Cuarentainueve
[NARRADOR]
Una vez que llegaron al departamento, Stiles se puso a hablar por WhatsApp con Sarah. La mujer le caía bien, descubrió que tenían muchas cosas en común. Resulta que Lili se llamaba Lili porque Diane, la esposa de Sarah, no le había dejado ponerle Leia. Pero que estaba a muy poco de convencerla de que el niño que esperaba se llamara Luke. Con solo eso, Stiles ya la adoraba.
Estaban hablando acerca de la nueva película de Star Wars cuando el humano tembló de arriba a abajo. Los brazos de Derek estaba envueltos alrededor de sus hombros, abrazándole por el cuello. Bajó el móvil mientras ladeaba la cabeza para poder ver a Derek, pero el mayor aprovechó para comenzar a besar su cuello.
— ¿Qué haces? –Preguntó Stiles. Intentando evitar soltar un gemido al hablar.
Derek no le respondió, continuó repartiendo besos y lamidas por el pálido cuello del menor y sonrió al sentir como este temblaba bajo el húmedo toque de su lengua.
Subió hasta llegar al oído y aspiró detrás de este. Allí era donde se concentraba más el aroma de una persona. Soltó todo el aire de sus pulmones por la nariz y Stiles se puso rígido ante eso. Teniendo que morderse el interior de la mejilla para no soltar ningún tipo de sonido obsceno.
— Hueles muy bien –Le dijo de repente Derek.
Stiles giró la cabeza para verle, viendo que los ojos del mayor brillaban azules y estaban algo nublados por lo que Stiles no sabía si era deseo u otra cosa.
— ¿Te sientes bien? –Se puso de pie y rodeó el sofá, quedando frente a Derek.— Parece que estuvieras colocado.
— Yo no consumo drogas –Dijo el mayor cogiéndole por los hombros y apegándole a su cuerpo.— Pero me encanta tu olor.
Nuevamente, Stiles tuvo al lobo pegado a su cuello. Aspirando, lamiendo y besando su piel como si esta fuera alguna especie de dulce delicioso. El humano no entendía nada.
De repente, sintió los dientes apretar su piel y alejó a Derek de sopetón. El pelinegro le miró con una ceja alzada, no entendiendo por qué había sido apartado. Stiles se llevó una mano hacia él hombro izquierdo, donde el mayor le mordió, queriendo corroborar que no había marcas. Sabía que Derek no le lastimaría nunca, pero desde Donovan tenía problemas con la gente tocándole el cuello o los hombros.
— Lo siento –Se disculpó de repente el Hale.— No sé qué me pasó, yo... voy a ir a recostarme.
Antes de que Stiles pudiera terminar de decir espera, Derek ya se había encerrado en su habitación. El humano estaba seguro de que aquello no había sido para nada normal, de que había algo detrás. Y no iba a poder dormir hasta saberlo, por lo que decidió llamar a Deaton. El hombre siempre, o al menos la mayoría de las veces, sabía todo.
(...)
[STILES]
Llamé a Deaton y, al parecer, mi pregunta le tomó por sorpresa. Dijo que había muchas razones por las que un lobo podría hacer lo que Derek hizo. Pero como Derek y yo no estamos lo que él llamó emparejados, aunque estoy seguro de que iba a usar otra palabra y se arrepintió al último momento, la lista se reducía.
Me pidió que le contara todo lo que había pasado en el día. Yo le dije que había salido en la mañana y que había tenido que cuidar a Lili junto con Derek, y que luego habíamos vuelto al departamento y había comenzado a actuar extraño. Pude escuchar como del otro lado de la línea Deaton emitía un sonido de estar pensando y luego de un par de minutos hablaba.
— Creo que luego de verte convivir con la niña el lobo de Derek cree que eres digno de cargar a su descendencia.
Aquella frase fue suficiente para que le colgara. Me había puesto rojo, temía que Derek hubiera escuchado aquello y ahora se estuviera planteando echarme. Debía ser un error, si, Deaton dijo que podía haber otras opciones. No podía ser que Derek, o mejor dicho su lobo, me creyera capaz de cargar a su descendencia. Hasta donde yo sé, los hombres humanos no podemos quedar embarazados. Y si con los lobos es diferente, es obvio que no voy a ser yo quien le de hijos a Derek.
Volví a coger mi móvil cuando este vibró y vi que tenía un mensaje de Sarah y varios de Ethan y Aiden. Los gemelos me invitaban a una reunión en casa de ellos, al parecer Isaac les había convencido de hacerla. Y yo me había olvidado de que le prometí al ricitos que tendríamos una piajamada de machos. No puedo creer que me hubiera olvidado de ello, si Isaac estaba muy emocionado por reunirnos.
Acepté ir y le avisé a Derek sin atreverme a entrar a su cuarto. Si el me escuchó, no lo sé, puesto que no me respondió. Cogí ropa de mi habitación, junto con mi cepillo de dientes y mi almohada, y las metí en una mochila. Me vendría bien reunirme con amigos, serviría para despejar mi mente de lo que acababa de ocurrir. O, al menos, eso espero.
NOTA DE LA AUTORA:
No pude subir el capítulo ayer porque el Internet era una mierda, sepan disculpar. Lo subo ahora.
Este Derek es un alzado, me encanta, lo amo. Stiles se cagó todo ante la idea de ser padre :v ¿Qué adolescente no se asusta con eso? Es como la mejor historia de terror.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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