Despertó con la molesta luz del sol sobre sus ojos, estuvo cegado un par de segundos mientras que intentaba despabilar, y cuando por fin pudo aclarar su vista se encontró con Jeonghan frente a él, durmiendo con los ojos hinchados producto de la noche anterior. Tenía la boca entreabierta y respiraba por ahí, su pecho subiendo y bajando conforme lo hacía. Era tranquilo, cómodo y lo hacía desear quedarse en la cama por mucho tiempo.

Se movió queriendo levantarse y se percató de que su brazo estaba sobre Jeonghan, y su pierna también, y era molesto ¿Por qué dormía abrazado a Jeonghan? En una posición tan vulnerable su entrepierna pudo verse afectada, durmió con el enemigo y le dejó el campo libre. De cualquier forma se sentó sobre la cama y suspiró.

—¿Despertaste?— La voz de Seungcheol lo llamó desde la puerta. —Un amable intruso nos hizo el desayuno, deberías venir a comer, está rico... ¿ese es otro intruso? Si cocina tan bien como el otro me lo llevo.

Rodó los ojos y salió de la cama sin despertar a Jeonghan. Cuando salió del cuarto el aroma a huevo y tocino lo invadió, era una sensación extraña porque él no solía cocinar, solo pedía comida rápida o comía de lo que sea que trajera Seungcheol. Miró al lobo que colocaba un plato sobre la mesa y como regresaba a la cocina solo para seguir limpiando, dejando todo como estaba. Ah, era molesto.

Quería intercambiar a Seungcheol por Rino.

—¿no te fuiste en toda la noche?— Le preguntó con fastidio y Lino solo asintió.

—Dije que esperaría hasta que Jeonghan saliera. Él no salió a noche, así que esperé.

—¿el intruso dos es Jeonghan? Este niño no quiso decirme nada.— Señaló Seungcheol dándole un gran bocado al omelette. —Por eso no me agradan los lobos de servicio, si no eres de su manada líder te ignoran.

—Puedes irte. Va a quedarse.— Balbuceó dejándose caer en la silla. —Pero no dejaré mi empleo, pediré vacaciones, una semana.

—bien, pero me gustaría que Jeonghan no se quedara solo con el alfa.

Seungcheol lo miró como si estuviera ofendido y tomó agua para pasarse la comida.

—¡Eso es... Alfista! ¿omegista? No es misandrico porque somos hombres... ¡Omenazi!

—Cállate.— Murmuró mirando hacia la puerta de su cuarto, Jeonghan podría despertar. —No se quedará solo con él. Si tienes más peticiones entonces llévatelo.

—Solo quiero asegurar el bienestar de Jeonghan. Dejarlo con un alfa lo pone en peligro, no sabía que uno estaría cerca. Y mis datos sobre los Choi son escasos.

—¿Qué piensas que le haré a ese omega?— Seungcheol se quejó empujando su plato para colocar los pies sobre la mesa. Jihoon los empujó. —Soy capaz de actuar como un mono, he vivido entre ellos por varios años.

—Pero no eres un mono.— Aclaró Dino. —Jeonghan entrará en celo dentro de poco, si corre riesgo aquí será mejor que me lo lleve.

—Se quedará. —Bostezó inclinándose en la silla. —Amarraré a Seungcheol afuera por si acaso.

Dino asintió viéndose convencido.

—¿Qué es lo que tienes en el pecho?— Preguntó Seungcheol. —¡no puede ser, tu primer chupón!

—¿eh?— Llevó la mano hasta su clavícula recordando la noche anterior.

—¡Le tomaré foto y la enmarcaremos! ¡Quédate quieto!