07
Después de presenciar la terrible tragedia y la traición de Hyunjin, Felix estaba completamente destrozado. Corrió lejos de la habitación, dejando atrás a su novio y a Jisso, sus lágrimas brotando sin control. Sentía que su corazón se rompía en mil pedazos y que nada volvería a ser igual. Habían roto su confianza, incluso se habían burlado de él.
Mientras tanto, Hoseok, Jin, Yoongi y Jimin se reunieron en el patio de aquella gran mansión, tratando de procesar todo lo que habían presenciado. Las emociones les abrumaban y el peso de la pérdida de Jungkook les golpeaba sin piedad. Se abrazaron, buscando consuelo mutuo en medio del caos. Incluso aún podían escuchar los gritos de su antiguo compañero.
Namjoon, quien había quedado en un estado de shock tras la tortura que había sufrido en aquella fría habitación, estaba siendo cuidado por Jin. El dolor y la tristeza se reflejaban en sus ojos, pero también se veía un destello de esperanza al tener a Jin a su lado una vez más. Él sabía que había traicionado la confianza de su expareja y que volver a recuperar aquel lazo sería muy complicado. Realmente amaba al contrario pero sus acciones hicieron dudar a Jin.
–– Perdóname. ––Namjoon entrelazó su mano con la de Jin.–– En estos momentos me he dado cuenta que acabo de romper tu corazón.
–– Por favor, te lo suplico. No quiero hablar de eso en este momento. ––Señalo a sus demás amigos que trataban y acariciaban sus heridas.–– Mira a tu alrededor Namjoon, estamos más que devastados por la situación ¡Jungkook murió frente a nosotros de la manera más cruel!
–– Cállate Jin... ––Murmuro Yoongi quién tenía a Jimin refugiado en un abrazo.
–– Yoonie acercate tienes algunas quemaduras en las manos y rodillas. ––Dijo preocupado Hoseok.
–– Estaré bien, ve y por favor preocúpate por Tae... ––Suplico con tristeza en su corazón. Mientras abrazaba con fuerza a Jimin quien nuevamente gritaba y lloraba, desgarrando el corazón y oídos de sus compañeros.
Mutuamente se cuidaron y al salir la luz de la mañana salieron de ahí sin saber por dónde regresar a su hogar. Su amistad estaba quebrada pero en ese día de duelo querían permanecer juntos, caminando sin rumbo, hasta divisar los edificios del centro de la ciudad. Varias personas les habían rodeado, ninguno de los chicos confesó lo de la mansión y tortura. Nadie dio información, no querían apoyo de nadie.
Querían estar solos, tenían miedo de las personas desconocidas así demostrando la presencia de sus traumas por lo sucedido.
Felix, mientras tanto, corría sin rumbo fijo, alejándose de aquel lugar lleno de dolor y traición. Sus pensamientos se mezclaban con sus lágrimas, y su corazón se sentía vacío. No sabía cómo lidiar con el engaño de Hyunjin, su amor destrozado y su confianza hecha añicos.
Después de un rato, Felix se encontró en una de las habitaciones oscura y solitaria. Se dejó caer de rodillas, sintiendo que su mundo se derrumbaba a su alrededor. El dolor era insoportable, y las imágenes de Hyunjin y Jisso besándose seguían atormentándolo.
En medio de su angustia, una figura se acercó lentamente. Era Jisso, quien había seguido a Felix en silencio, sintiendo tal vez un poco de remordimiento por lo que había ocurrido o solo quería burlarse del menor. Se arrodilló frente a él.
––Felix, lo siento tanto. No puedo justificar lo que hemos hecho. Fue un error terrible y te lastimamos profundamente... ––dijo Jisso, su voz parecía dulce pero su sonrisa decía otra cosa.
Felix levantó la mirada, sus ojos hinchados y enrojecidos. El dolor y la tristeza se reflejaban en su rostro, pero también había una chispa de ira en sus ojos.
–– ¿Cómo pudieron hacerme esto? Confíe en ti y en Hyunjin. Lo amaba, pero me han traicionado. ––susurró Felix con voz quebrada y apretando sus manos con fuerza.
Jisso bajó la cabeza, incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Sabía que había cometido un error irreparable y que había lastimado a Felix de una forma inimaginable pero también había disfrutado cada engaño hacia él.
–– Vamos Felix, entiendo si no puedes perdonarnos, pero deja de llorar. Lo que hicimos fue imperdonable, pero quiero que sepas que no estoy para soportar tus dramas de niño ––dijo Hyunjin apareciendo también en la habitación, jalo del brazo a Félix y le sonrió para abrazarlo de la cintura y besarlo a la fuerza.–– ¿Contento? Espero que si, ahora deja de hacer berrinches
Felix permaneció en silencio por un momento, luchando contra sus emociones encontradas. La traición y el dolor lo consumían, pero también había un pequeño hilo de esperanza que buscaba una manera de sanar. O puede que no, mientras dejaba que Hyunjin lo besara y quitara sus prendas de ropa, vio salir a Jisso de la habitación. Mirando un punto fijo en la habitación estaba decidido a pagar traicion por traicion.
Finalmente después de haber ideado un plan tomo el rostro del mayor entre sus manos para besar sus labios, acariciando sus brazos y sonriendole como si no hubiera rencor en su corazón.
––Bangchan junto a Minho enviarán el corazón de Jungkook como regalito para los muchachos. ¿No estas feliz, cariño? ––Hablo Hyunjin después de haber tomado el cuerpo de Félix y dejarlo lleno de marcas y besos.
–– Pensé que solo los asustaríamos y que todo lo demás que decían era broma o mentiras oscuras. ––Admitio Félix.
–– Responde, ¿No estás feliz, cariño? ––Apretó con fuerza el rostro de Félix hasta marcar un poco sus mejillas.
––Si...
Mientras tanto, en su respectivo departamento, Hoseok, Jin, Yoongi y Jimin se preparaban para enfrentar las consecuencias de lo ocurrido. La pérdida de Jungkook les pesaba en el corazón, pero también se sentían impulsados a luchar, especialmente Namjoon al ser el más mayor del grupo demostró madurez y tranquilidad. Quería que sus amigos superarán aquel horrible lugar y estaría dispuesto a ayudarlos en todo.
–– ¿Lograron que Jimin durmiera? ––Le preguntó a Jin entregando una taza de café en sus manos.
–– Ha llorado hasta el cansancio. Luego durmió finalmente. ––Tomo un sorbo del café y miró a otro lado de la cocina.–– No seas amable conmigo, aún no te he perdonado Namjoon.
–– Lo sé y me lo merezco.
Nota de autor/ra:
El capítulo llegó a su fin, dejando a los personajes con heridas abiertas, pero también con una chispa de esperanza. A pesar de todo esto debo admitir que lo único que hago es llorar al escribir. Son muy sensible con lo que escribo.
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