Después de mi intento de salida dramática hace un tiempo, no tenía planes de regresar a KISS. Pero aquí estoy de vuelta, lista para empezar un nuevo semestre, y esta vez, con Min Ho como mi novio, el momento perfecto para que todo el mundo lo sepa.

Cuando él me acompañó a Los Ángeles la última vez, nos volvimos inseparables. Es decir, pasamos casi un año separados y, cuando nos reencontramos, lo único que hicimos fue discutir y discutir hasta que aceptó que le pidiera a su madre que trabajara con la mía. Ahora, ambas están en proceso de hacer una película juntas.

¿Y ahora? Todo es diferente. Nosotros somos diferentes. Cada vez que veo a Min Ho, siento que es el mismo chico del que siempre estuve enamorada, y ese sentimiento no hace más que crecer. Y sí, sé que puedo sonar un poco melosa, pero les aseguro que él no es muy distinto a mí en este momento.

Finalmente estamos juntos, y no hay nada que pueda separarnos esta vez. Nuestra relación por fin se ha solidificado: sin secretos, sin mentiras, sin inseguridades. Sólo nosotros dos, y estoy más que feliz de demostrarle al mundo que ese chico que todas las chicas en esta escuela desean es completamente mío, como siempre lo ha sido.

El campus está lleno de estudiantes que llegan con sus maletas y cajas para comenzar el nuevo semestre. Nosotros no somos la excepción. Camino junto a Min Ho, arrastrando mi maleta con ruedas, mientras avanzamos tomados de la mano. No puedo evitar sorprenderme por lo hermoso que luce todo aquí. Los árboles, incluso el aire, parecen diferente... O tal vez es porque estuve atrapada en un avión con desconocidos por horas y necesitaba aire fresco.

—¿Estás segura de que sabes cómo llegar a tu dormitorio? — Pregunta Min Ho, colocándose frente a mí para detenerme.

—Min, por supuesto...—Respondo con arrogancia, aunque enseguida miro los carteles del campus y hago una pequeña mueca.— Bueno, quiero decir, puedo confiar en mi mapa mental.

Mi coreano es pésimo, y creo que eso es lo que más le divierte a Min Ho de que haya vuelto a Corea y a esta escuela, especialmente porque es una de las materias principales para los extranjeros.

—¿Ves? Tienes este problema porque nunca quisiste que te enseñara.— Dice tocando mi nariz de manera juguetona, con una sonrisa burlona que me hace rodar los ojos.

—En mi defensa, nunca pensé que fuera a necesitarlo.— Me encojo de hombros.

Antes de terminar nuestra relación, Min Ho tenía muchas ganas de enseñarme su idioma, pero cuando vi que las letras eran distintas y que tenía que aprenderlas para formar palabras reales, perdí todo el interés. Así que nunca lo aprendí porque pensé que no me sería útil. Ahora estoy aquí, en Corea, en una escuela donde todo está escrito en hangul, y mi mente no puede procesarlo. Sin embargo, ya sé cuáles son las letras del abecedario en inglés, así que, al menos, algo he avanzado.

Aunque todavía no sé qué significa cada palabra... ¡Voy a mejorar! Lo prometo.

Min Ho deja sus maletas en el suelo y se acerca a mí. Coloca sus manos en mis mejillas, acariciándome con sus pulgares mientras nos miramos a los ojos.

—Está bien, pero si te pierdes, sabes que siempre puedes llamarme y describirme dónde estás.

Ruedo los ojos otra vez, pero una pequeña sonrisa se forma en mis labios.

—De acuerdo. Ve a reencontrarte con tus amigos. Yo quiero descubrir quiénes serán mis compañeras de habitación.

Una pequeña emoción recorre mi cuerpo. No le he dicho a ninguno de nuestros amigos que he decidido regresar a KISS, así que será una sorpresa para todos ellos. Ya quiero ver sus caras cuando crucen la puerta. No tendrá precio.

Mi novio me da un beso corto en los labios, y nos despedimos mientras cada uno se dirige a una sección diferente del edificio de dormitorios. Esta vez dormiremos en habitaciones separadas, no como el semestre pasado, cuando tuvimos que compartir a la fuerza. Aunque en ese entonces lo odié, ahora no me gustaría nada más que volver a compartir una habitación con él. Sin embargo, está estrictamente prohibido.

Cabe mencionar que Min Ho y yo estamos castigados indefinidamente por haber compartido habitación sin permiso. Dae y Q también están castigados por haber compartido con Kitty, aunque a ella la expulsaron. Yo, por mi parte, tuve que explicar mi versión de los hechos para que me permitieran regresar.

Miro el papel en mi mano y avanzo por el pasillo de los dormitorios hasta que, finalmente, encuentro el número de mi habitación para este año. Abro la puerta, arrastro mis cosas y cierro detrás de mí.

—¡Paris!— Grita alguien dentro de la habitación, haciéndome saltar del susto.

Cuando giro la cabeza, necesito parpadear un par de veces para confirmar lo que ven mis ojos.

—¡Kitty!— Grito también emocionada.

Ambas corremos para abrazarnos con fuerza, riéndonos de felicidad por el reencuentro. Nos separamos y nos miramos incrédulas.

—¡Creí que te expulsaron!

—¡Creí que no volverías a KISS!

Hablamos al unísono y, de nuevo, estallamos en carcajadas, como si no pudiéramos creer que estamos juntas otra vez. Kitty es mi única amiga de verdad, junto con Q y Dae. Cuando regresé a Los Ángeles, corté relaciones con todas esas supuestas amistades que solo estaban conmigo por popularidad. Aquí, en KISS, descubrí el verdadero significado de la amistad.

—Vine con Min Ho —respondo a la duda de Kitty.— No podía estar lejos de él otra vez.

—¡Aww! ¡Eso es muy dulce!— Dice emocionada. Niego con la cabeza, divertida. Luego añade.— Yuri habló con su mamá para que me dejaran volver, así que aquí estoy... y parece que seremos compañeras.

Al girar la cabeza, veo a Yuri junto a dos chicas que no conozco.

—Ellas son Julianna y Stella, también serán nuestras compañeras.— Explica Kitty. 

Cuando dice Julianna, señala a una chica que está agarrada de la mano de Yuri, lo que me hace entender que son novias, y Stella llega un cabello estilo bob, quien me da una sonrisa amigable.

Les devuelvo la sonrisa en lo que les saludo con la mano.

—Un gusto conocerlas, chicas. Estoy segura que nos llevaremos muy bien.

—¡Por supuesto que lo haremos!— Habla Yuri con una sonrisa en los labios.— Justo estábamos comentando que esta noche iremos a una cena, deberías venir tú también.

—Claro, cuenten conmigo.

Después de haberme instalado oficialmente en la que será mi habitación, individual, mientras las otras cuatro chicas comparten entre ellas, decido salir a dar un paseo por la escuela antes de volver y cambiarme para la cena de esta noche.

Parece que este año será tranquilo, o al menos eso espero. Sobre todo, porque después de lo que sucedió el año pasado con Min Ho, no tengo ninguna intención de repetir esa clase de experiencia. Sin embargo, me obligo a alejar esos pensamientos de mi cabeza.

A lo lejos veo a Min Ho caminando con Q a su lado, lo que me hace sonreír. Camino en su dirección, procurando no hacer ruido, y toco el hombro de Q. Al principio parece desconcertado, pero cuando sus ojos me enfocan, sonríe ampliamente y salta enseguida a abrazarme.

—¡Paris! ¡Hola!— Dice mientras me aprieta como si fuera a exprimirme. Me río y le devuelvo el abrazo con la misma intensidad. Luego se separa un poco para verme, con las manos en mis hombros.—¡Creí que no te volvería a ver!

—Sí, bueno, parece que estás atascado conmigo, ¿No crees? — Respondo con una sonrisa. Q deja caer las manos a los costados y niega con la cabeza, sonriendo.

—Ella no quiso decirle a nadie, ahora entiendo por qué.— Comenta Min Ho, colocándose a mi lado y pasando un brazo por encima de mis hombros. Cuando lo hace, noto que está tenso, así que lo miro con curiosidad.

—¿Qué pasa? —Pregunto, levantando una ceja.

Min Ho suelta un suspiro frustrado, y enseguida sé que algo sucede. Está a punto de contármelo, pero la voz de Q lo interrumpe.

—¿No es ese tu...?

Los ojos de mi novio van en una dirección, y los míos lo siguen y enseguida reconozco a aquel hombre vestido de una forma extravagante con el cual quiere verse más joven de lo que es.

—Mi papá, sí.— Contesta visiblemente molesto.— ¿Nos vemos adentro?

Q asiente con la cabeza y se dirige al salón donde habrá una asamblea de bienvenida para los estudiantes. Yo, sin embargo, no me muevo y lo miro.

—Me quedo contigo, sé que él puede ser... complicado.— Digo suavemente.

Min Ho me da una pequeña sonrisa y asiente con la cabeza, indicando que agradece mi apoyo en ese momento. Caminamos hasta donde se encuentra el señor Moon, que tiene a su alrededor unas cuatro bailarinas, lo que me hace entender que se vendrá alguna clase de espectáculo.

—¿Papá?

—¡Oh, Min Ho, mi Min Ho! ¡Tanto tiempo! Dale un abrazo a tu papá.

El señor Moon intenta abrazarlo, pero Min Ho no se mueve. En su lugar, agarra mi mano con fuerza, como si buscara algo a lo que aferrarse.

—¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar de gira?— Pregunta mi novio, empujándolo ligeramente por el pecho.

—Terminamos antes. Tus hermanas Su-Jin y Bianca salían con Dark Star, mi nuevo telonero, así que decidí buscar un nuevo negocio... Financiar un programa de artes para salvar tu escuela.—Explica el señor Moon. Mientras lo escucho, no puedo evitar pensar: qué gran ego tiene. Miro a Min Ho y pienso que la manzana no cae lejos del árbol, pero sé que si él se entera de lo que estoy pensando, me mata.— Van a poner mi nombre en un edificio.

—Espera, espera... ¿Tú eres el nuevo donante? —Pregunta Min Ho, claramente molesto.

—Así es, así puedo reconectar con mi hijo favorito.

—Tu hijo favorito es Joon Ho. Incluso escribiste una canción sobre él, "Favorite Son".

—Es una licencia artística. —Responde el señor Moon haciendo un gesto con la mano para restarle importancia. Luego, sus ojos caen en nuestras manos entrelazadas antes de volver a mirarnos.— Veo que ustedes dos han vuelto.

—Hola, señor Moon.— Saludo con una pequeña sonrisa y un movimiento de mano.

—Me alegra por ti, hijo. Se te ve feliz.— Dice mientras le da una palmada en el hombro a Min Ho. Sin embargo, mi novio sigue mirándolo con desconfianza.— Ahora vayan adentro y disfruten el show.

En cuanto el señor Moon y sus bailarinas se van, Min Ho y yo nos quedamos atrás.

—No me gusta que esté aquí.— Dice en cuanto estamos solos.

—Tal vez está intentando hacer las cosas bien. —comento, tratando de animarlo. Pero por la forma en que me mira, sé que no le gustó mi comentario.

—No te pongas de su lado.

Levanto las manos en señal de rendición.

—¡De acuerdo! Sólo decía.

—Vamos adentro.

Me agarra la mano y me lleva con él al salón. Hacía tiempo que no veía al señor Moon, pero algo me dice que nada bueno saldrá de esto.

Al llegar la noche, la cena es en un pequeño pero lindo restaurante en un barrio de Corea en todos nos vamos a reunir para encontrarnos una vez más, contar chismes y ver como fueron estas pequeñas vacaciones de un mes que cada uno tuvo.

Min Ho y yo no nos apresuramos en llegar, caminamos por las calles adoquinadas mirando las tiendas, agarrados de la mano y disfrutando solamente del momento de estar juntos antes de llegar en donde están todos. Además, pasamos de estar todos los días juntos, a que eso cambie ahora.

—Esto es lindo, ¿No lo crees?— Digo rompiendo el silencio, giro mi cabeza para verlo.

—¿Qué cosa?— Pregunta él bajando la mirada para verme a los ojos.

—Estar en Corea sin todo el drama que tuvimos la última vez, esta vez estando juntos.— Le doy un suave empujón en el brazo con mi hombro, y eso le saca una sonrisa.

—Oh, si, es perfecto... Solamente que ahora no odiaría vivir contigo devuelta.— Él murmura en un tono coqueto que me hace sonreír un poco.

Min Ho me agarra de la cintura y me hace detener en medio camino, una pequeña risa se escapa de mis labios en lo que me pega a su cuerpo y mis manos enseguida van a sus hombros. Él se inclina a besarme suavemente y enseguida mis brazos envuelven su cuello, parándome de puntas para llegar a su altura.

Momentos como estos son los cuales de verdad agradezco, es decir, parecía que todo por fin estaba yendo como yo quería. Estar con mis amigos devuelta, estar con Min Ho una vez más, intentándolo y que ahora esté funcionando perfectamente, ¿Acaso puedo pedir algo más?

—Mmh... Siento interrumpir.

Una voz a nuestro costado, hace que ambos nos separemos del beso y giramos para ver de quien se trata y es Stella.

—Hola, Stella, ¿Pasó algo?— Pregunto genuinamente curiosa.

Min Ho no quita sus manos de mi cintura y mis brazos siguen envolviendo su cuello.

—Quería avisarles que la mesa ya está lista, todos están adentro.— Dice hablando en un tono suave rebotando la mirada entre los dos con unos ojos brillantes y alegres.

—Estaremos allí en unos minutos.— Le responde Min Ho y asiento con la cabeza dándole la razón.

Stella asiente con la cabeza sonriendo con los dientes apretados, y nos da una última mirada, más bien, mira a Min Ho, lo que tal vez me vuelva una persona paranoica. O es que veo cosas.

No lo sé, pero solamente alejo esos pensamientos y Min Ho y yo caminamos hasta el restaurante, pero la cosa es que dentro del restaurante no es muy distinto. Atrapé a Stella mirando a mi novio de vez en cuando, parecen miradas inocentes, pero soy una mujer, y sé cuando otra mujer mira a alguien que le gusta.

Y de verdad creí que todo iba a estar bien, pero Stella simplemente está a punto de entrar en mi lista negra.

HOLAAAA, POR FIN Y PARA USTEDES, escuché sus plegarías y les traje la segunda parte con la segunda temporada en donde verán la evolución de su relación. Esta vez quiero enfocarme más en ellos que en el resto de las otras tramas por obvias razones, aunque de vez en cuando agregaré una que otra cosa de la serie 

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