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16; DISCULPAS

DISCULPAS

―¿Puedes ayudarme, Goeun? ―aquella pregunta escapa de sus labios, mientras se acerca a ella, al punto que sus respiraciones se mezclan y cuando intenta alejarse la toma del brazo―. Cierra tus ojos e imagina que soy Jimin o alguien más. Prometo no besarte.

―N-No sé si es correcto...

―Hay muchas cosas que no son correctas, pero aún así las hacemos.

―Jungkook...

El pelinegro la tomó de las manos y ella con inseguridad gateó hasta estar lo suficientemente cerca, por lo que la tomó de la cintura haciendo que se pusiera a horcajadas. Notaba sus nervios y aunque intentara negarlo, también se encontraba nervioso por sentir a otra mujer, pero sabía disimularlo perfectamente.

―Cierra tus ojos y déjate llevar ―murmura con voz tranquila y saca su camiseta sorprendiéndola.

Goeun tragó con dificultad observando sus anchos hombros, sus pectorales y abdominales marcados, sintiéndose maravillada, pero luego notó como él cerró sus ojos comenzando a adentrar las manos en su camiseta, acariciando su cintura, lo que la hizo suspirar ante su tacto tan cálido. Intentaba mantener sus ojos cerrados, pero aunque no lo quisiera, volvía abrirlos por los nervios.
Al sentir que tenía la intención de quitar su camiseta, una pequeña parte de ella quería impedirlo, pero no lo hizo, permitió que la sacara.
Cuando sentía sus pechos libres no dudó en cubrirlos con sus brazos por la inseguridad de que fuese a verla, aunque parecía que no tenía la intención de abrir los ojos, porque realmente pensaba en alguien más.

Jungkook volvió a recorrer su cintura con las manos y al subir tomó sus brazos, frunciendo el ceño.

―No voy a verte. No tienes de qué preocuparte.

―¿Cómo puedo estar segura?

―Porque al contrario tuyo, tengo mis ojos cerrados. No quiero verte a ti.

Esas palabras provocaron algo en ella que no sabía entender muy bien qué era, si decepción, alivio o ambas a la vez.
Bajó lentamente sus brazos liberando sus pechos, sintiendo las manos de Jungkook volver a subir por su cintura. Sintió su tibia respiración pesada en su cuello y como sus manos suben hasta sus pechos, masajeándolos y apretándolos a su gusto, por lo que un jadeo escapó de sus labios. Volvió a bajar sus manos, pero esta vez hasta llegar a su trasero apretándolo y presionándolo para que pudiera sentirlo, lo que hizo que soltara un gruñido y ella mordiera su labio inferior.

―Dime que tienes preservativos ―murmura con la respiración pesada volviendo a presionarla contra él.

―T-Tengo en el cajón. Yeji...

―No me importa, con saber que tienes es suficiente para mí.

Jungkook adentró las manos a el short y amasaba su trasero, ella se sentía demasiado torpe, pero cerró sus ojos con fuerza comenzando a mover sus caderas en busca de fricción, escuchando como un gruñido volvía a escapa de sus labios, lo cual hacía que sintiera un cosquilleo bajar por su vientre, hasta llegar a su feminidad. Mordió su labio inferior como si estuviese debatiéndose, pero luego comenzó a quitar el short, mientras ella terminaba de deshacerse de el, por lo que no dudó en desabrochar su pantalón.

Al ver como abrió sus ojos, Goeun chilló abrazándose a sí misma, poniéndose de costado.

―¡¿Por qué abres los ojos?!

―¿Cómo rayos quieres que busque el preservativo y me lo ponga? ―pregunta molesto―. No voy a mirarte, quédate tranquila.

La fémina observaba como extendía el brazo a la mesa de noche y abrió el cajón buscando los preservativos. Al tener uno en su mano llevó las manos a su bóxer negro y al sentir su mirada la conectó con la suya, provocando que otro chillido de vergüenza escapara de sus labios.

―¿Acaso quieres ver también cómo me lo coloco? Eres muy curiosa, bizcochito.

Negó rápidamente con la cabeza escuchando como a los pocos segundos comenzaba a colocárselo, lo que le hizo querer volver voltear, pero sabía que él rápidamente lo notaría y no estaba bien porque dijeron que cerrarían sus ojos.

―Estoy listo. Quítate las bragas.

Una vez que estaba completamente desnuda miró hacia arriba gateando hasta acercarse nuevamente a él, que miraba hacia su costado. Una vez que estaba a horcajadas Jungkook la observaba, por lo que ella cubrió rápidamente sus ojos oscuros con la mano.

―¡No me mires!

―Ya, como digas. Lo siento.

El pelinegro respirando con dificultad al sentir como roza su entrada, separo sus nalgas haciendo que se restriegue sobre su miembro, escuchando un leve gemido salir de los labios de la castaña, por lo que volvió a hacerlo, pero esta vez llevó su mano a su feminidad sintiéndolo lo húmeda que se encontraba, por lo que sonrió ladinamente.

―Hazlo.

―¿Estás segura?

Goeun sin poder seguir soportándolo, tomó su miembro entre su mano, sintiendo las venas prominentes que hacía que sintiese sus mejillas arder. Aún así se levantó lo suficiente para poder dirigirlo a su entrada, introduciéndolo lentamente a medida que se sentaba.
Un gemido quebrado salió de sus labios cuando estaba dentro por completo, sintiendo como su carne se abría alrededor de su miembro, por lo que Jungkook llevó las manos a su trasero ayudándola con los movimientos.

Ambos respiraban pesadamente mientras él comenzaba a aumentar sus movimientos, ya sin poder contener el placer que le provocaba, por lo que un gruñido escapó de sus labios, mientras inclinaba su cabeza hacia atrás arrugando su rostro.

―Oh, sigue moviéndote así ―habla con voz profunda cuando ella encuentra su forma de moverse.

Su interior se apretaba al escucharlo hablar de esa forma, sus palabras, el tono de su voz, provocaron que sus sentidos se dispersaran y Jungkook al sentirlo gimió. En ese momento Goeun ya no podía contenerse, y abrió los ojos apoyando las manos en los hombros de él, que mordía su labio inferior tratando de controlar sus gruñidos.
Verlo de esa manera la excitaba aún más, por lo que empezó a montarlo con más seguridad, que se hacía notable en las muecas del pelinegro y como apretaba sus caderas ayudándola, embistiéndola más rápido.

Goeun gemía por lo alto clavando sus uñas en sus anchos hombros, sintiendo como el sudor cubría su cuerpo. Estaba agotándose, pero a la vez estaba cegada porque su orgasmo estaba próximo. Cuando sus paredes se contrajeron, un grito de placer escapó de sus labios y por el agotamiento cayó sobre su cuerpo, apoyando las manos en su pecho. Este al sentir su respiración tan cerca de la suya, giró su cabeza siguiendo con los movimientos.

―Por favor, continúa ―murmura entrecortado.

Ella asintió aunque no pudiera verla y tomó una bocanada de aire volviendo a su posición, ya que notaba su incomodidad al tener sus rostros tan cerca. Gimió al sentir la punta de su miembro rozar en su punto sensible y él aumentó los movimientos, tanto así que sentía la cama moverse aún más que antes, sólo que no lo había notado.

―Oh, mierda...―gruñe apretando sus caderas, mientras inclins su cabeza hacia atrás y golpea con fuerza en su interior.

Un gemido escapó de sus labios y Goeun al ver su rostro enrojecido, como las venas se marcaban por su cuello, no pudo evitar jadear, sintiendo a pesar del preservativo como se corría.
Aunque se sintiera agotada se quitó rápidamente recostándose a su lado para cubrirse con la sábana, y ambos se quedaron unos segundos en silencio tratando de recuperar el aliento.

El pelinegro se levantó quitándose el preservativo para luego colocarse el bóxer y dirigirse al baño, mientras ella lo miraba detenidamente hasta que cerró la puerta. Soltó un suspiro cerrando los ojos con fuerza, deseando que no saliera, pero a la misma vez que sí, porque una parte de ella deseaba que volviera a recostarse a su lado, y así asegurarse de que todo seguía normal entre ambos.
Sentía que sus párpados comenzaban a pesar y no quería dormirse sin haberlo visto antes, por lo que cuando escuchó la puerta, rápidamente sintió como ese sueño la abandonaba, observando con atención como se dirigía a la ropa que estaba en el suelo, para así colocársela.

―¿J-Jungkook? ―su voz suena débil.

Pasó de ella sentándose en la cama por un momento para colocarse las zapatillas, lo que hizo que ella comenzara a preocuparse por su manera de reaccionar y sus latidos se aceleraran.

―Hey, ¿qué sucede? ―cuando acerca su mano para tocar su hombro para así lograr llamar su atención, este se levanta rápidamente tomando el celular de la mesa de noche, para luego dirigirse hacia la puerta―. ¡Jungkook!

En cuanto salió de la habitación cerrando la puerta, Goeun se tiró hacia atrás cubriéndose el rostro con las manos, sintiendo como su corazón daba un vuelco. No lograba entender qué sucedía, no lograba comprender la actitud de Jungkook luego de que tuvieran sexo, como él tanto quiso y aunque ella lo negara, también, porque había algo en él que lograba llamar su atención.
Fue la experiencia sexual más incómoda que tuvo en su vida ―después de su primera vez―, porque a pesar que sí fue demasiado incomoda al principio, luego sintió como el placer la invadía de gran manera y no podía dejar de ver el rostro de Jungkook. Verlo disfrutar aunque no quisiera mirarla, la excitó aún más.

Necesitaba hablar urgentemente con él y aclarar sus dudas, saber que iban a seguir hablando, molestándose, todo como siempre, pero no sabía cómo acercarse luego de lo sucedido.
Se reprochaba por haber accedido, pero desde que Jungkook entró a su vida, sentía que actuaba siguiendo sus impulsos, que ya no podía controlar tan bien como antes.











(...)









Jimin leía los mensajes de sus amigos informando que irían al bar del hotel a beber, por lo que suspiró guardando nuevamente el celular en su bolsillo.
No sentía ánimos para ir, para fingir que estaba todo más que bien por su alejamiento con Jungkook y Goeun, que hacía que sintiese una punzada en su pecho.
Cuando los veía con los demás, riendo, actuando con normalidad, se preguntaba cómo era posible que ellos estuvieran bien, que a ellos pareciera que no les afectaba para nada el distanciamiento, y no podía evitar dolerle saber que era el único que no estaba pasándola bien en esas vacaciones.

No quería ir al bar y verlos juntos, por lo que se acercó a donde estaba Shirley, revisando algo en la computadora.
Al verla tan concentrada que no notaba su presencia, no pudo evitar sonreír.

―¿Concentrada, preciosa? ―al verla sobresaltarse una carcajada escapa de sus labios.

―¿Q-Qué haces aquí, Jimin?

―Quería verte, ¿está mal?

―Trabajo hasta tarde.

―Oh, en una pena ―hace una mueca―. Pensaba que luego de que terminaras con eso podríamos ir a tu departamento.

―Eso ya no podrá ser, Jimin.

Al notar su semblante serio, intentó llevar la mano a su rostro, pero al ver como lo rechazaba no pudo evitar sorprenderse.

―Hey, ¿qué sucede? ¿Está todo bien?

―Voy a ser sincera contigo ―se inclina hacia adelante―. Me gustas, y si te lo digo es porque sé que era lo que querías evitar, pero soy una estúpida...

―No digas eso...

―En verdad, lamento haber arruinado lo que sea que teníamos, pero debía decírtelo.

―Creo que fue lo mejor. Gracias por decírmelo.

―¿Estás molesto? ―pregunta preocupada.

―Claro que no. ¿Por qué lo estaría? Sé que tú no decidiste que eso pasara.

―Gracias por entenderme.

―Bien. Entonces, eso es todo ―sonríe a medias―. Sé que pronto encontrarás a alguien que pueda corresponderte, porque eres una mujer maravillosa, Shirley. En verdad.

―Gracias, Jimin ―sonríe.

El rubio le devolvió la sonrisa junto a un guiño de ojo, para luego caminar tranquilamente, hasta que el recuerdo de Goeun llegó a su mente.
¿Por qué cuando ella confesó sus sentimientos, no pudo reaccionar de la misma manera? ¿Por qué tuvo que reaccionar como un idiota, en vez de ponerse en su lugar? ¿Por qué aceleró sus latidos de gran manera? Aquellas preguntas aparecían en su cabeza y decidió seguir su impulso de dirigirse al bar.

Al llegar notó que todos sus amigos se encontraban sentados en tres sofás distintos, grises, que tenía una mesa pequeña cuadrada de madera donde estaban los vasos con sus bebidas.
Conversaban animadamente riendo, disfrutando del momento, por lo que se acercó a paso inseguro, hasta que tomó asiento a un lado de Taehyung, ya que era el único libre.

―¡Hasta que llegas, Jimin-ssi! ―alza la voz, Hoseok.

―Creímos que no vendrías ―comenta Namjoon.

―Es cierto. Tienes que contestar los mensajes, ya pareces a Jungkookie que nunca lo hace, al menos que sea de vida o muerte ―reprocha haciendo reír a la mayoría, a excepción de Jimin.

―Estaba resolviendo algo, lo siento.

―¿Y de qué se trata eso? ―pregunta curioso el mayor, alcanzándole uno de los pequeños vasos con Whisky. Jimin decide no contestar al sentir las miradas sobre él―. Oh, déjame adivinar. Empieza con S y terminar en Hirley, ¿cierto?

Al sentir las penetrantes miradas y escuchar algunas risillas, soltó un suspiro de frustración mientras negaba con la cabeza.

―Ya no estoy con ella.

―¿Y eso por qué? ―interviene Hoseok.

―La hiciste enojar, ¿cierto? ―pregunta frustrado, Jin.

―Ya déjenlo en paz ―ordena Namjoon, al sentir su incomodidad.

Luego de unos pocos segundos volvieron a conversar tranquilamente, mientras Jimin seguía perdido en sus pensamientos, hasta que sintió una mirada y al voltear se encontró con la de Goeun, que estaba sentada con Yeji, Hoseok y Namjoon.
Ella al encontrarse con su mirada curiosa, desvió la mirada rápidamente sintiendo sus mejillas arder, lo que le hizo querer sonreír, pero luego miró al sofá de frente donde estaba Jungkook con un semblante serio, como si estuviese perdido en sus pensamientos, mientras a su lado estaban Jin, Yoongi y Sohyun.

Volvió su mirada a Goeun, que nuevamente estaba mirándolo y frunció el ceño preguntándose porqué estaban sentados separados. Sabía que no era necesario que estuvieran juntos todo el tiempo, pero los conocía perfectamente como para notar que algo sucedía, y eso despertaba su curiosidad de gran manera.

―¿Goeun? ―llama su atención rápidamente y ella lo mira sorprendida―. ¿Podemos hablar?

Asintió rápidamente y él se levantó, dándole a entender que quería hacerlo lejos de los demás, por lo que ella se levantó llamando la atención de todos.

―¿Qué hacen? ―pregunta confundido, Yoongi.

―Quiero...quiero hablar de algo con ella. Ya volvemos.

Al voltear sintió la penetrante mirada de Jungkook, que alzaba una ceja mientras su mirada oscurecía, por lo que tragó en seco, pero aún así comenzó a caminar.

―No te pongas celoso, JK ―alza la voz Jin, siendo golpeado en el brazo por él.

Jimin al escuchar ese comentario miró a Goeun, que se abrazaba a sí misma, ignorando sus palabras, como si no las hubiera escuchado. Lo siguió a paso lento hasta que llegaron a la barra sentándose en los taburetes, siendo rápidamente atendidos por un barman. Él pidió otro vaso de Whisky, mientras ella una botella de cerveza.

Le dio un gran sorbo a su vaso sintiendo su garganta arder, por lo que hizo una mueca, pero es que sentía que lo necesitaba para poder hablar con ella.
Al notar como giraba la botella entre sus finos dedos, mirándolo nerviosa y algo preocupada, se acomodó mejor en el taburete, soltando un suspiro.

―Lo siento, Goeun.

―¿P-Por qué?

―Por todo.

―¿A qué te refieres? ―frunce el ceño acercando la botella a sus labios para darle un sorbo.

―Desde qué pasó lo de Francia, yo...me he portado como un idiota ―presiona sus labios―. Algo me decía que si cediste a mis estúpidas ideas fue porque sentías algo por mí, pero preferí convencerme de que no fue así y sólo fue por el alcohol. Quise seguir con eso, no sé exactamente porqué, quizás porque el hecho de ser mejores amigos lo hacía sentir más excitante para mí, pero cuando reaccionaba volvía a la idea de que estaba mal porque no quería perderte, aunque era lo que estaba logrando ―hace una mueca―. Cuando me confesaste sobre tus sentimientos, debí entenderte, debí disculparme porque te cree ilusiones, pero actué como un completo idiota.

―Ya no importa...

―No, Goeun. Si importa, a mí si me importa porque te perdí ―toma su mano sorprendiéndola―. Le reproché tanto a Jungkook, por actuar tan idiota contigo y terminé haciendo lo mismo, pero en mí queda peor porque tú eras mi mejor amiga.

―Quizás es contagioso ―trata de bromear, pero al notar su seriedad suspira―. Olvídalo, Jimin. Ya pasó, estamos bien.

―¿Por qué siempre cuando alguien te hace daño lo olvidas fácilmente? ―pregunta frustrado―. No es que no quiera que me perdones, es lo que más quiero, pero no está bien que hagas eso.

―¿Qué quieres que haga? No lo entiendo.

―No sé. Siento que merezco unos golpes o insultos de tu parte. Fui una mierda, Goeun ―responde acabando la bebida de su vaso, por lo que le hace una seña al barman para que vuelva a servirle, y en cuanto lo hace le agradece con una sonrisa.

―Eres un imbécil, Park Jimin ―golpea su brazo provocando que gima de dolor, pero luego ambos ríen―. Listo. Te perdono.

―Gracias por perdonarme, aunque no creo que lo merezca.

―Yo si lo creo, Jimin.

―Tú siempre crees que todos merecen ser perdonados, sin importar el daño que te hagan.

―¿Acaso olvidas todo lo que has hecho por mí? Siempre has soportado mis llantos por más que sea molesto que sea tan sensible, has estado para mí, sin importar lo ocupado que te encontrarás y los reproches que te llevaras luego, siempre me haces reír, hasta en mis peores momentos. Tú me has ayudado a confiar en mí y has estado en cada logro para festejarlo conmigo, poniéndote aún más feliz que yo ―ríen y ella toma su mano―. No quiero estar sin ti, sin mi mejor amigo.

Jimin le sonrió con sus ojos brillosos por las lágrimas, lo que la sorprendió de gran manera, pero este decidió desviarla, sintiendo sus mejillas arder.

―A veces, cuando te miro siento que no necesito nada más.

Goeun se sentía enternecida por sus palabras y su corazón brincaba de emoción, pero se convencía a sí misma que sólo lo había dicho como mejor amigo, por lo que apretó el agarre.

―No me has perdido, ni me perderás, tonto.

―Gracias, Goeun ―sonríe.

Tomó un sorbo de whisky, mientras ella lo hacía de su cerveza y luego se levantó confundiéndola, pero en cuanto la envolvió en sus brazos, abrió los ojos a la par por la sorpresa.
Hacía demasiado tiempo no recibía un abrazo de Jimin, por lo que al sentir su calor corporal y como el aroma embriagante de su colonia llegaba a sus fosas nasales, se aferró a él sonriendo, tratando de calmar los latidos de su corazón para que él no fuese capaz de sentirlos, porque no quería quedar en evidencia de que sus sentimientos no habían desaparecido.

El rubio sentía los latidos acelerados, pero no sabía si eran los de ella o los de él, aún así decidió disfrutar de aquella sensación tan cálida que le provocaba volver a abrazar el pequeño cuerpo de su amiga.
Cuando abrió sus ojos notó que Jungkook se había volteado a verlos, por lo que al darse cuenta que no parecía nada contento con su cercanía, decidió separarse rápidamente, volviendo a ver el rostro de Goeun, que parecía algo confundida por como se había separado inesperadamente.

―¿Cómo vas con Jungkook? ―pregunta volviendo a beber, tratando de hacer a un lado su incomodidad.

―B-Bien...

―No pareces tan segura ―ríe volteando a verla.

―¿Podemos hablar de otra cosa?

―¿Estás bien? ¿Ya han tenido su primera pelea?

―N-No...

―Goeun, te conozco demasiado para notar que algo no va a bien, como también conozco a Jungkook. He sentido la tensión entre ustedes al llegar ―toma su mano―. Cuéntame. Quizás pueda ayudarte.

―Es sólo que...no lo sé ―suspira―. Creo que es algo nuevo para ambos y no sabemos cómo hacer las cosas.

―Sinceramente, creo que Jungkook debió tomarse un tiempo para sí mismo. Se han apresurado.

―Yo terminé mi primera relación hace más de un año y ni siquiera sé si puedo decirle así ―rueda los ojos―. Era demasiado mayor para mí y sólo duramos unos pocos meses. No creo que me haya apresurado.

Goeun luego de su debut como actriz, comenzó a llevarse más con uno de los actores, llamado Ahn Sungjae, el cual le llevaba diez años, pero eso no fue impedimento alguno para que se fijara en él. El hecho de que le hiciera sentirse protegida, que le hiciera sentir que alguien la escuchaba, que alguien podía amarla, lo que siempre quiso, hizo que quedara encantada con él y más al saber que podría sacar a Jimin de sus pensamientos y corazón.
Pero eso no pasó, porque aquel hombre comenzó a dejar de interesarse en ella, rompiendo su corazón con su abandono y que su mejor amigo tuviera que estar allí para ella.

―Era realmente incómodo verlos ―hace una mueca y sacude la cabeza tratando de olvidarse de eso―. Pero a lo que voy, es que no se conocen bien, Goeun. Quizás debieron esperar un poco.

La fémina volteó a ver donde se encontraban los demás, como Jungkook estaba rodeaba junto a Jin, Sohyun y Hoseok, una mesa de billar. El pelinegro miraba divertido al mayor que estaba hablando. No sabía porqué sentía la necesidad de estar cerca de él, por lo que soltó un suspiro volviendo a ver a Jimin.

―¿Podemos hablar de otra cosa?

― Está bien. Lo siento.











(...)













Los minutos fueron pasando mientras conversaban y reían como en los viejos tiempos, donde se sentían cómodos el uno con el otro. Así fue también, como fueron bebiendo y bebiendo, o Jimin lo fue haciendo hasta encontrarse ebrio, lo cual fue demasiado notable para Goeun, ya que cuando reía se cayó del taburete, preocupándola de gran manera.
No dudó en levantarse a ayudarlo y él pasó su brazos por sus hombros, mientras reía a carcajadas.

―¿Y si vamos afuera? Necesito tomar aire ―habla arrastrando las palabras, pero luego llevó las manos a su cintura, apegándola a él―. O mejor bailemos esta canción.

―Jimin, no. Salgamos.

Este asintió riendo pasando su brazo por los hombros de ella, comenzando a caminar hacia la salida, volteando al sentir una mirada.

―Oye, creo que tu novio está celoso.

―Cállate. No digas estupideces ―voltea antes de salir, notando que se encuentra concentrado en el juego.

Comenzaron a caminar con algo de dificultad hacia afuera. En algunos momentos Jimin casi caía por sus torpes pasos, y por otros, Goeun le reprochaba por apoyarse demasiado en ella. A pesar de que no era pesado, era demasiado para el pequeño cuerpo de su amiga.

Al llegar al patio donde se encontraba la piscina este se aferró a ella, sorprendiéndola.

―N-No quiero e-estar otro día sin ti ―murmura por lo bajo arrastrando las palabras.

―Ya volvimos a ser mejores amigos. No tienes de qué preocuparte ―ríe―. Tendrás que seguir soportándome.

―No tengo nada que soportar, porque me gusta estar contigo, me gusta como eres, me gusta todo de ti ―se separa unos centímetros casi cayendo al suelo, por lo que ríe.

Goeun al ver como sus ojos se cerraban al reír, mientras se formaban algunas arrugas a los costados de estos, no pudo evitar sonreír porque le causaba demasiada ternura.

―Eres muy tierno. Gracias, Jimin.

―¡N-No! No lo entiendes ―suspira―. R-Realmente, parece que no me conoces como dices hacerlo.

―¿De qué hablas?

Jimin pasaba sus manos por su cintura apegándola a él, tratando de mantener sus ojos abiertos para ver detalladamente su rostro. No sabía si era producto de su imaginación, pero parecía nerviosa, lo que le hacía sonreír y darle más seguridad, así que comenzó a acercarse lentamente.

―Me gustas, Goeun.

Ella abrió sus ojos a la par por la sorpresa, mientras su corazón brincaba de emoción ante su confesión. Sus respiraciones se mezclaban provocando que se estremeciera y cuando decidió juntar sus labios, ella giró un poco su cabeza haciendo que dejara un beso sobre la comisura de sus labios, porque necesitaba que lo hablaran cuando estuviera sobrio.

―¡Jimin! ―aquel grito grave por la rabia los hace sobresaltar.

Cuando voltearon se encontraron con Jungkook, que tenía sus facciones endurecidas y su respiración pesada, dejando notar cuan molesto estaba.

¡Hola!

Actualización por los 1k seguidores jujuu

Nunca me sentí tan incomoda escribiendo smut y puede que a ustedes también les pareció incómodo leerlo, pero si Jungkook le pidió que no haya besos, que no se miren y que se imaginen que son otra persona, entonces tenía que ser incómodo JAJSJS

¿Les gustó que Goeun aceptara? ¿Creen que JK esté celoso? ¿Se esperaban que Jimin le confesara eso a Goeun? ¿Qué creen que pase?

Espero que les haya gustado el capitulo, no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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