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Capítulo 11

Baekhyun nunca le tuvo miedo a los fantasmas debido a que, desde pequeño, sabía que no eran más que un producto de la imaginación de las personas. Sabía de antemano que algo así nunca se le aparecería debido al simple hecho de no ser reales. Ante eso, y bajo las circunstancias de ahora, a lo único profundamente que le temía era a la muerte misma.

No al fantasma colgando en su espalda. No.

Cuando habían entrado al último piso del área en busca de Luhan, creyó que ya se había librado de ese espejismo. Pero no. Ahí estaba, sobre sus hombros y jugando con su cabello como si de una pequeña niña se tratara. En realidad ya se había dado por vencido en hacerle saber a Chanyeol que no era su imaginación, que había una chica sobre su espalda. Simplemente el alto nunca la vio y probablemente no lo haga.

Pasaron un pasillo extenso para ir en busca de la última habitación para encontrar a Luhan mientras que Baekhyun simplemente se detenía cuando se encontraban con ventanas o espejos para mirar de cerca a la cosa sobre su espalda. Todo iba perfectamente bien, de hecho, todavía con la esperanza de que fuera producto de la falta de sueño, pero todo empeoró cuando le habló otra vez.

—Eres la primera persona quién puede verme en este estado —le dijo en un tono alegre mientras seguía rodeando su cuello con los brazos—. Al fin alguien lo hace, de verdad que es muy triste el tener que vivir sola aquí sin nadie.

Cuando Baekhyun miró que Chanyeol se adelantaba un poco concentrado en direcciones dadas por su oreja, carraspeó.

—¿Qué eres?

—¿Yo? ¡Soy una persona!

Baekhyun tuvo que sostenerse fuertemente para no estampar a la chica sobre la pared.

—Si los demás no pueden verte entonces no lo eres.

—Mhm, pero sí que lo soy. ¡Oh! —la chica apretó los hombros de Baekhyun y lo miró muy de cerca—. ¿Acaso piensas que estoy muerta? Algo así leí en uno de esos libros que tiene el director de aquí en su biblioteca. Fantasma, era el término. ¿Eso crees que soy?

Con cada palabra, Baekhyun estaba más y más confundido.

—¿No lo eres?

—¡Claro que no! Si estuviera muerta lo sabría, eso creo. Ah, lo que pasa es que mi poder es... esto. Puedo hacerme invisible y ser casi como un fantasma, ¡nadie es capaz de escucharme tampoco! Pero no entiendo por qué tú sí puedes —la chica pensó durante unos segundos—. ¿Acaso tu poder es el poder verme? ¡Eso es redundante y cool!

La chica estaba demasiado feliz, una felicidad que Baekhyun no podía compartir.

—Baekhyun, es aquí —Chanyeol le habló de pronto, señalando una puerta al fondo—. Luhan está aquí adentro, ese chico se esconde muy bien, recuerda que no saldrá hasta que estemos lo suficientemente cerca como para detectarnos, ¿bien? Trata de no asustarte.

Con un simple asentimiento de cabeza, ambos entraron.

Por un momento Baekhyun se olvidó del equipaje en su espalda y comenzó a buscar a Luhan. La cosa en su espalda no pesaba nada, como si fuera puro aire lo que llevara, por lo que olvidarse de ella fue fácil. La habitación era como una pequeña sala de recreación por lo que, para sorpresa de Baekhyun, había incluso algunos juegos como futbolito y máquinas de pacman. Había suficientes rincones donde esconderse.

Sin realmente querer, se fue separando poco a poco de Chanyeol. El alto buscaba alrededor de otras puertas adyacentes y Baekhyun se aventuró más entre varios sillones y bajo de las mesas. Estando en un lugar cerrado no creía que ningún peligro fuera a aparecer, por lo que de verdad no se sentía del todo temeroso.

Movió un par de sillas y cuando sus ojos detectaron un par de suelas detrás de un sillón, suspiró.

—Luhan —dijo con suavidad, acercándose hacia él con naturalidad—. Ya estamos aquí, es hora de irnos.

Se dio cuenta que el chico identificó su voz y estaba saliendo con su usual rostro, pero cuando lo miró, inmediatamente se hizo hacia atrás y empujó su propio cuerpo hacia un librero cerca. El movimiento fue tan brusco que incluso llamó la atención de Chanyeol, acercándose a ellos con zancadas largas. Luhan tenía los ojos abiertos, un rostro de total alerta y su mano abierta en dirección a Baekhyun, dispuesto a utilizar sus poderes contra él en cualquier momento.

—¿Lu? —Chanyeol cuestionó—. ¿Qué estás haciendo?

Baekhyun enarcó una ceja, caminando de nuevo hacia él, pero soltó un fuerte gritillo cuando repentinamente su cuerpo fue expulsado hacia atrás, pegándose a la pared. Con la respiración acelerada, Luhan se puso de pie, manteniendo el agarre y poco a poco Baekhyun sintió que se asfixiaba.

—¿Q-Qué...? —apenas podía decir algo—. ¿Por qué?

—¡Luhan! ¡Basta! ¡¿Qué estás haciendo?!

Luhan miró hacia Chanyeol, conectando sus ojos y luego hizo señas con su mano libre. Las señas eran como ese usual lenguaje para los mudos, Baekhyun no estaba seguro si todos los telequinéticos lo conocían, pero él jamás lo había visto. De todos modos no estaba tampoco para pensar, la sangre se le estaba yendo a la cabeza y su respiración cada vez se cortaba más y más.

—¡No Luhan, te equivocas! —Chanyeol paró un momento para ver la respuesta de Luhan—. ¡No! ¡Eso no es posible, ¿de acuerdo?! ¡Baekhyun ha estado todo el rato conmigo y creeme que sabría si no fuera él! Sería demasiado obvio.

Luhan volvió a mover desesperadamente su mano. Chanyeol tragó saliva y asintió.

—Bien, pero suéltalo. No podrá hablar si lo tienes contra la pared.

El rubio pareció pensárselo un poco, pero terminó por bajar su mano y Baekhyun cayó al suelo soltando arcadas. Tosió con fuerza, apenas recuperando los colores naturales en su rostro. Con enojo, miró hacia el par de chicos.

—¡¿Qué mierda ha sido eso?!

Chanyeol miró a Luhan.

—Ves. Ahí lo tienes, ¿por qué una Heck sabría usar la palabra 'mierda'? —Luhan pareció insatisfecho—. Bien —Chanyeol suspiró—. Baekhyun, lamento esto, pero necesitamos que respondas unas preguntas. ¿Cómo se llama tu mejor amigo y esa última vez cuando Luhan y yo jugamos ajedrez cuántas veces ganó Luhan?

Baekhyun bufó.

—¿Por qué me estás preguntando eso? —Baekhyun se encogió cuando Luhan amenazó con empujarlo de nuevo.

—Sólo responde, por favor.

Baekhyun pasó la mirada hacia los dos y se cruzó de brazos.

—Mi mejor amigo se llama Kim Jongin y esa vez que jugaron ajedrez en mi habitación Luhan te pateó el trasero con una victoria de ocho a cero, ¡¿felices?!

Luhan se mantuvo un momento mirándolo y terminó por asentir, ese siendo un estilo de pase para que Chanyeol se acercara a él.

—¿Qué pasa? —exigió saber.

—Es que... Luhan detectó algo extraño en ti... tu aura —Chanyeol se mordió los labios—. Por un momento era blanca. Ya sabes, el color de las Hecks, es por eso que él creyó que eras una de ellas con un extraño poder llamado transformación, algunas brujas utilizan cuerpos de los chicos de aquí para atacar cuando tienen la guardia baja. Es por eso que debimos hacer la examinación, lo siento.

Baekhyun enarcó las cejas, extrañado.

—Está bien pero, ¿por qué yo tendría...?

Y repentinamente, un bong se escuchó en su cabeza. Se tocó los hombros, esperando sentir a la cosa que estaba allí antes, pero en algún momento su espalda estaba libre y no había nada detrás de él. Dio un par de vueltas en su lugar y entonces, cuando escuchó un pequeño carraspeo algunos metros detrás de Luhan y Chanyeol, Baekhyun la vio de nuevo.

—Perdona —la chica murmuró en una voz que apenas pudo escuchar. Sus ojos parecían repentinamente tristes, su rostro con una expresión de mortificación y labios temblorosos—. Es mi culpa, lo siento.

—¿Qué? —Baekhyun pronunció, extrañando a Luhan y Chanyeol quienes miraron hacia atrás, sin ver nada—. ¿Qué quieres decir?

—Yo... —De un momento a la chica apareció a su lado, sólo que un poco alejada de él—. Mi nombre es Yuri y... soy una Heck. ¡Pero una buena Heck! ¡Yo...! —Yuri pareció morderse los labios, incapaz de saber cómo remediar ese hecho.

Después, simplemente desapareció.

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No volvió a ver a la chica en su camino de salida ni en otro momento en la estadía de las Hecks en Exodia. Por un momento su cerebro seguía confundido, e incluso pensó que debería informarle a alguien sobre eso pero, ¿le creerían? Todavía estaba un poco dolido por el hecho de que Chanyeol simplemente haya pasado de sus palabras, dando por hecho de que era el cansancio.

Tal vez lo era, pensó. Todavía estaba esa posibilidad. Si no vio a la chica más que en ese edificio, igual y es producto de alguna extraña energía del edificio o algo así. De todos modos, decidió no darle muchas vueltas. Eso no se veía demasiado ofensivo y más el plus de que nadie podía verla y por ende que parecía llevar bastante tiempo allí sin hacer daño, entonces no parecía un enemigo crucial.

El día domingo terminó sin cosas nuevas. Así como era siempre, las Hecks se fueron a la hora en que la capa se cerraba y la destrucción fue la misma: ventanas rotas, edificios con aberturas y mucha gente herida.

Se habían dirigido a la sección de Vida en donde claramente estaba más que lleno y el anterior pensamiento de Baekhyun sobre que había bastante personal en el área se vio completamente destruida cuando parecía en ese momento faltar gente para curar. Su mirada se cruzó con la de Jongin y respiró con tranquilidad al verlo vivo y sin daño fuertes, a un lado de él estaba un Kyungsoo recibiendo un poco de curación en una de sus piernas y muy por detrás detectó a Yifan siendo curado alrededor de su brazo con algunas quemaduras en el rostro y la ropa mojada. Una extraña combinación.

—Te dije que estoy bien —Baekhyun miró que a un lado de él estaba Junmyeon con el rostro fruncido intentando tomar el otro brazo de Yifan para inspeccionarlo—. No me pasó nada, estoy bien. Deja de preocuparte —sonó un tanto brusco, pero no lo suficiente como para alejar a Junmyeon quien, con un gruñido, jaló su cabello hacia atrás.

—Agradece que te rocié un poco de agua antes de que hirvieras en llamas, tonto.

—Pude arreglármelas yo solo.

—Ajá, ¿de verdad creíste que volando se te iba a quitar el fuego? Que poca atención pones en las clases.

Junmyeon volvió a quejarse cuando Yifan simplemente hizo oídos sordos y entonces tomó la mano del curador.

—Así déjalo, no lo cures más. Que el pequeño bebé aprenda que sus actos tienen consecuencias.

—¿Eh? —Yifan se incorporó—. ¿Por qué? Me necesitan sano para el entrenamiento y la próxima pelea. ¡Si esto no se cura ahora tardará semanas!

—Te lo mereces por petulante.

—¡Juuuun!

—Ellos siempre son así —Baekhyun miró a su lado cómo era que Yixing tomaba un pequeño sorbo de agua mientras empapelaba algunas cosas en el escritorio cerca y se secaba el sudor de su frente—. A veces nos hacen el día con sus extrañas e injustificables peleas, o también a veces nos lo arruinan con las peores peleas que involucran sus poderes y muchas víctimas en el proceso —esnifó—. Son raros.

—Parecen una pareja de casados —afirmó Baekhyun.

Con los papeles listos, Yixing se enderezó.

—¿Casados? —Baekhyun simplemente suspiró. Cierto, esta gente no sabe nada—. Ah, bueno. Luego me cuentas, tengo un par de cráneos rotos que curar y otra docena de costillas rotas. Nos vemos.

Baekhyun simplemente levantó la mano en modo de saludo y se preguntó extrañamente quién en su sano juicio podría odiar a Yixing.

—Tú casi lo hiciste tonto —se dijo, mirando cómo era que el otro llegaba a un paciente y le sonreía—. Tú y tu maldita escena de celos injustificados —gimió—. Incluso yo tendría ganas de besar a ese chico.

—¿Qué chico? —de pronto, Chanyeol llegó de la nada a su lado. Baekhyun se debatió entre responder o no, pero Chanyeol dio en el blanco siguiendo su mirada—. Ah... eso. Baekhyun, de verdad lo siento, yo no debí...

—No —le cortó con voz suave. Tomó una respiración—. Yo lo siento. Es sólo que me sorprendió el hecho de que lo hubieras hecho con alguien más. No estás atado a mí, así que no debí haberte gritado. Es mi culpa.

Chanyeol hizo una mueca, pero terminó sonriendo. Le tendió a Baekhyun una lata de alguna extraña bebida del lugar y se encogió en hombros.

—¿Y cómo se hace eso? —preguntó, tomando un sorbo de su bebida.

Baekhyun abrió la lata.

—¿Qué cosa? —cuestionó, copiando la acción de Chanyeol. El alto sonrió.

—Atarme a ti.

Baekhyun literalmente necesitó asistencia médica para no ahogarse con un simple sorbo de refresco.

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Baekhyun extendió sus piernas a lo largo del marco de la puerta y subió sus manos, evitando que cualquier cosa humana pasara por allí. Con una extensa pelea de miradas, Baekhyun no se dio por vencido. Nada iba a arruinar esa noche.

—No tienen permitido pasar —informó con voz decidida—. Hoy es noche de adultos.

—Adultos mi trasero —Jisoo rodó los ojos y sostuvo su almohada entre sus brazos, empujando el cuerpo de Baekhyun para poder pasar hacia su habitación, pero el mayor lo evitó—. ¡Muévete!

—Niños no —Baekhyun sentenció de nuevo—. ¿Qué parte no entienden de eso? Ya tienen su propia habitación en el siguiente piso, así que no molesten.

Jisoo volvió a mirar con intensidad mientras que Leo simplemente frotaba sus ojos y murmuraba algo como «hyung, vamos a nuestra habitación, me iría solo pero tengo miedo, anda» mientras jalaba su camisa para dormir, pero el de diez años no se rendía.

Hoy iba a ser su noche, iba a pasar tiempo con Chanyeol, a solas, como cualquier otra pareja de jóvenes con mucho potencial para enamorarse haría y nada evitará eso. Así que sobre su cadáver dejará que ese par de niños lo invadieran de nuevo. Había logrado convencer a Chanyeol de no dejar entrar al par ese y, aunque fue algo difícil por el apego, el alto había asentido después de un insistente Baekhyun.

Desde su cama, Chanyeol veía con pena cómo era que los pobres niños intentaban entrar, pero se quedaba en su lugar así como Baekhyun se lo había pedido.

—Byun —Jisoo llamó de nuevo su atención—. No hagas esto más difícil.

Baekhyun bufó.

—Ustedes son los que lo están poniendo difícil —se hizo hacia delante, haciendo que el par de niños retrocediera un par de pasos y salieran del recibidor de la habitación. Inclinándose, Baekhyun llegó a la altura de Jisoo y le guiñó el ojo—. Tú no me vas a quitar a Chanyeol. Eso tenlo por seguro —y sin más, y dejando a Jisoo con las palabras en la boca, cerró la puerta de su habitación con pestillo.

Con una sonrisa triunfante, Baekhyun se dirigió de nuevo hacia dentro y se dejó caer en la cama, a un lado de Chanyeol.

—¿Eso no ha sido cruel? —preguntó Chanyeol con los labios fruncidos—. Ellos sólo querían dormir con nosotros.

—Corrección —Baekhyun se levantó—. Contigo. ¿Acaso olvidas que me avientan al sillón y ustedes se quedan en la cama unos arriba de los otros? No gracias. Yo quiero mi cama, en mi habitación y te quiero a ti.

La comisura de lo labios de Chanyeol se irguió extrañamente hacia arriba.

—¿A mí?

—Q-Quiero decir —Baekhyun se avergonzó—. Desde que esos niños llegaron casi no podemos convivir como los grandes amigos (que se besan) que somos, así que pues... sí, er, algo así.

Chanyeol no respondió ante eso, simplemente sonrió tímidamente mientras asentía.

De pronto, todo se volvió algo extraño. Hacía mucho tiempo que no estaban solos en su habitación a la hora de dormir. Originalmente estarían exhaustos —más Chanyeol que él—, pero por más que Baekhyun miraba de reojo al otro éste se mostraba con una energía infinita.

El perfil del alto siempre fue un enigma para Baekhyun. Era genuinamente impresionante y estaría seguro de que si se encontraran en el mundo ideal probablemente le preguntaría en dónde se hizo ese magnífico rostro, pero el hecho de saber que Chanyeol es cien por ciento natural en todos los aspectos lo hacía cada vez más irreal.

—Tengo más preguntas. —Antes de que Baekhyun se decidiera entre aventársele a Chanyeol o actuar como un cobarde, el alto habló primero. Con la mirada aún hacia el frente y sin mirar a Baekhyun, prosiguió—. En los libros probablemente haya un sesenta por ciento de cosas o palabras que no entiendo. Autos, tiendas o condones, por ejemplo —miró por un par de segundos a Baekhyun y éste estaba en blanco—. Cuando muestran en los libros lo que son las cosas soy capaz de imaginarlo. Con la mayoría. Pero entonces vienen estas palabras que no logro imaginar con nada.

—¿Cómo qué?

Amor —Chanyeol comenzó a enumerar—. Desamor, corazón roto u orgasmo.

Un pequeño sonidito de vergüenza salió de Baekhyun.

—Los personajes decían bastantes cosas sobre ellos, la verdad. Lo intentaban explicar con palabras pero todavía ellos utilizaban palabras que no entendía para empezar. Así que estoy confundido y fascinado a la vez... La manera en que tu mundo maneja otras palabras y la capacidad de las personas de poder experimentarlas.

Baekhyun jugó con un hilo de su camiseta.

—Entonces yo me preguntaba —Chanyeol miraba seriamente hacia la pared, como si le estuviera diciendo a una cámara o algo así. Su semblante era serio y un poco curioso—. ¿Seré capaz algún día de experimentar todo eso? Quiero decir, aunque esos libros no parezcan lo mejor para abrirme los ojos, la verdad es que fue algo que me hizo querer moverme, ver algo más allá que Exodia.

Baekhyun pensó. Porque algo en las palabras de Chanyeol le hicieron darse cuenta de una cosa interesante.

Él desde siempre se había quejado de su vida. Proviniendo de una familia humilde, con padres exigentes en cuestión al dinero y sus estudios. Con un hermano indiferente que solamente se preocupó de sí mismo saliendo de la universidad. Hasta ese momento, si hubiera algo que Baekhyun de verdad aprecia, serían sus amigos. O su amigo, más específicamente. Se había enfrascado en su total problema cuando, más allá de él, había personas en peores circunstancias.

Sus ojos se cruzaron con los de Chanyeol.

—¿Quieres hacerlo? —preguntó de manera simple, pero dentro de él una revolución de sensaciones y responsabilidades empezaba a desatarse.

—¿El qué?

—Experimentar.

Chanyeol se encogió en hombros.

—¿No es por eso que estoy aquí a solas contigo? —Le sonrió y Baekhyun no tardó en corresponder la sonrisa. Así que lo besó.

El cuello de Baekhyun estaba más estirado de lo que debería, y aunque en el futuro hubiera consecuencias de ello, lo único importante allí era la manera en que sus labios se movían sobre los de Chanyeol.

Desde que empezaron a besarse, Baekhyun procuró hacerlo poco a poco para no asustarlo. Tampoco era el mejor besador del mundo, ni siquiera había besado a demasiadas personas en su vida, pero sí las suficientes como para poder saber hacerlo. Pero Chanyeol era un total inexperto. Por lo menos una persona normal sabría por dónde iban las cosas al ver series o películas, pero él ni siquiera tenía eso.

Obviamente la primera vez fue un desastre, así que comenzaron con picos. Esos picos, eventualmente se convirtieron en la unión de sus labios por unos tres segundos y después, cuando fue el mismo Chanyeol quien hizo un movimiento de respuesta, Baekhyun movía sus labios sobre él. Hasta eso, durante los pocos días que llevaban besándose, habían llegado. Pero ahora Baekhyun quería extenderlo, enseñarle a Chanyeol lo que era perder el aliento y cómo su lengua podría hacer maravillas.

Levantándose, Baekhyun se movió hacia su izquierda, despegándose del colchón para acercarse más a Chanyeol. El alto de inmediato se tensionó y más cuando sus manos se quedaron quietas sin saber qué hacer en el momento que Baekhyun se colocó sobre él. Los ojos de Chanyeol bailaban de un lugar a otro por todo el cuerpo de Baekhyun y el más bajo simplemente acarició los hombros de Chanyeol y después su cuello, mientras que una sonrisa tranquilizadora estaba sobre su rostro.

Cuando sintió que el cuerpo de Chanyeol se destensaba —todavía con una docena de pequeños besitos— los brazos de Baekhyun cayeron sobre su cuello y buscó sus labios de nuevo. El ciclo comenzó otra vez: besos cortos, suaves y titubeantes; después sus labios se quedaron juntos por más tiempo y al terminar, Baekhyun quería enseñarle como todo un experto.

—No te muevas hacia atrás —Baekhyun murmuró todavía con sus labios juntos. Se rió con suavidad—. Parece que quieres alejarte.

Con las mejillas calientes, Chanyeol parpadeó.

—Lo siento.

Baekhyun suspiró, pasando sus manos detrás del cuello ajeno y ajustó a Chanyeol en su lugar para que no se moviera.

—Controla tu respiración y nada de no mover tus labios. Es hora de que pongas de tu parte. Ah, y siéntete libre de poner tus manos donde quieras —le guiñó el ojo.

Chanyeol no pudo contestar ya que Baekhyun atacó sus labios de nuevo.

Fue mejor. Mucho mejor. Tal cual lo pidió, Chanyeol lo hizo: movió sus labios de una manera en la que no chocaran sus dientes, se movía después de que Baekhyun lo hiciera y posteriormente encontraron un buen ritmo. Ya no se fue hacia atrás, se quedó en su lugar y una de las manos de Chanyeol se sostuvo por detrás y la otra experimentó por el cuerpo de Baekhyun.

Primero la colocó en su cadera, como si quisiera sostenerlo. Se guió de pronto hacia arriba, pasando a su hombro y la punta de los dedos de Chanyeol hizo un completo recorrido por el abdomen de Baekhyun. Sus dedos llegaron entonces a su barbilla y la mano terminó en su rostro, pasando por su pelo un segundo después y, cuando se separaron un momento para tomar aire, los ya oscuros ojos de Chanyeol llegaron a él. Junto con eso, la mano de Chanyeol presionó hacia atrás, uniendo sus bocas nuevamente.

Era algo tan sensitivo y casi detallista, Baekhyun jamás creyó que prestaría atención en cada pequeña cosa que el otro hiciera. En cómo poco a poco comprendió el tiempo entre besos, el cómo era de una manera interesante el entretenerse más con su labio inferior y también en los pequeños espamos recorriendo por ambos cuerpos.

Sin darse cuenta, llegó un momento en donde Chanyeol ya estaba recostado en la cama y Baekhyun sobre él. La posición era mucho más cómoda y accesible, pero hubo momentos peligrosos cuando quería mover sus caderas. Aunque toda inhibición se vino momentáneamente abajo cuando un honesto Chanyeol gimió.

—Tú —Baekhyun se rió—. Cálmate.

Con una mueca, Chanyeol suspiró. Sus manos se movieron por encima de las caderas de Baekhyun y el más bajo podía leer sus intenciones de querer juntarlas más con las suyas. Y entonces, él lo hizo por pura provocación.

Baekhyun.

—¿Mhm? —besó bajo la oreja de Chanyeol y éste jadeó.

Chanyeol negó con la cabeza, tal vez diciéndole silenciosamente que no era nada o tal vez que ya era suficiente. La respiración de Chanyeol estaba bastante acelerada, como si muy por dentro estuviera reprimiendo tantas cosas. Viéndolo a los ojos, Baekhyun casi se deshacía. Allí ya no estaba el Chanyeol tímido e inexperto, era como si bastara tan sólo algo de juego previo para que Chanyeol dejara escapar poco a poco ese ser imponente, duro e impredecible.

Baekhyun quería descubrirlo. ¿Qué clase de persona sería ese otro Chanyeol?

La calentura del momento dejó de ser implícita porque ya se estaban devorando. Se movieron como locos uno con el otro, expandiendo el sonido en el cuarto y el sudor creciendo en sus patillas. Eran tan perfectos, el enlace tanto físico como emocional cabía en un cien por ciento y Baekhyun nunca se había sentido tan atraído por una persona como lo estaba ahora.

Chanyeol tomó a Baekhyun de los hombros y lo separó por un momento. Sorprendido y agitado, Baekhyun intentó preguntar el por qué, pero solamente recibió a un Chanyeol con los ojos cerrados, las venas de su cuello expuestas y un intento de respiración más suave. Duró tal vez quince segundos antes de que volvieran a besarse. Eso sucedía casi cada dos minutos: Chanyeol se detenía, pensaba y después volvía. No se quejaba, pero tampoco lo tranquilizaba del todo. Aun así, su cuerpo y mentalidad no estaba del todo serena como para preocuparse por el momento.

No quería llegar tan lejos. Por lo menos no hoy. Porque era muy pronto. O eso es lo que su mente quería y quería meter en su cabeza; más en el momento que sus manos se movieron solas hacia el elástico del pantalón de Chanyeol. Pero no podía detenerse del todo, la fuerza atrayente que tenía casi les hacía fundirse en uno solo. Sus juguetonas manos se movieron, su racionalidad fue censurada y todo iba bien, estaba por tocar la virilidad que tanto esperaba, pero entonces, cuando apenas iba a acariciar, la mano de Chanyeol llegó a la suya, tocándolo y entonces quemándolo.

—¡Agh! —gritó por el ardor, su muñeca se puso roja y apretó los dientes. Había dolido, fue casi como si le hubiera caído algo ardiendo alrededor.

Las cosas se detuvieron un momento y Baekhyun casi cae y se tambalea cuando Chanyeol miró la herida, preocupándose de inmediato.

—Lo siento, lo siento. ¿Estás bien? —iba a tocarlo de nuevo, pero alejó su mano por sí mismo—. Yo... No sé, lo siento. ¿Duele mucho?

Baekhyun miró su mano y negó con la cabeza. No dolía tanto, no su muñeca. Pero algo extraño se incrustó en su pecho, cambiando su mirada dolida por una de preocupación.

—¿Por qué de repente...?

—Lo siento —¿Cuántas veces se había disculpado ya?—. Yo creo que todavía tengo mi poder un poco sobreexpuesto por la pelea. Y hay veces que no puedo controlarlo del todo, yo... —miró sus manos como si de un momento a otro quisiera arrancárselas—. Yo no puedo evitarlo.

Baekhyun se preguntó si sus momentos de detenerse durante la sesión de besos eran por lo mismo. ¿Acaso el calentarse metafóricamente influía también con estarlo literalmente? Todavía sentía un extremo calor y Chanyeol estaba caliente —otra vez, de las dos maneras posibles—, incluso la habitación tenía una temperatura casi inhumana.

Queriendo erradicar la sensación de culpa en el rostro de Chanyeol, Baekhyun simplemente se dejó caer de nuevo sobre él, poniendo su frente sobre el hombro del alto. Con un empujón, Chanyeol intentó alejarlo por el miedo de lastimarlo de nuevo, pero aunque Baekhyun estuviera sudando por lo cálido que estaba Chanyeol, se aferró fuertemente a sus ropas hasta el punto que el alto se rindió.

—Está bien, es todo por hoy —sus piernas se movieron fuera del regazo de Chanyeol. Aunque tuviera una erección bastante dolorosa, prefería mil veces confortar a Chanyeol—. Es solamente como tu entrenamiento, hay que controlarlo. Imaginate que ardamos en llamas cuando lo estemos haciendo, aunque se vería algo genial, mi cuerpo no lo aguantaría tanto como tú.

Chanyeol todavía tenía ese rostro de culpabilidad. Odiaba a morir verlo así.

—Ya. La próxima vez intentémoslo en el área Cristal, estoy seguro que por más caliente que te pongas no podrás derretir todo allí —intentó bromear y sonrió cuando vio que funcionó. Una pequeña sonria apareció en el rostro de Chanyeol.

—Sería genial poder hacernos jaladitas juntos.

—Oh, cállate.

—De verdad. Eso es lo que ibas a hacerme, ¿no? —Baekhyun escondió su rostro—. Ves.

—No puedo creer que todavía no lo hagas contigo mismo —cuando Baekhyun esperó alguna respuesta afirmando lo dicho, y no hubo más que silencio, incorporó medio cuerpo y abrió sus ojos hacia él—. ¡¿Acaso ya lo hiciste?!

Chanyeol miró hacia otro lugar, evadiendo cualquier mirada hacia Baekhyun, pero éste lo tomó con una mano apretando sus cachetes y mirándolo intensamente.

—¿Y bien?

—Fue extraño. Todo.

—Esa no es una respuesta.

Chanyeol tragó saliva, un tanto incómodo por la forma en que Baekhyun apretaba más y más el agarre.

—No sé —dijo—. ¡Tendrás que descubrirlo por ti mismo!

Con un fuerte empujón (sin dañarlo) Chanyeol se alejó de él y se escabulló debajo de las sabanas mientras que extrañamente dejaba escapar soniditos comos «jujuju».

—Yah —Baekhyun movió el cuerpo debajo—. ¡Dímelo ahora mismo! ¡Tú!

Chanyeol salió repentinamente de abajo y le dio un pequeño pico en sus labios, pero eso no fue suficiente para el rostro fruncido de Baekhyun se desvaneciera.

—¿Crees que mañana den carne o pollo para la comida? —Chanyeol preguntó de pronto, evidentemente queriendo cambiar de tema.

Miren, no es que Baekhyun esté molesto en realidad, eso sólo que en algún momento pensó que ese momento —dadas las circunstancias de su relación ahora— llegaría a manos de él y eso le provocaba algo de morbo porque, ¡Dios santo! ¡¿Quién no querría ver cómo una guapo chico se corre por primera vez?!

Sí bueno, tal vez solamente él.

—Respóndeme.

—Yo creo que será pollo. En la hora cuarenta y ocho del día pasado y en la noventa y seis sirvieron carne, así que debe de haber un cambio.

Baekhyun hizo una mueca y se cruzó de brazos.

—Cuando te tocas allí abajo te salen pelos en las manos.

—¿Eh? —Chanyeol miró su mano.

—¡Ajá! —Baekhyun se levantó en la cama y comenzó a brincar mientras le apuntaba con el dedo—. ¡Con que lo hiciste!

Chanyeol levantó la mirada medio avergonzado y medio divertido.

De nuevo, sin una respuesta verbal, Chanyeol se encogió en hombros y tomó la mano de Baekhyun haciendo que se recostara de nuevo. En menos de cinco segundos su cuerpo había sido envuelto con medio cuerpo de Chanyeol arriba de él y una suave respiración en su oreja.

—Esta conversación no ha terminado —Baekhyun se quejó, pero inevitablemente sintió un avalancha de sueño.

Con un simple beso en la cabeza, el alto se despidió.

--


Jungsu miró a través de la ventana de su oficina y suspiró con suavidad en el momento que pudo observar a los voladores entrenando en el bosque, a los chicos fuego lanzando sus llamas a lo lejos y cómo el agua de la Laguna brincaba aquí y allá, transportando a los chicos agua. Los del área Cristal ensayaban sus caminos de hielo obteniendo una resistencia mayor y los chicos teleport aprendían técnicas de ataque cuerpo a cuerpo.

Exodia se veía como siempre. Como alguna vez la imaginó y como terminó siendo. Con los ojos achicados, miró en dirección fuera del área Ceniza cómo era que Baekhyun entrenaba junto con Leo y Jisoo, siendo el primero por mucho más torpe que los otros dos. A su lado, su hermano reía con ganas mientras veía a Baekhyun intentando vencer a Jisoo en un encuentro de luces, cuando ni siquiera sus manos lograban obtener una flama de luz blanca.

Aun así, una de sus manos ya podía encenderse por sí sola y no dudaba con que, para un par de semanas, ya pudiera controlar un poco más la luz. Con suerte, para dentro de unos dos meses ya tendría un control casi tan avanzado o incluso mucho más fuerte que el propio Jisoo.

Había algo excepcional en Baekhyun que lo diferenciaba de los otros luz. Era esa increíble fuerza y precisión de aura, su inconsciente habilidad de poder acoplarse a los demás Exodianos. También esa fuerza gravitacional que tenía con Chanyeol. Jamás había visto a un fuego tan cerca de un luz desde el último compañero de Chanyeol, cosa que en realidad no preferiría recordar por ese oscuro pasado.

Rogaba silenciosamente que Baekhyun no terminara como ese chico. Que su curiosidad no fuera más allá de lo estipulado y que se quedara en esa zona de ignorancia pura.

—¿Sabes que cuando mientes toda una cadena de mentiras se aferran a esa primera que hiciste? —Jungsu ya sabía que esa persona estaba allí, pero lo ignoró por su propio bien. Aun así, sabía que ese chico nunca se quedaría quieto—. Una detrás de otra, dependiendo de cada una de ellas. ¿Sabes lo que ocurrirá cuando tu teatrito caiga y la verdad sea revelada?

Girando en su propio lugar, Jungsu miró con suavidad a esa persona y suspiró. El chico tenía en sus mano una pluma, jugaba con ella desinteresadamente mientras que su cuerpo estaba totalmente desparramado sobre el sofá.

—Y espero que se quede así —respondió debidamente.

—Desde el inicio fue un error traer a dos chicos saludables del mundo ideal aquí —sentenció esa persona.

—Es nuestra única esperanza para que Exodia sobreviva.

—¿Y para qué quieres que lo haga? Tu propio egoísmo sólo está lastimando a las personas.

—No —Jungsu elevó la voz, pero no perdió su rostro sereno—. Lo hago para evitar que nuestro universo se desequilibre. Así de sencillo.

—Entonces mata a todos.

—No.

El silencio reinó en la habitación, el chico en el sofá simplemente dejó la pluma en la mesa de café y se levantó. Con pasos lentos, se acercó hacia Jungsu y lo encaró.

—Entonces abstente a las consecuencias. Yo estoy muy cansando de seguir aquí. Quiero volver. Y como van las cosas entre esos dos —miró de reojo en dirección hacia donde estaban Baekhyun y Chanyeol—, creeme que falta muy poco para que tus mentiras caigan una por una.

Jungsu observó finalmente cómo el chico salió de la habitación, posiblemente para incorporarse al entrenamiento.

Con una respiración casi acelerada, volvió su vista hacia la ventana.

Él hacía lo correcto. 

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¡Ahora sí, feliz Año Nuevo!

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