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Epílogo

Se sostenía fuertemente del espaldar, mientras los gritos de placer rasgaban su garganta que era apresada por la mano de Yoongi. Esa noche Yoongi estaba vuelto una bestia, había perdido la cuenta de cuántas veces se había corrido y su cuerpo ya no daba para más. Su cabello estaba completamente húmedo de tanto sudor, su cuerpo ni hablar. Marcas rojizas y moradas se empezaban a ver en su piel debido a los chupones y golpesitos excitantes que Min le daba en sus glúteos, caderas, piernas y hasta en su pelvis.

Intentó mantenerse a dura penas un momento más, hasta que las embestidas de Min iban disminuyendo hasta quedarse quieto encima de él, besando su piel, Yoongi era adicto a la piel porcelana del menor. Lo extrañaba, su cuerpo lo añoró todo el tiempo que no pudo tenerlo. Ambos acabaron acostados sin decir nada.

Sus brazos rodearon con delicadeza el cuerpo cansado del menor que aún respiraba con dificultad. Percibió como poco a poco la respiración de su chico se iba apaciguando hasta notar como el menor se quedó dormido entre sus brazos, con su bello rostro pegado a su pecho.

-Te amo mi amor -pronunció besando su frente.

Yoongi no pudo conciliar el sueño tan fácil, se quedó ido observando el hermoso y bello rostro de Park, que lucía como un ángel cuando dormía, era la primera vez que lo veía dormir y que tendría la dicha de despertar a su lado. Pensó un momento en todo lo que tuvo que hacer para poder estar en esos momentos con él.

Todavía tenía asuntos que arreglar con respecto a su ex esposa, porque claro que ya se había divorciado, Heji no se la había dejado para nada fácil y su padre tampoco a pesar de ponerse de su lado cuando se enteró de todo lo que había hecho su hija, empezando por hacer un traslado de un paciente con firmas falsas. Él jamás iba a apoyar un chantaje de ella, era un médico y director de hospitales respetable que jamás haría daño a una persona por los caprichos de su hija. Por eso fue que ambos habían obligado a la menor a firmar el divorcio con una condición, cederle una de las empresas a su hija. Yoongi no lo pensó dos veces y así lo hizo con tal de librarse de ese monstruo de persona que llegó amenazarlo a él y a decir que se suicidaría incluso.

Se había enterado de todo irónicamente de la boca de ella en una discusión, inmediatamente habló con su padre, porque él estaba seguro que si no intervenía su padre él no podría reaccionar de buena manera, porque ganas no le faltaron para gritarle. Es así como Yoongi emprendió la búsqueda de Jimin, pero había tardado meses, hasta que tuvo que hacer un viaje hacia los pendientes en su empresa en Daegu. Su ciudad natal. Escuchó el chisme entre su trabajadores de un hermoso chico de un club y no dudó en ir y verificar su sospecha.

Todavía hacía falta firmar los papeles para cederle la empresa a Kim Heji. Era una pequeña, tendría que hacer mucho para levantarla, a él incluso le había estado costando pero igual ya no le importaba en lo más mínimo. Ahora estaba con la única persona que le importaba.

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La mañana llegó más rápida de lo que quiso, trató de levantarse pero sus brazos fallaron olímpicamente al no hacer su función correctamente cayendo de nuevo al colchón. Movió su cuerpo gimiendo de dolor, Yoongi no lo había dejado descansar mucho en la noche y todo su cuerpo entero dolía un montón.

Escuchó la ducha de la habitación, se levantó y caminó completamente desnudo. A través de la cortina pudo ver la silueta de su cuerpo, mordiendo su labio se permitió apreciarlo y sentir aquello que aún le parecía irreal. Tenerlo de regreso era sin duda algo que nunca pensó que pasaría.

-¿Te gusta lo que ves? -preguntó el pelinegro con gracia pero no esperaba la reacción del menor.

-Completamente

Jimin caminó en su dirección abrazando el cuerpo de Min, sentir el agua tibia correr por su cuerpo le provocó escalofríos, pero pronto la sensación se convirtió en una reconfortable, amaba estar a su lado y sentirlo tan cerca. Yoongi alzó el mentón del pelirrojo dejando un tierno beso en sus gruesos labios.

-¿Dormiste bien?

-Con mucho dolor, pero si -los dos sonrieron embobados

-¿Qué quieres que hagamos hoy?

El menor lo pensó un momento.

-Sé que es bastante pronto, pero... -el menor apartó la mirada del pelinegro -¿Te gustaría venir a mi casa?

Jimin esperó la respuesta de Yoongi con su labio inferior preso de sus dientes por el nerviosismo de la atenta y asombrada mirada del azabache. Yoongi no esperó que el menor tomara confianza tan rápido pero por supuesto que estaba encantado con la invitación.

-Claro que me encantaría -dijo con una sonrisa, acariciando su mejilla -. Por cierto... ¿Cómo sigue tu madre?
¿No ha tenido dificultad después del transplante? -el menor sonrió feliz.

-Para nada, uno que otro malestar pero el doctor dice que es... -Jimin abrió sus ojos debido a la sorpresa, Min lo observaba atento a que siguiera hablando -¿C-cómo lo sabes?

-Prometo contarte todo ¿Si? Pero primero salgamos de aquí, mi suegra debe estar preocupada.

-¿Suegra? -Jimin alzó una ceja divertido.

-¿Acaso no está claro? -el pelirrojo se ruborizó - Jimin.

Yoongi lo observó con adoración, jamás en la vida estuvo tan seguro de algo, quería que el chico permaneciera en su vida para siempre. Lo amaba, había dado todo por él, incluso dejado su vida atrás contal de estar a su lado, sin importarle si lo rechazaría, porque él no se detendría hasta que lo aceptara, hasta que Jimin lo amara con la misma intensidad que él lo hacía.

-¿Si?

-Cásate conmigo

La respiración de Jimin se detuvo sintiendo únicamente la emoción y los fuegos artificiales dentro de él, con una enorme sonrisa se tiró a los brazos de Yoongi, en un abrazo fuerte

-Si, si, si, si, si, si ¡Claro que sí! -Jimin lo besó repetidas veces en sus labios y en todo el rostro, provocando risas en el mayor, se detuvo nuevamente en sus labios besando de manera más suave -. Te amo.

-No sabes... Encerio no tienes una idea de lo feliz que estoy por escucharlo.

-Te amo -volvió a repetir -. Te lo diré cada día, cada amanecer, a cada momento. Te amo.

De los dos, Min era el más sentimental asique le fue imposible no llorar ante la emoción de las palabras de Jimin, ambos se besaron por unos minutos para luego proceder a bañarse entre risitas y toqueteos inocentes y algunos no tanto. Ese era el mejor día de ambos.

Los dos salieron del lugar, está vez era Yoongi el que conducía el auto, cuando ya habían avanzado un poco Yoongi estacionó el coche quitando el cinturón de seguridad, Jimin observó todo confundido. Estaban enfrente de una de las plazas más exclusivas de la ciudad, en donde habían tiendas de todo tipo.

-¿Qué hacemos aquí?

-Ya vuelvo -dijo inclinándose para besar sus labios

Observó a Yoongi bajarse del auto y caminar al interior de la plaza y perderse entre las personas que salían con bolsas de compras y entraban. Mientras tanto él se distrajo en su teléfono, por un momento se vio tentado a llamar a su amigo. Pero sabía que aquél no era momento pero que lo haría pronto. Se encontraba aburrido en el auto, ya habían pasado unos veinte minutos y Yoongi aún no salía de aquella plaza, se vio tentado a ir a buscarlo pero con tantas tiendas estaba seguro que no lo encontraría, asique lo mejor que se le ocurrió fue sacar de su bolso una cajetilla de cigarros con sabor a fresas y salir del coche para fumar mientras esperaba al pelinegro.

Otros diez minutos y tres cigarros después observó al amor de su vida salir con absolutamente nada en sus manos, frunció el ceño confundido ¿Acaso lo había esperado para nada? El azabache llegó hasta donde él y quitó de sus labios el cigarro para ponerlos en los suyos propios he inhalar el humo. Yoongi lo apartó de sus labios y vio con curiosidad el pequeño papelito con tabaco envuelto soltando el humo.

-¿Fresas? No sabía que fumaras.

-Nunca lo preguntaste, tampoco sabía que tú lo hicieras ¿Qué hiciste? -preguntó sin rodeos.

-Es una sorpresa ¿Vamos? -el menor asintió inconforme con la respuesta.

Ambos volvieron a ingresar al auto y sin más dieron marcha de nuevo. Minutos después, Jimin se volvió a extrañar pues otra vez Yoongi había aparcado el coche pero esta vez en un tipo de parque, la verdad es que era más una atracción turística. Había escuchado hablar del lugar pero era la primera vez que estaba ahí.

-Yoongi ¿Qué hacemos aquí? -preguntó con vos suave y confundida.

Se percató del temblor en las manos del mayor cuando todavía no soltaba el volante, tras un suspiro salió del auto y lo rodeó para abrirle la puerta.

-Vamos -dijo con su mano extendida.

Jimin la tomó y juntos ingresaron al lugar. Para entrar había que pagar primero y Yoongi hizo todo lo debido para ingresar, el lugar quedaba donde daba inicio una zona boscosa y se veía muy bonito. Jimin se quedó maravillado con la decoración del living que daba la bienvenida a los visitantes como ellos. Yoongi volvió a tomar a Jimin de la mano y ambos entraron juntos, habían varios caminos rocosos y entre aquél lugar lleno de naturaleza podía escuchar el canto de varias aves y animales que no lograba distinguir.

Jimin quedó impresionado, a lo largo del lento paseo pudo ver tucanes, osos perezosos, pandas, algunas aves de las cuales desconocía el nombre pero que eran hermosas y a lo no tan largo pudo ver un tigre y un puma. Se quedó helado al ver estos dos últimos y Yoongi lo supo.

-No te asustes, están muy bien domesticados.

-¿Qué es este lugar?

-¿Te gusta? -Yoongi recibió una hermosa sonrisa de parte de él.

-Me encanta, es hermoso.

-Es un refugio de animales -No era como otros que haya visto antes, ahí los animales estaban libres y el espacio era muy grande -. Cuando era joven mis padres me trajeron aquí, reaccioné de la misma manera que tú, este lugar se convirtió en mi favorito, a pesar que venía pocas veces disfrutaba cada momento aquí.

Jimin volteó hacia él viendo la hermosa sonrisa que tenía en sus labios.

-Lo imagino.

-La última vez que vine hice una promesa que me impedía volver.

-¿Cuál? -la curiosidad le invadió, pero solo recibió como respuesta una sonrisa tímida de parte del palido.

Ambos siguieron caminando, Yoongi no le dió una respuesta a su pregunta pero se olvidó de ello cuando llegaron a un hermoso quiosco en el centro de muchos arboles de cerezos era bellísimo el lugar, parecía sacado de un cuento de hadas.

Yoongi lo jaló, hasta que ambos quedaron de pie en el centro del quiosco con el pelinegro frente a él, podía notar su nerviosismo por la forma en que se acercó tomando su cintura y uniendo sus labios en un tierno beso que duró alguno minutos. Al separarse Yoongi le sonrió.

-Cuando estaba joven... Hice la promesa de traer a este lugar a la persona que amara de verdad, con la que compartiría el resto de mi vida. Así que...

Yoongi retrocedió dos pasos lejos de él, rebuscando en su bolsillo. Inmediatamente lo supo, supo a qué se debían tantos nervios. Jimin tapó su rostro llorando, nunca pensó o siquiera había imaginado que algo así le pasaría. Cuando descubrió su rostro dejando ver sus ojos pudo ver a Yoongi arrodillado frente a él con esa hermosa sonrisa que lo traía loco, y con una cajita rojo vino que contenía un lindo anillo en ella.

» Jimin ¿Me harías el honor de pasar conmigo el resto de tu vida, de ser el dueño de mi mente y mi corazón y ser el único que tenga la dicha de despertar a tu lado? Jimin, oficialmente ¿Quieres casarte conmigo?

No habían palabras para describir en ese momento la emoción que sentía, el nudo en su garganta no le permitía hablar, solamente asintió frenéticamente con lagrimas resbalando por sus mejillas. Min se levantó y tomó con delicadeza la mano izquierda del pelirrojo deslizando por su anular la sortija que los comprometía a ambos, un hermoso anillo de oro blanco con diamantes a sus lados y en el centro, un hermoso diamante color rojo con pequeños diamantes a su alrededor, era simplemente hermoso.

Jimin entrelazó sus brazos en el cuello de Min y lo abrazó siendo ahora una de las personas más importantes en su vida. Lo protegería con su alma, pelearía con sus propios demonios para ser feliz a su lado y hacerlo feliz.

-Se que no te lo pedí correctamente la primera vez...

-¿Bromeas? Fue hermoso, pero esto... No había necesidad -dijo limpiando sus lágrimas.

Ambos se separaron un momento para verse a los ojos, el momento era mágico.

-Claro que la había, tu te mereces esto y mucho más -Yoongi tomó su mano izquierda para besar el dorso de ella en donde ya estaba la sortija -. Me recordó mucho a tí.

-Es preciosa. Pero tú lo eres más... Te amo.

Jimin se colocó de puntillas para besar lentamente sus finos labios. Pensó que nunca le iba a pasar algo parecido a lo que estaba viviendo, por qué esto en definitiva había superado cualquier tipo de expectativa que haya tenido de una propuesta. Incluso llegó a planear ahorrar para cuando no pudiera seguir ejerciendo lo que hacía, por qué estaba consiente de que su belleza no era eterna, sabía que llegaría el día en que dejaría todo atrás. Pero había encontrado a la persona correcta, a la persona con quién disfrutar su juventud, con quién aprovechar al máximo todo lo que tenía que dar y aún más importante, que estaría con él cuando la belleza se acabara, cuando sus fuerzas se fueran por los años y solo le quedara su amor para dar.

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Gracias a todos por leer 🥺
Estaba indecisa pero este será el final de la historia.

Siento mucho si todo fue demasiado rápido, pero no soy fan de ponerle mucho relleno a mis historias, lo veo innecesario.

También no me especializó en romance Fluff pero hice lo que se pudo 😅

Muchas gracias a todos por sus votos y sus comentarios. ❤️

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