I was looking at the silent sky
That reflects on the red-stained window
Then like a habit, I called out to you
There's no answer, I can't see you.

—Fire, TY.

Baekhyun solo había querido tener un merecido descanso después de un duro trabajo universitario, visitar algunas tiendas lujosas en Los Ángeles y curiosamente perder su virginidad en alguno de los clubes de la ciudad. Solo eso. No tener que lidiar con universos paralelos, brujas psicópatas, estudiantes bien parecidos con poder mágicos fusionados entre decenas de libros de ficción, ser algo así como el único capaz de descubrir los secretos de Exodia o demostrarle a un cierto gigante lo que es amar a una persona.

Y ahora viéndolo retrospectiva, cada una de las cosas que se había prometido al final de su semestre no se habían cumplido para nada o al menos como a él le hubiera gustado.

—Ya pasamos por esto —Jongin fue el primero quien se atrevió a acercarse—. Lo vamos a encontrar.

El polvo en sus pantalones convirtió la prenda negra en una gris. Las heridas en sus dedos todavía le punzaron porque no tuvo tiempo para curarlas, así que no se sorprendería que terminara con una infección que le dejara cicatriz. Las visibles y más demandantes ya las había atendido Yixing a la antigua, con agua y ungüento que alguna vez usó en el pasado cuando desconocía algunas cosas sobre sus poderes.

Al momento que Chanyeol se había ido, Eden dejó cualquier deseo en el olvido como si éste se hubiera esfumado con él. Su faceta estoica y sin expresión volvió, todavía siendo arrastrado por el suelo y martillando su cabeza con preguntas de los demás, al parecer había decidido callárselo todo y dejarse hacer. Aziel, a quien tampoco le había ido nada bien por su acción final, estaba más que calmado como si supiera exactamente lo que había hecho y así fue.

Todo fue hecho con un propósito y ese era el darle fin a todo aquello antes de que Eden cruzara la línea —aún más— y terminara por desaparecer lo que quedaba de Exodia. Su egoísmo había traspasado los límites incluso para un demonio y Aziel tenía todo el derecho de detenerlo costara lo que costara, según la ley de los dos bandos. Claro que esto solo se lo dijo a Jongin y este le pasó el mensaje a él, ya que no podía decirlo en voz alta porque si los Exodianos o las Allies se llegaban a enterar de la realidad, la consistencia ya no existiría más.

Aziel no se preocupaba aún si intentaban matarlos por lo que habían hecho, ellos eran seres supremos y al suceder solo regresarían a donde pertenecían con una misión fallida que no era más que otra alma sin rescatar (pero Aziel pidió que no le dijeran a nadie, como si Baekhyun tuviera contactos con el cielo o el infierno).

A fin de cuentas, el objetivo de Baekhyun se había cumplido y por lo que Aziel prometió, al regresar al mundo ideal, Chanyeol estaría insertado en él como si realmente hubiera nacido. El tema era que no estaban seguros de que Chanyeol lo recordara. Lo más posible, según la experiencia de Aziel, era que podría sentirlo como un sueño. Uno muy largo y malo. Jungsu, por otro lado, todavía tenía que descubrir qué tipo de Exodiano era y eso solo lo sabría al cruzar el portal. Si cruza, es un caso como el de Jongin y Baekhyun, si no puede, entonces tendría que morir para despertar.

Tan sencillo que sonaba, por la costumbre Baekhyun ya no aseguraba nada. No lo creería hasta verlo con sus propios ojos.

—Tengo tantas ganas de matar a Junmyeon. —Baekhyun soltó una expresión cansada cuando escuchó eso por parte de Jongin—. Es que, míralo. Para él Yifan ya no está, la mitad de sus aliados están muertos y no deja de repetir que fue su culpa que Leo saliera del edificio cuando ustedes se fueron.

—Alguien tiene que levantar a Exodia.

Jongin suspiró un poco agobiado por el todavía shock de Baekhyun. Apenas se movía y hablaba y tuvo que traerlo a rastras de regreso a donde todos se reunieron para volver. Jihoon ya había dejado todo listo.

—Baekhyun, sé que no es correcto pero —Jongin suspiró, sentándose a su lado—, si Leo no hubiera hecho eso entonces tú al saber que él era la luz de vida no hubieras podido usarlo para Chanyeol. Incluso tuvo que absorber parte de tu energía para conseguirlo.

—Así es.

—Y por lo tanto Eden se hubiera salido con la suya y habría tomado a Chanyeol consigo para llevárselo.

—Lo sé Jongin —Baekhyun colocó su mano en la pierna de Jongin y lo palmó dos veces—. Sé que Leo decidió por sí mismo, que no es mi culpa, que no teníamos ni idea que él era esa luz, que no hay nada que podemos hacer ya al respecto y que hay que enfocarnos en lo que provocó eso. Que no es mi culpa, pero aun así... —Todos tenían un rostro melancólico al momento de elevar su cabeza—. Pero aun así no está bien.

Jongin no tuvo que decir más con eso, las consolaciones estaban de más y ya que él conocía muy bien a Baekhyun, sabía que como cuando pasó con Jisoo, solo tendría que pasar el tiempo.

—¿Cómo nos vamos?

Los dos amigos levantaron la cabeza y percibieron la voz de Jihoon. La segunda preocupación allí era él, estaba al borde de la locura porque él aseguraba que Krystal iba por él y que había descubierto que asesinó a su hermana, dando consecuencia a que era el primero en querer irse. Y tenía razón. No había nada más que hacer allí, pero no habían definido si avisarían o no.

—Somos muchos —continuó el doctor—. Jisoo, Jungsu, Kyungsoo, ustedes dos, yo. No sé si Kasper merezca regresar.

—Encontrará la forma, nos vamos nosotros —confirmó Jongin y estaba listo para no aceptar alguna negación por parte de nadie—. ¿Kyungsoo ya despertó?

—La flecha no causó daños mayores, pero sigue inconsciente.

—Podemos cargarlo —Con un salto, Jongin se puso de pie—. Vámonos de esta mierda de lugar lo antes posibles.

Baekhyun asintió.

—Antes de...

—¡Oh, no Baekhyun! —Jongin elevó la voz hacia él—. Te callas y me sigues. No dudes que utilizaré la fuerza de ser necesario me importa una mierda. Además, entre menos tiempo tardemos mejor, ya sabes lo que dijo Aziel. Todavía hay posibilidad de que Chanyeol recuerde todo antes de que lo que tiene en la cabeza se cambie a lo que la vida le cedió. ¡Nos vamos ya!

—Sin decir n...

—¡Byun Baekhyun! ¡Nosotros también vamos a olvidarnos de todo esto en cuestión de tiempo!

—¡Pero ellos no! ¡Exodia no!

Con esa declaración, Baekhyun respiró con fuerza sacando finalmente algo de coraje que había estado manteniendo desde entonces. Jongin tenía la boca llena de razón, por supuesto que entendía todo aquello pero después de la destrucción no podía ser menos persona si se iba así como así.

—Sé que todos ellos quienes están aquí hicieron una cosa u otra y que es posible que no sean las mejores personas que conocimos, pero convivimos con todos lo suficiente como para sacar lo mejor de ellos y yo no me voy a ir sin verles la cara por una última vez. Y estoy seguro —granzó Baekhyun mientras se ponía de pie— que tú tampoco.

--

Baekhyun nunca supo qué clase de persona fue Yuri.

La vio de cuclillas con el rostro bañado en lágrimas mientras se limitaba a ver cómo Yixing y otros curadores movían los cuerpos hacia afuera para incinerarlos. Al parecer ella no estuvo completamente en la pelea, por lo que apenas y entendía todo, pero la pusieron al corriente entre rumores que surgieron que vendrían siendo suficientes.

—Baekhyun —Ella esnifó cuando lo vio acercársele—. Sooyeon está muerta. No sé cómo pasó, pero ella —apuntó a un cuerpo mientras se limpiaba la cara—. Ella ya no está y... —Se detuvo abruptamente.

Intentando soltar alguna sonrisa de consolación, Baekhyun no hizo más que hacer una mueca rara y el rostro de Yuri se llenó de tristeza pura.

—El chico fuego y el niño —pronunció ella casi con miedo a lastimarlo—. L-Lo siento.

Su pequeño cuerpo sufrió un espasmo y no pudo contener otro sollozo. Baekhyun se sentía llorar una vez más de tan solo verla y le afligía el no poder decirle nada. Que no se preocupara. Es como si la dejara desprotegida allí sola —aún sabiendo que se podía defender muy bien y que había hecho muchas amistades— por lo que la abrazó durante un tiempo hasta que se calmara.

—Regresaré a mi mundo —confesó Baekhyun sin más cuando Yuri intentaba sacarle los mocos que le había dejado en el hombro.

Los ojos de Yuri se agrandaron un poco, aunque luego se calmó al ponerse a pensar.

—Es donde perteneces a fin de cuentas —dijo triste—. Y sé que no hay nada más aquí que tengas que hacer.

Baekhyun movió su cabeza de abajo hacia arriba y se levantó.

—Buena suerte con buscar la paz, Yuri. —Y espero que mueras muy pronto, en caso que puedas despertar.

Ella sonrió como pudo.

—Espero que termines en un 'Y fueron felices para siempre'.

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—Qué cruel que no me elijas a mi para decir adiós.

Jongin elevó la cabeza para encontrar a Krystal colgada de un arco a unos dos metros de distancia hacia arriba.

—Las cosas ya se habían acabado contigo hace mucho —respondió Jongin, sintiéndose nervioso por el tiempo que quedaba y aún molesto con Baekhyun por su necesidad de despedidas.

—Qué grosero.

—Soy sincero.

A Krystal parecía no importarle realmente.

—¿Por qué no mueres? Tú sabes lo que sucede con nosotros y cómo puedes salir de aquí. Escuché que tu hermana murió.

—Me gusta estar aquí, ¿por qué querría volver a un mundo aburrido en donde ya tengo definido qué será de mí? Por lo menos aquí puedo hacer lo que me plazca.

—Tu madre se veía muy mal. —El tono de voz de Jongin sonaba en modo de reproche.

—No recuerdo lo que es una madre y no quiero saberlo.

Jongin soltó un bufido.

—Por eso nunca me gustaste.

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Yixing y Junmyeon fueron los menos afectados porque tenía más problemas que ellos yéndose de Exodia. A Baekhyun no le gustó cómo terminaban las cosas, pero no tenía más opciones que desearles lo mejor (y eso era que murieran lo más rápido posible). Se puso a pensar que podría visitarlo en el hospital, por lo que no se sentía tan mal dejándolos a la primera.

Cuando volvió a la hora estipulada para irse de Exodia, Jongin tenía el rostro sereno pero Baekhyun aseguraba que todavía seguía molesto con él.

En toda esa aventura hubo una y mil veces que Jongin se había enojado —con cosas muchísimo peores— y siendo mejores amigos hoy por primera vez no entendía del todo por qué se había puesto en un plan tan enojado. Y, cuando lo pensaba, todavía se aferraba a ese orgullo donde su decisión final fue la correcta.

Todos reunidos (Jungsu, Kyungsoo, Jongin, Jisoo, Jihoon y él) se miraron entre sí para darle inicio a lo que pondría fin a sus pasos en ese mundo alterno.

—Es un portal más pequeño, así que solo necesitamos de tu energía Jongin —Jihoon movió algunas rocas alrededor—. Dijiste que ya lo habías hecho antes, solo tienes que hacerlo una vez más.

Dando inicio, Baekhyun jamás había visto cómo se creaba. La primera vez que Jongin casi lo arrastra a uno ya estaba fijo en la pared, ahora lo veía desde cero y comprendió todo el esfuerzo que le debió haber llevado a Jongin. Entendía su estado cuando regresó a casa la primera vez, tan demacrado y flaco, la posición de posible drogadicción no se veían para nada disparatada viéndolo ahora.

La nube de gases fue creciendo primero como humo blanco que cubrió toda la habitación, fue sofocante hasta volverse negro y entonces puntos coloridos salieron de allí mientras se pegaban a la pared, creando entonces poco a poco lo que vendría siendo el portal. Esta vez era un color azul fuerte mientras que en centro se diluía entre verde y celeste.

Terminando, Jongin se vio agotado pero todavía de pie. Todos los demás tragaron frío y, con el peso en el ambiente, supo allí que fue el momento más real de su existir.

—Inténtalo primero. —Le dijo Jihoon a Jungsu con una voz fría. Las cosas entre ellos nunca quedaron claras.

No lo pensó dos veces cuando se acercó al portal y cerró los ojos. Se veía preparado pero la duda en sus ojos nadie se la quitaba. Luego, se dio media vuelta y encaró a Baekhyun.

—Sé que no cuenta para nada, pero me disculpo por todo lo que llegué hacer y les hice daño. Reconozco que no aceptarías un agradecimiento por el hecho de que Leo se haya sacrificado para salvar a mi hermano y lo acepto. Así que, por amar a Chanyeol y darle un oportunidad —Jungsu se inclinó, haciendo una reverencia—. Gracias.

Baekhyun solamente pudo asentir.

No hubo nada más, con el primer empujón hacia sí mismo Jungsu saltó por el portal y logró cruzarlo.

Era como uno de ellos.

Jihoon, sin nada más que agregar decidió irse por su cuenta por lo que les despidió con un simple 'No vemos' y saltó hacia él.

—Prefiero hacerlo solo. —Jisoo se autonombró el siguiente y contestó eso cuando Baekhyun le preguntó si quería que cruzaran todos juntos—. Si no encuentras a Chanyeol, búscame Byun Baekhyun.

Baekhyun puchereó cuando Jisoo cruzó sin nada más. Era posible que no se toparan de nuevo a menos que se buscaran, por lo que le dolió un poco cuando se fue así como así.

—Quién lo entiende —suspiró.

Kyungsoo soltó una media sonrisa.

—Yo lo entendí como una propuesta interesante —el fuerza dio un paso al frente, cojeando por la herida—. Soy el siguiente.

—¿No quieres cruzar juntos? —Jongin sonó sorprendido.

—Puede que no aparezcamos en el mismo avión, pero es muy probable que nos veamos en el hospital. Tu madre debe de confirmar el papeleo de que no estamos tan locos —Kyungsoo apretó los labios, pero no dejó la sonrisa a un lado—. Y si por algún motivo no nos volvemos a ver... Estoy feliz de haberte podido conocer.

Baekhyun vio cómo Jongin parecía tener mucho que decir, pero las palabras se le atoraban en la garganta y no salía nada más que balbuceos. Riéndose, Kyungsoo llegó a él y le picó en el estómago.

—Sé que esto está de más, pero trata de meterle un puñetazo cuando su boca esté floja —le pidió eso a Baekhyun.

—Lo hago seguido, no tienes de qué preocuparte.

Kyungsoo volvió a su lugar de inicio, dos pasos más cerca del portal.

—Te deseo lo mejor para que encuentres a Chanyeol.

Baekhyun vio que no estaban tan feliz como lo aparentaba y que esa sonrisa ocultaba bastantes cosas. La mirada del chico fuerza pasó finalmente a Jongin.

—Y también, con todo mi corazón, espero que puedas ser feliz Kim Jongin. Hasta pronto.

Por cuarta vez, alguien atravesó el portal y lo egulló por completo.

Con ambos solos y siendo los últimos, Baekhyun decidió ignorar la tensión que se había creado entre ellos para acercarse a un Jongin decaído. Le tomó el brazo sin todavía mirarlo.

—Debiste aceptar la oferta de Aziel para el cambio de orientación sexual.

—Pude hacerlo, pero cuando lo consideré Junmyeon ya había quemado sus cuerpos.

—Eso fue rápido. Me pregunto cómo los recibirán en sus hogares.

Jongin soltó una exhalación, el lugar se estaba poniendo helado y el portal disminuía su poder. Tenían que cruzarlo antes de que se redujera a algo menor y tuvieran que encogerse para caber por allí. Por esa razón, Baekhyun casi grita victoria cuando Jongin tomó su mano preparándose mentalmente para cruzar.

Nervioso, Baekhyun cerró los ojos para dejarse guiar por las cálidas y seguras manos de Jongin, pero cuando sus pies se propulsaron hacia el frente, la puerta de madera se abrió poco a poco interrumpiendo su viaje. Jongin soltó un sonido gutural en desconfianza y fue entonces cuando abrió los ojos, detrás de él el equipo sobreviviente de EXO se amontonaba en el umbral de la puerta al punto de casi tropezarse entre ellos mismos.

Todos se vieron algo confusos y avergonzados, Jongdae y Sehun se echaron la culpa mutuamente por ser sorprendidos y fue Junmyeon quien los separó para poder entablar una conversación.

—Vinimos a despedirnos —Junmyeon apenas podía sostener la mirada de Baekhyun por unos cuentos segundos. Mentiría si dijera que se veía bien, estaba fatal aunque intentaba mantener la compostura como siempre—. Lamento no haberlo hecho antes, estaba.... Indispuesto. Pueden visitarnos cuando gusten.

Sin saber exactamente qué decir, Baekhyun le agradeció a Jongin que fuera el primero en reaccionar. Entre el cruce de miradas, supieron que ellos no se habían dado cuenta de que los demás habían cruzado, por lo que se evitarían preguntas incómodas.

—Gracias —Jongin murmuró tratando de seguirle la pista a Minseok quien calmaba a Jongdae con un apretón en la parte posterior del cuello—. Sentimos todo lo que hicimos, muchas cosas pasaron por nuestra culpa.

—En realidad fueron más cosas buenas que malas —Minseok contestó—. Avanzamos más en todo el tiempo que ustedes estuvieron con nosotros que cuando ya no estaban. Las cosas suceden por algo. El hecho de que existan las Allies es un gran avance y todo es gracias a ustedes, los raritos del mundo ideal.

—Pero no entiendo —Ese fue Sehun, quien se agarraba del marco para no caerse por su pierna dañada—. ¿Por qué volver si se iban a ir tan pronto?

Ante esa pregunta, Junmyeon le mandó una mirada mordaz a Sehun, la cual le hizo retroceder. Baekhyun supo de inmediato —por todo lo que había compartido con Junmyeon— que esa pregunta se podía responder fácilmente por la 'muerte' de Chanyeol. Se sentía mal al no poder decirle más y se quedara con la idea de que todo estaba mal.

—Nuestra misión terminó —Jongin continuó sin mucha explicación—. Y si no nos vamos a ahora, es posible que ya no encontremos otro portal. Tuvimos suerte al obtener este.

—¿Por qué no dices nada? —Ahora fue Jongdae algo fastidiado, mirando a Baekhyun.

—¿Eh?

—Es posible que no nos vuelvas a ver nunca y solo estás allí mirando al suelo.

Era cierto. Baekhyun se había quedado quieto mientras jugaba con sus dedos, completamente ajeno a todo. Por un momento había pensando que sería más sencillo el irse sin verlos, pero ahora que estaban allí (entre muertos y bastante lastimados) no pudo evitar sentir un tirón en su corazón. En realidad les había tomado cariño, mucho y después de tantas pérdidas no quería sentir otra más la cual estaba justo frente a sus ojos.

—Uh...

—Oh no —Jongdae lo señaló al momento que soltó un sonido—. Nada de...

—¡No puedo creerlo! ¡Jongdae está llorando!

Con eso, Jongdae miró de un lado a otro y su rostro se tornó completamente rojo. Sehun le hacía burla mientras que Minseok le secaba las todavía no formadas lágrimas. Sin bien, Jongdae no lloraba, pero había un brillo en sus ojos y no pensó que fuera realmente eso. Baekhyun dejó escapar un bufido y se rio también, miró el portal que ya no soportaría más así que solamente se aventó sobre los chicos, abrazándolos los más que podía mientras que éstos se removían entre incómodos y sorprendidos.

Al separarse, Baekhyun siguió sonriendo.

—Debemos irnos —Baekhyun asintió hacia todos y luego miró a Junmyeon—. Buena suerte.

El ahora líder de Exodia le devolvió la sonrisa, deseándole lo mismo.

Sin mucho tiempo, Baekhyun volvió a tomar la mano de Jongin quien se despidió por última vez antes de voltear a verlo y reforzar el agarre entre sus dedos. Respiraron fuerte, el portal tenía ya los colores muy pasteles por lo que ni perdieron más tiempo y, a la cuenta de tres, saltaron.

Juntos.

Y renacieron.

--

Pudo haber sido por el tamaño del portal o incluso porque lo abordaron apenas unos minutos antes de que se cerrara, pero de lo que sí estaba seguro era de que no deberían estar en esa zona.

Baekhyun fue despertado con suaves caricias en su mejilla, su inconsciente le hizo creer que era Chanyeol quien le besaba el rostro porque el fuego se había acostumbrado a hacerle eso cuando despertaron juntos. Tenía una sonrisa boba y se reía por debajo, pero realmente se despertó hasta que sintió una mano darle con fuerza en la nuca sacándole un gemido de dolor.

Despabilándose y tratando de enfocar, lo que vio Baekhyun fue una lengua saliendo por una rendija y una respiración agitada y concisa. Un llorido le pedo en el rostro e hizo una mueca de asco cuando el olor le llegó a las fosas nasales, prendiendo su interruptor mental por completo y viendo que había sido un perro.

Un perro.

—¿Dejaste de soñar? —La voz de Jongin salió con un gruñido.

Baekhyun intentó acomodarse porque algo le estaba apuñalando la espalda. Dio con ese objeto en la mano y lo hizo a un lado. Era una maleta bastante grande con esquinas puntiagudas. Una luz le alumbró directo en la cara y la nitidez de la imagen desapareció poco a poco.

—¿Qué demonios?

—Bueno, estamos en el avión Baekhyun. —Jongin se escuchaba de malas, y Baekhyun no lo culpaba. Si se sentía tan mal como él y con esas nauseas del infierno, lo entiende—. Pero no dónde deberíamos estar.

Jongin alumbraba con la luz de su celular —¿cuándo lo obtuvo de regreso?— y parecía buscar algo en específico entre el montonal de maletas que había alrededor. El hedor a tela mojada y perros no ayudaba a su mentalidad, por lo que Baekhyun se colocó la manga sobre la nariz y se dedicó a mirar lo que hacía Jongin.

—¿Qué buscas?

—Debe haber una puerta en algún lugar.

Tuvo un extraño intercambio de miradas con el husky a un lado.

—¿Quieres que encontremos la puerta y subamos con los pasajeros así como así?

—No, quiero que finjas tener un problema mental para poder excusarnos, decir que desapareciste de mi vista por lo que fui a buscarte y entonces te encontré aquí. Conozco este tipo de aviones, demasiado grandes como para que eso pueda realmente suceder —Jongin empujó otra maleta al fondo y aulló de dolor cuando su rodilla dio contra un objeto metálico—. ¡Loteria!

Baekhyun estaba lo suficientemente exhausto como para quejarse.

Su amigo empujó todo lo que había alrededor y encontró una compuerta del tamaño suficiente como para que un humano cupiera por allí. La abrió con una fuerza descomunal, posiblemente la necesidad le ganaba al miedo y encontraron un agujero con escaleras.

Desconocía por completo las naves aéreas alemanas, pero siguiendo los pasos de Jongin lograron ingresar a otra puerta que daba hacia el exterior de la zona de equipaje. Jongin le tomó por los hombros y le comentó que iba muy en serio con eso de fingir demencia, así que antes que pudiera decir algo más si amigo empezó a gritar «Auxilio» hasta que una azafata abrió la compuerta, diciendo una palabra de sorpresa y llamando a sus compañeras.

Con el efecto que Jongin tenía en las mujeres logró en poco tiempo convencerlas de que su primo Baekhyun había sido tirado de pequeño por lo que tenía un daño irreversible en el cerebro, cosa que le hacía ponerse en peligro constante y abrir puertas que no debería. Él, como la mejor persona del mundo, se preocupó cuando desapareció de pronto y con su valentía no tuvo tiempo de informar su desaparición y se aventuró a buscarlo él mismo.

Una azafata lloró por eso y otra le acarició la cabeza diciéndole "Poor boy" es un inglés un tanto grueso, siendo que Baekhyun se tragó todas las miradas con la única intención de que los dejaran finalmente en paz para dirigirlos a sus asientos que —ya sin ser sorpresa— sí tenían asignados en un vuelo de regreso a Corea desde Alemania.

—Deberías ser actor.

—No fue tan difícil, lo que dije no está muy fuera de la realidad.

Eso fue lo que dijo Jongin antes de acurrucarse con una manta y quedarse dormido de inmediato en su asiento.

--

El aire del aeropuerto era tan fresco aunque se mezclara con comida rápida, el olor a rosas de una perfumería y a los pies de cientos de viajeros quienes se quitaban los zapatos para subir a un avión. Incluso la tiendas de panqués y el extintor en donde se había quedado por ver con Jongin la primera vez que supuestamente se irían a Los Ángeles seguía allí. Exodia tenía un olor tan tierroso y seco que había olvidado cómo era que su mundo manejaba una mezcla de olores artificiales que muy en el fondo había extrañado con locura.

Esta vez, nadie los recibió en la entrada. Jongin le había dicho que su teléfono apareció en su bolsillo por lo que buscó algún rastro que les dejara pistas sobre dónde empezar. Aparecer y desaparecer personas en el mundo no era algo que se podía hacer a la ligera, entre palabras Aziel les había dejado en claro que siempre había un efecto mariposa y que con la inserción de Chanyeol así como podía cambiar el color de calzoncillos que utilizaba una persona, también pudo haber creado la tercera guerra mundial.

—Por lo que veo en mi teléfono todo luce normal —Jongin lo apagó y guardó en su bolsillo—. Tengo fotos contigo y sigo siendo tan millonario como siempre, no hay problema.

—¿Que hay de tu madre?

—Tengo cincuenta mensajes sin leer de ella y el primero que vi fue preguntándome sobre cómo se me ocurría escapar de Alemania, así que creo que está bien.

Baekhyun cerró los ojos y repentinamente comenzó a temblar. Posiblemente eran los estragos de cruzar un portal y el jetlag, pero sabía que su principal fuente de pavor era que corrían contra el tiempo desde ya y tenían que buscar alguna pista que depare en Chanyeol si es que en serio funcionó lo que hicieron. Jongin le dijo que debían primero asegurarse de llegar a casa porque Jongin había visto a su madre hace unas tres semanas o poco más, pero para Baekhyun había sido casi medio año que en realidad se reducía a dos semanas.

En su mente solo repetía una cosa: Park Chanyeol. Park Chanyeol. Park Chanyeol. En una servilleta escribió antes de bajar del avión los puntos claves de Exodia y Chanyeol antes de olvidarlo por completo, así que no podía darse el lujo de perder más tiempo.

—Préstame tu teléfono —Se lo pidió a Jongin al mismo tiempo que caminaban fuera de la sala de espera y salían finalmente al aeropuerto en sí—. La única pista que tenemos es su nombre así que lo único que podemos hacer por ahora para encontrarlo es buscarlo en línea. No sé qué tantos Chanyeols haya en el mundo, pero no creo que deba de...

—Lo encontré.

Ante eso, Baekhyun detuvo abruptamente su paso y poco a poco alejó la mirada del celular. Jongin se había quedado un par de pasos hacia atrás y miraba hacia arriba con una mueca similar a cuando llegaron a Exodia por primera vez.

—¿Qué?

—Encontré a Park Chanyeol.

Con lentitud y algo de miedo, Baekhyun giró su cabeza hacia donde Jongin miraba y el celular cayó de sus manos con un fuerte ruido, importándoles a ambos muy poco si se dañó o no. El corazón de Baekhyun tocaba en su pecho como un tambor, iba tan fuerte que sentía que en cualquier momento se pararía y le causaría la muerte. La boca se le puso seca y cuando Jongin se le emparejó, Baekhyun agradeció que estuviera allí para poder agarrarse de algo.

Justo frente a sus ojos, en una lona extendida de cinco por siete metros se encontraba esa sonrisa deslumbrante con el cabello castaño y más maduro que antes. Se veía solamente de los hombros hacia arriba, pero Baekhyun casi podía adivinar que la marca de ese atuendo era Gucci y que la loción que promocionaba costaba tres veces su matrícula de la universidad.

—Es una celebridad —Jongin remarcó, como si no fuera ya lo suficientemente obvio—. Park Chanyeol nació como un artista.

Con el tiempo en marcha y los recuerdos diluidos, lo único que hizo fue quedarse con la boca abierta.

--

—Puedes tratar de enviarle un DM.

Jongin gimió cuando un cojín lo golpeó en el rostro, casi haciendo que su bebida se derramara en toda su ropa. Cuando salió de la noción estaba a punto de regresarle el cojín a Baekhyun con una fuerza brutal que hiciera más daño, pero se calmó por lo consternado que se había quedado.

—Tiene quince millones de seguidores, no va a leer mi mensaje entre los miles que le llegan al día.

Las cosas no había cambiado tanto con la inserción de Chanyeol en su mundo, por lo menos no en sus vidas. Jongin seguía siendo tan millonario como siempre, su madre todavía creía que se habían fumado algo raro en Los Ángeles y le pidió que la próxima semana tuvieran un chequeo psicológico por si las dudas. Por su lado, en su casa las cosas seguían tranquilas, aunque sorpresivamente su hermano los visitaba a menudo y ya no estaban tan peleados.

Ver a sus padres después de tanto tiempo lo conmovió mucho, había abrazado a su madre como nunca y su padre se sentía exhausto por tanta muestra de cariño. Claro que eso duró alrededor de una hora hasta que se encontró nuevamente con Jongin en su casa para continuar con algún plan entre manos. Su pensamientos no eran muy optimistas, pero Jongin casi parecía seguro que se lo podría encontrar cuando fuera.

Se informó de arriba hacia abajo sobre quién era Park Chanyeol. Su biografía lo contaba como un famoso actor de veinticuatro años quien, aún con su corta edad, tenía un largo historial de películas desde que tenía seis. Había actuado desde comerciales hasta famosas películas estadounidenses, tenía talento para la música que incluso iba por su segundo álbum completo. Su familia vivía en la isla Jeju para evitar el abuso de los fans de Chanyeol mientras que él tenía un departamento en un lujoso edificio en Seúl. No había historial de citas e incluso había una nota de hace dos meses sobre la posible homosexialidad del actor, pero nada se había confirmado y la noticia se había quedado rezagada en puros rumores.

Sobre su personalidad, Baekhyun lo definiría —por lo que veía en las entrevistas— que era un revoltijo entre el Chanyeol torpe y el líder, alguien quien visiblemente se ve confiable pero que no es tonto para nada. Se veía tan adulto y exitoso que la autoestima de Baekhyun se había sentido floja por momentos.

—Aún si hubiera algo que solo él y yo compartimos —Baekhyun dejó el celular en la mesa de café de la habitación de Jongin y se acostó boca abajo sobre el sillón—. No hay cómo hacer que lo lea. Ha de tener el autoborrado de mensajes en línea.

—Va a tener un concierto mañana por la noche —compartió Jongin con los ojos metidos en su computadora. Sus dedos no paraban de teclear—. Es un evento privado, no irá mucha gente, parece ser algo benéfico. Ahí lo tienes, solo tienes que encararlo y listo.

Baekhyun se quedó en su lugar.

—¿Y tú cómo sabes eso? —Su voz sonó opaca por estar boca abajo.

—Recuerda que mi familia es una de las más famosas en el ámbito médico —gruñó Jongin, tomando un sorbo de su té—. Y la beneficencia será con el departamento de oncología. No de mi hospital, pero sí de un colega de mi madre.

Ladeando la cabeza, Baekhyun miró a Jongin con el rabillo de su ojo.

—¿Y puedes hacer que vayamos?

—No, mi madre me dio el rotundo no. Con este efecto mariposa parece ser que mi yo alterno se lío con la hija del señor ese y no me quiere ver ni en pintura. Apenas y ella contuvo los contactos con él, no quiere arriesgarse en perder las palancas. Pero —Jongin agregó cuando Baekhyun le levantó el dedo de en medio sin más—, puedo y estoy en la tarea de saber en dónde vive Park Chanyeol. Rentaré un par de noches el departamento más cerca del suyo y tú solo tienes que hacer tu magia o lo que sea.

Baekhyun no dijo nada por un tiempo considerable y Jongin bufó algo ofendido. Se arrastró hasta donde estaba Baekhyun para luego aventarse encima de él, sacándole un jadeo por el dolor en su espalda y entonces Jongin pasó sus manos por los costados de la cabeza de Baekhyun, tratando de levantarle la cabeza. Las facciones del más bajo se estiraban y dolió cuando encajó los dedos en sus fosas nasales.

—¡Suelta!

—¡No lo haré hasta que digas 'Muchas gracias Jongin, eres el mejor' Rápido! —El moreno aplastó a Baekhyun con su propio peso.

Las manos de Baekhyun apenas y alcanzaban a rozar los costados de su amigos, por lo que solo se removió como animal atrapado en una trampa.

—¡Me pasé todo el día intentando conseguir esa información y me lo agradeces con nada!

—¡Gracias! ¡Gracias! —cedió Baekhyun.

En realidad no era que no lo sintiera, pero sus pensamientos lo habían absorbido al punto que perdió el tiempo exacto y no esperaba que Jongin atacara tan de pronto.

Jongin parecía satisfecho con eso, pero siguió molestándolo más. Conociéndose, ambos sabían que las peleas físicas entre ellos antes eran a diario, pero hubo momentos en que se habían mantenido en distancia. Tenían más de veinte cumplidos, pero todavía se arreglaban de esa manera.

—¡No es buena idea restregar tu pene en el trasero de tu amigo homosexual!

—Ooooooh, ¿estás tan desesperado por Chanyeol? ¿Te estoy provocando una erección?

Ambos pelearon por varios minutos más hasta que el secretario oficial de la madre de Jongin entró a la habitación algo curioso por los gritos. Venía a asegurarse de que todo se encontrara bien, pero en sí lo que se encontró fue a Jongin sobre un Baekhyun quien se había logrado enderezar, pero la postura se había vuelto más sexual y cualquiera pensaría cosas raras considerando sus respiraciones y la ropa desarreglada.

Cuando Jongin capturó la mirada del secretario, éste no reaccionó completamente mal, pero se dirigió a una estantería cerca para entonces sacar una pequeña pistola de agua dándole directamente a Jongin.

Por el repentino ataque, éste se separó de Baekhyun tosiendo por el agua que se le metía a la boca.

—¡¿Qué ocurre contigo?! —gritó Jongin cuando el secretario guardó el arma al terminar.

El secretario lucía jóven, estaba en sus treintas y era otra persona nueva en el mundo por el cambio. Jongin no lo conocía bien y Baekhyun mucho menos, pero apenas al hablar se escuchaba como alguien bastante sensato y serio.

—¿Lo olvidó Joven Kim? La Dra. Kim me comentó que cuando lo viera intentar algo con el Joven Byun lo detuviera sin pensarlo. La amistad es demasiado preciada como para arruinarla, sin recordar el pasado, procure no terminar como con el Joven Do que casi corta con las amistades de su madre.

Jongin estaba a punto de rechistar, se le veía en la cara el enfado. Sin embargo, no puedo hacerlo cuando escuchó la última oración.

—¿Qué?

El secretario les ofreció un par de toallas para secarse e incluso un pañuelo para él mismo, se había salpicado algo en su traje formal. Cuando terminó con el secado por completo, ese hombre los miró de nuevo.

—Lo siento Joven Kim, no pensé lo que decía. No volverá a pasar.

Sin más, se dio la vuelta con una reverencia y desapareció por la puerta dejando detrás un silencio. Baekhyun pasó sus ojos por un momento a Jongin, quien se había quedado confuso y estático. En realidad él ya ni recordaba a Kyungsoo, de hecho apenas y tenía una tenue idea de cómo era, pero el recordar a los Exodianos dependia de cuánto afecto les habías agarrado por lo que aseguraba que Jongin todavía se sentía algo vivido con Kyungsoo (aunque había olvidado su nombre).

—Oh vaya —Baekhyun rompió el silencio y una risita le salió por la boca—. Parece que el Jongin de ahora es bisexual. Enhorabuena, amigo mío.

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El capítulo quedó largo, así que lo dividí en dos. ¡La siguiente es la última parte, luego epilogo y se acabó!

¡Gracias por leer!