Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10




—¡Hyung!

Baekhyun siguió con los ojos a Leo, quien, al darse cuenta de que no tomaría la paleta entre sus manos, prefirió guardársela. La atención del niño había desaparecido de él y corrió hacia Jisoo, quien lo miraba desde un poco más atrás en el pasillo con su rostro un tanto desconcertado. Con una última mirada, Baekhyun intentó conversar algo con Luhan, pero éste ya se encontraba caminando muy lejos por el pasillo, como si no le hubiera puesto una gran carga de confusión y miedo sobre los hombros de Baekhyun.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Leo a Jisoo—. ¿No ibas con el entrenador fuego?

—Ah, sí, pero llegué muy tarde —acarició la cabeza de Leo y tomó la paleta de su bolsillo—. Me dijo que viniera aquí mejor. ¿Ya te revisaste con Yixing?

El pequeño negó con la cabeza y señaló a Baekhyun.

—El señor este se enojó con el señor Chanyeol e hizo toda una escena. El señor Yixing parecía muy asustado, como si temiera que fuera a golpearlo, pero por suerte el señor Baekhyun salió. Aun así el señor Chanyeol parece triste —le mandó una mirada inquisitiva a Baekhyun—. Malo.

—Como se esperaba, Baekhyun no es capaz de controlarse —Jisoo rodó los ojos.

Baekhyun ni siquiera tuvo tiempo de pensar una respuesta inteligente a eso. Su mirada seguía posada en Leo, el pequeño quien estornudó y soltó un pequeño alarido. Probablemente el estornudo había quemado dentro, picándole y dañándolo. Jisoo pareció un tanto confundido por la falta de reacción, por lo que se acercó a él con los brazos en la cintura.

—Inútil —le recriminó, pero Baekhyun seguí ido. Con un mohín, Jisoo tosió—. Oye perdedor, ¿qué sucede contigo?

—Sí —Baekhyun contestó.

—¿Qué se supone que respondes con...?

—¡Leo! —La voz de Chanyeol surgió a escena y éste trotó para llegar al niño. El pequeño simplemente volteó, elevando sus brazos para que el gigante lo cargara—. Ven. Aún tenemos que revisarte, Yixing te está esperando.

Por un momento sus ojos se encontraron, pero al recordar lo que había hecho antes, Baekhyun la desvió, relamiéndose los labios y apretando sus pantalones con las palmas de sus manos. Negro. ¿Por qué Luhan repentinamente diría eso? ¿Acaso era una advertencia? Pero se suponía que Luhan debería informar de alguna manera cuando vea ese tipo de auras, ¿entonces qué estaba pasando? Además, lo que más le asustó de alguna manera que no sabía del todo a quién se refería. Miró a Leo y a Chanyeol casi al mismo tiempo, había pasado su mirada entre los dos y a veces al vacío, por lo que tampoco comprendía esa explicación.

—Eh —Jisoo lo golpeó demasiado fuerte como para ser considerado un golpecillo para llamar su atención—. ¿Qué pasa?

Baekhyun jadeó ante el golpe, pero simplemente se sobó la parte lastimada. La mirada de Jisoo, por otro lado, era un tanto diferente: ya no tenía una sonrisa socarrona o un ceño fruncido permanente, estaba más ligado a lo normal, como si de verdad se viera interesado por la reacción de Baekhyun.

—No... es nada —respondió confusamente, algo incómodo dado a que ya se habían quedado ellos solos mientras que Chanyeol y Leo se habían adelantado con Yixing.

Jisoo achicó sus ojos hacia él, pero terminó por encogerse de hombros.

—Entonces mueve el trasero, no tenemos todo el día.

—¿Qué?

El niño caminó hacia la salida con parsimonia, como si fuera el dueño del mundo. Con una pequeña vueltecita, encaró de nuevo a Baekhyun y le apuntó.

—Hoy empiezan tus lecciones como un luz, así que vete haciéndote la idea de llamarme maestro.

Baekhyun parpadeó. ¿Qué?


---

Ser un luz definitivamente era más cansado de lo que imaginaba.

Al parecer, uno como luz no podía luchar por sí mismo. Lo único más poderoso que podía hacer sería cegar por unos segundos a su enemigo, pero de por sí no era suficiente ya que, para llegar a hacer eso, se necesitaba bastante práctica y lo que Baekhyun consiguió en un hora de entrenamiento fue sacar una pequeña lucecita de su dedo al estilo E.T. y muchos, pero muchos regaños de parte de Jisoo.

Aunque no quisiera aceptarlo, el niño tenía un basto conocimiento tanto teórico como práctico, él era capaz de iluminar la sala completa, jactándose de su poder. De todos modos, Baekhyun no le pasó la pelota tan fácilmente, ya que como sabían, es necesario que un luz tenga un compañero para luchar y esencialmente un fuego para no morir en el intento.

—Sosténlo.

Baekhyun casi lloriqueó cuando sus hombros estaban ardiendo, sus manos casi dobladas hacia atrás y un peso excesivamente mayor al suyo sobre sus hombros. Retuvo la respiración para entonces impulsarse hacia arriba y poder ponerse nuevamente de pie. Dado a que no había podido avanzar mucho, Jisoo se dio a la tarea de 'castigarlo' con cincuenta sentadilla con un saco de papas sobre sus hombros que era increíblemente pesado considerando que dentro había solamente setenta papas.

Jisoo, sentando en una silla viendo el espectáculo de un Baekhyun sufriendo por el dolor, simplemente enarcó las cejas.

—¿Cuántas llevo?

—Cuatro. —Baekhyun maldijo—. ¿De verdad que no puedes cargar esa bolsa de papas? Literalmente agarré la menos pesada.

Bueno. Que Baekhyun haya estado yendo al gimnasio cuando todavía estaba en su mundo no significaba que le gustara cargar muchas cosas. Se había puesto la meta de simplemente desaparecer su blanda panza para intercambiarlo por un buen abdomen, nada que ver con sus brazos que tampoco estaban tan mal, pero no podían soportar una bolsa de papas así como así.

—Explicame otra vez por qué estoy haciendo lo que me dices —exigió con dificultad mientras ponía toda su fuerza sobre sus pantorrillas para no caer al suelo.

—Porque así lo pidió Jungsu. Además, te falta mucho por saber y estamos a pocas horas para que haya otro combate con las Hecks así que es mejor apresurarse y comenzar a luchar también.

Baekhyun ni siquiera tuvo fuerza suficiente como para responderle, tampoco tenía nada que decir. Su mente poco a poco se iba haciendo un completo caos cuando los Exodianos le hablaban de las Hecks, su poder y su importancia para el lugar ese. En el tiempo de su mundo había pasado más de un mes y no había ni un maldito avance en él (no era que lo quisiera del todo tampoco) pero lo que más le molestaba era esa poca intención que tenía Jongin para sacarlos de allí. No se suponía que su primera opción fuera derrotar a las Hecks y su amigo seguía insistente con eso.

Baekhyun se levantó por vigésima sexta vez y estaba seguro de que iba a desmayarse. A su lado, Jisoo seguía con su aura de grandeza mientras perdía su mirada hacia la sección de voladores y admiraba cómo era que esos chicos iban de aquí a allá, no preocupándose por nada. Por otro lado, a lo lejos pudo percatarse de ver a la sección Laguna, Junmyeon levantando las manos y lo demás siguiéndolo mientras el agua se movía fluidamente. Todos ellos lucían tan tranquilos, concentrados e incluso podría decir que divertidos. Sentía algo de envidia.

—Suficiente —dijo Jisoo de pronto, poniéndose de pie—. No vamos a lograr nada. Mejor ve a donde sea y fuera de mi vista. Ver tu poco avance me da migraña.

Baekhyun claro que se sintió ofendido ante las palabras, pero simplemente tampoco tenía ánimos para discutir. Ese niño será siempre un dolor de cabeza, y por más que le quiera demostrar lo contrario, simplemente su cuerpo no se lo permitía. Tiró la bolsa de papas a un lado y cuando intentó decir —otra vez— algo inteligente para despedirse, Jisoo ya no se encontraba cerca. Confundido, miró hacia todos lados para buscarlo, pero no estaba, se había esfumado.

Como sea.


---

Baekhyun dio un sorbo a su chocolate caliente (que ahora estaba frío) sin despegar la vista de Chanyeol.

Desde su discusión no habían hablado tan profundamente como él lo quisiera, se limitaban a conversaciones relacionadas con las horas que eran o si se había arreglado el asunto del foco fundido de su habitación y sinceramente le estaba sacando un poco de quicio que Chanyeol no fuera tan ensimoso como antes.

Ya sea porque estaban a pocos minutos del ataque de las Hecks o porque se había tomado muy en serio las palabras de Baekhyun, Chanyeol estaba siendo bastante... normal. Ni siquiera lo ignoraba del todo. No. Baekhyun desearía que lo ignorara en vez de tratarlo como si fuera solamente uno más del montón que debe prepararse para el ataque.

En su defensa, podría decir que tiene un poco de derecho con enojarse. Él había sido claro con Chanyeol sobre el tema de los besos, pero ese gigante lo había modificado a su gusto con esa maldita excusa de 'tiene mi edad y es agradable'. Pensar en ello y recreando la imagen de los labios del alto junto con otros que no fueran los suyos le hacía aplastar ese pobre vaso que estaba a punto de explotar.

—¿Por qué pareces como si estuvieras a punto de echarte al suelo y hacer una rabieta?

Baekhyun miró detrás de su hombro encontrándose con un ya muy preparado Jongin. Tenía puesto unos pantalones negros con una camisa ajustada y extrañas cadenas alrededor de sus hombros y muslos. Parecía un adolescente en busca de su identidad y se preguntó cuán pesado estaba eso. Aun así, Jongin no se veía del todo incómodo ya que degustaba un sándwich con un aspecto de 'hecho en un minuto' y lo miraba inquisitivamente.

Mordiéndose los labios, Baekhyun volvió a tomar un sorbo y gruñó cuando grumosos pedazos de chocolate llegaron a su boca.

—¿Qué piensas de Chanyeol? —le preguntó con un movimiento de cabeza para señalarlo. También preparado, el morocho estaba conversando con algunos chicos fuego y bromeando de vez en cuando. Podía ver su sonrisa tan deslumbrante como siempre.

—¿Qué pienso de qué?

—Sólo... de él. Como persona. ¿Crees que si viviera en nuestro mundo sería igual que aquí?

—No lo conozco, así que no podría decirte —Jongin lo miró con tranquilidad—. Tú lo conoces más que yo, ¿por qué no te respondes eso a ti mismo?

Baekhyun le soltó un golpe en el estómago.

—No lo sé, por eso te pregunto idiota.

—Ugh, no sé por qué hace falta la agresividad. —Baekhyun volvió a mirarlo con ojos molestos preguntándose internamente por qué cuestionó eso. Definitivamente Jongin tenía razón, pero no le daría la satisfacción de saberlo—. Pero bueno, por lo que veo, yo me lo imagino como esa clase de chicos que pueden ser persuadidos fácilmente para hacer tus tareas o incluso salvar a gatitos de la lluvia, no lo sé. Estilo inocente, ¿tal vez? Aunque también es un chico doble cara. —Ahora sí se interesó y volteó hacia Jongin—. Cuando lucha contra las Hecks se ve como todo un gangster vengándose de su peor enemigo. Sus ojos cambian bastante.

Eso Baekhyun podía saberlo. O algo así. Solamente había visto a Chanyeol en ese proceso de transformación un par de veces, pero todo era olvidado en el momento que el alto convivía con los niños o utilizaba camisetas coloridas mientras se concentraba en el ajedrez y puchereaba al perder.

—¿Por qué? ¿Te gusta? —Jongin lo preguntó de una manera demasiado casual, mucho como para que Baekhyun pudiera tomarlo con calma, pero en vez de eso casi se atraganta con su propia saliva para proceder a golpear de nuevo a su amigo—. Ay, tú, ven malditamente aquí.

Jongin jaló de su gorra de la sudadera para hacerlo hacia atrás, Baekhyun se rió cuando Jongin tropezó en el momento, pero la risa se fue rápidamente cuando su amigo tomó las mangas de su sudadera, estirándolas y envolviendolas por todo su cuerpo. En menos de diez segundos estuvo envuelto como un enfermo mental a punto de entrar al psiquiatrico.

—Kim Jongin, es mejor que me sueltes o te juro que te haré tanto daño que ni el hospital de tu madre será capaz de arreglarte —rumió, sentando en el suelo y con un bello moño de tela en su espalda inmovilizando sus brazos.

—No necesito el hospital de mi madre cuando aquí hay chicos que curan una pierna rota en menos de una hora. Además, no creo que puedas salir de allí tan fácilmente.

Con una sonrisa, Jongin se incorporó a un lado de él sonriéndole tan molestamente así como lo había hecho desde la secundaria. Conocía al moreno desde hace tiempo y sabía que no podía ocultarle muchas cosas. Ambos conocían los puntos débiles del otro y eso podía ser tanto bueno como malo. Malo como ahora, cuando peligrosamente su amigo acercaba su mano hacia él en señal de darle un ataque de cosquilla o acosarlo sexualmente.

—Ven aquí —Baekhyun le sonrió tranquilamente de vuelta. Jongin lo miró a sabiendas de que algo iba a suceder si lo hacía.

—Nop.

—Jonginnie, de verdad que hay algo importante que tengo que decirte. Vamos, estoy amarrado, no hay nada qué temer —sonrió de nuevo.

Jongin pareció rendirse y acercarse un poco hacia él, lo suficiente como para que las piernas de Baekhyun actuaran rápido, envolviendo el cuello del otro y desmoronándolo en el suelo mientras le practicaba una extraña llave con las piernas.

Al final, y con los ojos de muchos sobre ellos, parecían un par de locos escapados del manicomio haciéndose daño el uno al otro con palabras que un chico de Exodia no entendería jamás.

—No quiero tu entrepierna en mi cara, gracias.

—Yo sé que sí —Baekhyun apretó el agarre mientras que restregaba su espalda en el piso para desenredar sus mangas—. Vamos, yo sé que muy en el fondo eres un curioso bi. Puedes tener el placer de sentir un pene de cerca, amiguito.

—Oh, jódete Baekhyun.

—Um. —De un momento a otro, los chicos se detuvieron un poco ante sus ataques. Con los ojos abiertos, Baekhyun inmediatamente soltó a Jongin de entre sus piernas cuando se dio cuenta que era Chanyeol quien lo miraba desde arriba con ojos extraños. Aunque los otros chicos de alrededor se reían pudo ver que el alto no, y fue cuando algo de incomodidad se incrustó en la garganta de Baekhyun—. Si ya terminaron de jugar aquí... es hora de irnos cada quien a su puesto.

Con un pequeño movimiento hacia arriba, Baekhyun pudo ponerse de rodillas y entonces pararse, pero aun así sus manos seguían atadas. Cuando Yixing apareció con intenciones de ayudar a desatarlo, por un momento Chanyeol se le quedó mirando con más intensidad. Finalmente libre, estiró sus brazos adoloridos y carraspeó, un tanto desorientado ya que todo el mundo estaba en movimiento para ir a su puesto, pero él seguía allí, a la espera de que Chanyeol le dijera qué hacer, como siempre.

—Entonces —Baekhyun se sorprendió cuando vio que Jongin seguía allí. Su amigo se acercó de nuevo él, mirando de paso a Chanyeol y entonces se acercó a Baekhyun para abrazarlo y darle un beso en la mejilla—. Nos vemos luego niño, cuídate —miró hacia Chanyeol—. Cuídamelo.

Baekhyun estuvo a punto de escupirle en la cara ya que su skinship nunca llegaba a algo tan asqueroso, pero cuando miró por última vez a su amigo desde atrás de la espalda de Chanyeol, sus señas eran algo así como «¿Lo ves? Es eso a lo que me refería. ¡Parece querer matarme! Lo apruebo para ti, bebé», y sí, literalmente ellos dos habían aprendido a utilizar un extraño lenguaje de comunicación corporal tomando en cuenta que Baekhyun logró leer todo eso.

Con un carraspeó (después de maldecir a Kim Jongin otra vez), se obligó a sí mismo a mirar a Chanyeol quien todavía estaba con ese raro rostro. No le gustaba ni lo odiaba, simplemente era muy diferente ver al alto así.

—Así que... ¿en dónde me esconderé esta vez?

Chanyeol exhaló, relamiendo sus labios.

—Esta vez no podrás esconderte.

—¿Qué? —la mini sonrisa en el rostro de Baekhyun cayó—. ¿De qué estás...? ¿Por qué?

—Ya no es seguro. Las Hecks estuvieron a punto de descubrir nuestros escondites en los ataques pasados y ya no puedo dejarte solo y menos con los niños. Ellos estarán cada uno con otro chico y tú te quedarás conmigo.

El miedo nació fuertemente en Baekhyun. No estaba listo. Para nada. Su único entrenamiento había sido un total fallo y cargar papas no parecía tampoco ser suficiente. Al mirar de nuevo a Chanyeol supo de inmediato que ese rostro que había puesto antes no estaba ligado ni un poco al tema de su discusión, eso ya ni siquiera era importante por ahora.

Era como si algo malo fuera de su conocimiento fuera a pasar. Incluso le recordó a esa primera mirada que le había dado Chanyeol cuando descubrieron que era un luz.

—Te protegeré.

Baekhyun parpadeó de pronto ante las palabras. Chanyeol tenía las propias manos apretadas a sus lados, pero procedió a entonces tomar la mano temblante de Baekhyun, aprisionándola en una cálida sensación.

Lo miró a los ojos.

—No tendrás ni un rasguño, te lo aseguro. Simplemente no te alejes y confía en .


--

Aunque Baekhyun se hubiera sentido como una príncipe en apuros siendo salvado por Chanyeol, en serio que todo seguía siendo peor que una película de terror.

Anteriormente sus encuentros con las Hecks siempre habían sido a una escala de «mucha gente alrededor para salvarlo» o «escondido y así no hay de qué preocuparse», pero ahora, aún y cuando estuviera a un lado de Chanyeol, tomándole de la chaqueta para no separarse ni un segundo, la vivencia se multiplicaba a mil por hora ya que los gritos y gruñidos de parte de esos monstruos llegaban a sus oídos peor que cuando miró El Conjuro en 3D.

Hasta el momento Chanyeol había ayudado en dañar a varias Hecks, salvando uno que otro trasero de ser asesinado e informando por aquí y por allá cómo era que iba el día. Lo primordial era que el equipo de EXO lograra matar a más Hecks que la semana pasada e indiscutiblemente que Baekhyun no saliera lastimado, pero aunque esos once chicos estuvieran protegiéndolo en las sombras, seguía sintiéndose malditamente expuesto.

—Creo que no fue una buena idea meternos aquí —le susurró a Chanyeol mientras intentaba agarrarse de las dos manos de su ropa para no perderlo. Las Hecks habían destrozado el transformador de luz del edificio de Los Ángeles y los dos chicos estaban en el piso número cinco, intentando buscar a Luhan quien se había tenido que esconder debido a que casi fue emboscado por cuatro Hecks—. ¿Dónde dijo que estaría? Yo no veo que esté por aquí.

—Luhan es naturalmente silencioso y aunque pueda ver nuestra aura no se fía. Necesitamos acercarnos más a él para que esté seguro de que no somos Hecks, así que hay que seguir caminando.

—Pero-¡agh! —Baekhyun se mordió la lengua cuando se golpeó la espinilla con un objeto no identificado. Con la oscuridad del lugar no podían ver nada, apenas y logró mirar cómo era que Chanyeol hacía una mueca de dolor al escuchar el golpe—. Mierda.

—¿Estás bien?

—Ningún rasguño, eh.

Chanyeol se mordió los labios e hizo su usual rostro de «pero si yo no he tenido la culpa, no entiendo por qué te enojas».

—El daño no fue producto de una Heck, así que he cumplido mi parte. —Chanyeol aseguró a Baekhyun más cerca de él, haciendo que el luz rodeara el brazo en su cintura—. Por ahora trata de tentar frente a ti a ver si hay algo, no te distraigas, mierda. —Baekhyun pudo ver una pequeña sonrisa en su rostro al momento en que el chico le arremedó.

—Te estás divirtiendo con mi sufrimiento.

—Claro que no. Por si no te habías dado cuenta estamos en momentos de crisis.

Ambos avanzaron y decidieron subir un piso más en busca de Luhan. Las escaleras eran las usuales utilizadas en caso de emergencia, la luz fosforescente le daba continuidad al letrero de Exit. Subiendo, Baekhyun pudo darse cuenta de que la temperatura bajaba poco a poco. Incluso el aire se hizo más pesado y su cuerpo tembló un poco, mientras que su cabeza seguía girando hacia atrás con esa tenue sensación de alguien persiguiéndolo.

Pero no había nada ni nadie. Convencido de que era sólo la paranoia de estar en el campo de batalla, Baekhyun suspiró.

—Sí, estamos ya en el último piso, Luhan debe estar aquí. —Baekhyun escuchó cómo era que Chanyeol hablaba por el intercomunicador—. Cuando lo encontremos saldremos del edificio y si llegamos a encontrar una Hecks avisaré. De todos modos con Luhan tenemos un campo de fuerza asegurado y puedo dañarlas lo suficiente como para escapar —repentinamente Chanyeol frunció el ceño cuando hubo un pequeño silencio en el momento que escuchaba a la persona del otro lado—. Ya sé, hyung. Pero no puedo matarlas con Baekhyun expuesto y más cuando sabemos que absorberá su alma, no podemos arriesgarnos a tener que cargar su cuerpo en el proceso.

Baekhyun miró de momento hacia abajo en las escaleras. Ya estaban listos para entrar al piso, pero necesitaba que Chanyeol lo hiciera primero. El vértigo que sentía en las escaleras era un tanto escalofriante, la oscuridad no era de mucha ayuda y ese frío en su espalda seguía corriendo a través de él.

—¿De verdad me estás diciendo que Yifan en vez de luchar está dándole un paseo a Leo? Bueno, no tengo nada en contra de eso, pero si es que estamos en...

De pronto, Baekhyun vio algo. Su respiración se cortó en el momento que lo que parecía ser el inicio de una cabeza se asomó suavemente en las escaleras hacia abajo, pudo detectar un par de ojos, piel sumamente blanca, y una criatura que, tan pronto se dio cuenta que fue observaba, se volvió a esconder. Por Dios, la cosa esa se parecía tanto a la chica muerta del aro y estaba a punto de hacerse pis en los pantalones.

En ese momento su boca se secó y comenzó a jalar con fuerza la manga de Chanyeol.

—C-Chanyeol...

—Está bien, entonces simplemente tenemos que evitar que Jongdae siga gastando su fuerza en electrocutar a Hecks muertas sólo por morbo. Que se centre en las que aún están vivas.

—¡Chanyeol!

—¿Mhm? —El alto miró a través de su hombro—. ¿Qué pasa Baekhyun?

—A-Acabo de ver a alguien, ahí, bajando las escaleras.

Con miedo, Baekhyun se pegó aún más a la puerta de salida con mucha tentación de jalar la palanca y entrar, pero Chanyeol parecía todo lo contrario a él: con pocas palabras se había despedido de Jungsu al oído y entonces había comenzado a caminar escaleras abajo, justo donde señaló. Para alumbrar, Chanyeol utilizó su mano izquierda para prender unas leves llamas.

Por un momento se sintió defraudado cuando el cálido toque de Chanyeol desapareció, pero entonces entró en pánico cuando el alto bajaba más y más, alumbrando todo el lugar. Después de una inspección de dos minutos y fina concentración, Chanyeol volvió hacia él.

—Aquí no hay nada Baekhyun —le dijo con tranquilidad, como un padre le diría a su hijo después de revisar que en el closet no hubieran monstruos—. ¿Qué viste exactamente?

—Una cabeza y unos ojos, piel blanca... —susurró.

—Mhm, tal vez fue tu imaginación. Si hubiera sido una Heck creeme que ellas no gastan su tiempo y atacan tan pronto ven a una presa, no se esconderían.

Baekhyun se rascó su cabeza. Sí, pudo ser su imaginación, tal vez. Igual y es simplemente esa paranoia de estar fuera después de tanto tiempo. Con asentimiento, se dio por vencido y sólo hizo un movimiento para que Chanyeol volviera junto a él.

—Entremos —le pidió Chanyeol tan pronto volvieron junto a la puerta.

Baekhyun asintió, finalmente iban a salir de allí, pero tan pronto jaló la palanca para entrar, lo primero que se encontró cara a cara frente a él fue esa silueta, mirándolo con ojos grandes, rostro con expresión de curiosidad, cabello negro y largo y vestida de blanco.

Claro que el grito que Baekhyun soltó después fue descomunal. Literalmente su cuerpo se fue hacia atrás, sus piernas le fallaron tan pronto se dio la vuelta para correr por su vida y lo peor de todo era que detrás de él esa figura se acercaba con pasos lentos, como si estuviera dudando sobre acercarsele o no.

—¡No te acerques! —gritó, mandando patadas al aire.

La figura femenina no se inmutó demasiado, pero sí dio un par de pasos hacia atrás.

—¿Baekhyun? —desde la puerta, Chanyeol lo miraba con sorpresa—. ¿Qué sucede?

—¡Aquí, esta chica de aquí!

Chanyeol miró alrededor, movió su cuerpo dentro y fuera de las escaleras, pero parecía no encontrar nada. Volviendo a él, casi parecía como si lo mirara como un loco.

—No hay nadie aquí.

—¡Claro que sí! —Baekhyun se levantó como pudo, corriendo de vuelta detrás de la espalda de Chanyeol—. Allí está, mírala —señaló lo que para Chanyeol era una simple planta decorativa en el pasillo, mientras que para Baekhyun era una chica escondida detrás de la planta decorativa—. ¡Ayy, mátala o algo!

—Baekhyun, de verdad no hay nadie aquí.

Exasperado, Baekhyun jadeó con fuerza.

—¡Ahí está, justo detrás de la planta! —No era suficiente, Chanyeol todavía lo miraba con signos de interrogación en la cabeza.

—¿Puedes verme? —de pronto, la chica habló.

Aaah, ahora me está hablando, Chanyeol.

La mirada de la chica se iluminó y una sonrisa apareció en su rostro mientras salía de atrás de la planta con lo brazos hacia atrás y nuevamente pequeños pasos hacia Baekhyun.

—Baekhyun, en serio que no hay nada aquí.

—Pero la estoy viendo. Se está acercando.

De un momento a otro, la chica ya estaba justo al frente de Chanyeol, pero éste parecía simplemente no poder verla. Baekhyun respiró fuertemente y casi se cae del barandal de la escalera cuando intentaba alejarse del toque de la chica. Su mano estaba peligrosamente cerca de su rostro.

—Puedes verme —la chica afirmó—. ¡De verdad puedes verme! —espetó felizmente.

—¿E-Eh?

—¿Baekhyun? —Chanyeol musitó con dificultad—. Lo siento, sé que debes estar bastante desconcertado y asustado, pero tenemos que seguir. Ya verás que es sólo tu imaginación, tenemos que apurarnos.

Baekhyun dejó que Chanyeol lo arrastrara dentro del último piso y por último miró hacia atrás.

Ya no había absolutamente nada.


---

—Te dije que pararas, imbécil.

Jongin se dejó caer sobre uno de los sillones del área de Vida después de depositar a un muy herido Jongdae sobre las camillas. Inmediatamente Yixing se acercó a él, inspeccionándolo y buscando alguna página en particular en su libro de curación para puñaladas.

—Valió la pena —jadeó Jongdae cuando Yixing comenzó a tocar el área afectada a diestra y siniestra—. Esa Heck asesinó a mi compañero de pelea, era adecuado que ella viera cómo me deshacía de sus otras cuatro amiguitas mientras que Ryeowook las quemaba vivas. Creeme que electrocutarlas incluso después de freilas era lo mínimo que se merecían.

—Sí, sí, como digas —Jongin se frotó los ojos. Estaba exhausto.

Ya habían sido ocho horas de pelea y apenas tenía un momento para descansar sin tener que estar alerta. Últimamente, para él, las cosas habían estado yendo más fáciles ya que había absorbido mucha experiencia y estaba sintiendo que literalmente nació para la acción, pero eso no quitaba el hecho de que todavía así, si es que las Hecks se acumulaban, podría estar arriesgando su hermoso trasero de una manera muy peligrosa.

Intentaba disminuir su teletransportación lo más que podía para no perder energía, pero en un rango de ocho horas había intentado de todo para poder salvar a una que otra persona fuera de EXO —ya que los de EXO no necesitaban mucha ayuda, a menos que estuvieran tan malheridos como para que urgentemente salieran de allí— así que lo único que le quedaba hacer era cuidar eso y luchar cuerpo a cuerpo con Hecks que no poseyeran poderes tan peligrosos.

Él mismo había catalogado a las Hecks en tres categorías: primero estaban las menos peligrosas, quienes lo único a su favor eran el poderse manejar con su escoba —porque sí, a favor de la creencia popular, tenían escobas voladoras— y una que otra fuerza corporal, por lo que lo único con lo que Jongin tenía que lidiar era ese enfrentamiento cuerpo a cuerpo y una que otra pócima. Luego se encontraban las demás Hecks quienes además de poder volar con la escoba y la fuerza, tenía algún poder igual que ellos: telequinesis, fuerza, vuelto, etc., todos menos agua y fuego. Jongin no había experimentado alguna chica con tiempo o teletransportacion, de hecho ni siquiera estaba seguro si había algunas con esos poderes y esperaba que no. Al final, y las más poderosas, estaban esas brujas quienes tenía dos o más poderes juntos, las cuales eran las menos predecibles con sus ataques.

Jongin no podía enfrentarse a una de ellas sin necesitar a otro Exodiano con él, y agradecía el hecho de poder huir cuando quisiera.

—Jongin, amigo.

Se dio cuenta que se había quedado dormido en el momento que esa voz entró en su cabeza. Inmediatamente se puso a la defensiva, pero la otra persona lo calmó con palmadas en la espalda. Miró alrededor, seguía en la sección de Vida y Yixing seguía con Jongdae, por lo que probablemente sólo durmió pocos minutos.

Levantando la cabeza, suspiró cuando se dio cuenta que era Kasper.

—Es mejor que tomes algo de agua y te prepares, tenemos que volver cerca del área Cristal casi donde empieza el bosque. El grupo de fuerza ha perdido un par de miembros y quedan sólo tres y varias Hecks planean una emboscada —Kasper le pasó una botella y Jongin comenzó a beber de ella—. Vi a algunos de hielo ayudando desde arriba, pero no durarán mucho, tenemos que sacarlo de allí.

Tomando hasta la última gota, Jongin asintió y se puso de pie. Con una media vuelta, señaló a la camilla de Jongdae.

—No dejes que salga de aquí hasta que esa herida esté completamente sana y colócale un par de parches de dolor para que deje de experimentar con cadáveres —le pidió a Yixing mientras señalaba a Jongdae.

—Entendido.

—Que poco divertido eres —Jongdae se quejó.

Jongin simplemente rodó los ojos y cruzó miradas con Kasper.

Un simple gesto bastó para que ambos se teletransportaran al lugar dicho. Todo, como era de esperarse, era un completo caos y tuvo que moverse de su lugar lo antes posible antes de que una bola de tierra cayera sobre él. Había humo alrededor y mientras corría dentro del bosque para poder esconderse detrás de un árbol y hacer un plan, pudo ver cómo desde arriba los del área Cristal creaban finas capas de hielo en donde podían deslizarse y entonces apuñalar a las Hecks con lanzas de cristal.

Miró un momento a Minseok quien tenía un profundo rasguño en el rostro, pero parecía totalmente ajeno a él ya que se encontraba desplazándose por el sendero helado. Miró entonces a un lado, viendo al trío de fuerza que se encontraba entre manipulando el suelo así como luchando cuerpo a cuerpo. Ellos sí que estaban más en problemas, por lo que Jongin corrió para acercarse. Con el rabillo del ojo detectó cómo una Heck lo había visto y entonces maldijo, zigzagueando en su carrera para evitar que pequeños rayos llegaran a él. Seguía todavía dentro en el bosque, muy en la orilla de la salida, por lo que se aseguró de meterse un poco más para perderla de vista.

Los fuego vienen en camino —dijo Jungsu en su oído—. Peleen hasta el final.

Dentro, siguió corriendo y a veces, cuando quedaba muy cerca de la Heck, se teletransportaba un poco más adelante. Sabía que podía irse de allí cuando quisiera, pero también quería aportar algo y aprovechando que algunos fuego venían en camino, podía distraer a la Heck. Mirando alrededor, la fauna del lugar se hacía cada vez más espesa cuando entraba más profundo en el bosque y una idea surcó la cabeza de Jongin.

Brincó un árbol caído en el lugar moviéndose cada vez más y más a la izquierda en donde el camino se hacía más peligroso para él, pero lo importante era que para la Heck también: ella iba en su escoba, lanzándole rayos e intentando evitar los árboles a su alrededor, pero estos eran enormes. Las ramas de cada árbol que medían aproximadamente diez metros se extendían por el lugar, haciendo que el viaje aéreo fuera más difícil. El entrenamiento de los voladores se basaba principalmente en eso, esquivar los árboles con excelencia y sabía muy bien —con cuentos de Yifan— que por más fácil que se viera no lo era para nada.

—¡Mierda! —soltó en el momento que un rayo llegó a él, hiriéndolo en el hombro derecho. Por el percance, sus piernas se revolvieron, cayendo al suelo.

Gimió, expulsando un par de hojas de su boca, pero poco le importó ya que cuando se volteó, la Heck lo miraba con una sonrisa siniestra mientras preparaba en su mano una fuerte bola de energía eléctrica para aventarle. Todo fue tan rápido que ni tuvo tiempo de pensar en teletransportarse, pero tampoco lo necesitó: de un momento a otro se escuchó un fuerte estruendo y la sonrisa en el rostro de la Heck se esfumó cuando toneladas de madera cayeron sobre ella, aplastándola hasta el suelo.

Jongin expulsó el aire retenido y apenas logró ver a Kyungsoo a unos metros de él, con las manos aún callosas por haber empujado con fuerza uno de los árboles para dejarlo caer sobre la Heck.

—Gra... —No pudo ni terminar la frase ya que Kyungsoo le había tomado del brazo, haciéndole correr de nuevo—. ¿Por qué estamos corriendo?

De pronto, un ruido casi tan insoportable como la risa de Baekhyun ebrio llegó a sus oídos, y Jongin no tuvo que esperar una respuesta ya que después tres Hecks los iban persiguiendo a toda velocidad.

—Kyungsoo —Jongin apenas pudo decir, su boca estaba seca por tanto correr y debido a su hombro herido no podía agarrar al otro tan fácilmente—. ¡Kyungsoo!

El chico estaba bastante más adelante, a unos tres metros de él aún corriendo y tuvo que utilizar sus últimas fuerzas para acelerar el paso, tomar a Kyungsoo del cuello y aferrarse a él. El más pequeño se vio confundido, pero cuando Jongin lo detuvo y las Hecks estuvieron a punto de soltar toda su furia sobre ellos, se teletransportaron.

Llegaron al lugar inicial: debajo del área Cristal para unirse a los demás. Jongin se dejó caer al suelo y Kyungsoo escupió por el viaje, medio mareado.

—Hemos acabado con las Hecks de esta área —escuchó tan pronto llegaron. Sus ojos seguían medio desenfocados—. ¡Los fuego se están haciendo cargo de las últimas, así que todos asegurense de seguir e ir al área Cenizo ya que hay muchas todavía en ese lugar!

Un sonoro '' se escuchó de parte de todos los chicos presentes.

—¿Estás bien? —Jongin abrió uno de sus ojos al identificar la voz de Kyungsoo.

—Sí. ¿Y tú?

—Estoy bien —contestó a medias. Hace tiempo no tenían una conversación como antes desde ese pequeño incidente de Jongin queriéndose amar a sí mismo—. Odio viajar con un teleport, ¿lo sabes?

—Bueno —Jongin se enderezó, aceptando la mano que Kyungsoo le ofrecía para ponerse de pie—. No puedes negar que te acabo de salvar la vida.

—Y yo te salvé la tuya primero.

Jongin sonrió levemente y asintió.

—Estamos a mano entonces.

—¡Amigo! —de pronto, un brazo rodeó el cuello de Kyungsoo y esa persona lo acercó a él. Jongin pudo ver claramente cómo la respiración de Kyungsoo se cortó y la sonrisa que había copiado de él se esfumó—. Pero qué cosa más asombrosa, Soo. Definitivamente no has cambiado nada.

Kyungsoo no respondió nada, simplemente ladeó su cabeza, alejándola todo lo posible del chico. Jongin enarcó una ceja, un tanto frustrado por cómo era Kasper con todo el mundo. Era un chico amiguero, muy hablador y habilidoso, era solamente por eso que Jongin no lo ignoraba del todo, era una persona de la cual podía aprender un montón en relación a lo teleport, pero su tipo de personalidad ruidosa no entraba todavía en el estándar de amigos-posibles-de-Jongin.

—¿No deberías estar con tu grupo? —le preguntó.

—Mhm, ellos pueden arreglárselas sin mí por unos minutos —le respondió en un tono que a Jongin no le gustó—. Kyungsoo —el chico apretó el agarre alrededor del cuello del más bajo y Jongin se sintió repentinamente fuera de lugar—. ¿Vamos a descansar?

Kyungsoo no respondió de nuevo, simplemente volvió a intentar alejarse de él, pero Kasper lo seguía manteniendo. Jongin no se llegaba a explicar por qué, si el poder de Kyungsoo es la fuerza, no la utilizaba para zafarse.

—Hay que seguir luchando. —Apenas se escuchó ese susurro de parte de Kyungsoo—. Déjame ir.

—Eh, pero si tenemos tiempo, yo puedo llevarte a...

—De verdad, no.

Kasper empujó hacia sí a Kyungsoo, a la fuerza, apretando su cuello y esa fue suficiente mierda para Jongin. Se acercó al par y con una fuerte sacudida deshizo el agarre, despegando al par.

—Eh, amigo —ironizó hacia Kasper—. Sí ves que el chico está incómodo y adolorido, ¿no? Si no quiere entonces déjalo en paz y listo.

El otro teleport se le quedó mirando un momento y por un segundo Jongin vislumbró algo en los ojos de Kasper que había visto muchas veces antes. Esa usual mirada en personas quienes se dedicaban a molestar y acosar a los demás, esa mirada que vio en muchas personas durante la secundaria, la mirada de «no es tu asunto. Nadie te llamó. No te metas». Casi pudo reflejar a Kyungsoo en una más de las víctimas y Jongin era un experto en detectar a gente basura como Kasper.

—Ah.. —Kasper sonrió, levantando los brazos—. Lo lamento —Jongin estaba seguro que no había ni una gota de sinceridad en sus palabras.

Sin nada más, Kasper se retiró. Desapareció.

—Gracias.

Mirando hacia atrás, pudo escucharlo de Kyungsoo. Su miraba al frente, justo por donde Kasper había desaparecido. Jongin hubiera estado seguro de devolverle un 'no hay de qué', pero se había dado cuenta de algo.

Tampoco hubo sinceridad en Kyungsoo. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro