudo estar de acuerdo con su análisis. Se maldijo por pensar de esa manera ya que no estaban haciendo nada.

Y era verdad.

No había ningún indicio por parte de Felix queriendo llamar la atención y viceversa, por eso no entendió porque se dirigió hacia ellos. Alguien debía parar a Hyunjin y evitar una locura.

Se detuvo, sus pies lo hicieron de manera abrupta y agradeció el detalle. Estaba convirtiéndose en aquello que una vez se burló y que prometió jamás ser. Girando su cuerpo para salir huyendo del lugar, se prometió que ignoraría a Chan para el bien de su salud mental.

Pero vamos, es fácil decirlo con palabras porque el aire es gratis, pero la realidad no es así. Cuando Hyunjin reaccionó, fue demasiado tarde.

Ahora evitaba los lugares que frecuentaba Chan, también las aulas que suponía que debía tener clases para no toparse con su ex. Los meses pasaron y el resultado le agradó mucho, ya no tenía una nube gris en su cabeza y esos pensamientos ambiguos sobre su relación.

No dudaba de querer a Jisung, pero había algo feo en imaginarse a Chan con alguien más. Él ya no lo quería y tampoco quería que tuviera una nueva relación.

Enfermo.

Con Jisung habían dado el paso en presentarse a su familia, llevaban poco tiempo y estaban conscientes de eso, sin embargo, sentían que necesitaban mostrar a todos su relación.

La pasión del inicio no se apagó en ningún momento y no es que no tuvieran peleas, las tenían cada cierto tiempo, solo que su manera de reconciliación era fogosa. Su primera vez juntos en el acto sexual, Hyunjin pensó que sería el pasivo y se había preparado con sus dedos para facilitar la penetración.

Y cuando vio a Jisung, en una posición sugerente mostrando que estaba preparado para la batalla, a Hyunjin no le tocó —con gran esfuerzo bien disimulado— preparar su arma y dar pelea.

Con el menor tenía todo lo que no tuvo con Chan, y no es que el mayor era mal novio, pero en ellos no existía esa chispa que fluyera de sus miradas o algo parecido.

Y quiso que sus pensamientos hicieran un hueco en su cerebro y le ayudaran a entender que su relación ya era pasado, para que no le importara ver a Chan y Felix besándose.

Era un beso asqueroso a consideración de Hyunjin , él con Jisung se habían dado muchos mejores que esos. La diferencia del beso era el lenguaje corporal, no era como si quisieran comerse, era como algo más íntimo y un reconocimiento de parte de ambos.

Una furia interior explotó en su cabeza, llevándolo a cometer una locura.

Porque darle un puñetazo en la cara a Felix no era algo premeditado.

No es como si el primer pensamiento del día fuera,  “Hoy quiero golpear a Felix”.

El golpe que le regresó el ya no rubio si lo tomó por sorpresa, haciéndolo caer al suelo y mirando desde abajo como Chan ayudaba al otro a tranquilizarse y ver si no tenía nada roto.

Felix no. Hyunjin si, la nariz.

Y como salvador de una película cliché, llegó Jisung y se interpuso entre su ex y su nuevo novio. No entendía lo que pasaba y como primer pensamiento fue que ambos atacaron al indefenso de Hyunjin de manera desprevenida.

Que inocente era, que intentaba hacerle frente a su ex luego de revisar a Hyunjin y con su pañuelo, se hallaba limpiando la sangre. No entendió bien la situación y no hubo manera que él se vea comprendiendo lo que digan.

Cuando Hyunjin quiso llorar afligido por un poco de atención y actuar un poquito más exagerado, las palabras de Felix abordaban la atención de su novio.

—Controla a tu novio, no respondo para la próxima —advirtió en una clara amenaza pasiva.

Atacaría si se sentía atacado, así de simple.

Jisung no respondió, prefiriendo ocupar su tiempo y atención en su novio. Llegaron a unos de los baños más cercanos y de manera inmediata, empezó a limpiar la sangre. El pañuelo estaba manchado casi por completo, teniendo que enjuagarlo para poder seguir limpiando.

Hyunjin reconoció lo humillante que resultó su impulso y con sus ojos clavados en el piso, procuraba no encontrarse con los marrones de su novio. El menor estaba más concentrado en limpiar la sangre, que en preguntar lo sucedido, y por eso, cuando terminó su labor, habló.

—¿Qué pasó? —la voz seria y sin excusas a respuestas vagas.

—Felix me golpeó.

—¿Quién empezó? —aunque Jisung lo sabía, quería ver que tanto era de honesto Hyunjin .

¿Qué le decía en ese momento? 

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Dicen que hay un roto para un descosido.