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JiSoo estaba llorando. Lo dejaron en su habitación esa mañana, los lobos de servicio no le hablaron, solo dejaron a los cachorros allí, y se fueron, Dino se mantenía ocupado arreglando los asuntos con los Kim al igual que Hoshi, y para la no-sorpresa de Jeonghan lo encerraron en su habitación como a un cachorro, y ahora tenía que cuidar de dos. Los miró con desinterés recostado en la cama y se sentó para dar un largo suspiro. ¿Por qué lloraba? Ya le había dado todo lo que podía darle.
—¿podrías callarte?— Le preguntó con calma. El cachorro no se calló. —Tu hermano no está llorando, y es más pequeño.
—¡Quiero a papá!— Gritó el cachorro haciendo la rabieta más grande.
Le dolía la cabeza y no tenía lo necesario para soportar al cachorro, no quería hacerlo, esperó que Jisoo se quedara junto al otro en el rincón del cuarto y lo dejaran en paz, pero no, el cachorro había ido hasta él y había llorado por minutos sin controlarse. Quería golpearlo. Ah ¿realmente estaba pensando en eso? No estaba bien, nunca lo estuvo, pero ahora cualquier movimiento suyo podía desencadenar la molestia de la familia.
—Estoy cansado, cállate.— Reunió toda su paciencia. El cachorro lloró más. —Deja de llorar...
—¡Quiero a papá!
Jeonghan respiró profundo detestando el momento. ¿Por qué tenía que escucharlo? ¿Por qué él? El cachorro era de Joshua, no suyo, Jeonghan solo fue un objeto que se usó para traerlo, pero no lo quería. Nunca lo quiso. No se sentía mal por los cachorros, a ellos todos los querían, incluso quienes no querían a Jeonghan o a Joshua, a ellos todo el mundo los apreciaba y cuidaba ¿Por qué él tenía que quererlos entonces? No lo necesitaban, su familia solo quería que él los tuviera allí, que los cuidara.
Estaba cansado de eso. Estaba cansado de todo.
Su cuerpo tembló.
—Por favor...
—¡Quiero a papá!
Jeonghan no pudo controlar el impulso en ese momento, su mano solo se dirigió al cachorro y lo tomó con fuerza del cabello jalándolo cerca, solo quería que se callara, así que con la otra mano le cubrió la boca. Sabía que estaba mal. Siempre lo supo, desde que intentó lastimarlo las primeras veces, pero no podía soportarlo. Los odiaba tanto como odiaba a Joshua. Escuchó el grito ahogado del cachorro y su cuerpo tembló.
—¡Suéltalo!— La voz de Joshua lo hizo apartarse, abrazó su propia mano y se lanzó a la cama para apartarse del cachorro. Su corazón latió con tanto miedo que no pudo moverse. —¿Qué demonios crees que hacías?
Joshua caminó con fuerza llegando hasta Jisoo, lo tomó en brazos y lo acurrucó contra su pecho, el cachorro llorando con fuerza y limpiando sus lágrimas en la camisa del mayor. Jeonghan respiró profundo encogiéndose en la cama. ¿Qué debía hacer? ¿Mentir y decir que fue un malentendido? Joshua no lo aceptaría.
—Él no dejaba de llorar...— Murmuró.
—Cállate.— Ordenó el alfa calmando al cachorro. —¿te lastimó mucho? ¿Dónde duele?
—Aquí...— El cachorro señaló su mejilla y Joshua lo acunó con cariño, acariciándole el rostro de forma cálida con los dedos.
—Ya está mejor...— Le dijo con la voz tierna para despues darle un suave beso en la zona. —¿estabas llorando porque me extrañaste?... Perdón, no volveré a irme tanto tiempo, me quedaré contigo y con tu hermano.
—¿aunque papá sea malo?— El cachorro se refería a Jeonghan, quien abrazó sus piernas sobre la cama.
—Él dejará de ser malo, te lo prometo. Por ahora perdónalo ¿si? Papá aún no sabe cómo comportarse. Él aprenderá a hacerlo.
—¿va a ir a una escuela?
¿Por qué ese cachorro hablaba tan fluido? Jeonghan apretó los dientes ocultando su rostro. ¿Por qué no podía solo desaparecer? Joshua continuó consolando al pequeño hasta que este se calmó, su llanto invadiendo la cabeza de Jeonghan como un eco alejado. Deseó amar a los cachorros solo para que estos lo dejaran en paz, deseó amarlos para no sentirse así, pero no podía.
—Te llevaré con la abuela, yo necesito hablar con tu papá. ¿está bien?— Preguntó Joshua con cariño mientras se las arreglaba para cargar al otro cachorro. —Te prometo que mañana estaremos juntos todo el día.
El cachorro asintió y Joshua solo se fue con ellos, lo dejaron solo y por fin pudo respirar, su cabeza quedándose en silencio.
No había podido dormir bien los últimos días, no pudo cerrar los ojos sin pensar en aquella vez y no pudo evitar pensar en todo lo que había pasado. ¿Por qué le afectaba? ¿y porque no podía sacar a Jihoon de su cabeza? Quería verlo, quería que lo tocara y quería tocarlo, quería solo estar con él, sin hablar, solo mirarlo o sentirlo cerca, saber que estaba allí. Pero probablemente Jihoon ya estaba buscando a un remplazo, alguien que aceptara tener sexo con él sin importarle nada. Eso rompió su corazón.
Y es que le gustaba Jihoon. Le gustaba tanto que no podía dejar de pensarlo.
La puerta se abrió minutos despues y se mantuvo quieto sobre la cama, escuchó a Joshua desvestirse y su respiración. El aroma llenó el cuarto en cuestión de segundos y Jeonghan pudo saber que estaba molesto.
Vaya sorpresa.
—Desvístete.— Ordenó Joshua y Jeonghan solo obedeció. —Pensé que habías dejado de lastimar a nuestros cachorros.
—No quería lastimarlo.— Murmuró. —Él no se callaba.
—Es un cachorro, Jeonghan. No entiende de palabras.
—Los adultos tampoco.
Se recostó en la cama y abrió las piernas dejando que Joshua se acomodara sobre él. No importaba. Cerró los ojos y respiró profundo. No quería pensar en nada.
—Supe lo que pasó.— Le habló Joshua mientras lo tocaba. —Con la familia Kim. Supe lo que estuvieron a punto de hacer.
—No pasó nada.— Respondió haciendo una mueca cuando Joshua entró en él. —Hoshi...
—Soonyoung no es tu alfa. Yo lo soy.
¿a que venía eso? Entreabrió los ojos notando el poco interés de Joshua por moverse. Cuando él estaba de mal humor no solía hacer nada más que entrar y golpear adentro un par de veces para despues terminar rápido, esta vez debía ser así, solo un momento, pero algo se sentía diferente, algo en el enojo de Joshua no estaba bien. Sus piernas estaban a los costados de la cadera del alfa, y la mitad de su cuerpo aun descansaba sobre el colchón, Joshua se sostenía con ambas manos y lo miraba.
No, Joshua no lo estaba mirando, Joshua miraba su cuello.
—¿Qué intentas hacer?— Preguntó cubriéndose con la mano.
Joshua no respondió. El escalofrió fue incomodo, lo hizo llevar sus dos manos a su pecho y querer esconderse. Las marcas que había hecho el alfa se habían desvanecido, incluso las mordidas cercanas a su cuello, aquellas que querían ser una marca permanente pero al final no eran nada. Porque Joshua siempre había mostrado un interés por esa zona, un interés por marcarlo como su omega, pero nunca lo hizo, siempre cerca pero nunca en el punto exacto. Y Jeonghan se había sentido tranquilo por eso. Ahora se sentía diferente.
—Soy tu alfa.— Repitió Joshua. —Y yo debería cuidar de ti de la manera que mejor me parezca.
Algo le incomodó.
—Hoshi cuida de mí. Y Dino.
—Ellos no son tus alfas.— La voz de Joshua se volvió oscura, pero era tranquila. —Hable con los Kim. Ellos dijeron que su hijo no tenía idea de que eras el omega de alguien, porque no estabas marcado.
—¿eh?— Tembló abrazándose con insistencia. —Aun si hubiera estado marcado ellos...
—No, si hubieras estado marcado ellos jamás se atreverían a tocarte.— Joshua presionó fuerte contra Jeonghan, enterrándose dolorosamente lento. —No estabas marcado y eso ocasionó la muerte de varios lobos, la familia Kim tiene derecho a estar molesta, y nosotros estamos en desventaja contra ellos. Dije que lo solucionaría.
Apartó una mano de sí mismo para colocarla sobre el pecho de Joshua, sabía que eso no lo iba a detener, pero conforme se acercaba el alfa y su corazón latía peor era la sensación en su estómago y pecho. Las palabras oscuras golpeándolo con pesadez cada que salían de sus labios. Sabía que esos lobos no iban a detenerse aunque Jeonghan estuviera marcado, ellos no iban a detenerse en cualquier situación, aun si lo estuviera ellos habrían hecho su propia marca sobre la de Joshua para usarlo. Estaba seguro ¿entonces porque su alfa decía esto?
Joshua quería marcarlo, y estaba buscando cualquier excusa para hacerlo.
—No fue mi culpa...— Murmuró.
—No, fue la mía.— Joshua se inclinó cerca. —Debí marcarte antes de irme. Quizás así no hubieras sido un maldito infiel.
Las palabras de Joshua golpearon contra su mejilla y sus ojos se abrieron de par a par. Si Joshua lo marcaba... Jeonghan ya no tendría nada, ni siquiera a sí mismo, y probablemente no podía tener sexo con Jihoon ¿eso importaba? Si. Le importaba. Y le importaba mucho. Joshua presionó con fuerza en su interior queriendo enlazarse, queriendo atraparlo para que no pudiera huir, empujando su nudo.
Tenía que correr.
—¡Hosh...!— Estuvo a punto de gritar pero la mano de Joshua se presionó fuerte contra sus labios y parte de su nariz, justo como Jeonghan había sostenido al cachorro, dio un grito ahogado y llevó sus brazos a su cuello, Joshua usó la otra mano para apartarlos. —¡Di...!
La boca de Joshua se abrió mostrando los caninos, dientes afilados preparados para encajarse en su piel. Joshua lo había mordido antes y había dolido, lo había hecho sangrar y había dejado cicatrices malas en su cuerpo, pero nada como una marca, nada que atravesara el musculo y dejara algo que lo lastimaría por años. Sus ojos se abrieron de par a par e intentó patearlo, pero no pudo, y lo único que consiguió hacer fue cubrir la zona de su cuello justo antes de que la mordida impactara.
Encajó sus dientes sobre su mano y rasguñó su mejilla haciéndolo sangrar, pero no era una marca.
Soltó un grito ahogado cuando el dolor comenzó a aparecer, los dientes afilados habían arrastrado la piel y hecho una especie de hueco. Pataleó y se retorció intentando salir, pero Joshua aun lo sostenía, sus grandes manos haciéndole la tarea de respirar casi imposible.
Le mordió la mano con tanta fuerza que percibió el sabor metálico. Joshua lo liberó con una mueca dolorosa.
Recibió el golpe con la mano abierta sobre su mejilla, la fuerza del impacto haciéndolo sangrar de la nariz. Su vista se difuminó por algunos segundos pero sus manos se aferraban a su cuello, no iba a soltarse por nada del mundo.
—¡Eres mi omega, debes aceptarlo!— Gritó Joshua tomando su muñeca para apartarla de su cuello.
Jeonghan intentó golpearlo, y Joshua lo mordió en el antebrazo, rasguñando su piel como si fuera un cuchillo. No importaba cuanto mordiera Jihoon, él jamás podría hacer una herida peor que las de Joshua.
—¡Hoshi!— Gritó y recibió otro golpe.
—¡No voy a dejarte inconsciente para marcarte! ¡Tienes que aceptarlo!
Estaba sangrando, sentía las gotas caer sobre su rostro mientras intentaba apartar a Joshua. La sangre que escurría de sus brazos y la sangre que escurría de donde Joshua empujaba con fuerza su nudo. ¿Por qué su alfa lo hacía sangrar más que aquel otro que quiso violarlo?
Medió sus dedos en la boca de Joshua intentando evitar que encajara sus dientes en su cuello, no le importaba perder los dedos o lastimarse, solo quería no ser marcado. Si Joshua lo marcaba...No podría tener sexo con Jihoon ¿cierto? Era eso lo que le importaba. Su promesa.
Joshua consiguió tomar su muñeca con una de sus manos y tomó la otra en un descuido, lo presionó contra la cama. Dejó su cuello libre.
—¡Chan!— Gritó su nombre. —¡Chan! ¡Chan!— Nadie vendría. Chan estaba muerto, desde hace años lo estaba, Jeonghan vio cuando le dispararon, lo vio caer, vio la sangre. Y vio sus cenizas. Pero Chan siempre llegaba para protegerlo.
—¡No te atrevas a llamarlo!— Gritó Joshua presionando con fuerza.
Chan no iba a ir a salvarlo. Ya no.
—¡Jihoon!— Gritó de nuevo sin poder controlar su llanto. No le importaba si Jihoon llegaba o no, él solo quería gritar su nombre, saber que había algo de él dentro de Jeonghan. —Ji...
Joshua colocó una mano en su cuello cortando su respiración. Colocó su mano sobre la muñeca del alfa e intentó alejarse.
—Voy a marcarte...— Habló Joshua liberando el espacio que estaba dispuesto a morder. —...Voy a marcarte para que nunca vuelvas a acostarte con nadie más, para que seas jodidamente fiel por una vez en tu vida.
—Por favor...— Consiguió decir, las lágrimas en sus ojos no le permitían ver con claridad. —Por favor no...No me queda más...
Joshua pareció dudarlo.
—¡Suéltalo!— Escuchó la voz y sus ojos se abrieron con sorpresa cuando alguien pateó a Joshua.
Aún estaban unidos por el nudo, pero a Jeonghan no le importó, se apartó de Joshua como pudo ignorando el dolor y la sangre, realmente pateó al alfa y cuando por fin se liberó pudo respirar. No se detuvo a ver quién era porque su cerebro no estaba procesando todo, solo saltó de la cama y cojeó un poco tomando la bata que se encontraba cerca y se la colocó en un segundo saliendo de la habitación. No le importó nada más, ni siquiera los constantes gritos que parecían llamarlo.
—¡Jeonghan, vuelve aquí!— Gritó alguien, pero no iba a hacerlo.
Se cayó en el pasillo y se levantó tan rápido como pudo tomando aire para comenzar a correr, en ese punto todas las habitaciones tenían las puertas abiertas y personas se asomaban con curiosidad. No le importó. Llegó a las escaleras y bajó corriendo tropezándose de vez en vez, sosteniéndose del balaustre para no caer. Sabía que la puerta estaría cerrada, pero quería al menos llegar, comprobar que no podía abrirse y perder allí las esperanzas, no antes, porque si lo hacía antes iba a enloquecer. Cuando llegó al final de las escaleras se soltó y dio rápidos pasos temblorosos hasta la puerta chocándose al llegar.
Intentó abrirla, y para su sorpresa pasó, el viento frio recibiéndolo en segundos.
—¡Jeonghan!— Escuchó la voz de Joshua en las escaleras.
—¡Jeonghan, vuelve ahora!— Escuchó la voz de su padre.
Los miró un par de segundos y tomó aire, ellos bajando las escaleras rápidamente.
—Vay...Váyanse a la mierda.
Se lanzó para comenzar a correr, no le importaba que fueran detrás suyo, ellos no iban a alcanzarlo, nunca iban a atraparlo usando solo sus piernas, ni autos, porque Jeonghan era bueno en eso. Era más rápido sin importar lo lastimado que estaba, sin importar el dolor, no iba a dejar que lo atraparan de nuevo, aun si tenía que volver despues, aun si lo encontraban, no iban a atraparlo mientras pudiera correr. Desde cachorro fue así, y no iba a cambiar aun si era un omega.
Estaba escurriendo sangre, pero no le importó. No le importó nada. Solo quería huir.
...
Super largo este capítulo.
Solo para aclarar, el hecho de que Joshua fuera el malo en esta historia fue gracias a un volado, estaba entre Seungcheol y Joshua jaja pero yo amo mucho a todos los chicos, el que Joshua sea mi antagonista en algunas es por...coincidencia.
Ya, tengo que escribir un Joshua bueno para redimirme.
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