[NARRADOR]

Derek definitivamente no lo dejó pasar. Nada más alejado que eso.

A Stiles no le hubiera importado si Derek intentaba seguirle por todos lados, o le acusaba con su padre, o mandaba a algún miembro de la manada para que le cuidase.

Pero que Derek convenciera al Sheriff para que le mandara a vivir al Loft del lobo fue la gota que rebasó el vaso.

Y no, Stiles no pudo hacer nada para que su padre cambiara de opinión. John estaba demasiado convencido de que mandarle a vivir con Derek era lo correcto.

— Es eso o que vayas a terapia –Le gruñó su padre.— Tú elige.

El humano sinceramente no tenía ganas de tirarse en un sofá a hablar de su infancia con alguien que finge interés en sus problemas. Así que se resignó a llenar una maleta con ropa y disponerse a esperar, porque Derek tenía todo planeado y ya hasta había acordado un horario para pasar a recogerle.

Cuando el lobo llegó, podía oler el enojo de Stiles aún sin bajarse de su Camaro.

Tocó el claxon dos veces para que se enteraran de que había llegado.

Vio salir a Stiles con las mangas más bajas de lo normal, cubriéndole las manos, mientras que cargaba una maleta que parecía demasiado liviana.

— Hola –Le saludó el mayor.

Stiles no respondió al saludo, entrecerró los ojos y bufó mientras abría la puerta trasera y se subía allí.

Derek no dijo nada ante aquello y fingió no ver por el espejo retrovisor la mirada de odio que le dedicó el menor.

Saludó al Sheriff con un asentimiento de cabeza y comenzó a conducir.

El de cabello castaño se sorprendió al ver que iban hacia el lado contrario desde donde se iba al Loft, dirigiéndose al centro del pueblo.

— ¿A dónde estamos yendo? –Preguntó mientras miraba hacia afuera.

— A mi departamento –Respondió el mayor.

— Vives en el Loft –Le recordó con obviedad tiñendo su tono de voz.— Y queda hacia el otro lado.

— A mi otro departamento, Stiles –Dijo Derek con cansancion.— Eres exasperante.

— Lo hubieras pensado antes de ofrecerte a llevarme contigo.

Stiles no dijo nada más, pegó la frente al frío cristal de la ventanilla y quedó con los ojos cerrados, dormitando mientras sentía la mirada de Derek clavada en él. Lo comprobó cuando, al abrir un poco los ojos, la vista de Derek viajó directo a la carretera.

Tardaron unos veinte minutos en llegar a destino, el cual era un edificio departamental parecido al edificio en el que se encontraba el Loft.

Stiles no iba a admitir que de lo cómodos que eran los asientos del Camaro se quedó dormido y despertó cuando el auto se detuvo.

Se frotó los ojos disimuladamente y bajó con su maleta mientras se estiraba.

Derek le guió escaleras arriba y le abrió la puerta de un departamento en el cuarto piso.

— "Genial, encima tendré que subir escaleras" –Había pensado mientras se adentraba en el departamento.

Su mente quedó en blanco de pura sorpresa al ver el lugar. No era ni siquiera parecido al Loft, estaba iluminado, ordenado y amueblado.

— ¿De quién es este lugar?

— Mío –Respondió Derek.— Nunca he traído a nadie.

— ¿Soy el primero a quien traes? –El lobo asintió.— Me siento especial ¿Ni siquiera has traído a Braeden?

— Te digo que eres el primero a quien dejo entrar –Repitió.— Nunca ha venido nadie más.

— Así que esta es tu cueva de soltero –Dijo sonriendo el menor.— ¿Dónde escondes las pieles y las modelos hermosas?

— En el armario de mi cuarto.

Stiles se sorprendió de que el lobo le siguiera la broma. Aunque Derek no le dio tiempo a seguir bromeando cuando le quitó la maleta y la llevó a una habitación.

— Aquí vas a dormir –Explicó abriendo la puerta y adentrándose.— ¿Trajiste tu almohada?

— Si... –Respondió mientras observaba el cuarto.— ¿Cómo sabes de mi almohada?

— Me lo dijo el Nogitsune.

— "Este niño no puede dormir sin su almohada" –Stiles recordaba haber escuchado esa frase.

— Pero fue hace como un mes –Repuso Stiles.— ¿Cómo lo recuerdas?

— No lo sé –Admitió Derek, encogiéndose de hombros.— Solo lo recuerdo.

El humano apretó los labios y suspiró mientras observaba como el lobo dejaba su maleta encima de la cama.

— El camión de basura pasa los lunes y los viernes a las ocho de la noche, si sacas la basura debe ser antes –Comenzó a explicarle.— Los platos y vasos están en la alacena. Si usas algo, lo lavas. Si quieres algo en especial me dices antes de que vaya al supermercado ¿Algo que no entiendas?

— ¿Por qué haces esto?

Derek le miró directo a los ojos y fue completamente sincero en su respuesta.

— No lo sé –Dijo con la voz queda.

Stiles dio por terminada la charla y solo asintió con la cabeza ante aquella respuesta.

— Tengo que ir a hablar con Chris –Le dijo al menor.— Si quieres venir...

— No, gracias –Se apresuró a responder Stiles.— Solo quiero descansar.

Esta vez fue el Hale quien asintió con la cabeza, saliendo del cuarto dispuesto a ir a ver por qué el cazador quería hablar con él.

Al llegar a donde Chris le había citado, frente a la deteriorada mansión de la familia Hale, se esperaba lo peor.

— ¿Qué ocurrió? –Fue lo primero que preguntó.

— Necesito tu ayuda para un interrogatorio –Le anunció.— Tengo al hombre que atacó a Stiles encadenado en tu sotano.

Derek frunció el ceño ante la idea de que el otro entrara sin permiso, pero no dijo nada más.

— Está bien –Asintió el ojiverde.— Acabemos con esto.

Ambos entraron a la cada y el lobo gruñó al ver la tranquila y sonriente expresión de aquél sujeto.

— Hola chucho –Le dijo con burla.— ¿También vienes a jugar?

NOTA DE LA AITORA:

¿Vieron? Derek no iba a dejar pasar el asunto de Stiles. En el siguiente capítulo nos vamos a enterar de cosas muy interesantes.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.