25; TENTACIÓN
❝TENTACIÓN❞
Goeun al sentir unos brazos rodearla se aferró sin dudar a su cuerpo, mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios, pero cuando aspiró el aroma a su colonia se separó rápidamente abriendo los ojos, sintiendo como la decepción la invadía por completo, porque no se trataba de quien tanto quería que fuese.
Al verlo refregarse los ojos, mientras gruñía, para luego mirarla confundido, no supo qué decir. La tensión crecía con cada segundo que pasaba y Goeun volteó a mirar el techo de su habitación.
Impotencia.
Era todo lo que podía sentir al recordar la llamada de la noche anterior, como Jungkook se había negado a hablar con ella. Sabía que tenía los motivos suficientes para no querer hacerlo, para querer alejarla de su vida, pero anhelaba poder escuchar su voz aunque sea una última vez, para así poder explicarle el porqué actuó de esa manera y quiso ocultárselo. Además, sentía que tampoco él había actuado bien, sabía que también merecía unas disculpas y que la llamara, pero dudaba demasiado que eso pasara, y más que nada, que fueran sinceras. Todas las veces que lo había hecho, fue para volver a hacer lo mismo una y otra vez, por lo que, probablemente, lo mejor era dejarlo ir de una vez.
—¿En qué piensas, Goeun? —pregunta con voz profunda.
—En nada.
No podía evitar recordar cómo se había desmoronado cuando Hoseok le dijo que el pelinegro no quería hablar, cómo Jimin se levantó tomando el celular y lo escuchó discutir hasta que colgó la llamada, para luego envolverla en sus brazos.
Así en sus brazos mientras sollozaba, sintiendo una presión en su pecho se durmió, y al parecer el rubio no quiso dejarla sola.
—Dime —pide casi en un murmuro inaudible acariciando su cabello.
Jimin no podía evitar sentirse culpable en parte por estar allí y hacer que Jungkook se enojara más, pero sentía que no era capaz de dejarla sola.
Detestaba saber que ahora había vuelto a ser un rival para su mejor amigo, cuando no era así. No quería serlo, porque su amistad era mucho más importante, aunque sentía que sus sentimientos querían traicionarlo, luchaba para que eso no pasara.
De todas maneras, algo le decía que si intentaba arriesgarse sería rechazado, ya que veía lo enamorada que parecía estar de Jungkook, lo cual provocaba que su corazón se encogiera, por más que trataba de ignorarlo y ser sólo un mejor amigo que estaba allí para ella.
—Voy a dejarlo ir —voltea a verlo tratando de mostrarse decidida, aunque le había costado demasiado decir aquellas palabras, porque sabía que no era lo que realmente quería.
—¿En serio? —asiente y este se sorprende—. ¿No quieres intentarlo más?
—No. Él no quiere saber nada de mí y aunque siento que no fui la única que actuó mal, respetaré su decisión —dice con un hilo de voz—. De todos modos, lo nuestro jamás hubiera funcionado, porque siempre terminábamos discutiendo por algo y le hacía perder la paciencia, aunque no quisiera —suspira—. Creo que fue lo mejor que haya decidido darle un fin a lo que sea que teníamos.
Jimin estaba realmente sorprendido, porque creía que su amigo estaba enamorándose de manera profunda, que no desaprovecharía la oportunidad de estar con Goeun —así como había hecho él—, pero pensar en que, en realidad, jamás superó a Heekyung, despertaba su rabia. Pues, lo había hecho a un lado con facilidad para solamente utilizar a la castaña, hasta que su exnovia regresara a él.
Le gustaría poder decir que ahora como lo que tenían acabó, sentía su corazón brincar de emoción, porque podría llegar a significar que podía hacer las cosas bien y volver a enamorarla, pero no creía que eso fuese correcto. No lo sentía así, porque ya había estado con su mejor amigo y le asustaba sus sentimientos.
—¿Estás segura, Goeun?
—Lo estoy. Quiero volver a estar bien como meses atrás.
—Está bien. Estaré siempre a tu lado, ¿sí? —le regala una sonrisa.
—Gracias por estar aquí para mí.
Jimin quiso decir algo al respecto, pero al escuchar su celular vibrar lo tomó de la mesa de noche, mientras que Goeun lo observaba curiosa por como arrugó su rostro.
—¿Está todo bien?
—Sí, es sólo que están todos en Seúl.
—¿Hasta Jungkook?
—Sí.
—Estoy segura que aún así, no será capaz de buscarme...
—Ya no pienses en eso —deja el celular a un lado para abrazarla—. Todo estará bien. Lo superarás.
—No sé cómo hacerlo —murmura aferrándose a él—. Siento que invadió mi corazón de una forma en la que no puedo sacarlo.
—No sé cómo, pero vas a lograrlo —asegura y deja un beso en su frente.
La estrechó en sus brazos aspirando su dulce aroma, deseando poder quitarle un poco de dolor, mientras se preguntaba porqué el amor parecía doler tanto. Detestaba tener que consolar a sus amigos, verlos sufrir por eso y no poder hacer nada para que eso no sucediera.
Estar para ellos, verlos de esa manera le hacía sentir miedo que en algún momento llegara su turno, por lo que prefería evitarlo a toda costa, pero allí estaba abrazando a la fémina de la cual estaba enamorado, porque por más que trató de que jamás pasara, cada día sentía que desbordaba más de amor y se arrepentía por haber reprimido tanto aquel sentimiento.
Sólo rogaba nunca sentir aquel profundo dolor que ella estaba experimentando, lo que dudaba demasiado que llegara a pasar si jamás llegaban a estar juntos, por lo que prefería mantenerse así.
Simplemente, callando sus sentimientos y sin seguir sus impulsos, para no salir lastimado en algún momento.
—Debo irme en un rato, pero puedes llamarme si me necesitas o lo que sea, ¿sí?
—Gracias, Jimin.
Goeun se juraba que olvidaría a Jungkook, así como este pareció olvidar sus sentimientos tan rápido, mientras ella se preguntaba cómo podía hacerlo y porqué se le hacía tan imposible.
Lo extrañaba demasiado a pesar que este parecía no quererla más en su vida, por lo que era capaz de dar lo que sea para poder dejar de sentirse así, para poder olvidarlo.
El día anterior se decía que lo entendería y esperaba que fuera feliz si volvía con Heekyung, pero ahora, rogaba que no volviera con ella porque no sabría como avanzar. No lo soportaría, ya que se sentiría utilizada y desechada.
(...)
Jungkook hacía unas horas había vuelto junto a sus amigos. Este al entrar a su habitación decidió ordenar sus cosas luego y darse una ducha, ya que necesitaba relajarse un poco, porque su cabeza era un caos que estaba poniéndolo cada vez más nervioso.
Una vez que estaba listo tomó su celular leyendo los mensajes que le habían enviado su grupo de amigos, al saber que ya estaba allí. Querían verlo, pero este estaba algo dudoso sobre aceptar porque sabía el riesgo que podría llegar a correr si lo hacía.
—Jimin dijo que está en camino —Hoseok llama su atención cuando baja el último escalón.
—¿Se cansó de Goeun? —pregunta cínico.
—Vamos, no me digas que sigues con esos celos —suspira—. Estás hablando de Jimin. Lo conoces perfectamente.
—¿Celos? —suelta una risilla nasal—. Puede hacer con ella lo que se le dé la puta gana.
—¡Jungkook!
—Tú le quitaste Yeji a Jin, a pesar que son mejores amigos, ¿por qué Jimin no me haría eso a mí?
—¡Ya he dicho muchas veces que no sabía sobre sus sentimientos! —alza la voz frustrado—. Además, ya hablé de eso con él y estamos perfectamente otra vez. Me comprendió.
—Como digas, hyung.
—Escucha...
Este decidió comenzar a caminar hacia la puerta, porque no podía pasar otro segundo allí, siendo atacado por los escenarios imaginarios que creaba su cabeza donde estaban presentes Jimin y Goeun, que provocaba que sintiera que iba a explotar de rabia y celos.
—Hey, ¿a dónde vas, Jungkook?
La voz de Taehyung lo detuvo cuando abrió la puerta y soltó un suspiro volteando a verlo. El castaño llevaba una taza en sus manos y lo miraba confundido, mientras que Hoseok pasaba los dedos por su cabello también húmedo, y parecía frustrado por la situación.
—Saldré un rato.
—Pero acabas de llegar, ¿por qué no descansas un poco?
Decidió ignorarlo y salir dando un portazo desconcertándolos por completo, aunque últimamente no lograban comprenderlo y detestaban la manera en la que había cambiado hasta con ellos. Pero este necesitaba despejar su cabeza y la mejor manera que se le ocurría era volver a ver a sus otros amigos, ya que siempre la pasaba bien aunque no se vieran seguido debido a sus carreras.
Quería quitar de una vez la rabia, rencor, celos, desesperación, por lo que antes de subir a su coche le contestó a Yugyeom y a Chungho, informando que iría a la casa del último mencionado, provocando que estos se emocionaran y lo hicieran reír por eso.
(...)
Jungkook al llegar a la casa de Chungho lo recibieron con una gran sonrisa, comida y Soju, lo cual hizo que todo lo que le molestaba desapareciera.
Estaba realmente agradecido de haber tomado la decisión de ir, porque estaban siendo una buena distracción con sus conversaciones, chistes y risas.
—¿Y Donghyun? ¿Por qué no vino? Ni siquiera leyó los mensajes —dice Jungkook, tirándose hacia atrás apoyando la espalda en el sillón.
—Me recuerda a alguien que nunca lo hace.
—Ya deberías saber cómo soy.
—Está con su novia. Ya sabes que cuando pasa eso se olvidan de sus amigos —responde Chungho, provocando que Yugyeom largue una carcajada.
—Ya no lo molestes. Ya pasó.
—No. Seguiré reprochándole por olvidarse de nosotros cuando conociste a Heekyung gracias a mí, porque es mi prima.
—¿Podemos no hablar acerca de eso? —suspira llevando el vaso a sus labios para darle un sorbo—. Yugyeom tiene razón.
—Está bien —suelta una risilla—. Ya la olvidaste, ¿cierto?
—Dijimos que no íbamos a hablar de eso, ¿o acaso quieres que hablemos de Sujin?
—Auch —dice llevando la mano a su pecho, fingiendo estar dolido—. Pero es que no lo entiendo, ¿no estabas con Choi? ¿O te dejó por alguien más?
—No digas estupideces.
—Siempre tan celoso, Jungkook.
—No lo soy. Cállate.
—Oh, claro, olvidemos que tus celos con Heekyung no eran para nada normales.
—¡Basta! En serio, Chungho, no quiero hablar de Heekyung, ni mucho menos de Goeun —suspira y toma el puente de su nariz por un momento, notando como ambos parecen tensos—. Lo siento. No quiero alterarme, pero no quiero hablar de ellas, ¿está bien?
—Está bien. Tema sensible, entendido —alza su pulgar.
Jungkook estaba pasándola realmente bien, pero tocar el tema de Heekyung y Goeun le traía recuerdos que quería olvidar para no volver a sentirse afectado. Quería volver a hablar de temas triviales, lo que sea que no le hiciera pensar en alguna de ellas, principalmente, en la castaña porque sus sentimientos se volvían más intensos. Odiaba aquella ira que se instalaba en su pecho que le hacía querer explotar otra vez.
El celular de Chungho sonó por lo que se levantó para atender, mientras que Yugyeom se inclinaba hacia adelante juntando sus manos, observando a Jungkook.
—No le des tanta atención a las estupideces que dice —hace una mueca—. Sabes que es demasiado sensible y no le gusta cuando pasamos mucho tiempo sin vernos.
—Lo sé, es sólo que...vine aquí a distraerme y hablar sobre ellas...mierda —pasa la mano por su nuca masajeándola—. No quiero eso y mucho menos que hable sobre mi relación con Heekyung...
—Él no tiene idea de nada. Sólo ha escuchado su versión —hace una mueca—. Pero ya, olvida eso. No te agobies más.
—Te ves más grande —asiente mirando sus anchos hombros—. ¿Estás entrenando más?
—Sí, empecé también una nueva dieta —sonríe—. Si quieres puedo decírtela porque al parecer en tus vacaciones no has entrenado nada —ríen.
—¡Chungho!
Al escuchar esa voz femenina sintió estremecerse, y tembloroso volteó a ver hacia la puerta. Heekyung se encontraba allí abrazando a su primo, mientras este sonreía incómodo porque sabía perfectamente que a su amigo no iba a agradarle verla.
—Yugyeom, ¿cómo estás? —pregunta acercándose.
Este sonrió nervioso, observando a su amigo que tenía nuevamente su vista hacia el frente, tragando con dificultad, sin ser capaz de volver a verla.
—Estoy muy bien. Es una sorpresa verte aquí.
—Lo sé, pero estaba aburrida en casa y decidí visitar a mi primo —responde volteando a ver al pelinegro—. ¿Cómo estás, Jungkook? Ha pasado mucho tiempo.
—Un mes no es nada, Heekyung —habla Yugyeom, mirando preocupado al pelinegro que parecía estar temblando.
—¿Jungkook? —al escucharla nuevamente decir su nombre se levanto rápidamente.
—Hey, ¿estás bien, amigo? —pregunta Yugyeom, cuando empezó a caminar alejándose.
—S-Sólo iré al baño.
Sentía como se le dificultaba respirar, el nudo en su garganta le asfixiaba y sus ojos ardían por las lágrimas retenidas.
Una vez que entró, cerró la puerta a sus espaldas y lavó su rostro con agua fría, tratando de así hacer a un lado los recuerdos que querían provocar que se derrumbara.
No podía creerse que se atreviera a aparecer, pero si lo pensaba mejor debía esperárselo porque ella siempre hacía que se sorprendiera, que se diese cuenta que no parecía conocerla tan bien como pensaba.
Se observó en el espejo notando como sus ojos volvían a cristalizarse y su labio inferior temblaba, por lo que apretó el lavabo con sus manos, tomando bocanadas de aire para volver a calmarse, pero el corazón parecía querer salirse de su pecho.
Detestaba el poder que seguía teniendo en él, como podía provocar que pudiera derrumbarse en tan sólo un segundo, como su corazón parecía querer aferrarse a ella, quería seguir amándola sin importar todo el daño.
Pero no quería permitir eso. No podía.
Tomó su celular con las manos temblorosas viendo borroso a causa de las lágrimas y buscó entre su contactos.
Una vez que encontró el número no dudó en apretar llamar.
Caminaba de un lado hacia el otro en el baño esperando y rogando que le contestara, porque necesitaba escuchar su voz para así calmarse. Aquella voz que provocaba que sintiera calidez en su tonto corazón, pero al escuchar el buzón de voz quiso gritar y golpeó el lavabo, sintiendo como las lágrimas brotaban.
¿Por qué debía provocarle eso? ¿Por qué seguía sintiéndose así? ¿Por qué no pudo enamorarse por completo de Goeun? Aquellas preguntas aparecían en su cabeza y al escuchar unos toques, se sobresaltó.
—¡Y-Ya salgo! —alzó la voz.
Se lavó el rostro nuevamente y se observó en el espejo detestando que se notara sus ojos enrojecidos y que pareciera afectado, pero ya no podía seguir allí, porque llamaría más la atención, lo cual no quería para nada.
Una vez que tuvo la valentía suficiente, salió preguntándose cuánto tiempo estuvo allí, porque sus amigos no estaban más en el living, por lo que frunció el ceño mirando a su alrededor.
—Fueron a buscar a Donghyun, por si te preguntas donde están —habla una voz femenina haciendo que se sobresalte al saber de quién se trata—. Tuvo un problema con su novia. De todas maneras, volverán en menos de media hora.
—E-Es mejor que me vaya —traga con dificultad—. Diles que tuve una emergencia, no lo sé.
—Jungkook, no te vayas —lo toma del brazo impidiéndolo—. No me evites.
—¿Acaso olvidas que tú me ignorabas? —voltea a verla encontrándose con aquellos ojos claros que lo miran con arrepentimiento y, este se esfuerza para que no logre ablandar su corazón como siempre pasaba.
—Lo sé, pero estoy arrepentida. No era lo que realmente quería...
—¡Me dijiste que ya no sentías nada por mí, Heekyung! Todo te era insuficiente y lo seguirá siendo, aunque quieras volver, así que déjame ir, carajo.
—Tú nunca me has hablado así —murmura dolida, acercándose más por lo que él da un paso atrás—. Es por ella, ¿no es así?
—No.
—Sí, claro que sí. Se ha metido en tu cabeza —toma su rostro entre sus manos—. Jungkook, nosotros nos amamos...
—¡Déjame en paz, Heekyung! —quita sus manos—. No volveré a caer para que juegues conmigo.
—Claro que no, porque quien está jugando contigo y se metió en tu cabeza es ella —ríe cínica.
—Cállate. No es así, no tienes idea de lo que dices —dice entre dientes.
—Abre tus ojos. Siempre te dije lo que ella quería, ¿por qué de la nada parece enamorada de ti? —pregunta alzando una ceja, acercándose, mientras Jungkook baja la cabeza con sus ojos cristalinos recordando cada momento—. Sólo está jugando contigo.
—Heekyung...
—Te amo y siempre voy a hacerlo, Jungkook —murmura tomando su rostro entre sus manos otra vez—. ¿Acaso olvidas nuestros buenos momentos? —este tomó una bocanada de aire ahogado un sollozo, sintiendo como ella apoyaba sus frentes mientras acariciaba su mejilla—. ¿Recuerdas nuestro viaje a Busan?
—Aún lo hago. Cada momento.
—¿Recuerdas lo que sucedió en tu coche?
Jungkook se separó unos pocos centímetros para observarla fijamente, mientras sus orbes parecían oscurecerse más al recordar eso, y una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Heekyung al notarlo.
—¿Qué quieres de mí?
Ella no contestó, al contrario lo sorprendió estampando sus carnosos labios con los delgados de Jungkook, que no dudó ni un segundo en corresponderle, mientras gruñía al sentir nuevamente aquella sensación.
La tomó de la cintura apegándola más a él, mientras Heekyung deslizaba su lengua sobre la suya besándolo con fuerza, provocando que este volviera a ser débil ante ella y cayera en la tentación.
¡Hola!
¿Se esperaban que Jungkook volviera a caer? ¿Qué opinan de lo que pasó en el capítulo? La verdad yo me enojé escribiéndolo JAJSJAKSK
Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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