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Un mes entero Felix pudo ir a la universidad tranquilo, sin que su ex estuviera esperándolo en cualquier lado para poder conversar. Hasta esa mañana de lunes frío. Se escabulló cual animal rastrero huyendo despavorido, pero pudo hacerlo por mucho tiempo.

Los amigos de Jisung le saludaban o sonreían cuando los encontraba en los pasillos o cafeterías.

¿Qué les había dicho?

No tuvo mucho que pensar, porque la respuesta llegó del propio Minho Hyung —amigo de Jisung—.

—Jisung ya nos dijo que te pidió tiempo.

¿Qué mierda se fumaba Jisung?

Porque quería un poco de eso y empezar a hablar estupideces como el más bajito. A Felix se lo llevaba el diablo de la rabia, que cuando lo vio plantado fuera de su próxima clase, estalló.

Es que acaso nadie se daba cuenta o Jisung era tan buen actor.

No hizo ningún escándalo, solo lo apartó de la puerta y esperó a que hablara.

—Hyunjin no es nada —fue lo primero que escuchó. —Lo juro mi amor, solo tu importas en mi vida.

Felix alzó una ceja poniendo atención a lo que decía Jisung.

—Y sabes que me pongo un poco tonto cuando tomo, por lo que dije esa noche no tiene ni una pizca de verdad.

Los borrachos y los niños nunca mienten.

La frase le saltó por su cabeza que Felix solo ahogó una risa con un bufido, pero eso no impidió que interrumpiera la retahíla de excusas bien elaboradas.

—Nosotros no podemos terminar, lo que tenemos es diferente y nadie lo puede igualar. Es como una magia que fluye desde nuestras miradas y se refugia en nuestros corazones.

Odiaba que Jisung fuera tan bueno en sus palabras y entendió porque cayó tan rápido.

—Si aún sientes, al menos un mínimo de cariño o sentimiento por mi, te ruego que me brindes una última oportunidad. Mi corazón es todo tuyo y juro que no hay nadie mas que tú en mi vida.

El rubio no era el único escuchando, si no también estudiantes chismosos que veían como el apuesto Han buscaba a su lindo novio en busca de una posible reconciliación. Pero a Felix podrían traerle el mejor poeta y que recite toda clase de frases amorosas y absurdamente cursi, que su respuesta no cambiaría.

Pero no contaba con la insistencia de su ex y el incesante pedido de una oportunidad.

Para Felix no estaba resultando tan sencillo, su corazón no era de piedra y aunque notaba todas las señales de un amor tóxico, no podía evitar que el maldito órgano vital se alocara ante sus palabras de cariño.

Estúpido corazón.

Que ya pensaba en una posible oportunidad.

Pueden empezar a juzgarlo, pero aún albergaba un poco de cariño.

Hasta que vio lo que ya sabía, pero su estúpido corazón no aceptaba.

A Hyunjin y Jisung besándose.

Nuevamente.

Era la mayor fiesta que se llevaba cada fin de semestre y los estudiantes siempre la esperaban para poder emborracharse con gusto. En este caso, Felix no fue la excepción, tenía una botella de trago en su mano, que había sido de alguien más antes de caerse al suelo.

A botella sin dueño, Felix la tomó como suya. Sin embargo, no le duró mucho porque se la bebió sin respirar luego de ver a su ex con el “no es nada”.

Las imágenes del beso se repetían en su cabeza, recordándole lo estúpido que fue.

No supo como, pero como la mayoría de estudiantes estaban ebrios, el coliseo estaba repleto y a su vez, ciertas puertas, donde guardaban los materiales deportivos se hallaban abiertas.

Por eso cuando notó cierto brillo que le hacía guiños desde un costado, Felix no dudó en ir a mirar de qué se trataba. Acariciar el frío metal del bate le hizo sentir extraño y a la vez, eufórico.

Salió con su nuevo amigo en sus manos, con la intención de encontrar un poco de alivio.

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La venganza no es buena compañera, pero si deja una sensación de alivio 😂