Capítulo 9
—Derecha, derecha, derecha, no- Olvídalo ve mejor- ah, espera y si entonces...
—¡Duele jodido hijo de puta, espero que te revuelques en la mierda del infierno para que por un demonio dejes de hacerme esto, maldita seas tú y todos tu malditos dotes como si fuera un chupapollas profesional!
Todos se quedaron de alguna manera quietos, intentando saber lo que Baekhyun acababa de decir. Varios murmullos inundaron el área Cristal mientras que él intentaba por todos los cielos levantarse y no ser golpeado, apuñalado o quemado por algún objeto o persona. Gimiendo, se sentó con los ojos puestos hacia todas partes.
—¿De dónde se supone que venían? —escuchó a alguno de los chicos preguntar a otro.
—Del mundo ideal. Pero por algún motivo suena como si no fuera ideal del todo, no entendí nada de lo que me dijo, pero estoy seguro de que no debo responder con un gracias —Jongdae se encogió en hombros mientras palmeaba el hombro de Minseok para que se fueran a descansar un rato. De todas maneras ya habían estado entrenando por dos horas seguidas y Baekhyun no mostraba avance alguno.
Minseok suspiró, dándole una mirada de pena a un muy dolido Baekhyun. Con unos movimientos de manos, el mayor le quitó a Baekhyun de alrededor los picos de hielo que casi le cuesta un ojo de la cara y soltó una muy cordial carcajada, como si Baekhyun no se hubiera dado cuenta que se reía de él y no de algún pensamiento al azar en su cabeza.
—¿Qué estás mirando pejelagarto?
El chico del hielo levantó las manos en señal de rendición pero sin dejar de sostener la sonrisa socarrona en su rostro.
—Es mejor si descansas por unos diez o quince minutos Baekhyun, lo necesitas.
—Is mijir si discansis pir unis diz i quinci minitis —lo arremedó infantilmente—. Vete al carajo...
—Baekhyun —Ese fue Jongin, quien gimió desde las gradas—. Cálmate. Recuerda que todos ellos no comprenden los insultos, no les afecta en nada.
—¡Eso no importa! ¡Por lo menos yo me siento mejor insultándolos!
—Bueno, pero eso no te hará mejor en las cosas. Eres un torpe desde nacimiento, no puedes culparlos por ello.
Baekhyun movió su cuerpo de un lado a otro, entre queriendo recobrar el calor corporal que había perdido y renegar porque las cosas no le salían bien. Por algún motivo, durante la semana próxima en la que estuvo de nuevo encerrado con ese par de niños inhumanos para que las Hecks no se los comieran, se decidió a que ya era suficiente eso de andarse escondiendo y que debía por lo menos hacer o conocer algo productivo. Tal vez no pudiera luchar —y no porque no quisiera, sino porque era un poco cobarde delante de mujeres asesinas— pero deseaba hacer algo más que comer, dormir y explicarle a Chanyeol por qué Travis prefería meterles la lengua a mujeres cuando son 'horripilantes'.
Jongin de verdad que ya parecía todo un guerrero, mientras que él se quedaba estancado. Fue entonces, cuando un, si calculaba bien, miércoles —todavía no podía superar que un lunes abarcara seis días— decidió seguir a Chanyeol hacia su entrenamiento con el equipo de EXO. A fin de cuentas él era parte del grupo y tenía que acoplarse a la manera de trabajar de lo demás, por lo que el entrenamiento de ese día en el área de Cristal se veía relativamente fácil porque lo único que tenía que hacer era evitar que los demás llegaran a él con sus dones y entonces, si duraba un tiempo determinado, acabaría la fase con éxito.
Pero claro, los chicos no se lo pusieron para nada fácil. Aún y cuando era él y Yifan contra Minseok y Jongdae, fue un completo desastre. Para empezar, Yifan no tenía ni la más mínima intención de ayudarlo a menos que sea de «vital importancia, cosa que no es, porque no es una batalla real» por lo que tuvo que apoyarse solamente de sí mismo, corriendo y utilizando uno que otro movimiento de hapkido que aprendió en la secundaria. Aun así era inútil, esos dos chicos no necesitaban una batalla de cuerpo a cuerpo para derrotarlo, bastó que levantaran las manos para que sus poderes fueran activados y terminaran tratándolo con una marioneta.
Todavía si Chanyeol se las agarraba de animador, levantando los brazos desde las gradas del lugar y repitiendo cosas como «¡vamos, tú puedes Baekhyun!» o «¡por lo menos no dejes que te hagan llorar!» en serio que no era mucho apoyo para él. Era más una distracción. Y Baekhyun no estaba en condiciones para chulearse y demostrarle a Park Chanyeol que el chico a quien saluda con un beso en las mañanas fuera mentalmente fuerte.
Ah, y ese tema. El tema de los besos se salió un poquito de control porque, aunque Baekhyun le haya dicho a Chanyeol que los besos se daban entre personas quienes se gustan, el alto no supo ver muy al fondo lo que eso significaba. Básicamente salvó a Leo de una sesión de besos cuando los estaba despidiendo para dormir, casi lo jaló literalmente de las orejas para que alejara sus labios de los pequeños e inocentes del niño de seis años.
Poco a poco, y con las instrucciones que Baekhyun le daba, Chanyeol aprendió a no besar a objetos como su cama, sus libros o comida por más que los apreciara, y bajo ningún motivo besar a alguien quien ni siquiera era de su edad. Y vamos, cuando Chanyeol entonces preguntó «¿entonces está permitido besarte a ti?» Baekhyun no tuvo corazón como para decirle que no a ese rostro de cachorro esperando a que su amo le palmee el lomo.
Aceptó por eso nada más, de verdad.
—Vamos, ven a sentarte —con un fuerte empujón, Jongin levantó a Baekhyun del suelo y dejó que depositara todo su peso sobre el lado izquierdo de su cuerpo—. ¿Del uno al diez, al estilo Bajo la misma estrella, cuánto te duele?
Baekhyun soltó la respiración y Jongin hizo una mueca alarmante cuando en vez de aire normal saliera algo entre polvo y hielo.
—Yo diría que un ocho. Guardaré mi diez para cuando de verdad duela, ya sabes, si es que llegas a morir injustamente o en caso de que Trump sea presidente.
Jongin soltó una pequeña carcajada y golpeó con suavidad el pecho de Baekhyun. Si todavía conservaba su extraño sentido del humor entonces estaba perfectamente.
Sin más, ambos amigos caminaron hacia las gradas, lugar en donde se encontraban todos los demás. A lo lejos pudo ver cómo era que Chanyeol tenía un conversación con Luhan, aunque eso era de un solo lado, ya que el semi-rubio no respondía por obvias razones —razones que Baekhyun descubrirá por algún momento. Aún no se saca de la cabeza cuando lo escuchó hablar. Cuando cruzó miradas con el alto, éste dejó a Luhan y se centró en cómo era que el moreno lo cargaba para dejarlo en una de las bancas, acostado.
—¿Necesitas que Yixing te cure? —fue lo primero que le preguntó, bajando un par de escalones para llegar él.
Baekhyun ladeó la cabeza, encontrándose con un curioso y sonriente Yixing con su libro en manos.
—¿Tienes algo para curar la falta de dignidad? —Yixing negó con la cabeza—. Ugh, entonces no, gracias. Seré un hombre y aceptaré la paliza que me han dado.
—Ve el lado bueno, lo has aguantado muy bien. La primera vez que Chanyeol salió a escena, terminó llorando y juraba que Minseok le había congelado el trasero al punto de desaparecerselo —Sehun interfirió—. Cosa muy válida ya que no tiene mucho en la retaguardia.
—Eh —Chanyeol puchereó—. Yo estaba muy dotado de trasero antes de que todo el mundo me pateara el trasero... o como sea.
—Sí, bueno —Sehun se miró las uñas desinteresadamente—. El problema aquí es que Baekhyun es incapaz de luchar y que, si queremos que Exodia se salve, por lo menos hay que evitar que se mate cayéndose por sí solo y se golpee con una roca.
Eso cayó duro en el estómago de Baekhyun. Apretó sus labios y se incorporó con una mueca hacia él. Todos los allí presentes se le quedaron mirando como si Sehun tuviera toda la razón del mundo, como si fuera el culpable de que las cosas no progresaran.
—Pero si yo se los dije —Su martirio habló, ese niño con un rostro tan molesto como siempre. Jisoo—. El señor este no puede luchar, no tiene experiencia, ¡yo sí la tengo!
—Nadie te preguntó —atacó.
Jisoo rodó los ojos hacia él y se colgó del cuello de Chanyeol. Baekhyun frunció el ceño, estaría dispuesto a morderlo si tan solo la mandíbula no le doliera como el demonio. Por favor, ni siquiera él sabía todavía lo que significaba ser un luz o el mentado 'salvador' de Exodia, ¿cómo querían ellos que él hiciera algo?
Jungsu, quien estaba en la última fila y con la mirada fija en la discusión, no se inmutó. El hombre había estado raro desde hace varios días, teniendo reuniones con los chicos de EXO sin considerarlo y cada vez sentía más como si poco a poco un peso se incrustara en sus hombros. No pudo siquiera sacarle la sopa a Chanyeol, éste simplemente le sonreía y negaba con la cabeza, asegurándole que no era nada y que no tenía de qué preocuparse.
—Es mejor que descanses, Baekhyun —Kyungsoo intervino. Incluso Pottersoo había estado muy callado, tampoco lo veía mucho con Jongin últimamente, y se encontraba de alguna manera más pálido—. Si te sobre esfuerzas no lograrás nada. Es mejor que veas qué cosas te salen mal y mejorar en ello.
—Pero a él todo le sale mal. —Jisoo se cruzó de brazos.
—Jisoo —Chanyeol le regañó. El niño hizo un puchero y apretó más el agarre alrededor de Chanyeol. Con unas pequeñas palmaditas en su hombro, Chanyeol intentó tranquilizarlo—. Es verdad. Mejor vamos a descansar y ya otro día veamos en lo que fallas. Este chico de aquí incluso puede enseñarte algunas cosas, de hecho ya deberían haber comenzado con sus práticas de luz, eh.
Por un momento Jisoo miró a Baekhyun y estos dos parecían casi perros callejeros a punto de pelear. De verdad que ese niño seguía siendo un dolor en el trasero, muy irritante. Leo parecía ser un niño más tranquilo,aunque hubiera veces que lo mirara mal cuando se acercaba demasiado a Chanyeol, pero a parte de eso no había nada. Por otro lado, Jisoo sí que era un gran problema en su vida, literalmente se la estaba arruinando y hacía todo lo posible para poner a Chanyeol en su contra.
—Sí, mejor descansen. —Jungsu carraspeó, cerrando su folder y caminando amenamente hacia la salida del área Cristal—. Si esto sigue así será un fracaso. No desperdicien su tiempo.
Todo el mundo estuvo de acuerdo. Baekhyun volvió a levantarse con ayuda de Jongin e incluso le preguntó si quería que lo teletransportara hacia su dormitorio. Pero antes de que pudiera decir algo, Chanyeol tomó la mano de Jongin que se acercaba más a Baekhyun y la apartó lentamente.
—No te molestes en gastar tu energía, yo lo llevaré. —Chanyeol sonrió y por algún motivo Jongin enarcó una ceja un tanto sorprendido por la acción—. ¿Sí? ¿Baekhyun?
En realidad a él no le importaba pero... ¿por qué caminar cuando puede teletransportarse? Inflando sus mejillas, Baekhyun rió con suavidad y señaló a Jongin.
—De verdad que no deseo caminar.
Chanyeol se quedó momentáneamente sin palabras.
—Hey, amigo... —Baekhyun volteó hacia Jongin, quien tenía una mueca extraña de dolor dirigida hacia Chanyeol—. Creo que estás apretando muy fuerte y está caliente, ¿te molestaría...?
—Ah, sí, disculpa —el alto soltó la muñeca de Jongin—. Bueno, entonces si así lo quieres... está bien. De todas maneras yo tengo que hablar de algo con Jungsu y llevar a este par al área de Vida. Um... —Chanyeol se rascó la cabeza y miró alrededor—. Bueno, va. Entonces nos vemos más al rato.
Baekhyun asintió y se despidió de Chanyeol con la mano, pero éste sólo se inclinó y por algún motivo, cuando se volteó, Baekhyun pudo percatarse de una alteración en la sonrisa del alto.
Cuando éste estaba lejos, Jongin soltó un suspiro.
—Eso ha sido raro.
Baekhyun miró hacia Jongin quien medía el daño en su muñeca. Los dedos de Chanyeol se habían quedado marcados en la piel, el rojo no llegaba a hacerle daño, pero la marca había quedado. Sin realmente pensarlo mucho, el chico se encogió en hombros y brincó hacia Jongin haciendo que lo cargara como cual novia en su noche de bodas.
—Olvídalo. Es mejor que te apures mi amigo, estoy que me muero de tomar una siesta.
—Aish. Cómo molestas —Jongin intentó dejar caer a Baekhyun al sueño, pero éste se reafirmó de su cuello, haciendo que tirara de él cuando lo intentó dejar caer—. Eso duele imbecil, sabes que sólo necesito tocar la punta de uno de tus dedos para poder teletrasportarte conmigo, ¿no?
—Exacto, pero yo quiero que me cargues como una de tus chicas francesas, así que es mejor que lo hagas cara de adormilado —Jongin le insultó un poco más y Baekhyun se limitó a asentir y reírse, pero hubo un punto en donde, al voltear hacia atrás, Baekhyun se dio cuenta de que Kyungsoo aún se encontraba allí—. Oh, Pottersoo, ¿qué haces todavía aquí?
Con su mención, Baekhyun pudo sentir una extraña sensación de tensión entre Jongin y Kyungsoo. Desde el lado de su amigo, él parecía con toda la intención de prestarle atención a Kyungsoo, pero éste evitaba hacer el contacto visual al punto de que rápidamente se puso de pie y tomó sus cosas para marcharse.
—Eh, ¿a dónde vas? ¿no quieres esperar a que Jongin regrese para poder dejarte en su habitación? El edificio Físico está mucho más lejos —preguntó Baekhyun.
Kyungsoo volteó un poco la cabeza y apuró el paso.
—No, estoy bien. No te preocupes.
—Está bien Kyungsoo, puedo llevarte cuando deje a Baekhyun. No tomará más de un minuto —secundó Jongin.
Mordiéndose los labios, Kyungsoo sonrió forzadamente mientras utilizaba incluso su mano para negarse a la oportunidad.
—No, gracias. Nos vemos —con eso último, salió del lugar casi trotando.
Baekhyun miró a Jongin con signos de interrogación en los ojos y éste simplemente tenía una mueca de fastidio.
—¿Ha pasado algo entre ustedes dos? —cuestionó con cierta sensibilidad.
Jongin se pasó la mano por el pelo y se relamió los labios.
—No lo sé, Baekhyun, eso es lo que he intentado descubrir. Me ha estado evitando durante varios días, incluso si me acerco para hablar de lo que pudo haber pasado me aleja con su fuerza. No me deja ayudarle, no lo comprendo.
—¿Ayudarle con qué?
Jongin se quedó en silencio un momento, como si estuviera reprochándose el haber abierto la boca de más. Con un suspiro mucho más sonoro, el moreno simplemente tomó a Baekhyun al estilo princesa y negó con la cabeza.
—Primero tengo que descubrir eso yo.
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El shampoo del lugar era simplemente espectacular. El olor que dejaba en el cabello de Baekhyun era tan delicioso que incluso tenía ganas de comerselo. Baekhyun salió de su baño con una sonrisa en el rostro, las heridas de hace un par de días ya estaban casi sanas y su masculinidad completamente recuperada. Secaba su cabello con una pequeña toalla y traía puesta una sudadera negra que le quedaba grande y un pantalón para dormir de lunares entre verdes y azules.
—¡Ah!
Casi se cae del susto cuando el sereno rostro de Luhan lo recibió con una simple inclinación de cabeza.
—¿Cómo llegaste aquí? —preguntó en modo defensivo mientras achicaba los ojos. Éstos pasaron de momento a un sonriente Chanyeol a un lado y posteriormente al par de chiquillos quienes todavía estaban como sanguijuelas detrás de él—. ¿Qué es esto? ¿Acaso mi habitación es la nueva sala de reuniones o qué?
—Oh, Luhan simplemente quería pasar el rato y lo he invitado aquí.
—Ay por Dios, no me digas que...
—Sí, ajedrez —respondió el alto de manera victoriosa, como si jugar a eso le hiciera ver cool o algo—. Tenemos un par de rondas pendientes.
Baekhyun los miró como si fueran un par de ratas de laboratorio. De verdad que Chanyeol, en su universidad cuando menos, sería catalogado como un friki potencialmente corrompible. Si no fuera guapo sería víctima de bullying, uno muy intenso de verdad. Sin prestar demasiada atención a la concentración de esos dos, pasó de largo de la escena y se dirigió a su cama.
—Solamente ve a dormir —escuchó un quejido de parte de Jisoo. Los niños estaban en el sofá, el más pequeño con el rostro un poco pálido y el segundo con una mueca un tanto cansada—. ¿Qué quieres que haga yo entonces Leo? Si en Vida no pudieron curarte del todo no hay cosa que pueda hacer yo. Simplemente intenta dormir y ve que se te va a quitar, ¿sí?
El pequeño Leo puchereó y sorbió su nariz, alejándose del cuerpo de Jisoo para entonces poder hacerse un ovillo en el sofá.
—Extraño al hyung Ken, él era mucho más bueno que tú. —Leo se puso la capucha de su sudadera en la cabeza y prácticamente se cerró al mundo.
Jisoo se quedó de brazos cruzados, y aunque había murmurado un «no me importa» en su rostro se veía todo menos eso. Baekhyun recuerda hace unos días cuando le había preguntado el tema de los luz a Chanyeol y éste con un suspiro le había contado que de verdad solamente quedaban ellos tres. Nadie estaba seguro del por qué las Hecks habían descubierto tan repentinamente su escondite, pero en definitiva perdieron a cinco personas luz en un solo día. Todos demasiado jóvenes.
Se metió en la cama y miró al techo. Había uno que otro rastro negro, producto de posibles quemaduras. Ese edificio era de chicos fuego, por lo que no le sorprendía. Sólo esperaba que no se cayera en pedazos y le desfiguraran la cara o algo.
—¡Ah! ¡Deja de patearme! —Jisoo se volvió a quejar mientras empujaba con suavidad los pies de un ya muy dormido Leo. Al parecer Jisoo igualmente intentó acostarse para dormir, pero el sofá seguía sin ser suficiente—. ¡Ou! —sin querer, Leo había movido sus piernas, haciendo que Jisoo cayera al suelo.
Baekhyun miró a Chanyeol esperando a que interviniera o algo, pero estaba demasiado ensimismado en el juego que parecía como si estuvieran en una burbuja de antisonido. Jisoo se miró las palmas de las manos y puso mala cara cuando tuvo un pequeño raspón por la fricción de la alfombra con su piel. Un poco fastidiado, y sin poder evitarlo, Baekhyun rodó los ojos y abrió sus cobijas.
—Yah, tú —le llamó en un intento de sonar indiferente. Jisoo levantó la vista hacia él e inmediatamente el pequeño hizo cara de molestia—. Ven aquí.
Jisoo lo miró casi con la boca abierta y soltó un pequeño bufido.
—¿Qué? Claro que no. —Se levantó del suelo e intentó volver a subir al sofá, pero Leo de verdad que arrasaba con todo el lugar y se movía demasiado como para dejar que Jisoo volviera a subir.
—Deja de ser terco. Quiero dormir y no podré hacerlo contigo quejándote por todo. Así que si no quieres, bien, pero entonces quédate en silencio o vete a otra habitación.
—¡Pero hace frío en las otras habitaciones! ¡Por eso estoy cerca del señor Chanyeol! —dijo Jisoo con voz aguda.
Baekhyun gimió frustrado.
—Entonces metete aquí, mi cama es suficientemente grande para los dos —Jisoo continuó haciendo muecas y su cuerpo se movió de un lado a otro sin convencerse del todo—. Bien. Como quieras, entonces no vengas. Duerme en el suelo.
—¡Ni siquiera me estás dando tiempo para pensarlo bien! —Jisoo lo apuntó con ese usual tono de niño infantil—. ¿Qué pasaría si me meto contigo allí y me contagias toda tu inutilidad...?
Jisoo no fue capaz de terminar la pregunta —muy hiriente, por cierto— porque de un momento a otro su cuerpo casi voló hacia la cama de Baekhyun, siendo tirado a un lado de él. El pequeño gimió por el movimiento repentino y Baekhyun se encontró completamente extrañado y frustrado hasta que vio la mano de Luhan en dirección hacia ellos, pero sin mirarlos.
—¡Oye! —Jisoo se puso de pie en la cama y comenzó a saltar por la molestia—. ¡Señor Luhan! ¡No debió hacer eso! —Con otro simple movimiento, Luhan hizo que Jisoo volviera a tumbarse en las sábanas.
Baekhyun miró por un minuto completo cómo era que Jisoo intentaba salir de la cama, pero Luhan volvía a ponerlo en el lugar mientras movía una que otra pieza en el ajedrez. Totalmente agotado, Jisoo jadeó e intentó levantarse de nuevo, pero Baekhyun lo detuvo y lo miró con un poco de piedad.
—Si vuelve a aventarte hacia la cama y caes sobre mí de nuevo estoy seguro que me sangrara la nariz —se quejó—. Sólo acuéstate por Dios, no te vas a morir si duermes junto a mí durante unas horas. Dame un respiro.
—¡Yo no tengo sueñ-oh! —se le escapó un bostezo.
Baekhyun pudo ver cómo las mejillas de Jisoo se sonrojaban levemente y, totalmente en rendición, decidió no mirar hacia los ojos de Baekhyun y ceder ante sus palabras para entonces meterse bajo las sábanas junto con él. Con un bufido, Baekhyun simplemente se acomodó igualmente y ambos quedaron boca arriba en un intento de conciliar el sueño.
—Que quede claro que no seremos más cercanos sólo por esto —le dijo Jisoo un minuto después—. No te atrevas a tocarme ni un poco, Byun.
—Sí, sí. ¿Quieres que te cante una canción de cuna? ¿Algún libro infantil? —ironizó.
Jisoo hizo una mueca y se ladeó, quedándose a espaldas de Baekhyun y mirando a la pared.
—No tengo idea de lo que estás hablando.
Claro, Baekhyun pensó. Jisoo no era un niño normal y por supuesto que no entendería nada. Ladeándose también, miró fijamente la espalda de Chanyeol que a veces se tensaba cuando Luhan le ganaba en una jugada o cómo se relajaba cuando encontraba la manera de poder hacer un movimiento. Inconscientemente sonrió al escuchar cómo era que ese gigante chillaba porque Luhan volvía a hacerle jaque mate sin opción de pelear o defender a su reino.
Por más que no concordara mucho con Jisoo, no podía negarle el hecho de que teniendo a Chanyeol alrededor todo parecía mucho más cálido.
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—Creo que se han fusionado.
—No, no. Debe haber alguna manera de separarlos sin que ninguno de los dos se rompa algo, ¿no crees?
Baekhyun escuchó un par de voces a lo lejos, su sueño fue interrumpido mientras que ese par de personas hablaban más y más. Se sentía demasiado a gusto como para moverse, su cama estaba en la temperatura exactamente de confort y la almohada entre sus brazos era suave. No iba a moverse.
—Sé que las proporciones son diferentes, pero no sé si esto es la mano de Jisoo o la lonja de Baekhyun.
—¿Perdón? —como un resorte, Baekhyun se levantó, haciendo que su espalda estuviera en un ángulo perfecto de noventa grados. Con sus ojos aún lagañosos, miró hacia Chanyeol y Leo quienes parecían curiosos ante su visión—. ¿Lonja? Já. Si me preguntan, iba al gimnasio tres veces por semana y he de decir que mi estómago está bastante en forma, gracias.
Después de un momento en silencio, Chanyeol ladeó su cabeza y asintió.
—Entonces definitivamente es la mano de Jisoo. Ahora, lo importante, ¿en dónde quedó su cabeza?
Baekhyun apenas se dio cuenta de la situación cuando el peso en su cuerpo se sentía de más. Miró hacia abajo, viendo un bulto debajo de su sudadera y por un momento se preguntó si había tenido una noche loca con Chanyeol o cualquiera y se había quedado embarazado; pero cuando su mente racionalizó que no, que Chanyeol prefirió una noche de ajedrez y que definitivamente los hombres no podían embarazarse, fue entonces cuando tocó esa cosa y un pequeño gemido provino debajo de él.
Con incomodidad, Baekhyun sintió algo arrastrándose hacia arriba mientras que repentinamente una cabellera se escabullía por el agujero de su sudadera. De un momento a otro, Baekhyun tenía una cabeza de más saliendo a un lado de su cuello y casi entró en pánico.
—De acuerdo —Leo señaló hacia él—. Baekhyun ha mutado. Creo que el señor Yixing se equivocó de medicina con él o algo.
—¿Qué rayos está pasando? —preguntó con voz pastosa y la cabeza vecina hizo una mueca, parpadeando varias veces para entonces quitarse el sueño por completo y soltar un chillido—. Ah, me estás gritando en el oído.
—¡Ew, tu aliento apesta!
—¿Quién te manda a meterte debajo de mi sudadera mocoso? ¡Fuera de aquí!
—¡Si tan sólo dejaras de abrazarme con tus espantosos brazos!
—¿Espantosos? Por favor, ya quisieras.
—Yo quiero —Chanyeol intervino con una sonrisa. Baekhyun miró hacia él y levantó un par de veces sus cejas regresándole la sonrisa. Jisoo pareció muy en desacuerdo en eso ya que empujó con fuerza a Baekhyun, haciendo que su sudadera se estirara y finalmente saliera de debajo de ella.
En algún punto de sus horas de sueño, habían terminado uno arriba del otro —o uno metido en el otro, pero eso sonaba jodidamente mal considerando que hablamos de un chico de veinte y otro de diez— y con muchos dolores de espalda. Baekhyun sentía que su espalda baja punzaba y no quería ver lo que sucedía allí. Por otro lado, Jisoo estaba por completo despeinado y parecía como si su natural malhumor se hubiera intensificado por el hecho de que lo primero que vio en la mañana fue el rostro de Baekhyun.
—¿Qué hora es? —Baekhyun preguntó, intentando desaparecer el mareo mañanero. Se frotó los ojos.
—Las ciento diecinueve horas.
Baekhyun se le quedó mirando a punto de maldecirlo, pero simplemente negó con la cabeza. Era mejor no preguntar.
—¡Pero qué tarde es! —Jisoo saltó de repente, saliendo de la cama—. ¡Se suponía que me encontraría con el señor Ryeowook a las ciento dieciséis! ¡Estoy muerto!
—¿Qué vas a hacer? —Chanyeol preguntó inocentemente mientras seguía a Jisoo por toda la habitación mientras que el último se cambiaba de ropa.
—¡Me enseñará algunas cosas que necesito saber para cuando trabaje con los fuego, o sea, contigo señor Chanyeol! —dijo emocionado—. Así cuando yo sea parte de EXO pueda ya llegar con los conocimientos básicos no como... —miró a Baekhyun de una manera aburrida y éste simplemente le sacó la lengua—... otros. Ah, también se supone que irías tú Leo, pero aún estás un poco enfermo. Es mejor si vuelves a ir con el señor Yixing.
Leo simplemente asintió.
—¿Quieres ir también con Yixing para que te cure la espalda? —Chanyeol le preguntó de repente.
La verdad que sí le molestaba bastante, casi podía imaginarse a Jisoo durante la noche golpeándolo adrede por maldad. No rechistó demasiado, además, no había otra cosa que fuera a hacer ese día, así que acompañarlos no tendría nada de malo.
—De acuerdo. Entonces cámbiate y nos iremos. Ven aquí Leo —Chanyeol le tomó la mano y habló con una voz un tanto empalagosa—. ¿Quieres caminar o prefieres que el señor Chanyeol te lleve en sus hombros, huh?
Leo lo miró como si Chanyeol fuera estúpido o algo así. Tal vez una mirada de lástima, como diciéndole «actúas como un idiota, pero sonreiré de todos modos para no hacerte sentir mal». Con un simple negación, Leo prefirió simplemente ir de la mano y Baekhyun se tuvo que comer su carcajada.
Salieron de la habitación cinco minutos después y Jisoo se les despegó dentro de otros dos. Como siempre, solamente se despidió bien de Chanyeol y Leo, mientras que con Baekhyun fue un muy incómodo «uh, tú, adiós» sin ni siquiera mirarlo y mientras que sus pasos se hacían cada vez más rápidos para alejarse de ellos.
—De alguna manera es un gracias —le informó Chanyeol, acercándose a su oído y provocándole un poco de cosquillas—. Jisoo puede parecer duro, pero cuando le debe algo a alguien siempre trata de agradecerlo y recompensarlo. Aunque bueno, viendo cómo es su relación, creo que le costó mucho el tan sólo decirte eso.
Y aunque Baekhyun no considerara un 'adiós' como un agradecimiento, por lo menos era mejor que nada.
Tan pronto llegaron al edificio de Vida, Baekhyun pudo percatarse que todo estaba un poco más tranquilo, aunque había un montón de cajas apiladas. Mirando alrededor, se dio cuenta que sí había una gran cantidad de chicos en el área, incluso más de los que en realidad se necesitan entre semana, pero estaba seguro que durante la pelea con las Hecks eran suficientes o incluso faltaban manos para curar. Leo saludó a todo el mundo, parecía ser un niño muy conocido allí y por tanto muy enfermizo.
—Hola Leo —Cuando llegaron a la sala de Yixing, éste les sonrió con su su usual hoyuelo en el rostro. Su bata blanca solamente hacía que su piel brillara aun más—. ¿Qué te trae por aquí? ¿Te has vuelto a sentir mal?
El niño asintió y señaló su estómago.
—Me duele, es como si quisiera vomitar y no se me quita con nada.
—Mhm —Yixing se inclinó hacia él y lo cargó en sus brazos para luego depositarlo en la camilla—. ¿Tomaste el té que te di? Ah —el chico subió la miraba y se tocó la cabeza en señal de perdón—. Hola chicos, lamento no haberlos saludado —se disculpó.
Baekhyun sintió una calidez en su corazón. Ou, en serio que Yixing podía ser muy lindo cuando se lo propone. De verdad que personas como él que no se dan cuenta de eso son las mejores, y de alguna manera las más peligrosas, es como si siquiera hacerlo miniatura y poner en su bolsillo para protegerlo por siempre. Aunque el dulce pensamiento le duró poco ya que cuando Chanyeol había devuelto el saludo y se había acercado a Yixing para depositar un beso en sus labios, la respiración de Baekhyun se aceleró y algo creció en su garganta como si estuviera dispuesta a expulsar fuego de ella.
—¡¿Qué mierda estás haciendo?! —gritó un poco demasiado fuerte, señalando a los dos como si los hubiera capturado en pleno crimen.
Chanyeol se había casi hecho pequeño ante el grito, incluso sus ojos se tornaron un tanto miedosos cuando el dedo de Baekhyun lo apuntaba tan firmemente. Pasó de mirar a un confundido Yixing a un furioso Baekhyun para finalmente buscar ayuda en un indiferente Leo, y ladeó la cabeza en señal de «no sé qué hice, auxilio».
—Yo... ¿cómo era eso? ¿Lo besé?
—¡E-Eso lo sé, eso obvio, por eso te grité! ¡¿Por qué lo has hecho?!
Chanyeol todavía tenía esa mirada de cachorro confundido. Baekhyun quería patearlo.
—P-Pues es que dijiste que podía hacerlo con gente de mi edad y que me gustara...
Baekhyun apretó los labios y después un gritó de frustración salió de ellos.
—¡Sí! ¡Pero no así! ¡No a otros! ¡No me refería a un gustar de que te agrada... si no... si no...! —se quedó sin palabras.
¿Qué estaba haciendo? Todo el mundo los estaba mirando a través de la puerta. Estaba actuando como un novio celoso cuando en realidad no eran definitivamente nada y era muchísimo más estresante ya que significar algo todavía no podía entrar en la cabeza de Chanyeol. El alto todavía parecía demasiado aterrado por la reacción de Baekhyun; y Yixing, por otro lado, estaba ido, como si besarse con Chanyeol fuera la cosa más normal del mundo y eso preocupó a Baekhyun de sobremanera.
—¡Tú deja de besarte con los demás, ¿bien?! —le exigió.
Chanyeol se rascó la cabeza.
—Pero es agradable —se excusó.
—¡¿Qué...?! —Baekhyun tuvo que respirar un par de veces para no volver a gritar—. Yah. ¿Qué no aprendiste nada con ese estúpido libro? ¿Qué el tipo del libro no quería solamente besuquearse con la tal Ana esa o como sea?
—Charlotte —le corrigió.
—¡Por eso dije lo que sea!
—Pero él se besa con muchas gente y no hay ningún problema.
—¡Joder! ¡Entonces te voy a poner a leer la puta biblia maldita sea! ¡Besarse con mucha gente no es bueno!
Chanyeol se pasó las dos manos por el pelo peor de frustrado que Baekhyun. No comprendía su comportamiento.
—No entiendo esas palabras, ¡Baekhyun! —cayó de cuclillas hacia el suelo con una mueca de niño regañado—. ¿Exactamente por qué te importa...? —se preguntó más a sí mismo, pero Baekhyun logró escucharlo.
Y eso le hizo tener el clic. Exacto. ¿Por qué le debe de importar? Por un momento, y al darse cuenta del escándalo hecho, se sintió avergonzado. Se frotó el rostro y negó con la cabeza intentando espabilar las emociones negativas y poner a conciencia lo que era. Un beso no era nada. No tiene porqué hacer una guerra por eso. Calmándose, Baekhyun cerró los ojos.
Tenía que actuar maduramente.
—¡Pues no me importa, bésate con todo Exodia entonces! ¡A mí me vale!
Con eso último, y como todo un adulto, Baekhyun salió de la habitación dando fuertes zancadas.
Sus pies caminaron lejos por el pasillo mientras que su boca seguía expulsando palabras de molestia y enojo. ¿Por qué tuvo que darle esos libros a Chanyeol? Todo era un maldita culpa, de verdad. El prácticamente fue quien empujó a Chanyeol a la exploración y obviamente no podía guardárselo para él mismo por siempre. El alto tenía amigos, amigos más cercanos que el propio Baekhyun, claramente la información iba a compartirse.
Pero aun así le molestaba mucho. De alguna manera quería ser egoísta y divertirse con Chanyeol. Sólo él.
Cuando abrió la puerta, casi se tropieza con otra persona y estuvo a punto de decirle hasta de lo que se iba a morir, pero se dio cuenta que era Luhan quien tenía su rostro sereno, pero sus ojos estaban algo oscuros viendo fijamente detrás de Baekhyun.
—Negro —Luhan susurró y por un momento todos los pensamientos en su cabeza se detuvieron. Habló. ¿Negro?
Un segundo después, Baekhyun sintió un tirón de su chaqueta y se encontró con el pequeño Leo quien le tendió —con su rostro inexpresivo— una paleta igual a la que él se estaba comiendo momentos antes cuando veía como un juego de tenis la discusión entre Chanyeol y Baekhyun.
—Para el enojo —murmuró Leo—. Las paletas siempre me ponen de buen humor, puede que al señor Baekhyun también le ayude.
Se le quedó viendo un momento y luego pasó a ver a Luhan quien seguía mirando al pequeño con devoción. Algo dentro de Baekhyun se movió y un frío le recorrió la columna vertebral.
Aura negra.
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