Ebrio
Jungkook.
Estaba demasiado nervioso, no había dormido nada, entre su primera revisión del libro y que Hoseok estaba internado por qué tendría un parto prematuro no había dormido nada.
Las pocas horas que conciliaba el sueño era sobre mi pecho sentado en el sofá. Teníamos un mes casi viviendo juntos, así que siempre estaba con él para calmarlo.
—¿Hablaste con Yoon?
—Si.
Entrelace mis manos con las de él. Me observo un segundo y se sentó en mi regazo.
—¡Y como esta?
—Bien, los latidos del bebe son estables, están esperando a que las inyecciones que le pusieron para que desarrolle un poco mas sus pulmones ayuden para la cesárea.
—¿Y Hoseok?
—Tranquilo, el confía en que su bebe estará bien.
—Ambos lo estarán, ahora concentrémonos en tu otra situación.
—El libro —abulto los labios —el correo esta en mi bandeja y no lo he abierto.
—Debemos abrirlo.
—¿Si me lo rechazan?
—Ellos no lo harán, te buscaron por tu talento, les gusto el primer borrador, no creo que le muevan una sola coma a lo que enviaste.
—Ábrelo tu.
Me entrego su teléfono, enterró su cabeza en mi cuello mordiéndose las uñas, entre a su correo buscando el mensaje de la editorial, cuando lo encontré abrí, empezando a leer, la respiración de Jimin se agito en mi cuello.
—Ya dime que dice Jeon Jungkook.
—"Estimable Señor Park, le informamos que la edición del manuscrito que ha enviado, finalizo. Todo esta correcto y la fecha de lanzamiento se le será dicha en una semana, esperamos contar con su presencia para la reunión con los editores de diseño, el siguiente viernes"
Se levanto de mi regazo quitándome el teléfono, empezó a saltar de alegría, entonces se quedó serio un momento.
—Para ir con los editores debo ir hasta Daegu.
—¿Quieres que te ayude con los pasajes?
—No es eso, se supone que iríamos al evento de tu facultad.
—Estaré bien, esto es importante para ti, tu tranquilo, te esperare con ansias.
Arrojo su celular a la cama, y se quitó la camisa dejándome ver esa deliciosa piel que tanto adoraba, se acaricio el abdomen hasta subir a su cuello gimiendo de manera descarada.
—¿Qué te parece si me llenas tanto que me alcance hasta mi regreso?
Bajo sus pantalones y se masturbo de manera lenta, sus ojos eran la definición del erotismo, mi pantalón ya era una carpa, pero me gustaba verlo tanto actuar así que deje que continuara. Me acomode mejor en la cama, quite mi camisa también.
—¿Quieres que te llene cariño? —relamí los labios —tu boca no debe pedírmelo con palabras.
Sin dejar de masturbarse se hinco enfrente de mí, su mano libre tomo mi erección, saco su lengua dejando que un hilo delgado de saliva saliera de manera lenta mojando la punta, su mano se deslizo con mayor facilidad y después lo hundió en su boca cuando sintió que se hacia mas grueso en su mano.
—Por dios Jimin, tu boca es el paraíso.
Sentí que ahueco sus mejillas succionando con más fuerza. Jale su cabello para separarlo de manera agresiva.
—Sube aquí y móntame.
—¿Mis labios ganaron el privilegio de su polla, mi señor?
—Sube. Ahora.
Se acomodo encima alineando mi polla en su entrada, su saliva sería el lubricante perfecto, empezó a bajar estirando su cuello al sentir como lo abría, lamí sus pezones y lo senté de golpe.
—¡Mierda Jeon! —jadeo —me vas a desgarrar.
—¿Seguro? Si ya estas saltando mi cielo.
Su abultado trasero se pegaba contra mis piernas en cada rebote, podía sentir lo mojado de su miembro chocando contra mi abdomen cada que se movía, lo jale del cuello para besarlo, amaba el vapor caliente que salía de sus jadeos cuando estaba sobre de mí, como me apretaba para que no saliera de su interior.
—Joder, me vas hacer correrme muy pronto.
—No importa estoy igual —su voz era casi un susurro, el cabello de le pegaba a la frente por el sudor —debes llenarme apenas es el primero.
Sonreí mordiendo su barbilla, me alce sin que se lo esperara clavándome golpeando aun mas ese dulce punto en su interior, sus piernas temblaron y su semen broto de manera violenta llenando mi abdomen, me vacié dentro de él al mismo tiempo, sus labios dejaron marcas en mi cuello.
—¿Ahora me marcas?
—Eres mío, es para que no se te olvide, dejare tantas marcas en tu piel que te excitaras solo con recordarlas y te masturbaras pensando en mí.
Ya estaba duro de nuevo, no lo voy a dejar dormir de nuevo....
Había dejado a Jimin en la estación muy temprano para irme de ahí al colegio, no dejo de besarme antes de subir a su tren, mis labios estaban tan rojos que parecía que tría labial, me parece muy tierno que actúe de esa manera si solo se ira por un día.
—Profesor Jeon, es que en verdad no tiene que ser tan cruel, es demasiada tarea.
Uno de mis alumnos se quejaba mientras seguía escribiendo los ejercicios en el pizarrón.
—No es tarea suficiente, si tus calificaciones no suben Choi, es mejor que dejes de quejarte que la prueba es el lunes, digan que le estoy dando una guía.
Un quejido en masa llego a mis oídos, mire sobre mi hombro y todos apuntaban los ejercicios con resignación, debo admitir que también odiaba a mi profesor de matemáticas en su momento. Seria mi manera de tomar venganza por lo que me hacía. Con la única ventaja de que a mi si me gustaban las matemáticas.
Me quede en el salón preparando los exámenes, tenia mucho tiempo libre ahora que Jimin no me esperaba en la entrada de la puerta del salón diciéndome que era un maldito dictador adicto al trabajo. Demonios también lo extraño y apenas se fue en la mañana.
Escuche que tocaron la puerta un par de veces, mire y Jin asomo su cabeza. Me sonrió de manera amplia al verme en el escritorio.
—Hola Kookie.
—Jinnie.
Entro y tomo una silla sentándose enfrente de mí.
—¿Qué harás el viernes por la tarde?
Seguí mirando mi papeleo.
—Tengo la cena de la facultad, ¿Necesitas algo?
Negó con la cabeza, desde que hable con él, me ha dado mi espacio con Jimin, en verdad me sorprende lo bien que lo tomo, me siento muy feliz por fin que las cosas estén bien entre esos dos.
—No, es que Joon estará ocupado, quiere liberar todo antes de la boda y no quiero aburrirme.
—Ven conmigo a la cena, tu ya conoces a los chicos de ahí, nos vamos a divertir.
—¿Seguro? No quiero que tengas problemas con Jimin.
—Tranquilo, le hablare para decirle que voy contigo.
—Bien.
Se quedo platicando conmigo mientras terminaba con los exámenes, después de eso nos fuimos a casa, quede en pasar por él para irnos a la cena. Llegando a casa le marque a Jimin un par de veces pero creo que estaba ocupado, hasta que mas tarde me regreso la llamada.
—¿Ya me extrañas?
Su voz sonaba cansada, pero me alegraba escucharlo.
—Casi desde que te fuiste.
—Mas te vale —suspiro —son demasiadas cosas que hacer, me abruma tanto.
—Estas esforzándote, es normal, Jiminnie.
—¿Mmh?
—Llevare a Jin a la cena de la facultad, los chicos ya lo conocen ¿Esta bien?
Se hizo un breve silencio al otro lado, lo escuche decir algo a lo lejos, pero nada que entendiera.
—Confió en ti, solo cuídate ¿Ok?
—Tranquilo, ahora debo colgarte, debo de masturbarme viendo tus fotos como lo prometí.
—Idiota, hazme una videollamada...
Cuando llegue por Jin, estaba vestido de manera linda, llevaba unos pantalones ajustados al cuerpo de color negro, su camisa de seda verde le acentuaba muy bien a su tono de piel.
—¿Demasiado?
—Te vez muy lindo, como siempre Jinnie.
Bebi demasiado, no se en que momento termine tan ebrio, siento que arrastraba los pies, alguien me sostenía por los hombros, no veía muy bien, todo me daba vueltas.
—Tranquilo Kookie, ya estamos en casa.
—¿Jimin? ¿Jiminshi eres tú? Mi bello Jiminnie...
Jimin.
Creo que elegí todo de manera muy apresurada, quería regresar a casa tan rápido como podía. Tome el primer tren que salió en cuanto termine con los editores y diseñadores. Llegaría a tiempo para poder estar con Hoseok y mi nuevo sobrino.
Mi teléfono vibro un poco, mire que era Jungkook lo tome y conteste hablando despacio.
—¿Jungkook?
—¡JIMINSHI! —su risa infantil lleno el teléfono —¿Cuándo vue...vue..lves? ya —otra vez su risa —ya te extraño mucho.
—¿Estas ebrio? —sonreí —estaré pronto en casa.
—No...
El no puede verte Kookie.
—¿Kook?
—Tranquilo Jimin lo llevare a casa, tu sigue en lo tuyo.
La voz de Seokjin se escuchó y después me colgó, intente regresarle la llamada, pero lo había apagado el muy maldito. El viaje se me hizo eterno.
Es seguro que no lo llevaría a mi casa, casi quiero quitarle el volante al chofer del Uber cuando llegue a Seúl, apenas se estaciono abrí la puerta corriendo al departamento de Jungkook.
Abrí la puerta y escuché los gemidos provenientes de su habitación, cuando abrí de golpe Seokjin descansaba en el pecho de Jungkook desnudos. Seokjin sonrió y beso el pecho de Jungkook, yo sentí una furia al mismo tiempo que un terrible dolor me atravesaba el pecho.
Lo admito estoy dias ando con hambre de ver el mundo arder.
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