53
Dos meses.
En dos meses se convertiría en el esposo de Jungkook, debía estar soñando.
Hace poco menos de un mes que el azabache le había propuesto matrimonio. Habían acordado que la boda se celebraría en cuanto Taehyung terminara el semestre, lo cual pasaría dentro de dos meses.
El pelinegro se encontraba tomando un examen parcial, de hecho ya lo había terminado, todas las respuestas se encontraban escritas en la hoja, dejó de prestarle atención y se dedicó a observar por la ventana, tenía una muy buena vista del campus.
Aquella sonrisa boba que últimamente se había hecho cotidiana, volvió a aparecer en su rostro.
No faltaba mucho para la llegada del otoño, y pensar que todo había empezado en primavera. Recuerdos de meses atrás asaltaron su mente, en menos de un año su vida se había visto envuelta en toda una montaña rusa de emociones. Y todo por no poder controlar sus impulsos. Recordó la primera vez que vió al azabache.
"—Aquí tiene señor —dijo Taehyung colocando el plato frente a Jungkook. Éste sonrió de manera coqueta.
—Gracias por el servicio —y sin previo aviso, palmeó suavemente el trasero del pelinegro.
Taehyung no pudo evitar ponerse rojo, más por la ira que por la vergüenza ¡¿Pero quien se creía ese bastardo?! Sin pensarlo dos veces tomó una de las copas de vino que descansaban sobre la mesa y le arrojó el contenido directo a la cara.
—¡Eso es por imbécil! —después de eso salió corriendo hacia la cocina, con los gritos y maldiciones del azabache a sus espaldas"
Negó con la cabeza, quien iba a decir que todo esto pasaría por arrojar vino a la cara de un desconocido. A veces se preguntaba que hubiera pasado de haberse negado a ayudar a Lisa, de todas formas si había atendido la mesa de Jungkook esa noche, había sido por hacerle el favor a ella. Recordó la noche en que descubrió quien era el azabache, ahí había comenzado su tormento, o por lo menos así lo creía en esos momentos.
"—Mira... No quiero más problemas, en serio... deja a mi padre en paz, yo pagaré por él... ¿de cuanto estamos hablando? —preguntó Taehyung, rezando internamente porque no fuera una cantidad demasiado exagerada.
—Oh no, lindura, no estamos hablando de cantidad —negó el mayor con la cabeza.
—¿Qué? Dime cuanto dinero es, haré lo posible por saldarlo todo.
—No quiero tu dinero, Taehyung —está vez el azabache habló con rostro serio, pero la diversión brillaba en sus ojos.
—¿Qué mierda quieres sino? —preguntó el pelinegro entre dientes, apretando los puños.
—Pues a ti y a tu bonito culo en mi cama —respondió el mayor con simpleza.
—¿Qué? —¡¿Acaso ese idiota se había vuelto loco?!"
¿Cómo rayos todo terminó así? Si hace meses le hubieran dicho que terminaría perdidamente enamorado del imbécil-adonis-arrogante-hijodeputa-del restaurante, se hubiera reído hasta morir, algo así jamás pasaría... Y mirenlo ahora, con un anillo adornando su dedo.
No pudo evitar pensar en su primera vez, la verdad, Jungkook había tomado muchas de sus primeras veces.
"—Abre los ojos, Taehyung, mírame —pidió el mayor con voz demandante.
Los ojos de Jungkook se tornaron tan grises como un cielo nublado que anunciaba una tormenta, en ese momento aún no lo sabía, pero esa era su mirada favorita.
El azabache le había invadido forma lenta, dolió, pero fue soportable, aquel dolor no tardó en convertirse en placer.
Aquel bastardo le había hecho llegar al cielo, y nisiquiera lo sabía en ese momento"
También estaba el día de la playa, el primero para ser precisos, otra primera vez de la cual Jungkook era responsable, lo recordaba muy vívidamente, podia marcar un antes y un después con lo ocurrido aquella noche, después de ahí había empezado a mirar al mayor con otros ojos, no era un completo imbécil como el creía.
"—¡La playa! —exclamó Taehyung genuinamente emocionado, sus ojos brillaban.
—¿Ves pequeño? Te dije que te gustaría —comentó Jungkook.
El azabache siguió conduciendo hasta una zona muy alejada, donde se ubicaba una bonita casa de playa, muy moderna, de dos niveles.
El mayor estacionó el auto frente a la entrada. Tomó un bulto del asiento trasero y salió del auto, Taehyung hizo lo mismo.
—Y... ¿Qué tal? ¿Acerté? —preguntó Jungkook. Taehyung asintió energéticamente viendo todo a su alrededor.
—Pues si... Yo nunca había estado en una playa antes...
—Me alegra ser el primero en traerte.
—Desde que te conocí te haz dedicado a ser el primero en todo... —Taehyung analizó sus palabras muy tarde, automáticamente sus mejillas se tiñeron de rojo—. Bueno... eh... lo que quiero decir es... ¿Por qué no vamos adentro? Me gustaría ver el mar por lo menos un rato también...
—Claro... —fue lo único que dijo el azabache, sin disimular su sonrisa"
En ese momento su corazón ya había perdido la pelea, y cuando se enteró de que Jungkook posiblemente tendría un hijo, no hizo más que confirmarlo, perderle se había convertido en su nuevo temor.
"—¿Cuándo pensabas hablarme de Hani? —Taehyung se puso de pie, encarnado al mayor, aunque quiso sonar fuerte, aquellas palabras salieron de sus labios más lastimeras que otra cosa.
—Lo sabía... —bufó el azabache—. Taehyung, no le hagas caso, es sólo una loca qu...
—¡Está embarazada, Jungkook! —le interrumpió el pelinegro—. Estabas intentando convencerme de tener una relación contigo cuando ya tienes a otra persona esperando un hijo tuyo ¿Cuándo pensabas decírmelo?"
Hani. Por los mil demonios que esa chica era la peor persona que había conocido en su vida, le había hecho pasar por tanto, le había querido matar en dos ocasiones, era hasta increíble y difícil de creer, gracias a ella había experimentado cosas horribles ¿si acaso era posible enumerarlas?
"—¿Qué es lo que tengo que hacer, eh? ¡DIME! —ahora la mirada del azabache también se notaba cristalizada, una lágrima solitaria se atrevió a bajar por su pálida mejilla.
—¡¿POR QUÉ NO TE MUERES Y DESAPARECES DE MI VIDA?! —gritó Taehyung mientras un sollozo escapaba de su garganta.
—Bien... —dijo Jungkook en voz baja. Sin pensarlo dos veces Jungkook se dio la vuelta y caminó hasta la orilla del asfalto.
—Kook... ¡Jungkook! —le llamó Taehyung.
El azabache dio un par de pasos a la carretera, un camión de carga venía a unos cuantos metros. Taehyung sintió poco a poco como su alma abandonaba su cuerpo, corrió hasta el azabache, con su mano libre sujetó su brazo tirando de él hacia atrás, ambos cayeron al suelo, justo a orillas de la calle. Con la respiración agitada, Taehyung observó como el camión pasó justo frente a ellos.
El pelinegro se puso encima del mayor, y golpeó su pecho repetidas veces.
—¡¿ACASO ESTÁS LOCO IMBÉCIL?! ¡PUDISTE HABER MUERTO! —Taehyung gritó llorando desesperadamente.
—Eso fue lo que me pediste —dijo Jungkook"
Sin duda se arrepentía de muchas cosas y existían otras tantas que jamás seria capaz de olvidar. Por suerte al final, era él quien había permanecido al lado del azabache, y por todas las deidades, realmente agradecía con toda su alma aquel desenlace.
"—Todo tu ser, es simplemente magnífico... Eres lo más preciado que tengo... ¿Me darías tu corazón, Taehyung? Lo guardaría como el tesoro más valioso... ¿Pondrías tu felicidad en mis manos? Tu sonrisa al despertar y antes de ir a dormir sería mi prioridad... —las palabras salieron sinceras de los labios del azabache, sus ojos brillaban, Taehyung solo le observaba sin poder creer que aquello realmente estuviera pasando—. No creo que nada en este mundo pueda compararse con el amor que siento por ti —hizo una pausa y miró al cielo—. Ni siquiera las estrellas y toda su inmensidad, son basura si se les comprara con lo mucho que te amo... Kim Taehyung, prometo amarte, cada momento, eternamente..."
Esas habían sido las palabras de Jungkook al proponerle matrimonio. Frunció los labios, su mandíbula dolía, y como no hacerlo, tanto sonreír debería de ser dañino, aún así la sonrisa volvió a sus labios ¡Maldición, estaba feliz! Era solo cuestión de tiempo para...
¡Clap clap!
—Bien jóvenes, entreguen sus hojas —su profesor llamó la atención sacándole de sus pensamientos, por fin podía largarse.
Se paró como resorte de su asiento, tomó su mochila, guardó sus lapices y de forma apresurada se acercó al maestro quien le observó un tanto extrañado. Prácticamente salió corriendo del salón. Estaba emocionado, no lo negaría.
Tenía una boda que preparar. Su boda.
•••••
Los días no tardaron en convertirse en semanas. Taehyung se pasaba la mayor parte del tiempo en compañía de Jisoo, Hwasa y a veces Seokjin, ellos le habían ayudado mucho con los preparativos, incluso la madre de Jungkook se había sumado, la señora tenía buen gusto, ella se había hecho cargo del banquete y los empleados.
En esos días apenas y tenía tiempo de calidad con su novio, Jungkook estaba que se ahogaba en trabajo y él pues, los preparativos de la boda le mantenían ocupado, sin mencionar la universidad y los exámenes finales que ya estaban a la vuelta de la esquina. Por lo menos aquella noche, tenía la oportunidad de tener al azabache solo para él.
Taehyung observaba a Jungkook desde el marco de la puerta de la cocina, el mayor intentaba cocinar algo para la cena, no era un inútil, sabía cocinar, pero tampoco era un Master Chef, al pelinegro le parecía lindo verle tan concentrado.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó Taehyung.
—No señor Jeon, ya le dije que me encargaría de todo —respondió el azabache dedicándole una mirada divertida.
—¿Sabes? aún no nos casamos, puedo seguir usando mi apellido.
—Me gusta más como suena ''señor Jeon'' —Jungkook sonrió, el menor caminó hasta la encimera donde él se encontraba cortando unos vegetales.
—La verdad es que si, suena bastante bien... esposo.
—¿No que aún no nos casamos? —preguntó Jungkook divertido, dejando en segundo plano los vegetales y el cuchillo, se acercó al menor y rodeó su cintura con los brazos, Taehyung llevó sus manos hasta su cuello.
—Pues en un par de semanas lo haremos... —Taehyung imitó la sonrisa del azabache.
—Serás mi esposo, solo mío... —dijo el azabache inclinándose para dejar un corto beso sobre los labios del menor.
—Yo ya soy tuyo... el matrimonio solo lo hará legal —sin borrar su sonrisa, Taehyung acercó al azabache hasta su rostro y volvió a unir sus labios.
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