Capítulo 02. |▪El arma Iron Man▪ 1/2|
Ambientación: Iron Man 2.
Nota/Advertencia: En este capítulo se ha citado fragmentos de la canción "Control" de la artista Halsey.
El sonido metálico de la armadura pudo apreciarse por algunos incluso a pesar de la fuerte música y el estruendo de los increíbles fuegos artificiales que se detonaron cuando Iron Man entró en escena, aterrizando triunfalmente en la plataforma con luces que emergió del suelo de la pasarela. Las bailarinas tras él, con vestuarios temáticos que simulaban a la armadura y con su coreografía llamativa quedaron en segundo plano cuando las luces enfocaron al multimillonario volador a la que todos vitoreaban. Los gritos eufóricos recibieron a Tony en el evento más célebre del año para Stark Industries.
La música duró reproduciéndose a todo volumen el tiempo justo para que unas máquinas emergieran del mismo modo que la plataforma y le quitaran la armadura a Tony, dejando ver su figura emerger desde la coraza de oro y titanio que había enloquecido a la gente. Saboreó la gloria cuando la canción terminó en el momento justo para que todos aplaudieran y gritaran por el hombre de hierro que ahora les sonreía y les mostraba el signo de la paz. Tony siempre había sido único e irrepetible, había sentido la admiración y la locura que provocaba su persona durante toda la vida, pero jamás lo había disfrutado tanto como en ese momento. Las bailarinas acabaron su coreografía junto a los últimos acordes de la guitarra eléctrica de AC/DC y posaron alrededor de Tony, arrancando más aplausos del público.
—Ah, que gusto de ver..—comentó Tony, aplaudiendo brevemente ante la retirada perfectamente alineada del grupo femenino—Pero nada me da más gusto que ver a la chica más importante de mi vida, ustedes saben de quién hablo...
De la multitud se oyeron los gritos que coreaban el nombre de Victoria en tiempos diferentes.
—Exactamente, sé que extrañan vernos juntos en esta clase de cosas, pero mi chica ha estado muy preocupada últimamente...—comentó haciendo una pequeña mueca, oyendo la respuesta de lamento que obtuvo de su público—Sí, es así, aunque yo y todos los que están hoy aquí, sabemos que ni ella ni nadie de este país debe volver a preocuparse.
Regresaron los gritos de índole positiva que sólo eran la base de lo que Tony había preparado para causar en la gente. Cuando se trataba de él, la sorpresa o la emoción nunca eran suficientes, los Stark siempre traían algo mejor, nunca decepcionaban y toda esa gente lo sabía.
—Con esto no estoy diciendo que el mundo tenga su más largo periodo de paz ininterrumpida gracias a mí...
Nuevos vitoreos se hicieron presentes acompañados de muchos aplausos.
—No estoy diciendo...¡que de las cenizas de mi cautiverio jamás se había personificado mejor metáfora del ave fénix en la historia!—Tony extendió sus brazos como si fuera a acoger los renovados gritos que surgieron con más fervor que antes—No estoy diciendo, que nuestro tío Sam ya no trabaje y descanse en su sillón disfrutando de su té ¡porque no he podido encontrar a alguien tan fuerte y que logre vencerme en mi mejor día!
Los gritos de amor hacia Iron Man no se hicieron esperar y duraron más que los anteriores, haciendo sonreír a Tony.
—Gracias, gracias, pero no hablo de mí...—espetó entonces, relajando el tono de su voz pero sin perder el estilo de orador excepcional que él poseía—Tampoco hablo de ustedes...—puso sus manos tras su espalda y observó a su numeroso público que parecía no caber en las instalaciones—No hablo de nosotros, hablo de un legado, de lo que decidimos dejar a las futuras generaciones. Es por eso que durante todo un año, y por primera vez desde el setenta y cuatro, los más brillantes hombres y mujeres de naciones y corporaciones del mundo van a unir recursos y nos darán su visión colectiva de cómo construir un mejor futuro.
Del breve silencio volvieron a surgir los aplausos.
—No es para nosotros..—repitió Tony, escuchando como aumentaban los vitoreos en un mar de idas y subidas de admiración—Y bueno ya para terminar, si puedo decir algo más, ¡bienvenidos a Stark Expo!—la reacción naturalmente fue que el sonido de las voces y las palmas chocando se acrecentara—Y ahora, les presento un invitado, que es especial y viene del más allá para hablar al respecto: pido un aplauso para mi padre, Howard.
Los aplausos fueron dados mientras las luces disminuían y la pantalla mostraba el video de presentación que el fallecido padre de los Stark había dejado a la posteridad. Para cuando el fuerte ruido disminuyó a murmullos de los curiosos espectadores, Tony ya estaba junto con Victoria tras la pared de la pantalla. El hombre apenas levantó la mirada hacia su hermana cuando vio el porcentaje marcado por el aparato de bolsillo que monitoreaba su sangre y no se equivocó al suponer que su expresión sería tan...macabra.
—¿Diecinueve por ciento de toxicidad en sangre y aún no conseguimos el reemplazo?—siseó Tory, llevando las manos a su rostro en un gesto de frustración y pasándolas con fuerza por su cabello, aplanando momentáneamente los bucles que se había hecho para la ocasión—No se puede continuar así...
—Victoria...
—Tú sabes que no puedes seguir así...
—Que tardemos en hallar la forma no quiere decir que no la encontraremos, hay que mantener la calma, ¿cuando no hemos logrado algo?—dijo Tony poniendo las manos en sus hombros y estrechándola cariñosamente. Tory lo miró sin quitar su expresión de preocupación—Vamos, una sonrisa, tengo que volver en un minuto y quiero asegurarme de que al volver no habrás destruido mi armadura.
—Me tomaría más de un minuto, nunca he tenido que arrancar una extremidad de titanio y oro...pero lo haré en cuanto vea que ese porcentaje sube demasiado, ¿quedó claro?—espetó Victoria cruzando los brazos.
—Clarísimo.—asintió Tony, abrazando a su hermana de repente y alzándola del piso momentáneamente, haciendo que ella emitiera un pequeño jadeo de sorpresa. Detestaba ser cargada y Tony lo sabía, por eso soltó una breve risa—¿Ya viste que me he vuelto más fuerte?
—Aún así no podrías contra mí, chico fuerte, así que bájame.—exigió Victoria, siendo obedecida a regañadientes—Bueno, ya, prepárate para volver ante tu público.
—Yo siempre estoy preparado.
—Ése es mi chico.
—Querrás decir "hombre de hierro".
—Largo de aquí.
[Siempre supe que Iron Man causaría problemas, pero que nada haría más feliz a Tony que sentirse un hombre nuevo con una gran responsabilidad sobre sus hombros. Vi el orgullo en sus ojos cuando se lo dijo al mundo, y supe que había cambiado su vida cuando lo hizo. Pero junto con su vida también cambió la mía, porque me enfrenté a la inevitable posibilidad de quedarme sin él. Y nunca pude lidiar con eso]
No fue nada fácil salir del evento, ni ese día ni ningún otro. La agitación y la locura de las masas de gente queriendo interceptarlos era pan de cada día para los Stark, y tanto la mayor como el menor habían aprendido a gozarlo. La atención no se detuvo ni siquiera cuando, tras grandes esfuerzos, el Jefe de Seguridad de Tony, más conocido como Happy Hogan, logró que consiguieran traspasar al gentío hasta llegar al auto nuevo modelo que había traído para ambos, acostumbrado a que al terminar los eventos Victoria se fuera con ellos. Jonathan Van Damme, su Jefe de Seguridad y asistente, había recibido la usual orden de que regresara sin ella.
—¿Que tal lo que traje?—preguntó Happy con cierto orgullo en el timbre de su voz, mientras presionaba el pequeño botón de las llaves para hacer sonar el coche.
—¿Ella viene incluida?—cuestionó Tony, concentrando su atención en la hermosa mujer que esperaba de pie junto al auto. Traía un vestuario elegante pero atractivo, con una falda tres dedos por debajo de las rodillas y una camisa rosa que resaltaba su piel bronceada. Sus bucles rojizos enmarcaban un bello rostro jovial que llamó la atención de los Stark.
Tony se adelantó y se dirigió hacia la mujer desconocida con una de sus radiantes sonrisas—Hola, ¿cual es tu nombre?
—Me llamo Poli, es un placer Tony.—saludó cordialmente, sonriendo con simpatía al estrechar su mano. Sus ojos se trasladaron luego a la bella mujer peli-negra que venía detrás de su hermano y a su falda llamativa que permitió admirar parte la figura envidiable de la que hablaban en los programas de chismes—También es un placer conocerla, Victoria.
—Lo mismo digo, Poli, pero puedes llamarme "Tory", es más...amigable.—sonrió de lado con sutileza, mientras sus largas piernas se adentraban en el llamativo descapotable blanco—¿De donde vienes?
—Vengo de Bedfort, y de hecho los estaba buscando...
—Pues nos encontraste.—sonrió Tony, adentrándose en el asiento de conductor—¿Qué harás después?
—Llevar citatorios.—la mujer vio como las coquetas sonrisas de los hermanos se desvanecían cuando sus miradas descendían hasta el papel que le estaba extendiendo a Tony—Se ha ordenado que aparezcan ambos ante el Senado en el Comité de Servicios Armados mañana a las nueve horas.
Victoria hizo volar sus tacones en cuando caminó por los relucientes pisos de su enorme salón. A los soberbios Louboutin que acabaron a un lado en el suelo le siguió su cartera Chanel que aterrizó en el sillón largo y curvo que abarcaba la mitad del espacio. Pasó de su living sin reparo y entró directamente a su gran cocina, fijando sus ojos enseguida en la nevera en donde tenía lo que más esperaba al final de un día ocupado.
La mayoría de personas que ostentaran grandes fortunas parecían tener un paladar fino, adaptado a la calidad superior de los productos que podían llevarse a la boca, como el champagne o los carísimos vinos de Italia. En el caso de Victoria, sin embargo, ni siquiera el estatus en que la ponía toda su fortuna podía lograr que dejara de beber cerveza. Habría abierto su nevera llena de botellas de Heineken, Corona y Skol sin pensarlo de no ser porque su visión periférica le advirtió de un intruso.
Victoria se volteó y arrugó la frente. Años y años de progreso y todavía no entendía por qué no había prohibido su acceso en el sistema de seguridad de su mansión, en lugar más privado del mundo y que sin embargo tenía túneles subterráneos por un asunto de pura costumbre. Quizás algunas cosas eran mejores cuando se mantenían como estaban.
—¿Y tú?—inquirió cruzando los brazos sobre su pecho y recostando levemente su cuerpo contra la puerta de la nevera—Apuesto que tienes mejores cosas que hacer.
—No tanto como ir a una audiencia.—contestó Fury con tono indiferente, mientras que presionaba el cuchillo contra el pan y cortaba sus sándwiches en perfectos cuadrados. Estaba tranquilo, se había tomado su tiempo para todo, incluso para elegir entre la gran cantidad de ingredientes que había encontrado en la nevera de la millonaria—¿Acaso ocupo decir que te lo dije?
—No hay nada sorprendente en el hecho de que nuestro gobierno haya tenido intenciones de apoderarse de la armadura, tú y yo lo sabíamos, tú porque no eres tonto y yo porque tú me educaste.—respondió Victoria tranquilamente, dándole la espalda para abrir su nevera y buscar lo que se le antojaba—De todos modos, es ridículo creer que Tony se va a desprender de esa cosa.
—Eso no hace que la armadura sea menos peligrosa para el mundo.—espetó Fury, esta vez adoptando un tono serio. Victoria lo observó de reojo mientras usaba su dedo pulgar para empujar la tapa de la cerveza que había escogido. Un poco de fuerza y la tapa salió, liberando el vapor frío de una botella recién abierta. Vio la facilidad con la que lo había hecho y por un segundo se distrajo con los vagos recuerdos de un pasado lejano en donde se intentó crear a un héroe que protegiera al mundo del peligro. A veces lo recordaba, así nada más, como recuerdos de los que nunca se había podido recuperar, a pesar de que esos tiempos ya se habían ido y no habían dejado nada más que a el recipiente roto en donde habían puestos esperanzas. A Victoria.
▪Soy más grande que mi cuerpo▪
—Volar es peligroso.—murmuró Victoria saliendo de su ensimismamiento—Pero les di mis aviones, y aún así el mundo no se volvió más seguro de lo que era, ¿verdad?
▪Soy más fría que esta casa▪
—No quieres entender...
▪Soy más mala que mis demonios
Soy más grande que estos huesos▪
—Yo sí entiendo, cualquiera con mucho poder es peligroso para el mundo, ¿quien más que yo lo sabe?—soltó Victoria volteándose hacia él. Ante la pregunta, Fury guardó silencio, y así se mantuvieron los dos, callados y observándose. A veces se preguntaban si, cuando callaban, ambos recordaban las mismas cosas. Pasaron varios segundos sin decir nada, como solía pasar de vez en cuando, pero finalmente Victoria volvió a hablar, recuperando el tono firme de su voz pero sin sonar molesta ni alterada. Habló serena, superada, y sonó como si ya no le doliera nada, pero con cierta dosis de veneno en el timbre de su voz—La cosa es...que Tony desea profundamente convertirse en alguien que pueda garantizarle protección y esperanzas a este mundo. Si su armadura es o no peligrosa para los demás, no es nuestro problema. Aunque, personalmente, me parece bien que el mundo tenga que cuidarse de él, antes de que él deba cuidarse del mundo.
▪Y todos los niños gritaran "por favor, detente, me estás asustando"
No puedo evitar esta horrible energía▪
—Estoy seguro de que eso es todo lo contrario a lo que Tony espera causar en la gente.—argumentó Fury tajantemente, pero manteniendo una postura serena, mientras veía como una sutil sonrisa se hacía presente en los labios carmín de Victoria, mientras ella se acercaba lentamente a la mesada.
▪Maldita sea, deberías tenerme miedo▪
—Lo es.—confirmó suavemente Victoria, apoyando su mano libre en el mármol blanco, mientras que con la otra acercaba la botella a sus labios, a la expectativa del primer trago. Un contacto visual expectante se formó en ambos nuevamente, dándole la oportunidad a Fury de notar cómo el lenguaje corporal de Victoria seguía siendo tan perfecto como siempre. Sereno, intimidante y al mismo tiempo sensual de alguna forma sutil. Como agente habría sido perfecta y tan peligrosa como una viuda negra—Sé que conseguirá la admiración que espera de la gente, pero no encuentro ningún inconveniente en eso. No es necesario que le teman a Tony para poder protegerlo...en su lugar, me van a temer a mí.
▪¿Quién tiene el control?▪
[El papel de héroe nunca fue mío, y aunque tarde, nos dimos cuenta de que no era para mí. Sin embargo, para Tony sí. Yo sabía que él sería un gran hombre y que salvaría muchísimas vidas en su camino, que el mundo algún día tendría mucho por lo cual agradecerle. Y yo estaba dispuesta a apoyarlo para que lo consiguiera, a cualquier costo]
Curiosidad N°2 sobre: Victoria Stark.
Victoria es una persona trastornada, peligrosa e impredecible, que cumplirá con todas sus amenazas, pero no dañaría directamente a Fury, y este lo sabe.
[N/A: Un saludo a todos aquellos que tengan intenciones de darle una oportunidad a este nuevo proyecto, espero que sea de su agrado. Como pequeña aclaración, usualmente habrá fragmentos de canciones incluidos y material multimedia sobre Victoria, los cuales también pueden ser propuestos por los lectores. Cualquier duda será respondida con gusto y me encantaría leer sus opiniones <3 Espero que disfruten la lectura]
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