Podría decirse que eramos algo, que teníamos algo ahí flotando ahí entre nosotras, pero no, solamente era lujuria y una linda amistad. Si, una amistad que aun manteníamos en pie a pesar de que teníamos noches de pasión, a pesar de las múltiples peleas con el mismo tema.

Sabíamos lo que sentíamos, sabíamos nuestros sentimientos aun así los ocultábamos hasta mas no poder. Todo era extraño cuando estábamos juntas, nos dábamos miradas, nos besábamos y nos tocábamos de una manera demasiado intima. Nunca fue mas allá de follar, nunca mas allá de un beso apasionado hasta dejarme sin aliento.

No somos amigas de la infancia pero si desde que tenia catorce, ahora mismo tengo veinte, no se en que edad exactamente fue cuando comenzo todo esto, recuerdo que fue después de mi cumpleaños, tal vez mi cumpleaños quince o dieciséis. Fue después de un feliz cumpleaños Rosie. Y nos besamos, era aquel tipo de chica que era adictiva a la marihuana, a las drogas y a la cerveza, con tan solo quince ella me habia confesado que ya no era virgen.

No me sorprendí, había escuchado demasiado de ella para decir que era una santa, las chicas de mi edad morían al verla, aun recuerdo cuando nos vieron juntas al final de año, Jennie utilizaba su chaqueta larga y gruesa y su tapabocas que no dejaba ver su rostro. Y yo mi falda que me había obsequiado Lalisa. Ese día, con los juegos artificiales en el cielo me beso, me tomo de la cintura y me beso apasionadamente. Dejándome con mis piernas débiles. Y habían un grupo de chicas al lado observándonos.

Mis mejillas se sonrojaron cuando sus manos tomaron las mías entre sus manos, llevándome hacia su motocicleta, nunca tuve el valor de que me llevara hasta mi casa, si, éramos mejores amigas pero mi hermano no era tan amigo de ella que digamos. La odio, tal vez a muerte no lo se.

VOLVIENDO AL PRESENTE estaba en mi habitación, esperando que el reloj tocara justamente las doce para así poder salir como siempre lo hacia, a nadie de esta casa le interesaba, o mejor dicho a Chanyeol no le interesaba que su hermana saliera a altas horas de la noche, aunque no es que me interese en lo absoluto.

Deje salir un suspiro cuando me vi en el espejo, llevaba unos converse color blancos, camisa corta y una falda. Era mi típica vestimenta de todos los sabados, pues, había una carrera de autos después y mis amigos vendrían por mi, y justo ahí iba Jennie Kim.

Eramos mejores amigas, suena demasiado loco pero también eramos amantes, no lo se, es la única palabra que sirve para definirnos. Nos contabamos cosas sobre nosotras, eramos inseparables cuando estábamos juntas. Su sonrisa era demasiada alegre cuando estábamos juntas, sus chistes y sus cambios de humor. podía soportarla con cualquier cosa, su vida sexual era un secreto para mi, pues, solamente escuchaba lo que decían los demás aun así no conocía del todo. Y de la mía, bueno eso no existía.

Era tan vergonzoso saber que había perdido la virginidad con alguien que no la merecía, pero la lujuria que sentía en aquellos tiempos era tan grande que me acosté con ella, me deje llevar por sus dedos sobre mi ropa interior, diciéndome cosas sucias al oído. Mierda, no es un buen momento para recordar eso.

Me exalte cuando mi ventana fue golpeada, ya sabia de quien se trataba pero era la misma reacción, exaltarme y rodar los ojos al verla, su cabello era negro, llevaba un tapabocas y una vestimenta negra. Sabía que cuándo vestía de aquella manera mis piernas se derretían y seguramente mi intimidad se sentía algo apretada.

Me sonrio, se podía ver a través del tapabocas, en cambio yo no le sonreí y tome mi chaqueta de cuero, colocandomela y arreglando un poco mi cabello. Baje por la ventana escabulliendome y bajando hasta el césped demasiado cuidado a pesar de las múltiples veces que olvide regarlo.

—¿Y los chicos? —pregunte, metiendo mis manos entre la chaqueta buscando calor.

—¿Eso importa?

Jennie Kim siempre tenia palabras demasiado estúpidas, es decir, era sarcástica y era algo que me molestaba ya que yo también lo era y en mi opinión no era una buena combinación. Rodé los ojos ante su respuesta, sintiendo de inmediato sus manos atraves de mis hombros empujarme hacia ella.

—que linda te vez hoy. —escuche que dijo, solamente dije un gracias y listo, no era que me sorprendiera aquellas palabras, siempre me las decía.

Caminamos a paso lento hacia el auto, donde se encontraba Lisa junto a Jisoo y a Shuhua con Miyeon. No encontré a las demás, seguramente estaban en otro auto. Deje atrás mi examinacion y me meti dentro del auto, dejando atrás la mirada penetrante de Taehyung a través del espejo, sabia lo que se le estaba cruzando en la cabeza.

Él era mi amigo al igual que los demás, todos sabían lo que traíamos Jennie y yo, pero Taehyung era el único que no le agradaba demasiado, siempre me lo decia. No me molestaba, a la mayoría de mis amigos no les gustaba nada la relación que tenia con Jennie, si, eran sus amigos también pero, a decir verdad, Jennie Kim no era alguien en quien confiar del todo.

Deje salir otro suspiro cuando el auto arranco, el viaje fue un poco largo aun así no era para decir que estaba demasiado largo u otra cosa. Trague duró cuando escuche lo que me susurro Jennie, sonriendo a la vez que lo decía;

—¿Quieres acompañarme esta noche? —susurro, tan malditamente sensual que yo solamente era un helado bien derretido. —Sera una carrera, lo prometo.

—No, Jennie, sabes que detesto estar muy cerca de estas pistas. —le recordé, rodando los ojos y incorporándome.

—Vamos, se que ganare así que, ¿qué mejor que con mi chica? —murmuro, mis mejillas no tardaron en sonrojarse, mire hacia sus ojos cafeses quienes me estaban mirando de igual forma. —¿es un sí?

—es un tal vez..—lo golpee, sintiendo sus manos en mi cadera.

Llegamos a la pista, saludando a los demás que se encontraban presente, me aparte de Jennie para caminar hacia Joy quien me esperaba saltando de arriba. La abrace, teníamos mas de dos semanas sin vernos.

—¡¿qué has hecho en tu corta vida!? —chillo, arqueando sus cejas esperando alguna respuesta, yo solamente mire hacia mis manos encogiéndome de hombros —¿Qué ha pasado con Jennie?

—Nada, lo mismo. —volvi a encogerme de hombros. Joy estaba a punto de hablar cuando fui tomada de mi brazo, no fue tan bruscamente aun así me exalte cuando vi a Taehyung llevarme muy lejos de Joy, demasiado enojado por lo que veo. —¡hey! ¿¡que mierda te sucede, Tae!?

—¡¿que mierda me sucede?! ¡¿A mi!? —me grito. Frunci mas el ceño, colocando mi típica cara de -te acercas tres metros y te pego un escopetazo —¿¡Estas loca!? No puedes ir a esa carrera con Jennie, sabes que ella es una loca y..

—Taehyung, estaré bien —suavice mi voz, Taehyung era el chico que siempre me cuidaba tal vez estas ultimas semanas demasiado aun así lo aceptaba. —Prometo estar bien.

Respiro hondo, pasando sus manos por su cabello y luego asintiendo, sonriendome y disculpándose por la manera en que me había tomado. No hablamos mas, me llevo hacia el grupo de amigos quienes me estaban alabando por haber aceptado ir en aquel auto con Jennie. No era la primera vez pero esta se podía decir que era la mas importante.

Mis ojos fueron hacia Jennie, quien estaba justo apoyada en aquel auto rojo, bebía una botella de agua mientras sus ojos me penetraban desde aquel lugar, extendí mi mano, sonriendole pero no obtuve el mismo gesto de ella. No me extrañaba, cuando estaba enfadada era tan indiferente hasta con la planta que pudiera tener al lado.

No dude un segundo al caminar hacia ella, miro hacia otro lado aun bebiendo el agua, lucia tensa, tal vez nerviosa no lo se. Mis manos pasaron por sus hombros abrazandola desde allí. Respiro hondo, exhalando tan lentamente.

—¿pasa algo? —le cuestioné, abrazando sus hombros y apoyando mi cabeza en su espalda.

—¿qué hacías hablando con Taehyung? ¿Por qué mierda te estaba gritando? —no sé si eran preguntas o qué, pero podía notarla demasiado enojada cuando me pregunto aquello.

Rode los ojos, siempre volvía con el mismo tema, cada vez que Taehyung me hablaba era lo mismo, sabia muy bien lo que pensaba ella así que era algo que le molestaba. No le respondí, para qué. Me coloque enfrente de ella y le sonreí, tocando sus mejillas para luego sentir sus manos en mi cintura, amaba estar así, solamente con ella, abrazadas y viéndonos directamente a los ojos. Sin decir nada mas.

—Que linda mejor amiga tengo. —me sonrió, sintiendo sus dedos acariciar mi cintura —Mi Roseanne Park.

Reí por lo bajo. Podría decirse que siempre tenía las malditas palabras para tenerme a su merced, Era un maldito queso derretido a la vez que sentía sus fríos dedos pasar por mi cintura, una y otra vez. Ella, yo. Nosotras.