—Ni se te ocurra decir eso. — Señalo a Min Ho de manera amenazante mientras que está desde el otro lado de la isla sosteniendo su celular con un número en específico, también como amenaza.

—¿Vas a probarme?— Entrecierro mis ojos ante su estúpida provocación.

Llevamos peleando hace cinco minutos seguidos los dos gracias a que "sin querer", por así decirlo, mi vaso con jugo encima de su remera cuando "sin querer" lo choqué cuando él salía de darse una ducha. Ahora pues me está amenazando con decirle a una persona aún más alta en el rango de poder de la escuela, para que me eche de la habitación, y digamos que me arrepiento de haber hecho lo que hice, el miedo de tener que dormir en la calle es mucho más fuerte que perder mi dignidad pidiéndole que no haga esa llamada.

—¡Vamos, Min Ho! No merezco dormir en la calle por un pequeño error.

—¿Pequeño error? Arruinaste mi camisa con tu tonto jugo, ¡Y recién acabo de tomar un baño!

—Min Ho, no hagas esa llamada, no es que no puedas bañarte una segunda vez, te vendría bien la verdad... — El pelinegro acerca su dedo al botón de "llamar" con total seriedad y pego el grito de mi vida para tratar de detenerlo.— ¡No, no!— Él se detiene viéndome con atención, suelto un suspiro relajando mi cuerpo.— ¿Qué es lo que quieres que haga para que no hagas esa llamada? ¡Y no digas que me vaya de la habitación por mi cuenta! Los dos ya sabemos que eso no va a pasar.

No puedo evitar asustarme ante la extraña sonrisa diabólica que atraviesa sus labios ante mi idea de poner paz entre los dos. Min Ho baja su celular para guardarlo en su bolsillo, lo que me hace soltar un suspiro mirando el techo agradeciendo a cualquier fuerza superior que me haya ayudado y pidiendo que me ayudara para soportar lo que sea que se le haya ocurrido.

—Deberás prepararme el desayuno por dos semanas completas, así al menos tu estancia aquí tendrá sentido alguno.

Me lo quedo mirando por completo con seriedad.

—Estás bromeando, ¿Verdad? Por favor dime que estás bromeando.

—¿Me veo como si estuviera bromeando?— Al verlo serio pues me doy cuenta que habla en serio con respecto a ser su sirvienta durante dos semanas, ¿En qué me he metido?— Ya lo sabes, sino llamaré para que te retiren de la habitación.

Estos son los sacrificios que debo tomar para seguir en esta escuela y esperar a que Min Ho me diga que sí.

—Está bien.— Termino accediendo a la fuerza con los dientes apretados, bajo la mirada para encontrarme con su celular mostrándose un poco dentro de su bolsillo.— ¿Y qué tal si me dices que hablarás con tu mamá para decirle que trabaje con la mía? Es un trato justo.

—No lo es. — Se niega rápidamente, lo que me hace rodar los ojos. — Es lo que harás para que te dije sin nada a cambio, no es un intercambio, es una forma para que puedas quedarte y ser útil, Ris.

Cierro mis ojos un par de segundos escuchando nuevamente ese apodo que sólo él tiene para mi desde que nos conocemos. Suelto un suspiro buscando calmar mis sentimientos y estiro mi brazo para tomar mi chaqueta de encima del sillón.

—No tengo tiempo para esto, me encontraré con Q y Kitty en el patio de la escuela.— Murmuro lo suficientemente alto para que él pudiera escucharme.

—¡No regreses tan tarde que debes hacerme el desayuno!

Grita una vez la puerta está cerrada y trato de controlarme a mí misma de ir y golpearlo.

Más que nada porque de la nada a Min Ho le picó volver a llamarme por "Ris" ese apodo que me puso desde el primer momento que cruzamos palabras, aun lo recuerdo a la perfección. Nos encontramos en una cafetería, cuando le dije me nombre enseguida preguntó si podía llamarme de esa manera, "Ris" yo le dije que debía de ganárselo puesto a que no nos conocíamos, de igual forma nunca pasó de llamarme así, ni siquiera para decir mi nombre real, se le había hecho costumbre y digamos que las viejas costumbres terminan volviendo de una forma u otra.

Son más que nada recuerdos buenos y la nostalgia de recordar lo que era antes.

Entre tantos pensamientos, me doy cuenta que ya estoy en el patio dentro de la escuela, veo a la distancia a Kitty y Q viendo algo en su computadora.

—Sólo hay ojos saltones y carne podrida.

—¿Qué es lo que tiene ojos saltones y carne podrida?— Pregunto ante las palabras de la pelirroja en lo que me siento al lado de Q viendo la pantalla, una película coreana de zombies.

—Hola Paris, y pues que Kitty no entiende lo clásico de esta película.— Dice Q viendo de manera regañadora a la chica, a lo que yo me río.

—No lo sé, no me gustan los zombies, así que evito ver cualquier cosa que los tenga.— Un escalofrío recorre mi cuerpo de siquiera pensarlo. — No, definitivamente no.

—Es que eres miedosa, Paris. — Se burla por supuesto Kitty, a lo que ruedo los ojos con una pequeña sonrisa.

Puedo ser miedosa pero... No hay pero, soy miedosa y eso es todo.

—¡Por cierto!— Q salta de la nada llamando nuestra atención.— Ambas están invitadas a la primera caminata de senderismo, como saben, soy el presidente y necesitamos personas para ser parte... — El chico hace una mueca, algo que yo imito. — La primera caminata es mañana.

No soy la persona más caminadora del mundo, mucho menos para hacer ejercicio, siempre que puedo lo evito, aunque esta vez no creo tener mucha opción. Q se ha convertido en mi amigo así que supongo que se la debo, por soportarme y hablarme a pesar de sus constante "soy team Min Ho" cuando ambos sabemos que ahora ya quedó en el medio sin importar cuantas veces lo repita.

Algún día se cansará porque definitivamente gané su corazón.

—Allí podrás hablar con Dae y decirle que tienes un medio hermano aquí en Corea.— Señalo a Kitty quien enseguida se le ilumina la mirada incluso en la oscuridad. Ella lleva tiempo quejándose que lo extraña y que es su mejor amigo y bla bla bla, debe ser lindo aunque estén separados, aun desear tenerse uno al otro.

No como Min Ho y yo, que preferimos estar lo más lejos uno del otro, sólo que esta vez el chico no me está dejando alejarme como una persona normal.

—Yo iré, sólo porque eres buen amigo y me soportas.

Mis palabras le sacan una gran sonrisa a Q, algo que me contagia.

Supongo que tendré que prepararme mentalmente para levantarme temprano para salir a caminar y prepararle un buen desayuno a Min Ho, que mañana más productiva de mi parte y en contra de mi voluntad, al menos una de ellas.

Salgo de la habitación de Min Ho después de haber dejado su desayuno en su escritorio, no puedo creer que tuve que levantarme cuarenta minutos antes para hacer el suyo y el mío. Porque claro, él tiene sus requisitos para su propio desayuno que tuve que seguir, en serio había olvidado lo molesto que puede llegar, pero de igual forma ya terminé con eso por hoy.

Cambio mi ropa por una más deportiva para salir a la caminata de hoy, ato mi cabello en una cola alta y me coloco mi chaqueta deportiva de color negro. Tomo mi celular de mi escritorio y abro la puerta de mi habitación para salir, sin embargo al hacerlo, lo primero que veo es a Min Ho hablando en la cocina frente a su celular, me quedo apoyada en el umbral de la puerta viéndolo.

Él trae una sonrisa que no he visto desde que llegué, una muy genuina y natural, se nota que está hablando con su mamá. De igual forma su llamada no dura demasiado ya que al parecer Choi Dami está en plena grabación de algo, el pelinegro dobla su celular quedándose con una pequeña sonrisa mirando a la nada, aunque parece ser de cierta tristeza en ella.

—¿La extrañas?— Mi voz lo toma por sorpresa, pero no lo suficiente para asustarlo y que quisiera matarme.

—Así es. — Ahora soy yo quien se lleva la sorpresa por su respuesta tan tranquila y sincera, creo que es la primera conversación decente entre ambos desde que llegué y sólo cruzamos dos palabras. — Ella trabaja mucho últimamente.

—Te entiendo, yo también extraño mucho estar con mi familia.— Contesto en lo que me acerco de a poco para ir a el refrigerador tomando la botella de agua que dejé allí desde ayer.

Iba a necesitarla demasiado hoy.

—¿A dónde irás tú?— Ahora una vez más su tono cambia a uno más curioso, giro sobre mis pies para verlo a los ojos y señala la ropa que estoy usando, porque no hay manera de ser más obvia.

—La caminata que da Q, me pidió que fuera así que no pude decir que no.

—¿Tu? ¿Caminando? Es sorprendente. — Min Ho se burla, pero por primera vez no es en el sentido de hacerme sentir mal o con mala intención, sino que es una burla amistosa, recordando a la perfección lo poco atlética que soy.

No voy a mentir, eso me saca una pequeña sonrisa en lo que elevo una de mis cejas.

—Si, es sorprendente, pero tengo que irme, sino llegaré tarde y Q me matará.

—Si, me imagino que sí.

Ambos nos damos una pequeña sonrisa después de un silencio incómodo, ahora si, simplemente salgo de la habitación caminando por el pasillo teniendo en cualquier lado mi cabeza menos en el camino, por lo que casi estuve a punto de llevarme varias esquinas de pared, lo que significa que casi me golpeo la cara múltiples veces.

Esa interacción entre ambos me acaba de descolocar un poco, pero de igual manera no tengo que olvidar que vine aquí por una razón y una razón solamente, porque si, aun tengo muchas intenciones de volver a mi casa a mi vida de siempre.

—¿Qué tal, gente? Bienvenidos al club de senderismo de KISS...— Empieza Q apenas llegó al aire libre donde todas las personas se juntaron para ir juntos. Allí veo a Kitty y me coloco a su lado enseguida ya que es la segunda persona que conozco. — Primera regla del club: por favor hablar sobre el club. — No puedo evitar reír un poco por la desesperación en sus palabras.—No ayudarían mucho porque ya perdimos muchos miembros este verano.

En ese momento aparece Dae, por lo que asumo enseguida que esa es mi señal para alejarme de Kitty y darles su espacio para que ambos pudieran hablar.

—Empecemos con unos estiramientos.

Y así es como empiezo a estirar mis piernas y brazos, entrando en mi mundo ignorando el resto, por más que quisiera escuchar la conversación de Dae y Kitty no era como que podía, por tonta me alejé demasiado. Aunque ya me es imposible no notar que Yuri, la novia falsa de Dae, llega al lugar para sacarle del lado de Kitty, lo que la pelirroja hace es acercarse a mí otra vez.

—¿Te lo robaron?— Le pregunto y asiente con la cabeza cruzándose de brazos.

—Así es, sólo quiero hablar con él como amigos y ya.

Le doy un par de palmadas en su espalda, pero en el proceso quedan congeladas viendo a la persona que se acerca con una gran sonrisa.

—De acuerdo, ¿Quién está listo para una caminata?— Min Ho aparece con un traje deportivo de color azul y unos lentes, que no voy a mentir, todo en general le queda muy bien.

—¿Min Ho? ¿Qué haces aquí?— Le pregunta Dae.

—¿Qué? ¿No puedo salir con mis mejores amigos?

—Es que tu tampoco eres muy deportista.— Comento en voz alta recibiendo una mala mirada de su parte, pero mi mirada se ilumina por lo que me animo a preguntarle.— ¿Ya has pensado bien lo del trato y vienes a decir que vas a decirme que si?

—¿Qué?— Min Ho se queda confundido un poco. — Para nada, Paris.

Idiota.

—Creo que no nos hemos presentado aún. — Una chica de cabello pelirrojo se acerca a su lado de una manera muy coqueta y elevo una de mis cejas. — Soy Madison.

—Min Ho.— Él estrecha su mano sin intenciones de alejarse y ruedo los ojos.

Q da un aplauso llamando la atención de todos y la caminata así comienza, y pensando que sería tranquila, ahora con la presencia de Min Ho aquí, va a ser todo lo contrario.

¡nuevo capítulo! y quiero anunciar que las actualizaciones van a ser más lentas que antes ya que mis ganas de escribir se desvanecieron por completo, así que no habrá días fijos, sino más bien cuando yo tenga ganas lakdasd, sepan disculpar 

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