30
Jungkook entró a su oficina con Chung Ha siguiendo sus pasos. Después de hablar con su padre y saber que éste le creía y le apoyaba, se había quitado un gran peso de encima. Se sentía considerablemente más tranquilo.
—Aquí está lo que me pidió, señor —dijo Chung Ha dejando varias carpetas en el escritorio del azabache—. Los mejores laboratorios de la ciudad y el récord de sus directores.
—Bien hecho, Chung Ha —dijo el mayor, tomando una de las carpetas y ojeando su interior superficialmente—. ¿Recuerdas que te pedí que te encargaras de no dejar entrar a esa chica a las instalaciones de la empresa? ¿A Hani?
—Si señor, de hecho no ha vuelto desde hace un par de semanas.
—Necesito otro favor —dijo el azabache—. Quiero que la investigues, a donde va, que hace, con quién... quiero saberlo todo —Chung Ha le miró un tanto sorprendida.
—Señor, no creo que...
—No confío en nadie más para esto, sé que entraste a la Academia de policía en Busan pero lo dejaste un año antes de graduarte... Si alguien puede hacer esto eres tú —dijo el mayor interrumpiendo la aparente negativa de la joven.
_¿Puedo preguntar que ocurre con esa chica?
—Dice estar esperando un hijo mío... Pero yo no soy el padre, estoy seguro de ello —el rostro de la joven pareció eliminarse con una idea.
—¿Por eso la información de los laboratorios?
—Si, necesito una prueba de paternidad.
—Ya veo...
—¿Entonces... lo harás? —la joven asintió.
—Haré mi mejor esfuerzo —Jungkook sonrió ladino. Le agradeció a la chica y le dió permiso para irse.
•••••
—Muchas gracias a usted, Señor Styles, estoy seguro de que este nuevo proyecto dejará grandes beneficios para ambas compañías.
El azabache detuvo su conexión acabando así con la vídeollamada que había durado casi dos horas completas. Observó el gran ventanal de la oficina, faltaba poco el anochecer, la puesta de sol estaba llegando a su fin.
Tomó su teléfono, no tenía llamadas del pelinegro, tampoco ningún mensaje. Sonrió al imaginarlo siendo avergonzado por su abuela, sabía que la mayor era todo un personaje.
El sonido del pomo de la puerta llamó su atención, esta fue abierta dejando entrar a Hwasa seguida por Namjoon.
—¡Tus problemas se han resuelto, Jungkookie! —gritó la pelinegra corriendo hasta el escritorio del azabache y sentándose sobre éste.
—¿Qué?
—Te dije que teníamos que hablar —dijo Namjoon—. Pues resulta que la suerte de Hwasa fue mejor de lo que esperábamos.
—¿Qué hicieron ustedes dos? —preguntó Jungkook entrecerrando los ojos.
—Pues déjame y te cuento, amor mío... —habló la pelinegra acomodándose sobre el escritorio, cruzando las piernas—. Estuve de fiesta con los chicos... Y Sehun me estuvo contando unos datos interesantes... resulta que Kai regresó de Europa hace unos cuatro meses y adivina quien le dió la bienvenida... ¡Pues la ofrecida de Hani! Sehun me contó que se liaron como por dos meses y eso no es todo, también me dijo que estuvo muy cariñosa con un tal Jaebum en los mismos días que andaba con Kai... Y luego tuve la oportunidad de bailar un par de rolas con Mino, no desaproveché la ocasión y hablando de esto y aquello le mencioné a Hani... ¿Y sabes lo que me dijo? ¡Qué fue su mejor polvo del mes pasado!
—No me jodas... Y la muy hija de puta que juraba y afirmaba que no se había acostado con nadie más aparte de mi... —dijo Jungkook con algo de enfado, luego sonrió—. Ahora si que la ha jodido... Con más razón creo que ese niño no es mío.
—Ahora es más propicio hacer una prueba de paternidad —dijo Namjoon—. ¿Ya tienes la información de los laboratorios?
—Aquí están —Jungkook le tendió las carpetas al rubio.
—Bien, yo me encargaré de eso, solicitaré la prueba como tu abogado y me aseguraré de que Hani no intente sabotearla de alguna forma.
—Perfecto, muchas gracias, Kim —dijo Jungkook.
—Y tu que me decías que no debí haber estudiado leyes...
—¿No has hablado con Hani? —intervino Hwasa.
—Tuvimos un pequeño altercado en casa de mis padres... Le dije que no esperara nada de mí sin la prueba de paternidad, desde entonces no he vuelto a hablar con ella... Pero creo que ha sido un error, ha aprovechado el tiempo para llenarle la cabeza de cucarachas a mi madre.
—Puede ser una caprichosa pero esa chica sabe lo que hace y manipular se le da de maravilla... Volveré al club esta noche, quizás tenga suerte y me encuentre con ella ¿Ustedes quieren venir? —preguntó la pelinegra mirando a ambos.
—Por mí no hay problema —dijo Namjoon.
—También voy —dijo Jungkook—. Sólo déjenm...
El azabache se vió interrumpido por unos toques en la puerta.
—Adelante —dijo Jungkook y la puerta se abrió, dejando ingresar a Taehyung.
—Eh... pensé que estabas sólo... —habló el pelinegro cerrando la puerta detrás de si—. Hola...
Los tres restantes le miraban embobados, el pelinegro se veía tan jodidamente genial, e increíblemente sexy.
—Hola Taehyung, tiempo sin verte —saludó Namjoon, aún con cara de idiota.
—¿Este es Taehyung? —preguntó Hwasa.
—Si... Taehyung, te presento a Hwasa, mi esposa.
—Es un placer conocerte —dijo Taehyung.
—El placer es todo mío, belleza —dijo Hwasa bajando de un salto de la mesa, se acercó al pelinegro y le abrazó fugazmente—. Ahora entiendo por qué le gustas tanto a Jungkookie ¡Pero si estás buenísimo! —Taehyung se sonrojó ante las palabras de la pelinegra—. Y te has puesto rojo ¡Qué mono! ¡¿Jungkook me lo prestas?! —la chica se giró en dirección al azabache—. ¡Por favoooor! Prometo no corromperlo demasiado...
—Alto ahí loca... —habló por fin el azabache. Salió de detrás de su escritorio y casi se tropieza por no poder apartar la vista del pelinegro—. Aquí el único que va a corromperlo soy yo... ¿No estabas con mi abuela?
—Pues si... ella me dejó aquí y continuó para la mansión... esto... pensé que sería buena idea salir esta noche...
—¡Perfecto! —intervino Namjoon—. Hwasa y yo pensamos lo mismo, así que nos iremos ahora para que ustedes puedan disfrutar su velada...
—Pe-pero... —el rubio tomó a la pelinegra del brazo y se encaminó a la puerta—. Vamos querida... Jeon, hablamos mañana, disfruten la noche... —dicho esto salió de la oficina dejando a los dos restantes completamente solos.
Taehyung quitó su vista de la puerta y la devolvió al azabache, e inmediatamente se sintió intimidado, el mayor le miraba como si fuera algo de comer. Y como no hacerlo si iba con una camisa totalmente transparente que no dejaba nada a la imaginación y esos pantalones... ¡Demonios! Se le marcaba todo.
—Jamás había sentido tantas ganas de follar a alguien como ahora... —la voz de Jungkook salió tan ronca y profunda que a Taehyung le temblaron las rodillas.
—¿Eso significa que te gusta como me veo? —Taehyung habló sofocado, de repente el aire había empezado a faltarle y la temperatura había subido un par de grados.
—Eso significa que te voy a dar tan duro que olvidarás hasta tu puto nombre...
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