[NARRADOR]

Stiles estaba furioso. No podía creer que Scott acabara de decir aquello sobre él, no le importaba si un cerebro de hormiga como su, por desgracia, amigo y casi hermano no le creía. Pero lo que si le molestaba era que afirmara frente a todos que él estaba. Se sentía traicionado como nunca en su vida.

Fue hacia su Jeep y se subió a este, queriendo irse de allí antes de que las ganas de volver y acomodarle la mandíbula a golpes al alfa le invadieron del todo y acabara haciendo aquello. Pero antes de que pudiera irse, Derek estaba junto a la puerta del conductor, una mano atravesada frente a Stiles mientras le detenía de siquiera llegar a introducir la llave en el contacto.

— Stiles –Le nombró, como si quisiera hacerle reaccionar.— Espera.

Aquél espera no había sonado como Stiles se esperaba. No era una orden, era más bien una súplica. El humano no creyó vivir para escuchar a Derek bsuplicar, menos creyó vivir lo suficiente como para que la suplica fuera para él. Aquello era algo completamente anormal y, por un momento, le hizo creer que estaba soñando.

Miró sus manos en el volante y contó sus dedos, quedándole claro que aquello no era un sueño. Solo entonces volteó la vista para mirar a Derek a los ojos.

— ¿Qué ocurre? –Preguntó en un tono bajo, no quería gritarle a Derek, el pobre hombre no tenía la culpa de nada,  ni siquiera conocía a Theo y, aunque le conociera, sabían que no iba a ser tan tonto como para confiar en él.

Stiles tenía bien claro que las neuronas de Derek funcionaban a la perfección, no como las de un alfa mal agradecido en el cual, en ese momento, no quería ni pensar.

— No puedes irte así –Volvió a hablarle el Hale.— Tienes que hablar con Scott, convencerlo.

— ¿No acabas de ver lo que ocurrió? –Preguntó como si no se creyera que Derek le pedía aquello.— Me llamó mentiroso Derek, frente a toda la manada.

Con la mano que no estaba en el contacto del Jeep, Derek apretó los puños. Había deseado reiniciarle la mente a Scott de un puñetazo al escucharlo, pero se había contenido porque siempre estaba la posibilidad de que, en lugar de arreglar aquél cementerio de neuronas, lo dejara aún peor. Si es que dejarlo peor era posible.

— Necesito pensar un poco –Sentenció el menor, mirando el volante como si fuera la cosa más interesante del mundo.— Voy a ir a ver a mi padre, nos vemos en la fiesta.

— ¿Qué fiesta? –Preguntó el Hale.

— La que organizan unos chicos de mi escuela, alquilaron una discoteca y todo –Explicó Stiles, un poco más entusiasmado.— Pídele indicaciones a Lydia, ella nos dijo a todos acerca de la fiesta.

El lobo asintió con la cabeza, alejándose del Jeep para así dejar que Stiles sacara el auto de allí y se fuera.

Una vez que perdió de vista el coche del humano, regresó al patio trasero de la mansión Hale con su ceño muy fruncido. Iba a asegurarse de que la manada quedara agotada física y mentalmente para cuando acabara el entrenamiento.

(...)

Efectivamente, Derek consiguió su cometido. Había dejado a todos jadeando o tirados en el suelo por puro agotamiento, no se arrepentía de nada.

Todos habían comenzado a irse y él se encontraba en los restos de la cocina de la mansión Hale, estaba intentando recuperar el aliento puesto que él también había quedado algo agotado luego de tanto entrenamiento. Aquella pequeña venganza le había dejado cansado.

Fue minutos después de que todos se fueran que su móvil repentinamente comenzó a sonar. Observó el número, era un desconocido, por lo que dudoso respondió.

— ¿Hola?

— No pierdas de vista a tu humano está noche –Había dicho una gruesa y críptica voz femenina.— Cosas malas van a pasarle si se queda solo.

El Hale se quedó petrificado, nunca en su vida iba a olvidar aquella voz. Era la muere, la muerte acababa de llamarle diciendo que cosas malas iban a pasarle a Stiles en la noche. Pero Derek no iba a permitirlo, haría lo que fuera para que Stiles estuviera sano y salvo.

NOTA DE LA AUTORA:

Capítulo algo corto, lo sé y lo siento, es que no hay luz en mi casa y me batería está muriendo. Pero no quería dejarlos sin capítulo hoy, así que me resigné a subir esta cosa.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.