—No te imaginas. -Contesto esta mientras embozaba una media sonrisa.— Pero es mejor que continué asi...

—No lo creo.- Contesto rápidamente este, haciendo que aquella mujer abriera sus ojos y caminara hacia la mesa de este.— Al parecer...por accidente le mencione que aun su Tía estaba viva.

—¡¿Que?! -Cubriendo su ojos con su mano, se encontraba exaltada pero intentaba tranquilizarse, y no golpear el  hombre enfrente de ella.— Como sea, solamente no tengo que levantar sospechas y todo esta bien...-Se contesto esta, mientras regresaba a su lugar. 

El tiempo paso y la hora de cerrar se hizo presente, arreglando el lugar para abrirlo nuevamente, y en menos de lo esperado la clientela con llamativos y elegantes vestuarios se hicieron presentes. 

—¿Estas lista Hikari? -Pregunto esta mientras miraba como la chica se daba unos detalles a su maquillaje, y con una sonrisa asintió. 

Mientras esta era recibida por los emocionantes aplausos del publico, la puerta del lugar se abrió y dejando ver un grupo de chicos bastantes guapos y elegantes, Hikari llego finalmente al escenario y tomando entre sus manos el micrófono, respiro profundo y cerro los ojos en la espera de la música. (La canción esta arriba)

Sintiendo como la letra fluía de sus labios, una ligera sonrisa se dibujo en sus labios y sintiendo aquella sensación familiar su mente se puso en blanco. Dejando que las aplausos inundaran el lugar, bajo rápidamente del escenario y camino entre las mesas para encontrarse con los idols.

—Estuviste increíble, Hikari-chan.- Sintiendo como sus mejillas se sonrojaban por los elogios de cada uno de ellos, solo agradeció con una sonrisa.

—Hikari, muchas gracias.- Apareciendo, La jefa de Hikari le dio una pequeña caja.— Es tu recompensa, un Ramen edición limitada.

Tomando la caja como si fuera la cosa mas sensible del mundo, la jefa de esta le acaricio el cabello y le dio el resto de la noche libre de retirarse.

—Te lo preparare llegando a casa.- Anuncio Masato mientras tomaba por los hombros a Hikari, esta emocionada asintió con la cabeza.— Bueno, vamonos. 

Los idols se levantaron y dispuestos a salir del lugar con Hikari, pero sus miradas se detuvieron en una chica que ciertamente era conocida para ellos.

—Esa...¿Es Nanami? -Observando a lo lejos como aquella tímida compositora que trabajaba con ellos todos los dias ahora se encontraba sonriendo con una bebida en mano mientras habla sin problema con un muchacho.

—Wow esta en una cita.-Comento Hikari mientras miraba fijamente la escena.— Que lindo, a mi tambien me gustaría tener una...-Y terminando de hablar, salio del lugar sin observar las miradas de los Idols.

Los idols, dándole un rápida mirada a su compositora salieron apresurados esperando que Hikari no se adelantara. Justo en la entrada vieron como Hikari se encontraba en cunclillas acariciando a un pequeño gato.

—Lo siento pequeño, esta vez no traigo comida.- Susurro esta mientras le acariciaba las orejas al pequeño.— A la próxima te traeré una lata de atún para a ti solo.

—Enana, es hora de irnos.- Interrumpiendo el momento de Hikari con el pequeña gato, Ranmaru se acerco a ambos.— Toma, dáselo.- Dijo este mientras le entregaba un pecesito seco.

Hikari lo tomo y se le dio al pequeño, el cual lo acepto sin dudar y después huyo con el pez en su boca.

—Oye, ranmaru ¿que hacías con un pez contigo? -Curiosa, pregunto Hikari mientras miraba de reojo a Ranmaru.

—Calla y camina.- Contesto este rápidamente. Hikari al notar el leve sonrojo en las mejillas de este, solo obedeció con una sonrisa en sus labios. 

Llegando a donde se encontraban los demás, un auto ya los estaba esperando. Dejando que Hikari se subiera primero, los demás subieron entre empujones.  Y una vez la puerta del auto se encontraba cerrada, este comenzo a andar, el ambiente estaba tranquilo pero silencioso; hasta que cierta persona rompió aquel silencio. 

—Chicos, ¿les puedo pedir algo? -Pregunto esta mientras juntaba sus manos. Sintiendo la mirada de todos sobre ella, agacho su mirada avergonzada.— ¿Podrían ayudarme a recordar mi vida como Idol? 

Sintiendo como alguien le revolvía el cabello, levanto la mirada. Se trataba de Otoya, el cual con una sonrisa le transmitió todo el mensaje. 

Cambiando el ambiente, Hikari comenzo a contarle todo lo que le había sucedido después de aquel accidente y sobre su hermana Mei. 

Continuara...