Jungkook sujetó al pelinegro de la cintura pegándole a su cuerpo, unió sus bocas en un intenso beso que aún si fue algo fugaz, fue suficiente para robarle el aliento al menor.

El azabache no perdió tiempo y como si de un acto de magia se tratase, de un tirón abrió la camisa del pelinegro, haciendo desaparecer los botones de la misma, acto seguido enterró su rostro en el hueco de su cuello, y empezó a devorar aquella morena piel, que se tornaba de diferentes tonos de rojo por donde sus labios pasaban. Taehyung simplemente se dejaba hacer, enterrando sus manos en la cabellera azabache, atrayendo más al mayor.

—¿Sabes? —habló Jungkook, aún besando la piel del menor, subió por su cuello y paseó su lengua por su mandíbula, dejando pequeñas mordidas—. Aún no... estamos a mano...

—¿A qué... t-te refieres? —preguntó Taehyung en un hilo de voz.

—Quiero más vino.

El mayor se separó del jadeante pelinegro, quien ya estaba desnudo de la cintura para arriba. Retrocedió un par de pasos hasta el escritorio y tomó la botella de vino que descansaba sobre ésta, aún con la mitad de su contenido intacto.

—Ven aquí, Taehyung —demandó el mayor con voz asquerosamente grave a los oídos de Taehyung, aquella forma en que su nombre fue pronunciado fue a parar justo a su entrepierna, ya se estaba poniendo duro. Caminó a paso calmado, intentando disimular el temblor en sus piernas.

En cuanto se encontró justo frente al mayor, este le sujetó y giró dejándolo a él contra el escritorio, lanzó al suelo los libros y papeles que descansaban sobre este y en su lugar recostó al pelinegro e inmediatamente se trepó también, a la superficie de madera, quedando a gatas sobre él.

—No te imaginas las ganas que he tenido de hacer esto desde que te conocí... —dijo Jungkook, dejó caer un poco del vino sobre el pecho de Taehyung, éste ahogó un grito en respuesta.

—Supongo que ahora s-si estamos a mano... —dijo el menor. El azabache sonrió, y se llevó la botella a los labios, tomando un par de tragos.

—¿Quieres más? —preguntó Jungkook, Taehyung asintió, mirando directamente a los grises ojos del mayor, que ahora se habían oscurecido—. Abre la boca.

En vez de llevar la botella hasta la boca del pelinegro, Jungkook tomó un poco de líquido, sin tragarlo se inclinó sobre Taehyung y juntó sus labios lo suficiente como poder dejar que el menor tomara el vino de su boca, para luego volver a unirse en un beso, uno que les permitió enredar sus lenguas.

Taehyung llevó sus manos a la camisa blanca del mayor y quitó los botones de la misma lo más rápido que pudo, Jungkook rompió el beso cuando el oxígeno se hizo demasiado necesario, volvió a vertir el vino sobre el menor, está vez por su cuello, pecho y abdomen, hasta que la botella quedó totalmente vacía.

Volvió a inclinarse, está vez dejó que su lengua se deslizase por el pecho del pelinegro, bebiendo hasta la última gota que resbalaba por su piel, bajaba por su abdomen y luego volvía a subir hasta su pecho, donde tomaba uno de sus pezones entre sus dientes y tiraba de el, recibiendo gemidos como respuesta por parte del menor, que no era capaz de hacer más que retorcerse .

Se bajó del escritorio y observó lo que había hecho, el menor ya estaba hecho un desastre, jadeante, con los labios rojos e hinchados, y apenas le había tocado. Sonrió satisfecho, luego clavó la vista en el bulto que el menor ya tenía entre los pantalones.

—Creo que necesitas un poco de atención... —el mayor con gran destreza desabrochó los pantalones del pelinegro y le despojó de los mismos junto con la ropa interior. Ahora tenía al menor completamente desnudo y necesitado sobre su escritorio—. Voy a hacer que te sientas muy bien, pequeño...

—Esp... espera Kook... ¡Ahh!

El azabache tomó el miembro del menor entre su mano y lo apretó ligeramente, moviéndose de arriba hacia abajo.

Se volvió a inclinar, acercando su rostro a la erección del pelinegro. Éste abrió mucho los ojos.

—¿Qué... piensas hacer? Espe...ra...

—Tu preocupate por gemir bien alto, dulzura... —dijo el azabache. Y dió una lamida en toda la extensión del pelinegro, con su lengua frotó la punta y volvió a lamer de abajo hacia arriba.

—Kook... Mmm... —Jungkook sopló suavemente sobre la punta del miembro de Taehyung y éste se estremeció con ese simple gesto. Estaba muy excitado. El mayor se relamió los labios.

—Taehyung —le llamó—. Mírame.

En cuanto Taehyung posó sus ojos en el azabache, éste tomó su pene por completo en su boca, y no tardó en empezar a moverse.

—Mierda... ¡Jungkook!

Taehyung se sonrojó notoriamente, pero le fue imposible apartar la vista, el mayor metido entre sus piernas lamía y chupaba su miembro como si del mejor caramelo se tratase. No tardó en llevar sus manos a la cabellera azabache y mover sus caderas.

Jungkook no dejó de mirarle a los ojos en ningún momento, estos ya no eran grises, Taehyung podría jurar que se habían tornado de color negro.

Solo hicieron un par de minutos más y el pelinegro llegó a su límite.

—Kook... Voy a... Mmm... —el pelinegro se corrió dentro de la boca del mayor, quien no dudó en tragarse todo justo como había hecho con el vino minutos atrás.

—Si vieras lo hermoso que te ves justo ahora... —comentó el mayor, limpiadose la comisura de los labios con el pulgar.

Rodeó el escritorio y buscó entre los cajones, hasta encontrar un pequeño frasco de lubricante. Virtió una generosa cantidad entre sus dedos.

—Separa las piernas... —Taehyung obedeció sin rechistar, a ese punto el placer ya se le había subido a la cabeza.

Jungkook guió uno de sus dedos a la entrada del menor y lo introdujo despacio haciendo gemir al chico, así continuó hasta que tuvo tres dedos embistiendo fervientemente al pelinegro.

—Suf... suficiente... —dijo Taehyung de manera entrecortada.

—Ven aquí, lindura... —pidió Jungkook, retiró los dedos del interior del pelinegro, recibiendo un quejido en respuesta. Le ayudó a bajarse del escritorio y le puso de frente a este—. Tus manos sobre el escritorio, separa la piernas y levanta ese bonito trasero... —Taehyung así lo hizo.

Jungkook se despojó de sus pantalones y ropa interior, su erección ya dolía. Untó un poco de lubricante sobre la misma y la guió al trasero del menor, restregandola lentamente sobre la entrada de ese. Taehyung se movía hacia atrás, buscando más contacto inconscientemente.

—Calma pequeño... Sé que lo quieres... —dijo Jungkook al oído del menor, mordiendo su oreja sumamente.

—Kook... Mmm...

Dejó de provocar al menor y se introdujo en éste de forma lenta, cuando estuvo totalmente dentro, espero unos segundos a que el pelinegro se acostumbrara.

—Puedes mo-moverte... —dijo Taehyung, empezando a mover sus caderas contra el azabache.

Jungkook le sujetó de la cintura y empezó a moverse lentamente, entrando y saliendo del pelinegro, pero con el paso de los minutos sus embestidas se hicieron más rápidas. Muy pronto en aquella habitación no se podía escuchar nada más que no fueran los gruñidos de Jungkook, los gemidos de Taehyung y el fuerte choque de sus pieles.

Jungkook tomó el cabello de menor y tiró de éste hacia sí haciendo que arqueara la espalda, tomó el lóbulo de su oreja y le mordió con algo de fuerza.

—Joderte se siente tan bien...

—¿Eso no era lo querías? —preguntó el menor en un hilo de voz—. Jódeme...

Jungkook aumentó el ritmo de sus embestidas, en una de ellas tocó aquel punto que hacía que Taehyung viera las estrellas detrás de sus párpados, provocando que éste gimiera más alto.

—Voy a... Kook, ya no puedo....

—Córrete para mi bebé... —como si fuera una orden, el menor llegó al orgasmo manchando la superficie del escritorio, y Jungkook luego de un par de embestidas más lo hizo dentro el pelinegro.

Lentamente salió de éste, y lo arrastró consigo hasta el suelo, donde se quedaron hasta que sus respiraciones volvieron a la normalidad.

—Quiero ducharme... estoy pegajoso... —dijo Taehyung.

—Bien... vamos a mi habitación.