Su departamento estaba hecho trizas. El sillón estaba de cabeza, su televisión rota, su cama en una extraña posición y su refrigerador boca abajo, todo roto e inservible, Seungcheol fue el que llegó primero, no intentó limpiar nada, solo salvó su laptop y un par de libros que tenían las paginas mojadas, y la carne. Salvó la carne. Bien, no tenía que hacer una investigación para saber el responsable, el hecho de que llegara con Jeonghan era suficiente. Pasaron dos días en un hotel, solo dos días en los que cogieron. Si, Jihoon ya podía decirlo, había cogido por fin, y gracias a eso nada podría cambiar su buen humor ¿Qué su departamento estaba hecho trizas? Sí, pero ya no era virgen.

Nada podría cambiar su buen humor, ni siquiera el preocupado Seungcheol que llegó varios minutos despues que él, parecía tan alarmado que Jihoon quería recomendarle algún té calmante, o algo parecido, un buen masaje.

—¡Destrozaron tu departamento!— Reclamó Seungcheol dando vueltas. —¡pudieron haberte lastimado!

—Son solo cosas.— Dijo sin soltar la mano del omega. Todo estaba hecho un desastre, por eso no iba a lamentarlo. ¿Dónde iba a vivir? En cualquier lugar pero sin ser virgen. —Sabíamos que esto iba a pasar tarde o temprano.

—¿Jeonghan te drogó?— Preguntó Seungcheol colocándose a su altura para tocar su frente. —No pareces delirar...

—También intenté revisarlo.— Habló el omega para Seungcheol. —No le pasa nada, tampoco tiene algún golpe o algo que justifique su actitud.

—Ya no soy virgen.

—Oh, sí, eso.— Jeonghan le dio la razón.

Seungcheol tomó aire como si estuviera estresado, pero despues le dio un par de aplausos como si se estuviera resignando.

—Estoy tan orgulloso de ti y tan molesto a la vez.— Soltó una pequeña risa ante las palabras de Cheol. —Pero necesitas preocuparte por esto, aun tienes a Jeonghan aquí, tienes que pensar en que vas a hacer, ellos no tardarán en encontrarlos... no quiero que mueras, ni que te lastimen.

Suspiró. Había evitado pensar en ello durante horas, estaba tan concentrado en lo que Jeonghan lo hacía sentir que se olvidó de los problemas, y el omega fue igual, también olvidó poner una barrera para platicar las cosas seriamente y se dejaron llevar durante esos dos días. Como si realmente hubieran huido. Fue irresponsable, pero al menos ya no era virgen. Era irresponsable pero no virgen, perfecto. Sonrió.

Jeonghan y Seungcheol se giraron de golpe quedándose en silencio, Jihoon hizo lo mismo con curiosidad.

—No pensé que regresarían.— Murmuró Seungcheol.

El auto se detuvo detrás de ellos impidiéndole el paso al de Jihoon, como si estuvieran atrapándolos. Sostuvo la mano de Jeonghan y se giró de golpe encarando la puerta. Esta se abrió de un momento a otro.

—Jeonghan, Jihoon, Seungcheol.— Dino apareció y Jihoon pudo respirar.

—Me asustaste, Xino.— Suspiró.

—No vino solo.— Murmuró Seungcheol a lo que Fino asintió señalando el interior del coche. Había una persona allí, pero no se molestó en salir del auto. —Él no irá, dejará de tontear con el omega, es solo un mono, no lastima a nadie...

Jeonghan se acercó soltando a Jihoon y estuvo a punto de entrar en el auto, pero Hino lo detuvo.

—Jihoon. Por favor, entra en el auto.— Dijo el beta. —Alguien quiere hablar contigo.

Oh. El escalofrió que recorrió su cuerpo no era normal. No tenía escapatoria, así que solo tomó aire y entró, aun escuchando las quejas y los reclamos del alfa y del omega.

Dino cerró la puerta encerrándolo con la persona.