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Capítulo 4: Confessions can give fondness and uncertainty

El profesor Blanca fue testigo en la manera en como Eiji se meneaba, su mirada estaba dirigida al suelo y juntaba su entrecejo, como si tuviera dificultad en canalizar sus pensamientos y exteriorizarlos con palabras. Blanca dejó que él tomara su tiempo en hablar, sin importarle si ese silencio se prolongara.

El profesor parpadeó ante los vacilantes movimientos de los labios de su alumno.

—Y-Yo no... no sé cómo decirle...

Blanca exhaló levemente. Por alguna razón, Eiji se mostraba abrumado y sus manitas se empuñaban frustrados. Debe ser, sea lo que sea estaba en su mente, lo estaba atormentado.

—Puedes hablar desde el principio, Eiji —sonrió, para calmarlo. —. Dime, ¿qué tipo de problemas tiene tu amigo? ¿Son familiares, de amistad o con los maestros?

Eiji negó con la cabeza. —No estoy seguro si tiene esa clase de problemas... es que... yo vi... me di cuenta de muchas cosas... feas.

Blanca frunció el ceño, los ojos de Eiji estaban claramente asustados.

—¿Qué cosas, Eiji? —preguntó amablemente.

Él vio para el techo. —N-No... yo no puedo...

—Eiji — habló el profesor sin perder los estribos. —. No puedo ayudarte si no eres sincero conmigo. ¿Dime, tienes miedo de decirlo?

Eiji encogió sus hombros. —Sí... —susurró.

Blanca sonrió levemente. Su alumno era siempre tan alegre y, aún cuando solamente balbuceaba a penas el inglés, expresaba lo que sentía. Sin embargo, nunca le había conocido esa faceta de atormentado. Debió ser algo impactante para que él actuara de ese modo.

—Sé que puede ser difícil para ti lo que sucede, Eiji, pero no estás solo — Blanca moduló su timbre de voz para que sonora amistosa y confiable. —. Si me cuentas que pasa, te prometo ayudar a tu amigo y solucionar sus problemas.

Los ojos de Eiji se iluminaron un poco. —¿Cómo la mamá de Yut Lung?

—Exactamente.

De inmediato, Eiji se convenció. Su profesor era muy listo, él puede ayudar. ¡Debe de ayudar a Ash!

Entonces, el niño suspiró y tragó saliva. Incluso llegó a temblar. Iba a romper su promesa con Ash pero si era para bien, recibiría la maltratada del rubio en cualquier momento. —G-Golpes...

Inconscientemente, Blanca se acercó más a él tras la corta confesión. Tardó un momento en procesarla e intentó mantenerse sereno. —¿En dónde? — pasó por su mente el bullying.

Eiji alzó su mirada y empezó a señalar con su dedo índice los lugares. — En los brazos, en sus muñecas... y en... en el cuello... — observó a su profesor, con ansiedad. —. No sé si tiene más... él siempre lleva ropa que le cubre todo su cuerpo.

Blanca respiró con irregularidad. La ubicación de esas hematomas no eran signos de acoso escolar.

Le tomó de los hombros y el niño dio un respingo. Por un segundo creyó que le dolió en donde lo tocó pero lo descartó rápidamente tras no haber contemplado muecas. —Eiji...

El aludido no pudo más con la presión. Su mente le daba vueltas y su corazón estaba errático por el nerviosismo. Ya no aguantaba más mantener el secreto y, al mismo tiempo, le carcomía el presentimiento que Ash sufría mucho. ¡Esto lo hacía por él! ¡No quería sentirse inútil!

No pudo ordenar sus ideas, así que Eiji bombardeó a Blanca con todo lo que sentía meses atrás.

—Él nunca me ha dicho nada, y a veces se burla de mí por como leo. ¡Hasta habló mal de Elmo! Pero aún así, él simplemente se queja a veces cuando se sienta. Una vez se rascó sus... —se sonrojó. —. ¡Su salchicha y sus pompas y me alegó cuando le dije que no se baña bien ahí! ¡¡No sé!! Solo una vez lloró feo pero no me dijo el por qué —sintió un dolor en el pecho y sin evitarlo, comenzó a llorar al recordar el beso. —. ¡Él es raro por algo malo! —recordó al anciano que le habló en la mañana —. ¡¡Y su abuelo también es raro cuando lo besa y cuando habla con la gente!! ¡Lo besó feo y él se veía mal! ¡No sé si tiene problemas o no, profesor! ¡No sé! —cerró sus ojos ante la mirada estupefacta de Blanca y exclamó en japonés. —. ¡Da miedo pero papá me dijo que lo ignorara! ¡No sé!

El japonés detuvo su palabras de golpe al momento que Blanca lo rodeó con sus brazos. Eiji sollozó al recordar todas las veces lo compungido del rostro del rubio.

—Tranquilo, Eiji, tranquilo... — dio unas palmadas a la espalda de su alumno. —. Respira, todo va estar bien...

Blanca frunció su ceño. A pesar que Eiji divagó, obtuvo la información suficiente para concluir que su amigo abusaban de él. Entonces, fue ahí que se empezó a preocupar grandemente.

Eiji esnifó. —Lo siento...

—No, no... no te disculpes — Blanca palpó los cabellos lacios del niño. —. Gracias por contarme todo esto, Eiji. Fuiste valiente.

Eiji torció sus labios. ¿Si tuvo la valentía de decir todo, entonces por qué seguía sintiéndose como un cobarde? ¿Será por qué buscó ayuda tan tarde?

—¿Podrá ayudarlo? — se separó de su profesor, esperanzado.

Blanca asintió. —¿Esto lo sabe tus padres?

Eiji bajó la mirada. —No.

Luego surgió la incógnita para Blanca: ¿Por qué el silencio por parte de Eiji ante esa problemática?

—Entiendo... — sonrió. Después, Blanca sacó un pañuelo de bolsillo y se lo dio a Eiji para que secara sus lágrimas. —. ¿Él, tu amigo, es alumno de esta escuela?

Eiji asintió mientras usaba el pañuelo. La hiperventilación subsidia de a poco en su cuerpo. —N-No...

Rápidamente descartó en decirle al Director sobre el tema debido a que no era de incumbencia de la escuela en intervenir en asuntos ajenos al de los pupilos. —¿De tu vecindario?

Eiji negó nuevamente. —De la biblioteca.

—¿En serio? — el profesor no pudo ocultar su sorpresa.

—Él me ha ayudado en hacer los ensayos y mis tareas... él es muy inteligente — Eiji sonrió levemente.

—Debe ser un amigo muy especial.

El japonés rió con suavidad. —Lo es... por eso... —su sonrisa desapareció. — me duele todo lo que veo... — observó a Blanca con ojos muy abiertos. — ¿Él le pasa algo malo, profesor?

Blanca suspiró. Podía sentir la ansiedad del niño calando en su piel.

—Eiji, seré honesto contigo. Por favor no te alarmes.

Sin embargo, el aludido se crispó del miedo. —¿Qué? — preguntó casi gritando.

—Tu amigo, por lo que me has dicho, necesita ayuda.

Eiji se inhaló por medio de la boca. — ¿De verdad?

—Necesitamos denunciar esto a la policía — dijo pausadamente. —. Esto... lo necesitan saber tus padres también.

Eiji sintió que su alma se le iba. —¿C-Cuándo?

—Ahora, llamaré a tus padres e iremos a la estación de policía. Debemos de actuar rápido.

El japonés le dio escalofríos. Su profesor habló muy en serio. ¿Eso significaba que Ash sería salvado?

Por su parte, Yut Lung tenía la boca bien abierta por la impresión. Todo el tiempo estuvo escuchando la conversación detrás de la puerta. No porque se preocupaba por Eiji ni nada, sino quería saber si el japonés hablaba mal de él ante la persona que más admiraba: el profesor Blanca.

Rápido fue la adrenalina que recorrió en sus venas y lo petrificado del momento se esfumó.

Entonces, hizo lo que más odiaba: correr.

Corrió entre los pasillos y jadeaba. Con sus pocos conocimientos, sabía que la policía era una basura. Se tardaron mucho en hacer algo al respecto con los padres de Lao y el mocoso de Sing. Si querían ayudar al amigo del bueno para nada del japonés, ¡debían de apartarlo de inmediato de lo que sea que lo estaba molestando! ¡Pensaba que el profesor Blanca era inteligente! ¿Por qué tanta pasividad?

—¡Estúpido, Okumura! — gritó Yut Lun en mandarín. ¡Lo sabía! ¡Sabía que las idas a la biblioteca eran por algo! —¡Burro, burro eso es lo que es, y eso se contagia!— bramó ahogadamente. —. ¡Contagió al profesor!

Cuando divisó a Shorter y a Sonny con sus bicicletas, esperando a Nadia y a él, corrió con más velocidad.

¡Hey Yut Lung! — emitió un alarido Shorter, con una gran sonrisa. Luego su sonrisa se borró cuando se acercó el aludido. El menor estaba sudoroso, rojo y le faltaba el aire.

Sonny estaba petrificado ante la imagen. —¿Yut Lung?

Sin embargo, Yut Lung tragó saliva con dificultad. —¡¡No hay tiempo de explicaciones!!

—¿Qué? — murmuró Shorter.

Yut Lung, enojado y a la vez preocupado, respondió. —¡Hay que ir a esa estúpida biblioteca! ¡¡Ahora!!

Shorter y Sonny se vieron las caras. 

NOTAS DE LA AUTORA

¡Lo sé! ha sido corto el capítulo la verdad. Los próximos días estaré algo ocupada y no sé como estaré de tiempo así que decidí publicar una entrega pequeña para que no se desesperen. 

¡Y al fin! ¡¡Eiji lo hizo!! Ya se confesó ante Blanca pero, ¿qué pasará realmente? o mejor dicho, ¿qué hará Yut Lung? xD ya se viene lo shido OwO. 

Espero poder publicar lo más antes posible. ¡Muchísimas gracias por el apoyo! ¡Nos vemos hasta la próxima! :3

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