02 ˖ ִֶָ࣪ ┋paranoia or truth?
Hoy es el primer día de castigo para todos aquellos que durmieron en una habitación en la cual no deberían haber dormido. Q, Dae, Min Ho, Kitty y yo estamos limpiando uno de los salones de clases que están vacíos y abandonados para que se pueda usar como parte del programa de arte que el papá de mi novio está patrocinando, ya que al parecer la escuela tiene un presupuesto bastante bajo y no se lo pueden permitir por sí mismos.
Y hablando de cosas que no se pueden permitir, ¡Stella ayer quiso ir a ver una película de terror con Min Ho y conmigo! Eso fue lo más raro que sucedió en estos días, y sinceramente no sé cómo reaccionar. De todas formas, ella se sentó a mi lado durante toda la película, y entiendo que quiera amigas, solo que la situación me pareció un poco más extraña de lo que debería.
Aun así, estoy intentando que no se me llene la cabeza con esa idea, porque si no me terminaré volviendo loca y mi plan de tener un semestre tranquilo no será para nada así.
Mientras limpio el lugar con un trapo, me quedo pensando un par de segundos y me giro a ver al resto de mis amigos en el salón.
—Chicos... — Hablo para llamar su atención. Ellos se giran a mirarme en lo que tengo una expresión pensativa.— ¿Acaso no creen que la chica Stella es un poco rara?
—¿Por qué dices eso? —Pregunta Dae curioso mientras pasa un trapo por uno de los pizarrones que tienen escritos con tiza desde el año antes de que existieran los marcadores.
—No lo sé, anoche se unió a Min Ho y a mí para ir a ver una película... O sea, se invitó sola.—aclaro la palabra "sola" para que se entienda a lo que me refiero.
—En realidad no creo que sea rara, es nueva y se está queriendo adaptar. Capaz que quiere ser tu mejor amiga o algo así.— Dice Q, mientras está sentado en el suelo, supuestamente ordenando unas cosas que hay allí, pero yo sólo lo veo jugar.
Elevo una de mis cejas al escuchar que él la defiende.
Enseguida siento unas manos sobre mis hombros y giro para ver que se trata de Kitty, con una expresión determinada.
—No, no, ese puesto está ocupado, y es por mí.— Señala.
Yo asiento una vez con la cabeza para dar énfasis.
—Así es... Así que acordamos que Stella es rara.— Sabía que nadie dijo que sí al respecto, pero aun así estoy decidida a que sea así.
—No creo que sea rara, como dijo Q, intenta adaptarse. Tal vez quiera ser como tú.
Cuando escucho la voz de mi novio decir aquello, giro como si estuviera exorcizada por lo lento que lo hago y elevo una ceja.
—¿Desde cuándo te has vuelto tan bueno y comprensivo? —Pregunto con curiosidad y sorpresa.
Es bastante raro que Min Ho sea empático con las personas. Dios, conmigo incluso tuve que luchar para que demostrara algo de sentimientos humanos.
—Tal vez desde que volvimos— Dice acercándose a mí y colocando una de sus manos sobre mi mejilla antes de darme un corto beso en los labios.
—Aww, qué lindo... —Digo viéndolo a los ojos con una pequeña sonrisa, pero enseguida se me borra y le doy un suave empujón en el pecho.— Pero ni yo soy tan comprensiva, Min.
Él se ríe de mi reacción y se aleja para seguir pasando la escoba por el salón lleno de tierra.
—Basta de tanto cariño, voy a vomitar.— Se queja Q haciendo un sonido de náuseas.
—Esto es un castigo por estar compartiendo habitaciones en secreto, ¡No para divertirse!
Nos sorprendemos cuando el director Lee aparece por la puerta y nos comienza a regañar, sólo por estar hablando.
Me contengo de rodar los ojos, porque ya estoy castigada y no necesito una extensión de la condena.
Por la puerta, a los pocos segundos, entra el señor Moon con su equipo, quienes están vestidos como conserjes, o eso parece.
—Chicos, pueden retirarse, mi equipo se encargará de esto.— Nos dice, y una sonrisa se expande en todos nuestros rostros, menos en el de Min Ho.
—No puede desautorizarme en asuntos estudiantiles.— Habla por lo bajo el director Lee con la supuesta intención de que sus alumnos no lo escuchen.
Pero lo hicimos. Sorpresa.
—La renovación debe comenzar hoy, a menos que quiera retrasar mi donación.
Las palabras del señor Moon parecen hacerle cambiar de opinión, ya que enseguida al director le cambia la cara y tengo que reprimir una sonrisa burlona.
—Pueden retirarse.— Termina por acceder y ahora sí, sonrío enseguida.— Sólo por hoy.
Bueno, no se puede ganar en todas.
Todos nos dirigimos a nuestras respectivas clases. Como el señor Moon ha impulsado nuevas asignaturas relacionadas con el arte, Min Ho, Kitty y yo estamos en gestión del entretenimiento, porque ninguno de nosotros quería cantar, bailar o hacer algo relacionado con eso. ¿Y qué mejor que mandar a las personas y decirles si tienen talento o no? Dae resulta que sabe cantar, lo cual nos sorprendió a todos, y se anotó en canto avanzado, mientras que Q se salvó de todo lo relacionado con el arte por ser atleta y representar a la escuela en competiciones.
Suerte para él.
Yo tengo experiencia en el ámbito de los escenarios de todas formas. Mi mamá es actriz y sé cómo funcionan esas cosas detrás de escena, así que nadie puede competir contra mi conocimiento sobre el arte.
Antes de ir al salón de clases, pasé por el dormitorio a buscar unos libros que me había olvidado, así que me encontraría con mi novio y con Kitty allí.
De todas formas, en cuanto piso el salón, me detengo en seco cuando veo que Stella está sentada al lado de Min Ho... Intento mantener la calma y no ponerme loca al respecto. No estoy celosa porque sé lo que valgo, solo estoy molesta, es todo.
Sacudo mi cabeza y pongo mi mejor sonrisa mientras me acerco a donde están los dos hablando y me siento al lado de Min Ho.
—Hola, ¿De qué hablaban? —Intento sonar casual mientras dejo mi mochila en el suelo y mi torso se gira para ver a Stella, con su rostro de niña inocente que va a la iglesia, y a Min Ho, a quien le brillan los ojos al verme.
Toma eso, niña rara.
—¿Saben quién es el profesor? — Vuelvo a hablar.
Le tomo la mano a Min Ho, un gesto para dejar en claro que está conmigo, y entrelazo mis dedos con los suyos para más énfasis. Stella mira nuestras manos y luego vuelve a mis ojos con su clásica sonrisa de niña buena.
—Me alegra no tener que actuar. Aún no supero haber interpretado al burro en la obra de mi iglesia.— bueno, definitivamente eso no es algo que yo pregunté; ignoró por completo mi pregunta.—Pero ya sabes, como es tu papá, firmarás un contrato para un disco o una película.
Stella mira a Min Ho cuando habla la última parte.
Él mantiene una expresión aburrida mientras la observa.
—Sí, no es lo mío.— Responde con simpleza, lo que me hace contener una sonrisa por su indiferencia. Min Ho acaricia el dorso de mi mano con su pulgar.
—Buenas tardes.
Todos giramos al escuchar una voz detrás de nosotros.
—Oh, por Dios.— Escucho murmurar a Min Ho al ver que su padre acaba de entrar por la puerta y que, para su desgracia, será nuestro profesor en esta clase.
—Y felicitaciones, de todos los cursos de arte que se dan en KISS, ustedes son de los pocos afortunados en tener una clase magistral...
Bla, bla, palabras técnicas, cosas aburridas y cosas que ya sé.
—El día de hoy, ustedes decidirán quién ganará un lugar en canto avanzado y quién se quedará sin micrófono.
Y así es como todos los anotados en clase avanzada comenzaron a cantar frente a la clase mientras nosotros anotábamos en unas hojas quiénes eran los mejores y quiénes los peores. Admito que, aunque algunas personas me parecían terribles, me sentía mal por aplastar sus sueños de ser cantantes, pero, hey, la vida es dura y todo el mundo lo sabe.
Todos habían ido a un bar gay en Corea, por lo que sólo somos Min Ho y yo caminando por la ciudad mientras los demás se divierten. Preferimos estar juntos, como de costumbre.
—No sabes lo que hizo mi papá hoy. — Dice en la tranquilidad de la noche mientras volvemos al territorio de KISS.
—¿Qué cosa?— Pregunto con voz suave, dándole una mirada rápida antes de volver la vista al frente.
—Cuando estuvimos rechazando a los alumnos de canto avanzado, hizo que una chica que rechacé y que cantaba fatal... Quedara dentro de las clases, sólo para ver cómo destrozaba sus sueños y burlarse de ella. —Suelta una risa sin gracia, y hago una mueca al escuchar lo que dice.
—Wow, eso es muy cruel.
—Lo sé, pero mi papá se divierte con estas cosas. Le encanta tener un objeto de burla en sus programas. Pero ya le avisé a Mihee antes de que pasara vergüenza frente a todos. —Subimos por las escaleras cerca de los dormitorios.
—Eso fue muy lindo de tu parte. No puedes dejar que tu padre te obligue a hacer cosas que no quieres. Estoy orgullosa de ti. —Le doy un apretón en la mano, y él sonríe un poco.
—Sí, tal vez haga caer un huracán sobre mí con su tormenta, pero lo superaré. —Se encoge de hombros.
Damos un par de pasos más, pero cuando levanto la mirada, veo al señor Moon acercándose con pasos furiosos.
Hablando del rey de Roma...
—Mihee se bajó de canto avanzado. —Es lo primero que dice, dirigiéndose directamente a su hijo.— Le avisaste, ¿no? Me traicionaste sólo para protegerte a ti mismo. No sé por qué pensé que podrías llegar a ser un agente. Te di la oportunidad de impresionarme y la desperdiciaste por una perdedora sin talento.
Cada palabra que sale de su boca hace que mi sangre hierva. ¿Cómo se atreve a despreciarlo de esa manera sólo porque no quiso lastimar a una persona? Esto tiene que ser una broma.
Aprieto los puños, lista para intervenir como la buena novia que soy, pero antes de que pueda decir algo, una voz interrumpe.
—No le hables así.
Giro la cabeza y veo a Stella apareciendo de la nada.
¿Qué? ¿Qué hace esta chica aquí?
—Esta es una conversación privada entre padre e hijo.—El señor Moon la mira con frialdad.
—Eres un padre de mierda. Min Ho sí puede ser agente, y sería mucho mejor que usted haciéndose el Simon Cowell de 2002. Para alguien que dice ser vanguardista, debería saber que el acoso ya no va. Es raro que no lo hayan cancelado todavía. —Stella escupe las palabras sin filtro, mientras Min Ho y yo la miramos sorprendidos.
Mi mandíbula se tensa. ¿Por qué se mete en esto? No le corresponde.
—Tienes mucho que decir, ¿no? — Gruñe el señor Moon antes de irse con una expresión tan tensa que seguro le sumará más arrugas de las que ya tiene.
Min Ho se pone frente a Stella, y yo me coloco a su lado con el ceño fruncido.
—Wow, Stella, gracias. —Murmura Min Ho, realmente impresionado.
—Sí, Stella, gracias. —Repito sus palabras, pero sin esforzarme en sonreír.
Probablemente mis ojos estén lanzando dagas.
—Creí que necesitabas ayuda. —Stella pasa un mechón de cabello detrás de su oreja en un gesto tímido que me hace tensar la mandíbula aún más. Y lo peor es que todo lo dice mirándolo sólo a él.
—Min, ¿puedes ir a la habitación? Iré en unos minutos. —Digo con voz suave, girándome para verlo.
Él asiente.
—De acuerdo, te espero allí. —Me da un beso en la mejilla y se aleja.
Lo sigo con la mirada hasta que desaparece, y luego fijo toda mi atención en Stella.
—Stella, cariño... —Uso un tono tranquilo, pero en realidad no tiene nada de tranquilo.—¿Qué fue eso? —Señalo el aire, refiriéndome a la situación.
—Sólo quise defender a Min Ho de su papá. No se lo merecía, estaba siendo muy injusto con él. —Responde con amabilidad, lo que me irrita aún más.
¿Desde cuándo le importa tanto lo que le pasa a Min Ho? ¿Por qué sintió la necesidad de meterse cuando yo estaba ahí? Su gesto parecía noble, pero algo en su tono, en la forma en la que sólo lo miraba a él, me hacía hervir la sangre.
—Sí, pero yo estoy aquí, ¿de acuerdo? No necesitaba a nadie más. —Mi voz es más cortante de lo que pretendía, pero no me molesto en suavizarla. Stella frunce los labios en una mueca incómoda.
—Lo siento, sólo intentaba ser una buena amiga.
—Claro, una muy buena amiga. —Cruzo los brazos y la miro fijamente.— Pero la próxima vez que veas que estoy con él, no hay necesidad, ¿De acuerdo? —Le dedico una sonrisa tensa, mientras palmeo su hombro con una presión apenas disimulada. Un recordatorio. Un aviso.
Ella asiente con una sonrisa apenada y se va.
Suelto un bufido frustrado y paso las manos por mi rostro. Qué conveniente que Stella siempre aparezca en el momento justo para quedar como la heroína. Y ahora, como siempre, yo quedaré como la mala.
Pero si piensa que voy a dejar que juegue este juego con Min Ho, está muy equivocada. Estoy decidida a cuidar mi relación como nunca antes lo hice.
Recuerden:
—VOTAR; por favor no se olviden y no les pido mucho, es gratis y consiguen actualizaciones más seguido.
—COMENTAR; amo leer sus comentarios y opiniones sobre la historia.
—SEGUIRME; para no perderse ninguna actualización, noticia o lo que sea de la historia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro