Para las cuatro de la tarde Jeonghan estaba durmiendo, su rostro tranquilo entre las almohadas ayudaba a Jihoon a concentrarse en lo que escribía, Hansol había sido paciente y callado, lo dejó trabajar a su gusto aun cuando Jihoon tardaba semanas en darle noticias. Respiró profundo y sintió el calor de la tarde, fue agradable, estar en su cama sin preocupación alguna, con Jeonghan durmiendo a su lado parecía algo natural, algo que podría hacer todos los días sin aburrirse de ello. Soltó una pequeña risa mirando el bonito rostro del omega.

Extendió su mano y acarició el cabello rubio pasando sus dedos sobre la piel. Era increíble lo mucho que le podía gustar, aun cuando pensó que Jeonghan no era atractivo ahora encontraba cierta belleza en él, esa brecha entre lo femenino y masculino siendo perfecto y el punto exacto para tomar lo mejor de ambos lados. Le gustaba, o quizás solo le gustaba porque no había nadie igual a Jeonghan.

Pensó en todas las mujeres con las que estuvo antes, hermosas mujeres que aceptaron su dinero o que salieron con él en sentido de parejas, todas ellas fueron atractivas y un encanto, Jihoon amaba verlas, y ninguna se parecía a Jeonghan. Pensó en los hombres, todos mucho más atractivos que Jihoon, algunos siendo femeninos y otros varoniles, no importaba, la apariencia lo era todo en los primeros minutos, si a Jihoon no le gustaban físicamente entonces pasaría de ellos. Ninguno de los hombres con los que estuvo se parecía a Jeonghan.

Tocó su mejilla y la delineó con la punta del dedo, se detuvo en sus labios y les dio un suave golpe para despues soltar una pequeña risa. Jeonghan no se movió.

Habían pasado dos horas y él seguía durmiendo tan tranquilo y profundo que Jihoon se preocupó un poco ¿era normal? Sacudió la cabeza y regresó su atención a la pantalla.

El día pasó así, Jeonghan solo despertó para comer y volvió a dormir, y cuando la noche llegó hizo lo mismo, despertó, comió y de nuevo a la cama, y Jihoon solo pudo acompañarlo en silencio, escribiendo en su computadora o en algún cuaderno, tocó la guitarra una vez practicando lo ya olvidado y vio televisión un par de minutos. No hizo nada más, solo esperó. Y cuando oscureció por completo tomó su celular y mandó un mensaje para Rino.

"¿está bien que él solo duerma y coma?" preguntó.

"Si. Está bien." Respondió Nino.

"¿no va a engordar?"

"No. Usará la energía para su celo, aun si no consiguen concretar el acto Jeonghan gastará esa energía."

"¿está invernando?"

"Podrías llamarlo de esa forma."

"¿seguirá así mañana? Quiero saber si puedo dejarlo solo en el departamento."

"Si, dormirá todo el día de mañana, solo despertará para comer. Aunque puedes dejarlo solo creo que es mejor no hacerlo. Si lo haces asegúrate de cerrar puertas y ventanas."

"Será como un oso en su cueva."

"Por favor, cuídalo."

"Claro, será como cuidar un adolescente depresivo, solo comida y cama."

Miró a Jeonghan y dio un largo suspiro. Hubiera sido mejor no tenerlo allí, porque resultaba extraño, como si el departamento estuviera completamente solo. Dejó su celular y se recostó para dormir.

Al día siguiente Jeonghan ni si quiera le habló, no tuvo tiempo para ello. ¿Por qué se sentía tan solo? Dejó la duda en su cabeza.

...

No sé porque estoy cometiendo un montón de errores en esta historia, lo siento mucho jaja