14; CERRADO AL AMOR
❝CERRADO AL AMOR❞
Jungkook se encontraba en la playa junto a Goeun, sacándose fotos mientras hablaban sobre cómo posar. Se acercó demasiado a él, por lo que podía aspirar su dulce aroma y volteó a verla, sintiéndose nervioso por la cercanía.
Ella seguía sonriendo a la cámara, hasta que lo observó desde allí y levantó la mirada haciendo que este la desviara.
―¿Qué sucede? ―frunce el ceño.
―¿Puedes alejarte un poco?
―¿Te pongo nervioso? ―lo mira divertida.
―Cállate. No es eso.
―¿Crees que no lo noté anoche?
―Imaginas mucho, ¿te lo han dicho alguna vez?
Goeun no podía evitar reír al notar su enfado, porque sabía que tenía razón y no quería admitirlo para exponerse. Además, de que no le agradaba para nada que lograra causar sus nervios con tanta facilidad y que se le hiciera divertido notarlo, por lo que comenzaba a desagradarle nuevamente la castaña.
Volvió a acomodarse esta vez un poco más alejada de él, porque a pesar que se le hacía divertido, no quería que se siguiera molestando ya que estaban llevándose demasiado bien. Mientras que Jungkook seguía observándola hasta que volvió a sentir su mirada de confusión, por lo que sacudió a cabeza reaccionando y pasó los dedos por el cabello tratando de disimular, para luego volver su concentración al celular para seguir sacándose fotos.
―Ya, Goeun, debo haber sacado como cuarenta fotos y ya tengo el brazo cansado.
―Estoy segura que no debe gustarme ninguna ―voltea a verlo cruzándose de brazos.
―No es mi problema que no puedas salir bien ―espeta molesto.
―¡Oye! ―golpea su brazo y este la mira molesto― Vaya, tu humor da cambios bruscos.
Jungkook rodó los ojos y comenzó a ver las fotos, sintiendo ganas de eliminar cada una, sin lograr entender porqué le desagradaba tanto verla a su lado, escucharla, aspirar su aroma, todo lo que se tratara de ella.
―Diablos, nunca creí que tendría fotos tuyas en mi celular.
―¿Eso es bueno o malo? ―se acerca con una sonrisa.
―¿Tú qué crees? ―pregunta alzando una ceja, levantando la mirada de la pantalla para observarla.
―¿Por qué ahora pareces alguien completamente distinto? Cuando me acerqué los primeros minutos, fuiste agradable y ahora eres tan...
―¿Tan qué? —enfrenta su mirada con las facciones endurecidas, acercando sus rostros.
―Tan desagradable, tan molesto...
―Tú eres molesta. No dejas de hablar, de moverte, de acercarte ―habla entre dientes.
―¿Y eso qué? ―comienza a acercarse divertida, por lo que él refunfuñando dio un paso hacia atrás.
―¡Deja de invadir mi espacio personal!
―¿Por qué? ¿Te pones nervioso? ―ríe.
―No, pero debes respetarlo. Detesto que lo invadan, así que mantén la distancia.
―Oh, claro, está bien. En una foto intentaré estar a diez metros de ti y seguir apareciendo en la cámara.
El pelinegro no pudo evitar gruñir, y suspiró pasando las manos por su rostro, tratando de mantener la calma, pero sentía que la castaña realmente sabía cómo hacerlo molestar.
―¡Eres...eres insoportable!
―Ya, como sea ―rueda los ojos―. Ahora dame tu celular para que yo saque la foto, y tú intenta mantener la distancia.
Jungkook se acercó entregándole el celular, mientras la observaba con sus facciones endurecidas y ella con una falsa sonrisa, lo aceptó, para luego poner la cámara. En ese momento trataban de hacer su mejor cara, a pesar de que estaban molestos el uno con el otro y de que la cercanía de él no se le hacía una molestia, sí su forma de actuar, por lo que volteó a verlo alzando una ceja, ahora ella llevándose una mirada de confusión.
―Te escucho respirar.
―¿Y qué quieres que haga?
―¡Deja de hacerlo!
―¡¿Acaso quieres que muera?!
―Sólo...deja de hacerlo cerca de mí.
―Eres...
―Oh, ¿la parejita sigue sacándose fotos? ―pregunta una voz burlona, Jin.
Ambos se sobresaltaron y voltearon encontrándose con Jin, Yeji, Hoseok y Jimin, por lo que sus nervios aparecieron. Aún así intentaban actuar normal como si se llevaran de maravilla, pero a Jungkook realmente parecía costarle fingir que no le molestaba la cercanía de Goeun.
―Son tan lindos ―dice con una sonrisa, Hoseok―. Y si vieras la foto que les tomé yo, aún más.
―Yo también creo lo mismo y más lo por que vi durante la madrugada...
―Cállate, Yeji ―murmura entre dientes, Jungkook.
―¿Qué has visto? ―pregunta confundido el rubio.
―A la madrugada vi a JK saliendo de la habitación de Goeun ―sonríe con picardía.
―¿A la madrugada? ―murmura con el ceño fruncido, volteando a verlo, Goeun.
Jungkook rascó su nuca con nerviosismo, sin poder sostenerle la mirada, pues no le importaba cómo los demás lo miraban y chillaban emocionados, sólo le preocupaba lo que pudiera llegar a pensar la castaña.
―¿Hablas en serio? ―la pregunta del rubio llama la atención de todos.
―Por supuesto. Quise hablarle, pero parecía realmente nervioso de que alguien lo vea y no quería incomodarlo ―ríe.
―Oh, ¿qué hicieron? ―Jin los mira con picardía.
―Ya basta ―habla el pelinegro con seriedad.
―Bien, los veo luego ―murmura Jimin.
―¿Ya te vas? ―pregunta confundido, Hoseok.
El rubio no era capaz de responder, por lo que comenzó a caminar hacia el hotel nuevamente. El hecho de que pareciera afectado por lo que dijeron era demasiado evidente, al menos para Hoseok y Goeun que lo miraba preocupada.
―¡Jimin! ―la castaña no duda en correr hacia donde va caminando él―. Jimin, espera...
―¿Qué quieres? ―voltea a verla con las facciones endurecidas.
―¿Estás bien? ¿Estás así por lo que dijo Yeji?
Jimin al escucharla soltó una risa cínica, mientras negaba con la cabeza, sin poder creerse que fuese capaz de preguntarle eso.
―Sólo me duele la cabeza, ¿sí? ―alza una ceja. Observa a Jungkook por lo lejos como habla con Jin riendo, y luego a Goeun, que baja la mirada sintiéndose avergonzada―. Ya déjame en paz.
Quiso volver a decir algo, pero él comenzó a caminar nuevamente, ignorándola por completo, y volteó sintiendo una punzada en su pecho.
Se sentía humillada al haber creído por un momento que pudo llegar a afectarle lo que había dicho su mejor amiga, pero sólo había logrado darse cuenta que no le importaba siquiera un poco, y que su sola presencia parecía resultarle molesta, lo cual la hería de gran manera.
Sentía un nudo en su garganta y aunque se repitiera que no debía volver a llorar por él, se le dificultaba.
―Goeun, ¿estás bien?
Aquella voz masculina llamó su atención y levantó la mirada encontrándose con Jungkook, que parecía algo inseguro al acercarse.
―Claro ―sonríe falsamente.
―Oye, respecto a lo que dijo Yeji sobre que me fui a la madrugada...―pasa la mano por la nuca, desviando la mirada por un momento―, me dormí sin querer. Aún así, en cuánto me desperté no dudé en irme. Lo siento...
Goeun al escucharlo no pudo evitar reír y mirarlo con ternura, lo cual le sorprendió de gran manera.
―No te preocupes. No me molesta para nada.
―¿En verdad?
―Claro.
El pelinegro en ese momento sonrió aliviado de que no le molestara lo que sucedió y ella no dudó en devolvérsela, por lo que la calidez como también la tranquilidad se volvió parte de él.
(...)
Jimin estaba en el departamento de Shirley, recostado con sus manos apoyadas en la nuca, con la sábana cubriendo hasta su cadera su cuerpo desnudo. Ella se encontraba a su lado con un cigarrillo a medio acabar entre sus dedos. Hablaban animadamente, conociéndose más, disfrutando de la compañía del otro haciendo que él olvidara por completo aquellos pensamientos que lograban tensarlo.
―Realmente disfruto pasar el tiempo contigo, Shirley.
―Yo igual ―admite para luego darle una calada al cigarrillo.
―¿Tu exnovio ha vuelto a buscarte? ―voltea a verla curioso.
―Creo que ha entendido que no quiero verlo el resto de mi vida. Maldito infeliz.
―Espero que sea así ―suspira corriendo un mechón de cabello de su frente―. El amor vuelve a las personas estúpidas.
―¿El amor? Jimin, me puso los cuernos con mi prima ―voltea a verlo molesta.
―Cierto.
―No volveré a enamorarme, aunque sea por un buen tiempo. Fueron tres años tirados a la basura ―acerca el cigarrillo a Jimin―. ¿Quieres?
―No.
Ella se encogió de hombros y le dio la última calada, para luego ponerlo en el cenicero que tenía en la mesa de noche a su lado.
―Creo que es lo mejor que puedes hacer.
―¿Tú por qué estás tan cerrado al amor? ―inquiere para luego largar el humo a un costado lejos de Jimin.
―No tengo ninguna historia trágica o triste sobre eso ―ríe.
―Pero algo debió pasar. Es decir, eres un hombre tan atractivo y todas las personas se enamoran de ti, los tienes haciendo fila. Alguna vez debiste enamorarte.
―Nunca fue de mi interés aunque me enamoré una vez. He visto a mis amigos sufrir, pasar por todo el proceso de un corazón roto. Es más, Jungkook sigue haciéndolo y no sabes cuánto me duele verlo así ―murmura pasando los dedos por su cabello―. Quizás nosotros al ser figuras públicas lo tenemos más difícil, no puedes pasártela en tu cama llorando, sin hacer nada, simplemente desahogándote. Al contrario, tenemos que dar nuestra mejor sonrisa y fingir que todo está más bien...
―Vaya, nunca me detuve a pensar eso, pero ¿qué pasó con la persona que te enamoraste?
―Fue una chica que formaba parte de staff. Me enamoré como ella de mí, pero cuando le rompieron el corazón a Hoseok me llené de miedo y le pedí que se alejara, así que decidió dejar de trabajar ―suspira―. Desde entonces, sólo me concentré en nuestra carrera, mientras veía a mis amigos sufrir algún que otro corazón roto y me encargué de estar para cada uno de ellos.
―Sabes qué no podrás escapar para siempre, ¿no? ―ríe amarga―. Todas, absolutamente todas las personas pasamos por eso. En algún momento llegará tu turno, Park Jimin y más siendo tú que vas por ahí rompiendo corazones.
―Créeme que lo sé, pero buscaré la manera de evitarlo a toda costa. Disfruto de ésto ―señala a ambos―. No veo la necesidad de enamorarme. Así estoy más que bien.
Shirley rodó los ojos y volteó a verlo, notando que había empezado a perderse en sus pensamientos, por lo que estaba segura que es por lo que le había dicho.
Jimin estaba más que bien disfrutando de su compañía, de lo que hablaban, pero haber hablado acerca de eso había provocado que volviera a tensarse y sintiera algo de miedo.
De todas maneras si llevaba años huyendo del amor y le había ido más que bien sólo teniendo pequeñas compañías, ¿por qué no podía seguir así por otro tiempo?
Prefería dejar de lado esos pensamientos y trataría de olvidar las palabras de Shirley, para volver a la normalidad.
―Está bien ―sonríe acariciando su pecho desnudo, llamando su atención, mientras comienza a acercar sus labios hasta unirlos, pero él se separa haciendo una mueca de disgusto―. ¿Qué sucede?
―Sabes que no me gusta besarte cuando terminas de fumar.
―Cierto. Iré a lavarme los dientes ―acaricia su mejilla sonriéndole.
Mientras ella se dirigía al baño, él sonrió viendo su cuerpo desnudo, y comenzó a buscar su ropa que estaba esparcida en el suelo. Se puso el bóxer soltando un suspiro porque era hora de volver al hotel, ya que recibió un mensaje de sus amigos que estaban preocupados.
Cuando se puso el jean, escuchó los pasos de Shirley, por lo que volteó a verla.
―Ya estoy ―murmura acercándose peligrosamente a él, que sonríe tomándola de la cintura.
Juntó sus labios en un beso voraz, sintiendo el sabor mentolado al introducir su lengua deslizándola sobre la suya. La besaba de manera hambrienta, como si no le hubiese sido suficiente con lo que hicieron hacía media hora, pero realmente disfrutaba de lo que hacían porque estaba seguro que tenían una gran conexión, que quizás sólo podía durar por un corto periodo, pero quería disfrutarlo mientras siguiera allí.
―¿Quieres venir a la noche y quedarte a dormir? ―murmura acariciando su labio inferior hinchado―. Sabes que hoy es mi día libre, mañana debo volver a la tarde.
―Sería demasiado, Shirley.
―¿A qué te refieres?
―Eso es más lo que harían las personas que están enamoradas ―responde tomando su camiseta.
―Quizás tienes razón, pero realmente me gusta hablar contigo como también tener sexo. Mi invitación no es porque esté enamorada de ti...
―Lo sé, tranquila ―le regala una sonrisa tranquilizadora―. Quizás, en otra situación, estaría enamorado de ti.
―Y yo de ti.
―Bien, debo irme ―deja un beso en sus labios―. Quizás venga por un rato a la noche, ¿sí?
―Me parece bien ―sonríe.
Shirley volvió a juntar sus labios, pero esta vez en un beso profundo y apasionado que él no dudó en corresponder, robándole un gemido al morder su labio inferior.
No tenía ánimos para volver al hotel, como tampoco para seguir más tiempo con ella, pero no tenía a donde más ir, por lo que lo mejor era regresar.
(...)
Al llegar sintió algunas miradas de personas que lo reconocían, por lo que no dudó en sonreír haciendo una pequeña reverencia, para luego seguir caminando normal sintiendo ganas de llegar al fin a su habitación, y darse un largo baño que lo hiciera relajar. Pero al parecer eso no podía ser, porque antes de llegar al elevador, escuchó unos pasos y una voz femenina entrecortada, que lo hizo detenerse.
―J-Jimin...
¿Cuántas veces debía decirle que lo dejara en paz? ¿Cómo tenía que demostrarle que jamás iba a corresponderle, y que saber que tenía sentimientos por él, lograba incomodarle? Se preguntaba cerrando sus ojos por un momento, mientras tomaba una bocanada de aire tratando de mantener la calma antes de voltear.
Goeun se encontraba frente a él con su cabello atado en una coleta, de la cual se escapaban algunos mechones por haber corrido y sus mejillas lucían sonrosadas, por lo que trataba de reprimir una sonrisa por la ternura que le causaba.
Deseaba más que nada poder volver a abrazarla, poder aspirar su dulce aroma, poder hablar con ella sobre lo que sea, poder sentirse completo al tenerla. Un nudo quería formarse en su garganta, pero no se permitía entrar en ese estado de vulnerabilidad. Sólo quería ignorar el hecho de que le hacía demasiada falta, que la extrañaba tanto que su corazón se encogía.
―¿Ahora qué quieres, Goeun?
―Te extraño.
―¿De qué forma?
―Jimin, te extraño como amigo ―aclara dolida.
―Tú has arruinado la amistad al enamorarte de mí ―responde desviando la mirada.
―Y realmente, lo siento ―suspira tratando de no romper en llanto, porque le duele demasiado sus palabras, ya que no fue como si ella decidiera haberse enamorado―. Quiero recuperar tu amistad.
―No puedo volver a actuar como si nada, volver a ser tu mejor amigo sabiendo que sientes algo más por mí.
―Y-Ya no es así ―traga en seco enfrentando su mirada de confusión.
―¿De qué hablas?
―Estoy intentando algo con una persona.
―¿Qué? ―suelta una risa amarga―. Goeun, tú eres realmente tímida, y no hablas con ningún hombre como algo más que no sea amistad. Lo siento, pero no puede creerte.
Goeun suspiró al darse cuenta que tenía razón. Era muy poco creíble para alguien que la conocía realmente bien, por lo que comenzó a pensar, pero al ver a lo lejos conversando a Jungkook con Namjoon, mientras se dirigían a la salida, no pudo evitar sonreír.
―¡Jungkook! ―alza la voz llamando su atención rápidamente. Este voltea a decirle algo a Namjoon, que asiente para luego salir, y se acercó despreocupadamente.
―Hey, estuve buscándote como loco ―le dice a Jimin―. Quiero hablar contigo.
―¿Por qué lo llamas? ―inquiere alzando una ceja.
―Jungkook es...Jungkook es la persona con la que estoy intentando algo ―sonríe tomándolo del brazo.
Él abrió sus ojos a la par mirándola completamente sorprendido y volteó asustado a ver a Jimin, que los observaba boquiabierto.
¡Hola!
¿Qué creen que pase? ¿Jungkook va a ayudarla con su mentira? ¿Cómo va a reaccionar Jimin? Comenten
Espero que les haya gustado el capítulo, no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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