Capítulo 13
El hermano de Baekhyun es médico.
Sufrió numerosas veces debido a que no conseguía las becas necesarias para cursar una carrera tan laboriosa, hasta que Baekhyun —a sus cortos diez años de edad, un poco más gordito y cabello corto— le presentó formalmente a Jongin, su mejor amigo del alma a quien conoció en Detención. Originalmente a Baekboom no le hubiera importando en nada, pero en el momento que Jongin se auto presentó después de una muy mala información dada por Baekhyun, descubrió que ese flacucho al lado de Baekhyun podía servirle de gancho dado a que su madre era dueña de uno de los hospitales más importantes del país.
Y así fue. Gracias a Baekhyun, su hermano pudo obtener una beca completa en la universidad que quería. Desde siempre, Jongin había sido su mano derecha, quien le sacado de cualquier apuro y eso no iba a cambiar.
Ni siquiera ahora.
Correr hasta el área de Vida cargando al niño no era una opción, por lo que cuando llegaron afuera del edificio de los fuego decidió tomar ese aparato estilo celular para llamarlo. El tono resonó en su oreja más de dos veces, sus brazos estaban entumecidos por cargar a un Leo todavía inconsciente y la fija mirada de Jisoo no ayudaba mucho.
—¿Hola? —Por suerte, del otro lado una extrañada voz había contestado. No era Jongin.
—¡Hola! ¡Sí! ¿Está Jongin por allí?
Hubo un silencio, como si la persona detrás del teléfono se le hubiera quedado mirando.
—¿Kyungsoo? —insistió.
—Sí, él está dormido. ¿Qué sucede?
—Ah, ahora —se acomodó mejor a Leo—, necesito que venga aquí lo más rápido posible. Ha pasado algo con Leo y necesito que nos teletransporte al área de Vida.
Hubo otro pequeño silencio, pero a lo lejos Baekhyun pudo escuchar algo moviéndose y una segunda voz preguntado qué ocurría muy cerca del teléfono. Vagamente se preguntó cómo era posible si la cama de Jongin estaba del otro lado de la habitación.
—¿Baekhyun? ¿En dónde estás ahora?
Tan pronto escuchó la voz de Jongin, Baekhyun exhaló.
—Frente a mi dormitorio, tenemos que...
—Dámelo.
Baekhyun se mareó un poco en el momento que ya tenía a Jongin casi a su lado, con su ropa puesta y el cabello despeinado. Se sentía totalmente agradecido que no hiciera más preguntas. Con cuidado le tendió a Leo entre los brazos y bastó un segundo de miradas entrelazadas para que se entendieran las indicaciones. Luego, Jongin había desaparecido con Leo.
—Vamos —Baekhyun se volteó hacia Jisoo, quien todavía parecía ajeno—. Nos toca a nosotros ir hacia allí por nuestra cuenta.
Ante el pobre asentimiento de Jisoo, Baekhyun no hizo más que comenzar a casi trotar hacia el área de Vida, pero entonces un pequeño jaloneo lo detuvo. Miró hacia atrás, encontrándose con Jisoo mirando su mano derecha y sosteniéndolo con la izquierda. Baekhyun intentó buscar alguna señal de qué pasaba en sus ojos, pero lo entendió tan pronto Jisoo extendió su mano derecha hacia él con ojos suaves.
—Sí —tomó su mano—. Andando.
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Kyungsoo se miró un par de veces al espejo y suspiró con pesadez.
Su corazón todavía latía con tanta fuerza que era capaz de escucharlo a través de su pecho. La habitación estaba vacía y lo único que sus ojos podían observar ahora mismo frente a él, era precisamente eso, él.
No llegaba a entender muchas cosas. Su cuerpo había experimentado un vuelco de sensaciones jamás exploradas, el rojo predominaba en sus mejillas y alrededor de su cuello. Su reflejo, por otro lado, era como una persona totalmente diferente a la que él conocía. Se veía desesperado pero de una manera casi inhibida. Sus manos estaban quitas a sus lados pero querían golpear el espejo frente a él y destrozar esa imagen suya.
Cuando Jongin se fue, después de una insistente lucha de miradas y cuerpos temblorosos, Kyungsoo se sintió expuesto. Tan desnudo.
Cerró sus ojos y siseó cuando un flash de esas últimas palabras llegaron a él.
"¿Qué quieres de mí?"
¿Exactamente qué buscaba? Nada. O tal vez... respuestas. Quería respuestas, que sus dudas fueran resueltas y que por todos los cielos su cuerpo se dejara de sentir tan vulnerable.
Kyungsoo se giró de inmediato cuando sintió un desbalance en la habitación y volteó con el nombre de Jongin entre sus labios, pero tuvo que morderse la lengua antes de decir algo cuando la persona frente a él no era su compañero de habitación. Lo miró con impotencia, dando un par de pasos hacia atrás como si de verdad estuviera dispuesto a atacar de ser necesario. Cosa que nunca pasaría.
—¿Te llevo? —Kyungsoo miró a Kasper de arriba hacia abajo. Negó instintivamente con la cabeza—. Pero parece que vas a ver cómo están esos niños —señaló su ropa. El chico se quedó sobre la puerta, negándole el único lugar por donde podía salir. Sí, Kyungsoo iba a hacer eso— y no creo que prefieras caminar hacia allí, así que, ¿te llevo?
Kyungsoo suspiró, pasándose la mano por el rostro. Estaba cansado. Muy cansado de todo.
—¿No puedes dejarme solo? —preguntó.
Kasper no se inmutó, simplemente metió sus manos en las bolsas y se encogió en hombros.
—No hasta que decidas morir.
—No quiero morir.
—Entonces seguiré haciéndolo hasta que lo hagas.
Negó con la cabeza.
—No logro entenderte.
—No espero que lo hagas —Kasper resopló—. ¿Te llevo? —insistió.
Kyungsoo se quedó allí, como siempre, sin una simple posibilidad de revelarse.
Aceptó.
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—Fue muy bueno que lo trajeran de inmediato.
La suave y somnolienta voz de Yixing interrumpió la distracción de Baekhyun del suelo. Sus ojos subieron rápidamente y se puso de pie para acercarse a él pero, como un resorte, su brazo se extendió de más olvidando que tenía a Jisoo agarrado de la mano. Con un simple mirada hizo que Jisoo se bajara del sillón y se incorporó junto a él para escuchar las noticias.
—¿Cómo está? —preguntó en un tono neutro intentando no sonar muy alarmado. Jisoo ya estaba lo suficientemente asustado.
Yixing se frotó uno de sus ojos y le dio un pequeño sorbo a su té. Su cabello seguía despeinado, pero parecía mucho más despierto que cuando Jongin lo había traído al área de Vida desde su habitación (aún dormido, por cierto. El pobre casi cae al suelo cuando abrió los ojos y Jongin lo sostenía en sus brazos.)
Su mayor miró un momento a Baekhyun y luego a Jisoo, como intentando buscar las palabras correctas.
—Estable —dijo—, pero necesita descansar. Le he dado más medicina y dormirá por varias horas. Todavía no puedo descubrir cuál es su enfermedad, simplemente nunca había visto algo así. Lo mejor es que se quede aquí para poder estudiarlo. Estará bien —esa última frase fue dirigida precisamente a Jisoo, quien momentáneamente se escondía detrás de Baekhyun.
Suspiró con alivio. Aunque todavía no supieran qué tenía, por lo menos no era algo demasiado grave. Yixing murmuró algo sobre ir a dormir y volver a sus habitaciones y eso fue suficiente para despedirse de él.
Se dejó caer de nuevo sobre el sillón y cerró los ojos por un momento. Se había agarrado un fuerte susto y probablemente de su cabeza nunca saldría la imagen del pobre de Leo sobre el suelo y con el rostro más pálido que nunca. Cuando él y Jisoo habían llegado al área de Vida tuvieron que esperar casi media hora para tener noticias sobre Leo y era agotador. Incluso, a su derecha, podía ver cómo Jongin estaba desparramado sobre el sofá y roncando, el desgaste físico por teletransportarse en horas inadecuadas era mucho y vaya que lo hizo seguidamente. Más tarde tenía que agradecerle.
Apenas ahora podía sentir cómo sus ojos estaban pesados. La adrenalina del momento se había extinguido por completo y ahora sentía como si pudiera dormirse ahí mismo. No estaba seguro de cuánto tiempo había pasado, pero aseguraba que no pasaban de las cinco.
—Creo que es mejor si vamos a descansar —propuso en un bostezo.
Jisoo no respondió en el instante, Baekhyun tuvo que voltear para mirarlo.
—Supongo. Falta poco para el ataque, es mejor prepararnos.
Baekhyun enarcó las cejas al escuchar eso. Simplemente le sorprendía cómo era que en momentos Jisoo parecía un adulto encerrado en el cuerpo de un niño, mientras que en otros, pareciera como si de repente fuera incluso más pequeño. Ahora estaba mucho más tranquilo, pero se negaba a soltar la mano de Baekhyun y éste mejor no preguntó, simplemente se dejó guiar por un Jisoo hacia la salida.
Tenía preguntas. Muchas de ellas relacionadas a qué tan cercanos eran ellos dos (Jisoo y Leo), el por qué extrañamente no quería quedarse allí hasta que Leo despertara o si todavía se sentía algo miedoso ante lo que le podría pasar a Leo. Cada una de esas preguntas se quedaron fuertemente incrustadas en su garganta, incapaces de salir dado a que no sabía cómo era que Jisoo reaccionaría.
Cuando se encontraron en la entrada principal, Baekhyun paró en seco ya que repentinamente aparecieron Kasper y Kyungsoo frente a ellos. El último se sorprendió de igual manera al verlo e incluso evadió sus ojos en el momento cuando se encontraron. Por otro lado, Kasper se veía normal, como si estuviera acostumbrado a ello. De pronto, la cabeza de Baekhyun comenzó a funcionar de nuevo y uno que otro recuerdo de un Kasper demostrándole su conocimiento sobre temas que no debería saber llegó a él.
—¿Por qué...? —Baekhyun iba a preguntar el por qué estaban allí, pero su boca se movió en contra de su voluntad—. ¿Por qué están juntos?
Baekhyun no sabía absolutamente nada, ni siquiera había algo fisicamente que probara sus más crecientes dudas, pero tardó poco en sumar dos más dos mientras que sus pensamientos se acumulaban uno detrás de otro proporcionándole teorías. Teorías que se basaban en hechos como: Hay alguien quien acosa a Kyungsoo, según Jongin. Ese alguien no puede acosarlo de manera de golpes debido a que Kyungsoo es fuerza. Es algo más, algo más allá del conocimiento de Kyungsoo que probablemente no entiende. Entonces viene Kasper con su sonrisa socarrona mientras le propone sexo. Luego, está un Kyungsoo temblante, con ojos oscuros y evadiendo cualquier cosa. A la defensiva.
Y toda una cadena de malos pensamientos llega a Baekhyun, mirando cómo Kasper no deja ir la parte posterior del cuello de Kyungsoo. Sintió una leve imagen previa, casi como un deja vú pero proyectado en Kyungsoo, un recuerdo de sus años en la secundaria y entonces las palabras de Jongin lentamiento tienen algo de sentido.
—Kyungsoo estaba preocupado por Leo, además de que repentinamente llames a su compañero de habitación a mitad del día. Me ofrecí para traerlo, eso es todo.
Baekhyun miró directamente hacia Kyungsoo quien aún estaba perdido con la mirada en el suelo. Aun así sus labios se movieron.
—¿Y Jongin? —preguntó, moviendo su cuerpo para hacer que Kasper lo soltara. Logró zafarse, Kasper pareció sorprendido.
—Um, está adentro, durmiendo. Fue un... día agitado.
Kyungsoo asintió.
—Bien. ¿Qué tal está Leo?
—Estable —Kyungsoo volvió a asentir y Baekhyun movió sus ojos entre los dos—. Dicen que dormirá por un largo rato, así que nosotros volveremos a la cama por ahora. ¿Está bien si te dejo a Jongin?
A Kyungsoo le encantaba asentir.
—Entonces está bien. Nos vemos luego.
Kyungsoo simplemente volvió a agitar la cabeza y entró al edificio. Kasper se quedó en su lugar, mirando cómo era que el otro atravesaba las puertas de cristal alejándose lo más posible de él y acercándose entonces a donde estaba Jongin. Baekhyun podía sentir una fea sensación en la piel, normalmente diría que era tensión, pero era algo incluso mucho más fuerte y ligado a un sentimiento de amargura.
La mirada de Kasper no era una broma y por un momento Baekhyun sintió que no era peligrosa. Parecía nostálgica.
—¿Qué jodido momento esperan ustedes dos para volver? —susurró Kasper sin apartar la vista de enfrente.
—¿Ah? —murmuró, no había escuchado bien.
Los puños de Kasper parecían estar listos para volar, pero tras unos segundos de respirar se relajaron. Aun así sus hombros seguían tensos como si algo estuviera sobre él. Kasper miró a Baekhyun con un rostro más alivianado, incluso una pequeña sonrisa escapó de sus labios.
—¿Consideraste mi propuesta? —le preguntó en un tono más divertido.
Baekhyun parpadeó y sus ojos se agrandaron.
—T-Tú, sobre eso...
—Tengo sueño —Jisoo interrumpió, jalando a Baekhyun hacia atrás en el momento que vio cómo era que Kasper se había acercado a él. El niño miró al más alto con el ceño fruncido y casi obligó a Baekhyun a ponerse detrás de él—. Vamos a la habitación. Quiero dormir.
Baekhyun se sentía completamente nuevo en eso del contacto físico, pero no podía alejarse o negarse, de verdad que él también estaba cansado, incluso su cerebro estaba volviéndose loco con tanta idea junta que probablemente sólo era producto de un mal sueño.
—Nos vemos luego —fue lo último que Baekhyun murmuró antes de caminar lejos de Kasper con un muy irritado Jisoo por delante.
—¡Deja de mirarlo! —chilló el niño cuando Baekhyun continuaba con la cabeza hacia atrás.
—¿Eh? ¿Por qué?
Las mejillas de Jisoo se sonrojaron y era adorable, pero eso no evitó que un golpe llegara a la espinilla de Baekhyun haciendo que siseara.
—¡Sólo camina! ¡Estás retrasándonos!
Baekhyun simplemente resopló. Su energía para discutir seguía siendo nula.
--
Sin realmente esperarlo, las horas pasaron como normalmente.
Leo se quedó en el área de Vida como se había dicho y todavía seguía dormido. Ya era un nuevo día en Exodia y faltaban alrededor de diez horas para que el ataque de las Hecks llegara. Honestamente Baekhyun se sentía solitario: sin Chanyeol ni Leo y sólo con un extraño Jisoo las cosas eran un tanto más pesadas y menos divertidas. Ni siquiera podía concentrarse correctamente en el entrenamiento, recibió un par de golpes de parte de Jisoo cuando se perdía en sus pensamientos, pero eran mucho más leves que los de costumbre. También, los apodos habían desaparecido y ahora el niño se encargaba de solamente decirle Baekhyun.
No se queja, es decir, es mucho mejor que antes. Pero es como si las cosas estuvieran un tanto incómodas entre ellos. Dado a que ya no es capaz de gritarle o luchar verbalmente con él, Baekhyun se sentía algo torpe sobre qué cosas hablar o decir.
—¿A dónde vas? —le preguntó Jisoo después de que su entrenamiento luz terminara. Baekhyun bebía de su agua mientras recogía la sudadera que había lanzado antes por el calor.
—Al área Ceniza. Hace tiempo no entreno con un fuego y creo que es importante... o algo así —se encogió en hombros.
—Pero el señor Chanyeol sigue enfermo.
—Es por eso que iré a entrenar con otro fuego. Le pedí a Chanyeol que me recomendara a alguien.
Jisoo lo miró un momento como si intentara comprender. Para Baekhyun el entrenar con otra persona que no fuera Chanyeol siempre es tedioso y difícil. Por lo menos en el momento estaba con él, cuando se equivocaba, lo único que recibía era una sonrisa de 'por lo menos lo intentaste' y no un ceño fruncido previo a unas frías palabras de 'hazlo de nuevo'. Llegó a pensar que mejor debería descansar —cosa que lo hacía un flojo, de hecho—, pero mientras caminaba por lo alrededores lo único que lograba escuchar era a los Exodianos preocupados por las Hecks, sus frentes sudorosas y respiraciones agitadas. Ante esos estímulos, Baekhyun no podía quedarse con los brazos cruzados y esperar simplemente a que alguien lo salvara como siempre. Odiaba ser como una damisela en apuros, pero tampoco era capaz de ser un héroe por sí mismo. Así que al menos tendrían que hacer algo para llegar a un equilibro entre esos dos estereotipos.
En el momento que terminó de beber agua y recoger sus cosas, miró por última vez a Jisoo. Había estado un tanto pegado a él, mucho más de lo que su 'espantosa aura de debilidad' le hubiera permitido antes. Baekhyun enlazaba la acción por lo sucedido horas atrás, pero todavía no lograba descifrar lo que ese niño quería en realidad.
—¿Qué es eso? —preguntó mientras se agachaba para recoger una hoja de papel con algunas letras en ella. Jisoo estaba de espalda a él, metiendo su toalla para el sudor en su morral. La hoja de antes había estado justo debajo de sus pies.
Jisoo tardó medio segundo en voltear el rostro y antes de que Baekhyun pudiera leer algo de lo que estaba escrito, el niño se la arrebató con tanta fuerza al punto de arrugarla. La manera en que metió la hoja al morral poco después fue descomunal: se escuchaba cómo la pobre hoja se destrozaba aún más y Baekhyun podía ver por arriba del hombro que había más hojas dentro de manera desorganizada.
—¡No te importa! —Jisoo le gritó, sosteniendo el morral sobre su pecho. Baekhyun no dejaba de notar sus mejillas sonrojadas.
—Ah... —Baekhyun sonrió—. ¿No me digas que no sabes escribir y apenas estás aprendiendo? —Sobre eso, Baekhyun no tenía idea si los Exodianos sabían escribir. Aunque bueno, tenían libros, así que algo han de saber.
Se limitó a simplemente sonreír y hacer un ademán con la mano diciéndole que lo dejaría pasar por esta vez. Ante la falta de insistencia, Jisoo solamente lo miró a los lejos sin dejar de fruncir el ceño y murmuró algo por debajo, inaudible para Baekhyun. No se molestó en preguntar qué dijo, sabía de antemano que era probablemente algo negativo hacia él.
—Bueno. Tengo que irme, un tal Min Yoongi me está esperando.
—¡Espera! —Jisoo dio un par de pasos hacia él.
—¿Qué? —miró cómo Jisoo lo tomaba de la camisa, aprisionando la tela entre sus dedos—. ¿Uh?
El niño miró hacia un lado, como si se le dificultara mirar a Baekhyun tan cerca y a los ojos.
—Siento —murmuró apenas.
—¿Eh?
—¿Cómo se escribe siento? No sé si lleva s o c... —Jisoo frunció los labios avergonzado.
Baekhyun sonrió, algo se removió en su corazón. Le despeinó el pelo y Jisoo casi lo muerde, pero un acostumbrado Baekhyun logró librarse del ataque y simplemente se rió.
—Con C —oh vamos, una pequeña mentirilla no le haría daño a nadie. Incluso podría ser una pregunta capciosa, Jisoo todavía seguía siendo el niño demoníaco quien le quiere quitar a Chanyeol a toda costa.
Jisoo simplemente asintió, resoplando como si no estuviera internamente agradecido y colocó el morral en su espalda.
--
A Yoongi le gustaba quemar cosas. En serio.
Al llegar al área Ceniza lo primero que hizo fue preguntarles a los demás quién era el dichoso chico. Cuando habló con Chanyeol sobre su posible reemplazo para esa semana el más alto al principio se había mostrado algo inconforme, pero Baekhyun logró convencerlo sobre que de verdad necesitaba aprender cómo lidiar con un fuego. Ante todas las posibilidades, Chanyeol le había pedido que exclusivamente fuera con Yoongi, que solamente ese chico podía ayudarlo de verdad con un entrenamiento válido. Igualmente, ya en el momento que se estaba despidiendo de Chanyeol para seguir con su día, el enfermo le repetía ciertos 'no lo saludes con la mano' o 'no digas bultaoreune' y Baekhyun se vio muy, pero muy curioso sobre el tipo de persona que sería.
Para empezar, Baekhyun se lo había imaginado intimidante, pero en realidad eran casi de la misma estatura. Su cabello era color negro como el carbón y aunque sus ojos eran afilados, se veía como un chico común y corriente. La primera vez que lo vio él estaba quemando algunos maniquíes en movimiento y lo contempló con la mirada mientras tanto. Al terminar, Baekhyun se acercó a él de manera casual y lo saludó normalmente. Fue entonces cuando algo dentro de Baekhyun se sintió inconforme, como si un aura negra hubiera llegado a él, incomodándolo y haciéndole sentir vigilado.
—Hola —el chico le había tendido la mano, esperando pacientemente a que la tomara.
Baekhyun pensó dos cosas: (a) Ser racional, evadir el saludo y proceder a la práctica o, (b) recibir el saludo y ver qué cosa tan maravillosa podría pasar.
Obviamente la segunda opción era muy tentadora, pero luego se preguntó si su cuerpo estaría en peligro. A fin de cuentas la sonrisa del chico parecía muy tranquilizadora y al mismo tiempo como que no haría nada hasta que Baekhyun se encargara de su mano. Como el gran idiota que era, Baekhyun se terminó por encoger en hombros y apurar su mano para apretar la ajena.
Al principio no sucedió nada, pero bastaron tres segundos para que la sonrisa de Yoongi se ensanchara soltando un incompleto:
—Bulta...
Antes de que algo sucediera, de pronto una ráfaga de espuma blanca llenó por completo el cuerpo de Yoongi. Ante eso, Baekhyun dio un par de pasos hacia atrás, totalmente sorprendido al ver cómo el cuerpo del chico básicamente fue derrumbado por la espuma de un extintor. Miró la procedencia de esta y Baekhyun no sabía el nombre del chico quien lo sostenía, pero bastó que Yoongi gruñera, sacudiendo su cuerpo y mirando con lo ojos hechos fuego —literalmente— hacia el causante.
—¡Jeon Jungkook!
—Vamos, no iba a permitir que incendiaras a otro chico. Hola, no es fuego, podría haber muerto —dijo el chico con aspecto joven mientras se cruzaba de brazos.
—¡Tú estarás muerto!
Después, una persecución comenzó, en donde espuma y fuego fueron las armas necesarias para que el alboroto tuviera continuidad.
Baekhyun mejor se sentó en una de las bancas del lugar, disfrutando de la vista. Ya no iba a sorprenderse de nada, de verdad. Mejor esperaría pacientemente a que esos dos dejaran de corretearse y recibir el entrenamiento adecuado. Y así como predijo sucedió: pasaron veinte minutos hasta que Ryeowook llegara y les diera un sermón a esos dos, les hiciera recoger cada cosa que habían tirado y también les puso a hacer cien lagartijas por su inmadurez.
Al terminar, Yoongi simplemente le había dicho que lo siguiera. Su cuerpo no se veía ni un poco afectado por todo el ejercicio de antes y Baekhyun casi lo veía maravillado. Luego de allí, empezó el esfuerzo real. Acciones como huir, correr, deslizarse, evitar y esconderse eran vitales. Jamás había sudado tanto en su vida, Yoongi no era para nada amable o por lo menos no como Chanyeol (correción, nadie era como Chanyeol), así que tuvo que atenerse al verdadero trabajo individual y en equipo.
—¿Recuerdas lo que sucede cuando un fuego recoge una alma de alguna Heck? —le preguntó Yoongi desde la esquina, mientras que agresivamente le hacía esquivar objetos que iban desde pedazos de madera hasta escritorios completos.
Baekhyun jadeó, intentando volver a levantarse. Prácticamente había caído al suelo en un chillido cuando Yoongi le quiso dar con un bloque de cemento.
—Sí... eso... que se... siente bien —jadeó entre cada palabra. Estaba por escupir sangre.
—Bueno, eso basicamente es malo y bueno. Te vuelve vulnerable y fuerte a la vez, por eso debes aprender a controlar tus instintos.
Baekhyun tosió casi como si su pulmón estuviera saliendo. Está bien que sí tenía aguante con el ejercicio, pero vamos, ¿aventarle fuego por la izquierda y una roca —cortesía el niño Jungkook, al parecer era fuerza el señorito— por la derecha mientras que aún tenía que responder a preguntas? Por favor. Ni juntando todo su entrenamiento desde que había llegado a Exodia sería equivalente al que ahora estaba sometido.
—¿Controlar mis instintos? —preguntó en un jadeo.
—Así es. —Baekhyun lloriqueó en el momento que un objeto no identificado cayó desde arriba, rozándole el brazo y provocándole un rasguño—. No es efectivo que dures en el suelo o donde sea durante cinco minutos mientras tienes la absorción del alma. Eso, como dije, te hace vulnerable a cualquier peligro y no es tan fácil sacarte de allí aún y teniendo un teleport.
Baekhyun asintió. Bueno, eso era casi obvio. Hace tiempo ya que no experimentaba eso, pero definitivamente podía sentir en la punta de sus dedos ese dolor —guión placer— que alguna vez sintió.
—¿Funciona con todos los fuego? —preguntó.
Para cuando Baekhyun miró a Yoongi, éste estaba quemándole el trasero al chico fuerza. Los miró con algo de paciencia, como si estuviera en un jardín de niños esperando tranquilamente a que dejaran de morderse entre ellos o pegarse chicles en el cabello. Se había pausado el entrenamiento mientras que esos dos volvían a discutir y grandiosamente todo se calmó cuando, de nuevo, Ryeowook apareció en escena con sus pocos centímetros de estatura, pero una ferocidad en los ojos.
—No realmente —respondió Yoongi minutos después.
Baekhyun parpadeó, algo confundido, pero entonces recordó que había preguntado algo.
—Mira, no han habido demasiados luz en este lugar, y normalmente se les asigna un solo fuego para ellos y siempre, cuando luchaban, tenían la misma reacción que tú. Así que no hay una respuesta clara, ningún luz sobrevivió lo suficiente como para cambiar de compañero fuego.
Oh, qué motivador.
—¿Entonces tu grupo alguna vez tuvo un luz? —preguntó, y se arrepintió tan pronto miró cómo el rostro de Yoongi se oscurecía—. Uh, lo siento, si no quieres hablar de eso...
—No —Yoongi negó con la cabeza y suspiró mientras se dejaba caer en una de las sillas del lugar—. No es eso. Es sólo que, no sé, cuando alguien muere se siente extraño —se encogió en hombros.
—¿Desde cuándo lo conocías... si se puede saber?
—¿Desde cuándo? —el pelinegro levantó la vista, recordando—. Pues murió hace un par de años. Desde entonces... ¿como once años? ¿Creo?
—¡¿Once años?! —gritó—. ¡Si es así cómo quieres que no te sientas mal! Si fueron amigos tanto tiempo, no puedo ni siquiera imaginar todos sus recuerdos juntos.
Yoongi se quedó callado, como si no acabara de entender lo que le dijo. Por un momento, pareció como si algo hubiera cruzado su mirada, como si un pequeño 'ding' sobre recordar algo le hubiera caído encima, pero no estaba seguro. La confusión se extendió por todo su rostro.
—Recuerdos... ¿A qué te refieres?
—Uh, pues si se conocían de hace tanto tiempo, ¿no tendrían recuerdos de cuando eran niños?
El chico asintió, pero como que a fuerzas. Como si lo que Baekhyun decía debiera de tener sentido, aún y cuando parecía perdido.
—Bueno... sí recuerdo que yo era un niño. Pero, no sé por qué él no está en mis recuerdos. Lo que hay en mi cabeza son sólo como imágenes inconsistentes. En realidad sólo recuerdo un par de años hacia atrás. Pero volviendo al tema principal —se cruzó de brazos—. La gente muere. Fin. Nuestra propia vida sigue, no hay nada que se pueda hacer al respecto.
Ante el tema de las muertes, Baekhyun lo encontraba algo interesante. Porque, aun así los chicos de allí mueran cada semana, el sentido común te diría que debes sentirte triste. Y más si era alguien tan cercano. Sin embargo, los Exodianos mostraban una indiferencia brutal. Como si las emociones hacia los demás estuvieran cubiertas, como si esa pequeña capa de sensibilidad todavía no estuviera activada.
Aun así, eran once malditos años. Si Baekhyun sufre cuando no ve a Jongin durante toda una semana, no se podría imaginar cómo se sentirían esos chicos si tuvieran emociones.
Baekhyun prefirió dejar de pensar. Se dijo a sí mismo que era suficiente por ahora, pero cuando estaba listo para irse a descansar antes del gran evento, sus hombros se crisparon cuando escuchó un fuerte golpe, producto de la puerta en la entrada la cual había sido abierta con fuerza.
—¡Todos a sus puestos!
Baekhyun miró con dificultad hacia atrás, sintiendo un muy novedoso temblor por todo su cuerpo. Normalmente estaría tranquilo y lo estaba, pero por la manera en que ese hombre quien no conocía había entrado, literalmente le quitó la sonrisa de todos de su rostro.
—¿Qué sucede? —desde atrás, Ryeowook se abrió paso entre los chicos.
—Las Hecks —el chico jadeó—. Se han adelantado. Hay un montón de ellas esperando por entrar allá afuera.
Enarcando las cejas, Baekhyun levantó la mirada hacia lo ventanales de lugar, pero no lograba visualizar bien. ¿Ahora? ¿Las Hecks? Si se suponía que todavía faltaban varias horas para que la fuerza cayera y entraran. Incluso esa capa cristalina seguía en su lugar sin ningún rasguño. No entendía.
—Son como moscas. No han entrado, y claramente no lo harán, pero tienen que ver esto.
El chico dio un par de pasos hacia atrás y señaló el cielo detrás de la puerta.
Como era de esperarse, cada uno de los chicos de allí salió con pasos apresurados. Incluso Baekhyun pudo ver cómo era que Yoongi se movía hacia delante y no tuvo más opción que seguirlo. No obstante, cuando estuvo por ponerse de pie, una pesada sensación llegó a él. Era muy diferente a la de antes, pero la conocía. De todas maneras se levantó, sintiéndose mareado. No lograba identificar qué era aquello.
Hasta que habló.
—Ocúltate.
Las piernas de Baekhyun temblaron y retuvo un quejido. Un par de chicos lo vieron y se tapó la boca para no dejar salir ningún ruido.
—¿Qué estás haciendo? —murmuró lo más inaudible posible para que nadie lo escuchara—. ¿Yuri?
La chica tenía sus manos alrededor de él, abrazándolo por la espalda mientras dejaba que su respiración se incrustara en su oído. No podía ver a la chica, sólo medio sentirla, pero estaba demasiado callada y juraba que eso no era normal.
—¿Por qué caminas hacia afuera? ¡Te he dicho que te ocultes! —la chica renegó, empujando su propio cuerpo hacia atrás, pero no era lo suficientemente fuerte o material como para mover a Baekhyun—. Ellas te estarán buscando. Buscarán a los luz, te matarán —parecía en pánico—, tienes que buscar una roca e ir debajo de ella. Hoy no es un buen día, hoy, a diferencia de los otros, sólo quieren sangre.
Claro que las palabras de Yuri eran atemorizantes y todo se engrandeció cuando sus ojos se encontraron con una horda de Hecks en el cielo, detrás de la fuerza circular que los protegía de ellas. Eran muchas, por todos lados, no había ni un sólo espacio que no dejara ver a una Hecks. Volaban en sus escobas con sus atuendos blancos y otros negros, hermosas figuras lo miraban desde el cielo mientras que los mortíferos ojos traspasaban cualquier barrera estable que Baekhyun hubiera construido para evitar el miedo.
—¿Qué está pasando? —escuchó decir a Yoongi—. ¿Qué se supone que están haciendo?
Baekhyun esperó pacientemente a que el jefe fuego respondiera, pero parecía casi perdido en el cielo. Era como si sus ojos hubieran capturado los de una Heck y estuviera en una lucha de miradas. De todos modos, sus puños no tardaron en juntarse y un fuerte suspiró despejó su nariz.
—Tentándonos.
—¿Por qué?
Ryeowook negó con la cabeza.
—No lo sé. Nunca habían hecho esto, pero ahora parece que no están dispuestas a perder ni un solo segundo de su tiempo y nosotros tampoco —se volteó, finalmente despegando sus ojos del cielo para mirar a los chicos—. ¡Todos a sus posiciones! ¡Preparen las armas y vayan a sus grupos y trabajen en equipo! ¡Recuerden quemarlas y asesinarlas, sin piedad, esos monstruos deben caer!
Baekhyun sintió levemente cómo era que el cuerpo de Yuri temblaba en su espalda, apresando más sus brazos alrededor de él, como si ella hubiera sentido que esas palabras iban dirigidas directo hacia ella. Y eso podría ser, el pensamiento era muy normal por el simple hecho de que era una Heck.
—Ocúltate —Yuri insistió.
—Baekhyun —Yoongi llegó a un lado de él—. Tienes que ir con tu grupo ahora mismo. No estoy al tanto del plan que tengan, pero debes de estar preparado. De ser necesario llevaré a mis chicos contigo, pero tendría que esperar órdenes —se acomodó el intercomunicador en su oreja—. Espero pongas en práctica lo aprendido. Debe de servir, tienes que sobrevivir.
Sin más, simplemente le palmeó el hombro dejándolo completamente intranquilo.
—No vayas —todo el cuerpo de Yuri temblaba, pero estaba firme, como si quisieras sostenerlo allí para siempre—. No vayas.
Por favor. No.
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