Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14




—Hey, ve despacio.

La persona detrás del volante sonrió hacia él sin una pizca de inocencia. Las calles estaban húmedas y solitarias, definitivamente tener un viaje aventurero a las dos y media de la mañana no estaba en sus planes, pero su novio parecía demasiado feliz como para detener su encuentro.

Miró por la ventana, sacando uno de sus brazos para sentir la brisa nocturna. Hacía frío, el vapor ya era visible a través de sus labios. Su nariz se entumeció y tuvo que sorberla para evitar que se escurriera. Se encogió al sentir una mano colarse por debajo de su ropa y una pequeña risa se apoderó de su boca. Aunque sus oídos estuvieran cubiertos por sus audífonos, el toque era suficiente para darse cuenta que su compañero pedía su atención. Bajó el volumen de la música que se reproducía en su celular.

—Concéntrate en el camino —lo miró con el rabillo del ojo, un brillo en los ajenos le hizo estremecerse—. ¿De verdad no puedes esperar hasta llegar al departamento?

—¿Siendo tú? Claro que no.

Rodó los ojos, pero la sonrisa no desapareció. Aunque las intenciones fueran buenas y la diversión pasajera fuera brutal, era entretenido. Le gustaba.

Su cuerpo rebotó de arriba hacia abajo cuando se desviaron del camino, entrando en el territorio de un estacionamiento cerca de una tienda abierta las veinticuatro horas. Se recostó de nuevo sobre el asiento y cerró los ojos, frunciendo la nariz cuando el olor a cigarrillo llenó el vehículo.

—No fumes aquí dentro —se quejó.

El más alto lo miró apenas, sus manos ocupadas en guardar su encendedor y apagar el coche. Ese chico abrió la puerta, dispuesto a salir, pero antes de eso se quitó el cigarro de la boca y procedió a plantar un largo y profundo beso en su boca, explorando dentro de ella e impregnando el olor.

Suspiró al separarse, había una pícara sonrisa en sus labios mientras que su cuerpo ardía.

—Ve a comprar tu mierda y vuelve aquí.

—Sí, sí —el chico le guiñó el ojo, saliendo del auto y mirando después detrás de la ventana cuando cerró la puerta—. Tú asegúrate de llenar el tanque en la gasolinera de enfrente —señaló el lugar pasando la avenida—, y después vuelve por mí, lindo.

Hizo una mueca.

—¿Por qué tengo que ir yo? Te esperaré y entonces iremos los dos.

El otro dio un par de golpecitos en su cigarrillo para tirar las cenizas.

—Gastamos tiempo. Es mejor que ambos nos ocupemos de lo que falta por hacer antes del sexo, ¿por qué estás tan gruñón?

No tuvo palabras para eso, muy en el fondo odiaba que se comportara así, pero no había mucho qué hacer. Se arrastró hacia el asiento piloto, encendiendo el Audi. No le gustaba manejar, hace tiempo había intentado aprender, pero simplemente no era para él. Ni siquiera sus padres le confiaban el auto que tenían y su hermano mayor le prohibió acercarse a su camioneta desde ese pequeño incidente en donde casi atropella sin querer a su hermana pequeña frente al porche de su casa —en su defensa, ella estaba jugando muy pegada al suelo como para darse cuenta. De todos modos, cruzar la avenida no era nada y prefería que las cosas terminaran ya para volver al departamento y jugar el rato libre que le quedaba en el fin de semana.

—Con cuidado, la pintura es nueva. —Vaciló un poco ante las palabras—. Oh, vamos. ¿Entonces te llevo?

—No, está bien.

—Bien —con eso, su novio simplemente le guiñó el ojo dirigiéndose dentro de la tienda.

Como fuera, logró encontrar la palanca para retroceder y lo hizo con éxito. Giró el volante hacia la derecha y entonces procedió a moverlo hacia delante quedando en la orilla de la calle. La música de Sleeping With Sirenes llegó a él, justo en sus orejas lo que hizo que se desconectara del mundo. Tarareó, moviendo los dedos al ritmo de la música mientras que poco a poco podía sentir que el camino se convertía en un vídeo musical, vivaz, lleno de energía y tan intenso como Left Alone en su punto clímax.

Sin embargo, lo intenso no sólo terminó en eso.

Tal vez él se equivocó en desafiar a la intuición, tal vez debió darse cuenta que una acción tan sencilla como cruzar la calle sin mirar la luz roja latente podría no ser tan sencillo como parecía.

Porque hay un golpe en su frente. Uno, y ese otro más. Esos que lo descarrilan del camino y que no logra evitar porque, antes de que intente hacer algo al respecto, ya está volcado y con su fino aliento a punto de terminar. Y hay gritos llamando su nombre, desesperados, pero único que él logra hacer es cerrar sus ojos.

Y renacer.

---

El área Ceniza no era un completo caos, pero sí que había mucha movilidad. Baekhyun miró aquí y allá, mirándolos correr listos para enfrentarse a las Hecks y poniendo en riesgo sus propias vidas para luchar por su lugar. Por su hogar.

—Tengo que —dio un par de pasos más hacia delante, pero Yuri lo soltó, poniéndose enfrente de él.

—No, no, no —Yuri tomó su brazo, pero apenas y hacía presión—. ¡Conozco una planta en donde puedes esconderte! ¡Vamos, no luches!

—No lucharé —suspiró, sintiéndose un poco irritado dado a que la chica brincaba por todo su alrededor—. Pero de todos modos tengo que ir con mi equipo para ver qué harán conmigo. No puedo quedarme aquí. Además, ¿por qué estás tan nerviosa?

Yuri se mordió el labio.

—¡Ya te lo dije! ¡Hoy no habrá piedad!

—Nunca hay piedad.

—Sí pero... pero —la chica gimió, trotando a la altura de Baekhyun—. ¡En serio, escóndete! ¡No con ellos! ¡Ellas sabrán dónde estás si te quedas con ellos! ¡No son tontas!

Baekhyun no dudaba eso. Las Hecks habían demostrado un intelecto mayor al de ellos, casi al punto de sacarlos de la jugada, pero aun así esas chicas tenían debilidades como cualquier otro ser. Obviamente esas debilidades dependían de cada una de ellas y aseguraba que eso solamente podía beneficiarlo si estaba con alguien quien conociera a la especie... aunque bueno, eso se contradecía un poco debido a que Yuri, de hecho, ganaría ese puesto.

Aún así no era del todo confiable. Baekhyun no quería meterse en problemas, prefería seguir al rebaño que hacerse daño a sí mismo o cometer alguna estupidez en el proceso. Su torpeza seguía encendida y ahora que no tenía a Chanyeol las cosas podían no ser tan fáciles como antes.

Pero tenía que confiar en sí mismo y en las responsabilidades que se había otorgado. De paso, sabía que probablemente era un debilucho y una persona muy torpe, pero la motivación —a diferencia de la de antes y ahora— estaba en un punto alto, ya que su vida no dependía sólo de sí mismo, sino que mucha gente detrás de él haría lo imposible para defenderlo y debía hacer algo al respecto. No entendía el por qué, aunque estaba temblando de miedo, todavía necesitaba hacer algo. Y lo iba a hacer.

—No... —Por algún motivo Yuri cayó al suelo cuando la mirada de Baekhyun volvió a ella. La chica lo miró con la misma intensidad, pero con dos sentimientos diferentes—. Escóndete, Baekhyun —lo intentó por última vez.

—Lo siento —Baekhyun negó con la cabeza—. Me he cansado de hacerlo.

El equipo de EXO había quedado de verse cerca del área de Vida. Baekhyun aprovechó darle un vistazo a Leo para ver cómo había estado durante las últimas horas, pero Yixing le mencionó que seguía igual. Por lo menos no estaba en peligro y eso era lo que le preocupaba. Luhan no ayudaba mucho, su mirada estaba fija en él y cuando cruzaban los ojos podía sentir algo recorrer toda su columna vertebral, pero el rubio no hacía nada más allá que mirar alrededor, pegado a una pared y preparándose mentalmente para la pelea.

Todavía tenía preguntas, por lo que decidió ir junto a él para ver si podía sacarle algo. No obstante, cuando llegó a su lado, parecía todo menos accesible a abrir sus ojos. Pero por lo menos Baekhyun sabía que lo estaba escuchando.

—Negro —murmuró, pegándose a la pared junto con Luhan y mirando cómo era que Jongin practicaba—. ¿Aún no vas a decirme a quién te referías? ¿O a qué?

Como era de esperarse, Luhan no respondió, sin embargo, sí abrió sus ojos mirando justo en la misma dirección en donde lo hacía Baekhyun. Los gritos y jadeos hacían eco en la sala, por un lado las peleas entre los del área Físico donde se incluía su mejor amigo junto con Tao y Kyungsoo; por otro lado estaban los Elementales, cada uno entrando en su propio mundo, menos Junmyeon, quien estaba teniendo una mini junta con Yifan quien parecía más que todo cansado. Con el rabillo del ojo Baekhyun volvió a mirar a Luhan.

—He escuchado que nunca fallas —dijo tomando una respiración—. Así que si tuvieras que decirme qué tipo de aura tengo yo ahora, ¿cuál sería?

Sin comentarios. Le estaba empezando a sacar arrugas.

—¿Podrías decirme algo? No sé cuál es tu propósito con callarte cuando puedes hablar. A veces pienso que eres más dañino que de ayuda para el equipo —tragó saliva cuando la mirada de Luhan lo apuñaló. Bien, eso no era lo que quería decir, pero por lo menos hubo un cambio—. Quiero decir, sabes cosas importantes como si vas a morir o no. ¿Por qué no usas eso a tu favor?

—Es molesto.

Baekhyun volteó precipitadamente hacia él. Lo había logrado.

—Cambiar el destino —Luhan respiró—, no es posible. Y si lo intentas —hubo un momento en silencio, el corazón de Baekhyun latió con fuerza—. Saldrá peor a lo que tú esperas —fue lo último que dijo en el mismo momento que su mirada viajó hacia el frente y juró que pudo ver cómo era que su objetivo era Kyungsoo.

Frunciendo los labios, Baekhyun sorbió su nariz y suspiró con fuerza. Eso no lo tranquilizaba, seguía algo preocupado y ver por la ventana cómo las Hecks se acumulaban cada vez más y más tampoco era de ayuda. Por lo que sabía faltaba ya menos de media hora para que todo empezara.

No pudo sacarle más información a Luhan debido a que Junmyeon llamó a todos para poder hablar sobre su plan. Los once chicos se acumularon alrededor de un par de mesas que habían sido pegadas mientras que todo un plano de Exodia se expandía sobre éstas. Había líneas por todo el lugar, lugares marcados con rojo y otros con azul, algunos cuantos con negro. Baekhyun apenas había podido ingerir todas las palabras de Junmyeon, su lenguaje era muy avanzado debido a que hablaba sobre algo relacionado con la circunferencia exacta para poder dar una vigilancia adecuada, o el cómo debería Jongdae esperar para que las nubes —o el intento de ellas, Baekhyun todavía no estaba seguro de lo que eran— pudieran llegar al punto máximo y entonces revolver todos los poderes Elementales para hacer un caos y ganar ventaja contra las Hecks. Lo que sí le interesó y era importante para él fue el cómo Jongin tenía que estar yendo de un lugar a otro en donde EXO estaría rezagado. Aunque se le había otorgado permanecer junto a Baekhyun y Kyungsoo, todavía debía visitar durante unos minutos a los otros chicos por si las cosas se ponían feas. Por último, era que el área de Vida sería excluido de la pelea, al parecer los sanadores lograron hacer una capa de fuerza con ayuda de algunos telequinéticos, por lo que Baekhyun podía sentirse tranquilo con respecto a la seguridad de Leo y Chanyeol. Por otro lado, Jisoo se quedaría en la habitación junto con un puñado de fuegos alrededor. Todo según el plan.

Baekhyun no dijo mucho. De hecho, no tenía demasiadas preguntas. En sus conclusiones el plan básicamente era algo así como proteger-a-Baekhyun-pero-no-tanto y ese 'no tanto' era principalmente para los demás. Cuando la mini junta acabó, todavía quedaban quince minutos y fue cuando a Baekhyun se le vino a la cabeza lo importante.

—¿Y Chanyeol? —preguntó casi al aire, en el momento que todos se habían alejado. Sin embargo, Yixing había logrado escucharlo.

—Aquí —señaló por el pasillo, en las puertas donde se encontraban las habitaciones—. Estaba en su habitación, pero decidimos ponerlo aquí ya que estaría más cerca de la base y seguro. Hace unos minutos le empecé a dar el sedante para que se esté quieto, juro que casi me muerde cuando me acerqué a él con la aguja.

—Recuérdame por qué debes sedarlo.

—Porque es impulsivo y probablemente haría hasta lo imposible para salir de la cama y luchar —a su lado, pudo ver cómo desde las sombras Jongdae aparecía con su fiel flequillo sobre el rostro. Casi podía jurar que llevaba una capa puesta, pero eso sólo era parte de la imaginación de Baekhyun—. Ya sabes Yixing, si necesitas que alguien lo duerma, aquí estoy yo dispuesto —movió sus dedos con delicadeza, creando una leve electricidad entre ellos.

Su aura era sombría. Podría jurar que si le preguntaba a Luhan qué color tenía, apostaría a un rojo carmesí intenso. El chico se movía por todo el lugar, casi inquieto. De hecho, todos parecían así: queriendo poder sacar todo el poder que tenían, esas ganas de luchar para dejar que lo instintivo tuviera prioridad. Claro, por lo menos la gran mayoría. Yixing tenía su serenidad y Luhan seguía tieso, probablemente ellos eran los que menos se metían en peleas.

—Bueno. ¿Puedo ir y ver a Chanyeol?

Yixing levantó la vista hacia él y enarcó una ceja.

—Estoy seguro de que si te digo que no de todas maneras irás así que...

Baekhyun sonrió y palmeó el hombro de Yixing.

—Gracias amigo.

—Sí... Y Baekhyun —volteó hacia él—. Asegurate de que cuando salgas la puerta tenga pestillo. No sabemos con exactitud cómo es el organismo de un fuego, pero por lo menos si se despierta antes estoy seguro de que no puede derretir las puertas.

Levantó su mano e hizo un saludo militar hacia él. Sí, coronel.

---

La habitación en donde Chanyeol estaba era relativamente grande y cómoda. Además de la cama queen , tenía una salita y un baño propio. Parecía más un hotel que una habitación de hospital —extraño, ya que ni un hospital era— y, si le dieran la tarea a Baekhyun de quedarse allí durante doce horas, lo haría con gusto. Aunque todavía lo haría más si el gigante estuviera en sus cinco sentidos, cosa que no pasaba.

En pocas palabras lucía un poco como mierda.

Por suerte, o por lo menos para Chanyeol, sí que había mejorado. Ya no tenía suelto el estómago y tampoco necesitaba ir al baño cada diez minutos. Su temperatura había bajado, por lo menos a lo normal para un fuego, y con lo único que tenía que lidiar ahora era con un resfriado que casi le llega al cerebro. Apenas podía enfocar la vista y, si se llegaba a levantar, normalmente en dos de tres caía al suelo por el mareo.

Bueno, Baekhyun sabía eso porque leía las notas de Yixing. A su lado, con una lamparita encendida, estaba Chanyeol con los ojos cerrados y una venda en la frente. Había tratado de hacer ruido al entrar aunque, si estaba sedado, ni el grito más ensordecedor lo despertaría. Aun así Baekhyun decidió mirarlo en silencio, contemplando ese rostro que no había visto en mucho tiempo.

Le había extrañado, claro que sí. Ahora que lo veía, Baekhyun sentía que sus hombros se relajaban más al punto de sentir algo de paz con ayuda del silencio dentro de la habitación.

—Baekhyun.

El chico abrió los ojos al escuchar la rasposa voz. Al principio creyó que era su imaginación, pero bastó que los ojos de Chanyeol se abrieran poco, poquísimo, apenas una pequeña rendija donde tendrías que acercarte mucho para darte cuenta que los tenía abiertos. Pero él sí se dio cuenta y se acercó a él, sentándose en el taburete al lado de la cama.

Con una sonrisa, Baekhyun habló.

—Hola, ¿no deberías estar durmiendo?

Chanyeol abrió y cerró los ojos un par de veces.

—Me muero de sueño.

Baekhyun se rió y acarició inconscientemente la extensión del brazo de Chanyeol, el cual metió bajo las sábanas para arroparlo mejor. Probablemente toda la dosis del medicamento no llegaba a Chanyeol aún. El más alto había gemido ante la acaricia, el contraste de temperaturas seguía siendo un tanto elevado.

—¿Cómo te sientes? —preguntó. Por algún motivo Baekhyun se había quedado sin palabras. Bastaba mirar a Chanyeol para sentirse completamente a gusto.

—Casi no siento nada pero... —Arrastrando su mano por debajo de la sábanas, Chanyeol logró sacarla y tocar la mano de Baekhyun—. Pero estás aquí, Baekhyun.

Chanyeol parecía incapaz de apretar su mano, las fuerzas eran lo primero que se debilitaba, así que Baekhyun decidió tomarla en su lugar. Apoyó sus codos en la cama y acercó la mano de Chanyeol a su mejilla. La calidez del alto era rejuvenecedora, Baekhyun podía sentir cómo sus ánimos subían —así como su ritmo cardiaco— en el momento que muy apenas los dedos de Chanyeol lograban moverse en un intento de acariciar su mejilla.

—¿Estás listo? —le preguntó Chanyeol—. ¿Podrás hacer esto?

Baekhyun apretó los labios y le envió una mirada de seguridad. Aunque era una fachada.

—Creo, he practicado mucho. Además, todos los chicos me apoyarán cuando lo necesite, así que creo que estaré bien.

—¿Crees? —salió en un susurro.

—Es sólo que... —Baekhyun parpadeó, sus párpados también se sintieron pesados. Toda la situación era perfecta para acostarse junto a él y descansar—. Es extraño. Hacer esto sin tu descomunal altura u orejas grandes. ¿Quién se encargará ahora de estar al tanto de los sonidos agudos? Hacerlo sin ti... no me gusta.

El más alto suspiró, moviéndose más cerca de Baekhyun.

—¿Tienes miedo?

Por algún motivo, Baekhyun sintió unas extrañas ganas de llorar.

—¿Baekhyun? ¿Qué pasa...?

—Es que —sacudió la cabeza y rió—. No sé, parece una película en donde nos estamos despidiendo dramáticamente. Algo así como las últimas palabras antes de morir.

—No sé qué es una película, pero estoy seguro de que quiero abrazarte. Ven aquí —Chanyeol no hizo ningún movimiento brusco, pero logró moverse más y dejar un espacio para Baekhyun. Éste sonrió, no esperando más de dos segundos para meterse dentro de la cama y posar su mentón sobre el hombro de Chanyeol mientras que envolvía sus brazos sobre el derecho de Chanyeol—. Sácalo todo.

Baekhyun estuvo por decir algo como '¿La ropa también, eh?', pero tal vez no era el momento indicado. Decidió mejor inhalar la dulzura de Chanyeol —que era así como un revoltijo de eucasol y shampoo— y dejó que sus palabras fluyeran.

—No lo sé. Yo... también me siento algo inquieto, en momentos me siento preparado y otros no. Es como si tuviera toda la emoción pre-pelea, pero cuando inicia, es paralizante. Quiero luchar, quiero pelear y ayudar a lo demás. Pero a veces, quererlo no es suficiente.

—Es suficiente, Baekhyun...

—No, no lo es —suspiró—. ¿Qué tiene de bueno querer cuando no puedes hacer algo al respecto para ayudarlo?

—El querer es suficiente. El que me quieras es suficiente para mí.

Baekhyun sintió una avalancha de sensaciones. De entrada, sus mejillas se sonrojaron. Por algún motivo esas palabras se incrustaron en su estómago, expandiéndose por todo el cuerpo.

Y es que no estaba seguro. No estaba seguro a qué se refería. O tal vez sí, pero no podía verlo.

—En caso de que me quieras, creo. No estoy seguro de lo que es eso todavía, pero si debo de elegir, yo podría decir que te quiero.

Eso fue el tope de la ternura. Joder, ¿a quién engañaba? Por supuesto que le quería. Mucho, mucho, mucho.

—Yo también te...

Las palabras de Baekhyun fueron omitidas por el sonido de las alarmas. Ese chirriante y espantoso sonido que anunciaba que las Hecks ya estaban entrando, que debía irse y que tenía que ponerse en marcha para sobrevivir.

Chanyeol parpadeó con suavidad. Parecía luchar contra el sueño. Baekhyun pensó si era adecuado decir lo que tenía pensado decir pero, ¿qué si Chanyeol no lo recuerda? Estaba sedado y se sentiría como mierda si eso llegara a pasar. El alto pareció medio leer su tensión.

—Lo harás bien. Si sientes que no puedes luchar, sólo huye. Ven a este lugar, yo te protegeré.

Baekhyun chistó, pero terminó en una risilla. Su cuerpo se sentía pesado, no quería alejarse de él.

—Usted debe descansar señorito. Ya no soporto seguir de niñero solo y tampoco entrenar con otros. Además, bueno, hoy es diferente —se detuvo un momento. No estaba seguro si Chanyeol sabía sobre las Hecks y su inusual comportamiento. Pero no le contaría, prefería no preocuparlo—. Hoy yo... —lo miró a los ojos—. Me toca a mí protegerlos.

—Primero protégete a ti mismo, ¡tonto!

Baekhyun levantó la vista alarmado, preguntándose quién había interrumpido su discurso. Su cuerpo dio un brinco cuando vio a Yuri sentada con los brazos cruzados en el sofá. Su mirada parecía entre molesta y preocupada. Decidió ignorarla y volver a Chanyeol.

—De acuerdo —respondió Chanyeol—. Pero cuídate tú también. No hagas nada fuera de lugar.

—Como la locura de luchar —Yuri volvió a interferir.

—Mhm —Baekhyun asintió, intentando hacer como si Yuri no se encontrara en la habitación—. Duerme, esto acabará tan pronto abras los ojos. Juro que seré lo primero que verás cuando despiertes.

Yuri bufó.

—Me gustas más con el morenito.

—¡Ya! —Baekhyun gritó y obviamente Chanyeol se sorprendió—. D-Digo, perdón yo, es que probablemente ya es hora, ¡sí! ¡Ya!

A regañadientes, Baekhyun se levantó de la cama y más cuando un par de golpes desde atrás de la puerta lo llamaban junto con su nombre. Sin embargo, antes de que pudiera pararse del todo, Baekhyun se quedó quieto mirando por última vez el rostro de Chanyeol. Sin pensarlo dos veces, se acercó, dispuesto a plantar un beso en sus labios, pero el siseo de Chanyeol lo detuvo.

—No —dijo—. Puedes enfermarte también.

Baekhyun respiró sobre sus labios y le sacó la lengua tan cerca de él que hubo fricción entre ésta y los labios de Chanyeol.

—A la mierda —respondió, besándolo, y asegurándose de explorar cada parte de su ser.

Por suerte no olvidó cerrar con pestillo.

--

Se guió junto con Jongin y Kyungsoo a través de los edificios unos veinte minutos después de que las Hecks entraran en Exodia.

Kyungsoo iba por delante de Baekhyun y Jongin por detrás, su misión era llegar al área Mens y quedarse allí el tiempo necesario antes de que lucharan. Igualmente debían encontrarse con Yoongi y un par de novatos más para que la protección de Baekhyun fuera mejor. Por ahora, era suficiente tener a Jongin con él y extrañamente las Hecks estaban muy juntas, cosa que ayudaba a los Exodianos a luchar frente a frente y no esperar ataques sorpresas.

En un domingo normal, las Hecks se dividían en dos o tres, expandiéndose por toda Exodia para no dejar ni un hueco libre. Pero hoy eran como ovejas, una detrás de otra. Incluso a veces ignoraban genuinamente a varios chicos que significaran peligro. En una hora de encuentro, no había ni gritos ni llantos llamativos, cosa que era buena y mala: buena dado a que no había tantas bajas; y mala porque era algo que no se esperaban.

—Idiota, idiota, idiota, idiota, idiota.

Baekhyun expulsó todo el aire de sus pulmones y trabajó con su paciencia.

—Eres peor que las Hecks. Ellas sí que no me escuchaban, pero tú, aparte de que no me escuchas, haces todo lo contrario: vas justo a la boca del lobo. ¡Já! ¿Creíste que no sabía de dichos? Pues mira eso, idiota. Todavía podemos dar vuelta y esconderte debajo de una roca —Yuri escaló un poco más su cuerpo y dejó que su cabeza se apoyara sobre la de Baekhyun. La chica no se veía feliz, pero por lo menos estaba menos enojada que hace rato, aun así era un gran peso para él—. Idiota, idiota, idiota.

—Ya basta —susurró, intentando que su voz no sonara tan fuerte.

—Idiota, idiota, idiota. ¡Ah! —La chica cayó al suelo en el momento que Jongin se acercó a Baekhyun y la jaló cruelmente hacia atrás, haciendo que se alejara de él. Ambos chicos siguieron caminando, Baekhyun con un suspiro y Jongin con una sonrisa maliciosa en sus labios. Rápidamente, Yuri corrió y se volvió a montar arriba de Baekhyun—. ¡Oye! ¡Yo sé que es tu novio pero no vuelvas a hacerme eso!

Jongin, como era de esperar, la miró con odio. Cruzándose de brazos, fijo su vista en Baekhyun.

—¿Por qué está ella aquí? —le preguntó cerca del oído.

—No lo sé. Eso mismo me pregunto yo, se niega a soltarme.

Jongin rodó los ojos, separándose un poco más de Baekhyun para volver a su posición inicial en fila.

—Tu novio es un celópata, ya van dos veces que me tira. Es un cavernícola.

—No es mi novio —Baekhyun miró alrededor. Estaban cruzando por detrás de un edificio, pasando por los árboles—. ¿No puedes irte? Si un chico con telequinesis nos ve, estoy frito. Recuerda que tu aura se ve.

Yuri refunfuñó en su oído y lo único que hizo fue apretar el agarre.

—Mientras no nos vea bien. ¿Ya te dije que eres un idiota? ¿No? Pues bueno, eres un idiota... ¡Ah! ¡No otra vez!

Jongin se encogió en hombros sin ninguna pizca de arrepentimiento mientras movía a Baekhyun hacia delante.

—Sólo yo puedo tratar mal a Baekhyun y decirle de cosas —gruñó Jongin—. Puede ser idiota, pero es mi idiota, así que no vuelvas a llamarlo idiota porque en vez de tirarte al suelo juro que te ato a ese árbol.

Yuri infló sus mejillas e hizo toda una escena en el suelo.

—Um, ¿lo siento? —Por otro lado, Baekhyun miró hacia el frente encontrándose con Kyungsoo de pie y sin moverse. Parecía confundido y avergonzado—. No sé cuándo lo llamé así, de hecho no sé si exista esa palabra, lo siento.

La cara de Jongin se puso blanca y se quedó paralizado en su lugar mientras que su boca se movía de arriba hacia abajo sin llegar decir algo. O bueno, olvidó el pequeño detalle de que Kyungsoo no podía verla y por ende no tenía idea.

—N-No, no, yo no hablaba contigo, yo... uh, sólo olvídalo.

Kyungsoo parpadeó, algo en su semblante parecía diferente, pero Baekhyun no sabía el qué.

—Olvidado —fue lo único que respondió antes de volver a caminar.

Baekhyun caminó enseguida y miró de reojo a Jongin quien estaba frustrado. Baekhyun intentó preguntar, realmente quiso, pero no lo encontraba como un lugar indicado. Algo extraño pasaba entre esos dos.

—Uhm, deberías luchar por tu hombre, te lo están quitando.

—¡¿Qué...?! —Baekhyun se tapó la boca, por suerte Kyungsoo no volteó—. ¿En qué momento volviste a mi espalda?

Yuri carraspeó.

—Desde ya. Ahora bien, no te separes nunca de mí —Yuri miró hacia Jongin, quien estaba por detrás, caminando con los brazos cruzados—. Idiota —susurró.

Antes de que cualquiera pudiera hacerlo algo, una fuerte explosión los sacó de su zona de confort. Baekhyun cayó al suelo en un intento por protegerse de los pedazos de cemento que caían por sus lados. Se protegió la cabeza con la manos, y apenas sus ojos lograron ver cómo un edificio estaba tambaleándose, dispuesto a caer justo en donde ellos estaban.

—¡Jongin! —Baekhyun tosió, el polvo provocado por la explosión convirtió el área en un lugar borroso, sus ojos picaban por la tierra que caía. No podía ver más allás de un metro de distancia y definitivamente ya no estaba seguro si ese edificio se vendrían abajo o no—. ¡Jongin!

—¡Baekhyun! —escuchó a su amigo corresponderle, pero su voz sonaba lejos.

Con las fuerzas que pudo, Baekhyun se arrastró hacia atrás por si las dudas. Su misión era lograr encontrar un árbol y guiarse con éste. Posteriormente un ruido parecido a los que hacen los autos de carreras cruzó a un lado de él. Fue como si alguien hubiera corrido tan fuerte como para provocar un sonido hueco. Miró alrededor, intentando saber lo que sucedía.

De pronto, una fuerte ventisca llegó a él, haciendo que casi saliera volando, pero pudo sostenerse en el suelo. Gracias al viento, su alrededor se aclaró, sin embargo, deseó no haberlo visto, debido a que tan pronto el viento se llevó el polvo, vio cómo la parte superior del edificio caía desde el cielo, directo hacía su dirección.

—¡Oh, mierda! —gritó, obligando a sus pies a moverse hacia cualquier lado, pero estaba demasiado lento como para lograrlo.

En el momento que la estructura estuvo a tan sólo tres metros sobre Baekhyun, vio cómo era que alguien llegaba justo frente a él, con los brazos hacia atrás y una posición de una pierna hacia delante y la otra hacia atrás. Con sus ojos, después del aturdimiento, pudo ver que era Kyungsoo quien, luego de un segundo, recibió ferozmente toda la estructura sobre su espalda.

Baekhyun gritó, en su mente la fina imagen de un Kyungsoo siendo aplastado llegó a él, sin embargo, su garganta se cerró tan pronto escuchó un jadeo y al mismo tiempo miró cómo era que el más pequeño sostenía la edificación, sus manos agarrando apenas parte de uno de los costados mientras que todo lo que sobraba se quedaba por arriba de Baekhyun, a pocos metros de él. Incluso le llegó a hacer sombra, y Baekhyun estaba totalmente asombrado mirando la escena.

No obstante, las piernas de Kyungsoo vacilaron y cuando el chico intentó decirle algo, Jongin ya estaba a su lado, tocándolo y saliendo de allí a tan sólo unos cinco metros de distancia. A lo lejos —ahora— pudo ver a Kyungsoo y el volumen de la estructura era gigantesca, cientos de kilos sobre la espalda del chico quien, con algo de esfuerzo pero-no-tanto, la dejó caer hacia atrás, catapultándose hacia el frente y rodando cerca del árbol que Baekhyun anhelaba encontrar.

En el momento que Baekhyun vio que ya no había nada cayendo cerca, corrió hacia él. Jongin ya estaba a su lado, viendo su estado.

—Eso estuvo cerca —le escuchó murmurar mientras se tomaba del árbol para levantarse. Gotas de sudor cayeron por sus patillas y su boca parecía seca por el polvo que se había metido en ella.

—¡¿E-Estás bien?! —Baekhyun lo examinó por todos lados, pero el chico no tenía ni un rasguño. Bueno, por lo menos no es su espalda, uno que otro en su rostro—. ¡Kyungsoo!

—Estoy bien —Kyungsoo le sonrió mientras se estiraba el cuerpo, como si lo que había pasado hubiera sido un simple entrenamiento.

—¿Qué demonios fue eso? —ese fue Jongin.

Kyungsoo miró hacia arriba y de la nada un par de cabezas salieron por una de las ventanas —rotas— de la parte del edificio que había sobrevivido. Baekhyun achicó los ojos y apenas reconoció al par de chicos cuando el más bajo de ellos dos señaló al otro.

—Fue su culpa.

—¡¿Mi culpa?! —Sehun, el chico viento, gritó hacia Jongdae quien tenía un rostro tranquilo, aunque totalmente negro por la explosión—. ¡¿Quién fue el que decidió experimentar el juntar el viento con los rayos?!

—Pero tú accediste. Yo no lo hubiera intentado si no lo hubieras aceptado. Pero lo bueno es que descubrimos que puede explotar, interesante.

Baekhyun tenía la boca totalmente abierta. ¿Qué estaban haciendo esos dos?

—¡Disculpen! —gritó hacia ellos, podía sentir el humo saliéndole por la orejas—. ¡Alguien pudo morir aquí!

—Pero no pasó —Jongdae movió su mano, restándole importancia—. Lo que importa ahora es saber cómo vamos a bajar ya que destruimos la parte de las escaleras y...

Cuando intentó acabar, fue interrumpido por algo volando alrededor, quien, sin previo aviso, tumbó a Sehun desde arriba. El chico gritó tan pronto sintió el golpe y apenas Jongdae pudo esquivar a otra Heck, quien había llegado a él. Hizo un par de movimientos de manos y logró electrocutar a la Heck, quien cayó de su escoba. Sin embargo, cuando la atención volvió a Sehun, éste seguía cayendo y Jongdae se le quedó mirando hasta el punto donde el chico viento cayó al suelo.

—¡Oh por Dios! —Jongin y Baekhyun gritaron al unísono, ambos desviando la mirada para no ver cómo era que Sehun prácticamente se aplastaba contra el suelo.

Ante la sorpresa, y la inevitable sesión de sangre, Baekhyun sólo logró mirar de nuevo hacia Jongdae quien tenía el rostro en señal de asco.

—Rayos, se cayó.

—¡¿Apenas te das cuenta, hijo de puta?! —Jongin explotó—. ¡Trae tu puto culo de pikachu ahora mismo y haz algo al respecto! —Jongdae estuvo por responder, algo probablemente como 'no hay escaleras' pero entonces Jongin lo calló—. ¡Olvídalo, yo me encargo! —se acercó temerosamente hacia el cuerpo moribundo de Sehun, tenía el cráneo realmente mal, pero por lo menos respiraba. Jongin miró a Kyungsoo y Baekhyun con dolor—. Lo llevaré al área de Vida, ustedes adelántense. Vuelvo en cinco minutos.

Baekhyun no pudo hacer más que sentir lástima por el pobre de Sehun y simplemente asintió.

---

—Ya se tardó.

Kyungsoo volteó hacia él mientras subía por las escaleras. Su mirada duró apenas unos tres segundos y volvió hacia el frente.

—Lo sé.

Esa no era la respuesta que Baekhyun quería. Desde que se separaron de Jongin, y con su promesa de cinco minutos, ya habían pasado treinta. Treinta. Incluso ya habían llegado al área de Mens, ese edificio tecnológico encargado de las simulaciones. Gracias a Dios, estaba vacío, no había mucha gente por allí, apenas uno que otro chico que no era del área. Yuri seguía en su espalda, más callada que nunca pero todavía allí. Esperaba que nadie se diera cuenta de su presencia.

Aun así, todo seguía pareciendo extraño. Las cosas estaban muy tranquilas todavía. Baekhyun no gozaba de un intercomunicador todavía, pero por lo que Kyungsoo le decía todo estaba normal, por lo menos en las zonas donde Junmyeon y Yifan se encontraban, por otro lado no sabían nada de Yixing o Minseok. Aunque su plan seguía siendo aguardar en ese edificio por mientras, la sensación de acidez seguía en su estómago.

Ver a alguien caer de unos metros al suelo no era gratificante, ni para él ni para su cuerpo. Seguía algo asqueado, aunque era más rabia. En su cabeza no salía la manera indiferente en que Jongdae o incluso Kyungsoo reaccionaron ante la caída. Ni una pizca de preocupación, no lo entendía.

—Eh, Kyungsoo —le llamó—. Cuéntame sobre ti.

Sabía que estaban en tiempos de crisis, pero estaba aburrido y algo inquieto, por lo que creía que una plática no vendría mal, además de que el otro se limitaba a decir nada que no fuera importante. Kyungsoo no era una persona malhumorada aunque lo pareciera, era amable, sólo que algo calculadora por lo que le daba esa visión de no-me-hables-cuando-camino-o-respiro. Pero fuera de eso, cuando lo conocías —según Jongin, y ahora él ya que lo experimentaba— era agradable e interesante.

—¿Sobre mí? Bueno, no tengo mucho que decir —le respondió.

—Qué tal algo sobre... —pensó un poco—, ¿tus gustos? ¿Qué haces cuando no entrenas? ¿Por qué tienes esa marca a lo Harry Potter en la frente?

Kyungsoo se rascó la cabeza mientras iniciaba la sección cinco de escaleras. ¿Por qué rayos debían ir a la cima?

—Um, pues realmente no hago nada más que dormir cuando no entreno. Bueno, a veces repaso algunas cosas, pero son tácticas de lucha así que cuenta como entrenar... Sobre la marca de mi frente la tengo desde siempre. Desde niño, creo.

—¿Crees? ¿No recuerdas cómo te la hiciste?

Kyungsoo se detuvo un momento en los escalones y tocó su marca. Baekhyun agradeció que se detuviera, estaba muy cansado.

—El cómo me la hice... mhm —se recargó en el barandal—. Supongo que debería saberlo, sí. Pero no recuerdo.

—Pero fue cuando eras niño, ¿qué hay de esos tiempos?

Kyungsoo parecía estar dispuesto a responder, pero fue como si de repente su mente se blanqueara. Frunció el ceño, como si se forzara a recordar.

—Honestamente... no recuerdo —se frotó el cuello, tenía una extraña sonrisa en su boca—. Es que, nunca pensé en eso, ¿sabes? No creo que mi infancia hubiera sido tan importante, el aquí y ahora lo es.

Baekhyun asintió y prefirió no hablar más del tema. El ambiente se estaba tornando extraño, casi tenso, cosa que quería evitar porque eso sólo empeoraría todo. Pero aun así seguía siendo muy extraño. Es decir... ahora que lo recuerda, solamente quedan dos niños pequeños en Exodia, y podría jurar que, si él fuera ellos, todas esas desastrosas escenas que ven cada domingo las recordaría por el resto de su vida.

Y ding. Oh.

—Ya pasó... —escuchó apenas a Yuri, quien abrazó más a Baekhyun mientras escondía su rostro en la espalda—. Que alivio...—Baekhyun estuvo a punto de preguntar, pero entonces vio cómo el intercomunicador de Kyungsoo se ponía verde, indicando que estaban hablando a través de él.

—¿Qué?

Los ojos de Baekhyun subieron hacia Kyungsoo quien tenía una mano puesta sobre el aparato, sus ojos miraban de un lado a otro mientras escuchaba. Su rostro se puso tenso, casi tieso, como si lo que le decían fueran esa clase de noticias que te caen fuerte en el estómago, al punto de ponerte en blanco y perder el apetito.

Y Baekhyun lo sintió. Fuerte. Sin nisiquiera saber lo que pasaba, algo dentro de él se retorció.

—¡¿Y dónde están todos los demás?! —escuchaba a Kyungsoo exaltado, cosa impresionante. El corazón de Baekhyun latió con fuerza—. ¡No! ¡Se supone que el área de Vida está excluida del ataque! ¡¿Cómo es que...?!

Kyungsoo se quedó en silencio y Baekhyun sudó frío.

—¿Qué pasa? —preguntó, pero apenas salió en un lastimero susurro que no llegó a Kyungsoo.

El chico fuerza sostuvo el aliento y después lo soltó. Sus labios temblaron y se pasó la mano por su frente.

—¿Está muerto?

Ante esas palabras, Baekhyun se quedó helado. La sensación dentro de su cuerpo era tan invernal que casi podía sentir un frío salir por su boca. Originalmente no se lo tomaría tan duro, no tendrían ese colapso que está sintiendo ahora si el muerto fuera alguien más. Pero dentro de sí podía sentir, casi tan palpable, que ese alguien era importante, o por lo menos ahora, cuando se sentía vulnerable y seco.

—Entonces esa era la intención de las Hecks —Kyungsoo siguió hablando y sus ojos se enlazaron con los muertos de Baekhyun—. Matarlo. Hace mucho que no lo hacían, tiene sentido. Además, sí —el chico miró por una de las ventanas cerca—, se están yendo. Solamente vinieron por eso, ellas... Demonios.

—¿Qué? —murmuró, se sentía débil—. ¿Quién?

Esta vez sí que lo escuchó dado a que la comunicación se había acabado. Kyungsoo lo miró en silencio y tragó saliva, su fiel actitud ante un muerto estaba allí, sólo que parecía que esta vez sí logró moverle algo, ese algo que a Baekhyun lo estaba matando.

Los labios de Kyungsoo se movieron, diciendo el nombre y atravesando el corazón de Baekhyun. En el área Vida. En el área Vida.

Esa persona.

Y corrió. Corrió como nunca, yendo escaleras abajo y saliendo disparado en dirección al edificio en donde tenía que verificar. Revisar y ver por sí mismo que no era una mala broma, que no estaba escondido y que las cámaras de 'sorpresa' no fueran a salir. Pasó mucho tiempo, varios minutos, minutos que Baekhyun no sentía en el cansancio ya que la adrenalina estaba al tope. Ni siquiera temió cuando vio a varias Hecks cerca, las cuales ya se estaban yendo del lugar. Cuando llegó al edificio esperado, brinco los escalones de dos en dos.

Jadeó cuando llegó a la puerta y la abrió con fuerza, encontrándose con una oscuridad absoluta. Había quemaduras, rasguños y desorden. Pero ni un sólo indicio de lo que buscaba.

Tal vez ese papel justo debajo de su almohada, pero no lo sabía. No tenía tiempo.

Y corrió de nuevo. Justo al lugar que más temía ir.

El sudor caía por su frente, eran gotas escurridizas que le nublaban la vista. Se tropezó una, dos y tres veces, pero se volvía a levantar en cada una. Estaba lejos, podría decir que casi a un kilómetro, y estaba seguro de que sí llegaría: temblando y con un dolor impresionante, pero no tan fuerte como el que llevaba dentro. No obstante, cuando sus ojos sólo veían la luz del edificio, chocó contra algo o diría alguien.

Se golpeó en la cabeza al caer y logró espabilarse un poco. Pero eso no le quitó las ganas de seguir, sin embargo, cuando vio a Kasper mirándolo con ojos aburridos lo tomó fuertemente por el brazo.

—V'da —apenas pudo murmurar, tosió—. Área de Vida. Llévame ahí.

Kasper no pareció del todo interesado, pero no dijo nada. De un momento a otro, ya estaban frente al edificio.

Era un caos.

Tanto por dentro como por fuera. El edificio estaba muy dañado, ya no tenía ese color beige claro, ahora había manchas negras y suciedad. Baekhyun respiró dos veces para quitarse el mareo del viaje y también para intentar calmarse. Pero no funcionaba y menos cuando empujó la puerta de la entrada y lo gritos estaba al tope, apuñalando sus oídos.

Caminó con lentitud pasando por el lobby hacia el área principal de donde venía todo el alboroto. Sus ojos acuosos apenas lograron ver adecuadamente cuando la luz de la habitación lo alumbró y la cruda realidad lo golpeó casi como una bofetada.

—Está muerto. No hay nada qué hacer al respecto ya, así que dejen de pelear. Nada lo arreglará.

La voz era de Jungsu, no tenía ni una pizca de empatía y estaba vacío. Tan vacío como los ojos de todos los allí presentes.

—¿Quién lo cuidaba? —de tan sólo escuchar esa voz, Baekhyun se deshacía por dentro. Le dolía.

—Nadie. Él mismo escapó y se aventuró.

Chanyeol, quien estaba sosteniéndose de uno de los sillones con apenas y las fuerzas para hacer algo, estaba temblando. Enojado. No miraba a nadie a los ojos, éstos se encontraban hacia el suelo.

—Tú eras quien estaba aquí, o por lo menos, en las habitaciones por donde lo mataron —alguien dijo, Baekhyun no lo reconocía—. ¿En qué estaba pensando?

—Era un niño inteligente, sabía a lo que venían, así que intentó hacer algo.

Baekhyun dio un par de pasos hacia el frente.

—Pero, ¿por qué a ellos? Si no podían olerlos, lo más lógico hubiera sido que atacaran a Baekhyun.

—Pues nos equivocamos —Jungsu habló—. Incluso a esta edad, al parecer ya pueden olerlos. Ellas venían para comerse a un luz y lo han hecho. Ante esto no podemos bajar la guardia con el niño que nos queda y con Baekhyun.

Baekhyun agarró su cabello y casi grita cuando se dio cuenta del pequeño cuerpo debajo de una manta blanca. Manchada de rojo, un rojo brillante.

—Entonces... ¿Cuál fue la razón por la que hizo eso?

—Para protegerlo —la voz de Chanyeol resonó de manera débil, pero lo suficientemente fuerte como para callar a todo el murmullo en la habitación—. Para salvar a Leo, pero lo olieron. A ambos. Escondió al chico y él luchó contra ellas, pero fue en vano. Jisoo está muerto, y yo, yo malditamente no pude evitarlo.

Baekhyun pidió, pidió al señor tiempo regresar un par de horas de su vida.

En ese momento, en sus recuerdos, la escena sobre Luhan diciendo negro llegó a él. Un pasillo, tres opciones y una confusión al tope. Porque aún y cuando Luhan haya mirado directo hacia Leo, Jisoo estaba en ese pasillo, en ese momento. Y entonces es allí, entre sollozos, donde Baekhyun se aprieta lo más que puede sobre sí mismo para evitar que el fuego salga.

No puedes evadir al destino.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro