Treintainueve
[NARRADOR]
Stiles no había querido regresar al departamento con Derek. Había pecado de inmaduro y de cobarde, pero nadie podía reclamarle nada. Era solo un crío que estaba pasando por cosas normales de adolescentes, como lo era un enamoramiento. Pero el problema era que Stiles no era para nada normal, por lo que no tenía bien claro como actuar en aquellos momentos, y él no saber qué hacer le daba pánico.
Para su suerte, Isaac había estado dispuesta a invitarle a dormir. El humano agradeció que al menos uno de sus amigos no tuviera una pareja a la cual pusiera por encima de sus amistades, no quería nombrar a nadie, pero admitía que había insultado un poco a Scott y a varios de sus parientes cuando el alfa verdadero le dijo que ya tenía planes con Kira.
Chris también había sido muy amable al dejarle quedarse y aceptar no preguntar el por qué de la necesidad de aquella pijamada. Aunque sospechaba que Isaac le había convencido de alguna forma para que no dijera nada.
Se encontraban en el cuarto del de rizos, mirando televisión mientras que Stiles intentaba no pensa en lo ocurrido con Derek para así no desprender ningún aroma extraño.
Había confiado en Isaac y le había contado todo con mucho detalle y movimientos exagerados de sus manos, y agradecía que el rubio le hubiera escuchado sin dar su opinión. Había necesitado que le escucharan, no que le aconsejaron, quería hablar con alguien capaz de callarse su opinión, y eso era algo de lo que ningún otro miembro de la manada era capaz de hacer.
Ahora intentaba pasar página con el tema del beso, seguir adelante como si no hubiera ocurrido. Era irónico que le hubiera exigido aquello a Derek cuando ni él podía hacerlo.
La mano de Isaac apretó su hombro con cariño, miro a los ojos al rubio y vio la sonrisa amistosa y algo infantil que le dedicaba. Sonrisa que se le contagió a él porque así funcionaba Isaac, era como un niño adorable al que simplemente no podías ignorar cuando sonreía de aquella forma y acababas sonriendo con él.
— Deberías pedirle consejos a Chris –Le aconsejó el beta.— Él da muy buenos consejos, y siempre sabe qué decir en el momento justo y...
— Parece que pasas mucho tiempo con Chris –Le interrumpió el humano alzando las cejas mientras le codeaba.
Stiles había dicho aquello en broma, pero al ver el sonrojo que apareció en las mejillas del rubio supo que algo había detrás de aquella broma que le provocaba pudor. Y ahora quería averiguarlo.
— ¿Hay algo que no me estés contando, pequeño Lahey? –Le preguntó con una sonrisa.— O debería llamarte pequeño de Argent.
— Primero: no soy pequeño, soy más alto que tú –Le recordó, algo ofendido porque le llamaran pequeño.— Y segundo: quiero un abogado, no diré nada sin mi abogado.
— Yo soy tu abogado –Sentenció Stiles.— Ahora cuéntame, yo te he contado todo con lujo de detalle.
— Demasiado detalle –Lamentó el rubio rascándose la nuca.
— No me cambies el tema –Le regañó.— Ahora cuéntame todo.
Isaac le miró y suspiró derrotado, era obvio que no saldría de allí si no le contaba a Stiles. Era eso o lanzarse por la ventana, pero esta estaba cerrada, así que esa opción de escape quedaba descartada.
— Lo que sea que te diga no saldrá de este cuarto –Sentenció repentinamente serio y murmurando.— Y no quiero que me des tu opinión ni que me juzgues.
— Tío, no me importa en los pantalones de quién te metas –Le dijo en un intento por tranquilizarle.— No me importó nunca y no comenzará a importarme ahora, eres mi amigo ¿Entendido?
El rubio sonrió al escuchar aquello y asintió con la cabeza, suspirando mientras se preparaba para decir todo aquello que ya llevaba tiempo guardándose.
— Creó que me gusta Chris –Dijo en un murmullo tan bajo que Stiles apenas le escuchó.
— ¿Qué? –Preguntó el humano haciendo una mueca de no entender.— ¿Hablas en serio?
— Dijiste que lo me juzgarías –Le reclamó el rubio con una voz dolida.
— Y no lo estoy haciendo –Aseguró Stiles.— Isaac, esto es... ¡Genial! Ya era hora de que siguieras adelante, te felicito hermano.
— ¿Hermano? –El beta se quedó sorprendido.— ¿Soy tu hermano?
— Obviamente lo eres –Stiles le sonrió.— Con las cosas como van, necesitamos la mayor cantidad de familia que podamos conseguir.
El humano se sorprendió al verse oprimido en un abrazo que fue comenzado por el beta de rizos, el cual le estrujaba con fuerza.
— Te quiero, hermano –Le dijo el rubio con una voz que sonó algo infantil mientras se alejaba.— Siempre quise un hermano, no tuve muy buena relación con él mío por su trabajo y la diferencia de edad, así que me alegra tenerte, hermano.
— Se nota que te emociona Isaac, pero no es necesario que me llames hermano cada vez que acabas una frase.
— Lo siento, herm... –El rubio negó con la cabeza.— ¡Stiles!
Stiles rió ante la forma en la que el beta se había corregido, había sido algo muy adorable de ver.
— ¿Y Chris que opina? –Preguntó el ojimiel, notando que su amigo se había puesto nervioso.— ¿Se lo has dicho?
— Obviamente no –Negó rotundamente Isaac.— ¿Estás loco?
— ¿Qué tiene de malo decirle? –Preguntó Stiles encogiéndose de hombros.— ¿Qué podría salir mal?
— ¡Podría oírme! –Isasc había gritado como si aquello fuera lo más serio que le había pasado en la vida.— E imagina lo que pensaría, Dios... Seguro que hasta me echa de aquí, no le pienso decir.
El menor rodó los ojos con algo de fastidio, aunque no podía decirle nada a Isaac. Él se encontraba en una situación muy similar.
Podría decirse que ambos estaban pasando por problemas de adolescentes normales para los cuales no estaban preparados porque ninguno de los dos era realmente muy normal.
NOTA DE LA AUTORA:
Pobres nuestros babus, ambos tienen problemas de adolescentes enamorados.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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