A la mañana siguiente, justo cuando había salido el sol, las hermanas se levantaron. Paisley se levantó primero y fue silenciosamente al baño para prepararse para el día. Miró a su alrededor. ¡Era un baño muy grande! Había una ventana que regalaba mucha luz, con cortinas de color verde bosque. Desde allí podía ver una enorme cancha de tenis e incluso la playa. ¡Las vistas eran magníficas! Fue al lavabo, abrió el grifo y se limpió la cara. Ella sonrió y se puso el uniforme. Le gustaba, en su opinión el verde le sentaba bien y el logo de la escuela le quedaba genial. Sacó su cepillo y empezó a peinarse. En ese momento, una chica se acercó a ella. Era alta como ella y tenía cabello rubio ondulado hasta los hombros y ojos azul oscuro. Ella también se puso el uniforme y comenzó a cepillarse el cabello también. Paisley notó que la niña tenía hoyuelos, lo que le pareció muy lindo. Las dos siguieron cepillándose el cabello en silencio, hasta que la chica decidió romper el hielo.

-¡Hola! Soy Ellis, encantada de conocerte. ¡He oído que eres nueva aquí!

- ¡Hola! Sí, mi hermana y yo somos nuevas. Mi nombre es Paisley, encantada de conocerte también- dijo Paisley y estrechó la mano de Ellis.

- ¿Te importa si te peino? Me gusta, pero mi cabello es demasiado corto para una trenza, preguntó Ellis.

-¡Por supuesto que puedes!- dijo Paisley.

Ellis sonrió y comenzó a peinar el cabello de Paisley. Cuando terminó, colocó con cuidado la pinza para el cabello en la parte inferior.

-¡Et voilá!-dijo Ellis mostrando orgullosa su trabajo.

- ¡Se ve preciosa! ¡Me encanta! Tienes buen gusto para estas cosas. Me gusta dibujar y diseñar salones, limpiar y decorar para fiestas- dijo Paisley y abrazó a Ellis.

- A mí también me gustan esas cosas, aunque prefiero la ropa, el pelo y el maquillaje- dijo Ellis.

Paisley la abrazó y fueron hacia donde dormía Emily. Tuvieron que despertarla porque llegaría tarde. Paisley le dio un suave codazo a su hermana y le susurró en voz baja: "Emily, despierta, tienes que venir a desayunar o llegarás tarde". Emily pronto se despertó y miró a Ellis.

-¿Quién es ella?- preguntó

- Ella es Ellis, mi nueva amiga. Emily, Ellis, dijo mirando a su hermana menor; Ellis, Emily, dijo mirando a Ellis. Las dos se dieron la mano y Emily fue a prepararse para ir al baño.

Después de unos minutos, las chicas llegaron a la mesa del desayuno. Se sentaron en un lugar vacío. Se sirvieron unas tostadas con mermelada de fresa y mantequilla. También tomaron un vaso de leche y una naranja. En ese momento, una chica se acercó a ellas. Tenía piel oscura y ojos castaños oscuros. Tenía el pelo rizado de color negro azabache. Era un poco más baja que las otras chicas y tenía una prótesis en el brazo izquierdo.

¡Hola! Soy Lucía. ¿Os importa si me siento aquí?- dijo Lucía.

¡Por supuesto que no! Somos Ellis, Paisley y Emily- dijo Ellis y sonrió.

Lucía se sentó junto a Emily y charlaron sobre sus cosas favoritas, que eran los animales. Lucía prefería los pájaros, mientras que a Emily le gustaban más los mamíferos. Después del desayuno, todas se dirigieron a su primera clase. Era historia. Llegaron a una gran sala con una pizarra y seis escritorios. Paisley y Ellis se sentaron delante, Emily y Lucía se sentaron en el medio y Faith se sentó atrás. Una chica de piel tostada, cabello castaño y ojos grises se sentó junto a Faith. Ella dijo que se llamaba Piper e inmediatamente se hicieron amigas. Unos cinco minutos más tarde, entró la profesora. Tenía unos veinticinco años. Era muy alta, tenía ojos azul claro y cabello rubio dorado. Lo tenía recogido en un moño con una horquilla muy bonita y vestía una camisa de cuadros azul y verde y unos vaqueros de campana. Llevaba zapatillas de colores que combinaban muy bien con su atuendo.

¡Hola clase! Mi nombre es Ariadna y seré vuestra profesora de historia en Torres Esmeralda. Nuestras clases serán entretenidas y divertidas. Hoy simplemente nos conoceremos, así que no os voy a poner tarea- dijo Ariadna y sonrió.

Pasaron la clase contándose cosas la una de la otra. Después de eso, fueron a clases de inglés. Se sentaron de la misma manera y su maestra llegó poco después. Parecía tener veintidós años y era bastante alta. Tenía ojos marrones y verdes y cabello color almendra. Lo llevaba suelto con el pin del colegio. Llevaba un mono morado con un cinturón color lavanda.

¡Hola estudiantes! ¡Hello! Soy vuestra profesora de inglés este año. Mi nombre es Alicia. Espero que os guste esta asignatura. Hoy no hay tarea- dijo Alicia.

Después de eso, almorzaron. Como era el primer día de clases, no habría más clases. Tenían pasta con salsa de tomate y arroz con leche. Las chicas subieron a su dormitorio. Guardaron sus cosas y limpiaron un poco la habitación.

¿Y si contamos historias para pasar el tiempo?- preguntó Piper y sonrió.

¿Qué tipo de historias?- preguntó Paisley.

Tengo un viejo cuento que mi abuela solía contarnos a mi hermano y a mí cuando éramos más jóvenes. - dijo Piper.

¡Por mí está bien!- dijo Ellis, seguido por todos los demás.

Todos formaron un círculo con sus almohadas y mantas. Piper apagó las luces y empezó a contar la historia.

Hace mucho tiempo, en el norte de Escocia, vivía una niña muy bonita llamada Glimmer. Era hija de unos políticos ricos, pero se sentía muy sola. Sus padres no le prestaban atención y ella apenas los conocía. El verano en que cumplió dieciocho años decidió huir. No estaba contenta y quería explorar. Empacó algunas cosas para comer, agua y medicinas y se fue. Ella también tomó su flauta especial. Fue un regalo de su abuela. No era una flauta cualquiera, ya que quien la tocaba podía curar a la gente. Sus padres no sabían de los poderes especiales que tenía la flauta, de lo contrario la habrían vendido. Después de unos días fuera, encontró una cueva. Decidió explorarla. Después de unos días se dio cuenta de que no le quedaba suficiente comida, así que enterró su flauta con una nota e intentó volver a casa. Pero había explorado tanto que no podía encontrar el camino de regreso a casa. Fue al bosque, pero encontró su destino cuando fue atacada por un oso salvaje. La leyenda dice que su espíritu aún deambula tratando de encontrar su hogar- dijo Piper mientras las demás chicas permanecían en shock.

Después del cuento, se fueron a la cama y soñaron con aquella flauta. ¿Y si fuera real y pudieran encontrarla?