❄Segunda Ronda de Escritura❄
❄Segunda Ronda de Escritura❄
❄Título: Un árbol para Navidad.
❄Personajes: Monkey D. Luffy, Roronoa Zoro, Nami, Usopp, Vismoke Sanji, Tony Tony Chopper, Nico Robin, Franki y Brook.
❄Shipps: Ninguno.
❄Anime: One Piece.
❄Advertencia: Ninguna.
❄Cantidad de palabras: 1306 del One-Shot. Total de todo 1346.
El cielo se encontraba nublado, grandes y esponjosas nubes grises dejaban caer de ellas incontables copos de nieve. Recientemente la banda de pirata de los sombreros de pajas se habían acercado a la zona climática de una nueva isla con estación invernal.
—¡Nieva! ¡YUJU! —gritó con emoción el capitán correteando alegremente por toda la cubierta.
—¡Está nevando! ¡Está nevando! —comenzaron a cantar Chopper el médico a abordo y Usopp el francotirador.
Al fondo se podía escuchar la suave melodía del violín de Brook, el músico de la tripulación, así como también su peculiar risa.
—Que suerte, es navidad y llegaremos a un isla invernal —comentó la navegante de la banda a la vez que salía de su estudio.
—Shi shi shi —rió Luffy mostrando los dientes—. Yo siempre tengo suerte. ¡Hagamos un muñeco de nieve!
—¡Hai! —accedieron de inmediato el reno que parecía mapache y el de la nariz larga.
—No tienen remedio —sonrió Nami apoyándose en la barandilla viendo a sus nakamas jugar.
—Ku ku~ tienes razón —concordó la arqueóloga subiendo las escaleras y parándose al lado de la otra mujer—. Cuando lleguemos a la isla deberíamos buscar un pino y decorarlo.
—Oh, no lo había pensado —confesó Nami.
—¡Árbol de Navidad! ¡Definitivamente debemos conseguir uno! —gritó Luffy al lado del muñeco de nieve a medio hacer.
—¡Yo tengo la luces perfectas para adornar el árbol! —informó el saibor de la tripulación apareciendo de repente—. ¡Será SUPER brillante!
—¡Nami-swan, Robin-cwan! —gritó embobado el rubio cocinero. Se acercó a ambas mujeres con una bandeja en la mano—. Chocolate caliente para ustedes, para soportar el frío —dijo todo galán.
—Gracias Sanji-kun —emocionada Nami tomó un vaso.
—Gracias Sanji —Robin también agradeció con una sonrisa.
—Sanji ¡Yo también quiero chocolate y también carne! —exigió Luffy estirándose hasta llegar a donde estaba el trío.
—¡Nosotros también queremos! —correaron Chopper y Usopp.
—¡Una cola me vendría bien! —dijo Franki.
—Seria genial comer algunas galletas—comentó Book.
—¡Yo no atiendo a hombre! ¡Yo nací para servir a las mujeres! ¿Me oyeron, MUJERES? —gritó Sanji a la vez que encendía un cigarrillo e ignoraba a los hombres para dirigirse a la cocina, a pesar de sus palabras iba a preparar los pedido de su capitán y nakama—. En seguida vuelvo.
Así paso el tiempo entre risas y chocolate caliente hasta que llegaron a la isla, sin problemas pudieron embarcar el Sunny en el puerto y para alegría de varios no parecía haber marines cercas, aunque esto no es que le importara mucho al capitán ya que antes de siquiera bajar el ancla Luffy ya había pisado tierra y había corrido directo a la aldea que se veía a lo lejos.
—¡LUFFY! —gritó Nami al verlo alejarse a la distancia—. Maldición, nunca cambia.
—Ku ku ku~ Luffy ya es así, deberías saberlo —mencionó Robin divertida.
—Sí, lo sé —Nami se talló el puente de la nariz—. Bueno, escúchenme esto es lo que haremos: Franki tú te quedara en el barco.
—¡Entendido! ¡Súper! —confirmó haciendo su típica posición.
—Sanji-kun junto Usopp y Book compraran la comida para la cena.
—¡Hai, Nami-san! —accedió de inmediato el rubio con un corazón en su único ojo visible.
—Bien —sonrió Usopp aceptando su tarea.
—Yohohoho por supuesto Nami-san, pero antes podrías mostrarme tus pan… —el esqueleto no pudo terminar de hablar cuando una patada de Nami lo mando a volar.
La navegante se sacudió las manos como si hubiera botado la basura, cuando terminó continuo hablado—: Chopper y Zoro buscaran un pino, el cual será nuestro árbol de navidad.
—¡De acuerdo! —afirmó el médico haciendo un saludo militar.
—… —Nami frunció el ceño—. ¿Dónde está Zoro?
Todos guardaron silencio, pero este fue roto por el sonido de unos ronquidos. El espadachín estaba cómodamente recostando en una barandilla durmiendo plácidamente a pesar de la nieve que cubría su cuerpo.
—¡Oe, estúpido marimo, despierta! ¡Nami-san está hablado contigo! —sin una pisca de remordimiento Sanji pateo fuertemente a Zoro, despertándolo en el acto.
—¿¡Qué crees que estás haciendo cocinero pervertido!? —exigió saber el Roronoa con furia.
—¡Despertándote, idiota! —contestó Sanji chocando su frente con su rival
—¿¡Quieres pelear, imbécil!? —retó Zoro no dejándose intimidar
—¡Suficiente ustedes dos! —furiosa Nami los golpeo a los dos.
—¡Demonios, maldita bruja! —se quejó Zoro sobándose la cabeza.
—Zoro iras con Chopper a buscar un pino y no quiero quejas —mandonamente ordenó.
El hombre solo chasqueó la lengua a la vez que desviaba la mirada.
Con una sonrisa Nami miró a la arqueóloga— Robin y yo iremos a comprar los adornos para el árbol.
Con las ordenes dichas todos se dispusieron a hacer lo pedido, Sanji, Usopp y Brook caminaron por el pueblo y se dirigieron específicamente al mercado. Sanji con su buen ojo para la calidad de la comida no tuvo problemas en comprar solo lo mejor para la cena navideña y mientras hacía las compras no pudo evitar coquetear con cuanta mujer se cruzara con su camino.
A la vez que pasaban de puesto en puesto pudieron ver un pequeño escenario donde un grupo de personas cantaban villancicos, atraído por la melodía navideña Brook no pudo evitar unirse a ellos tocando su amado violín.
La personas atraídas por la música no dudaron en acercase y observar el espectáculo. Usopp al ver tal bullicio no pudo evitar lanzar unos cuantos fuegos artificiales para alegrar más el día.
Desde la ventana de una tienda Nami y Robin podían ver aquellos fuegos artificiales que iluminaban el cielo, pero sin tomarle más atención las dos mujeres siguieron comprados los adornos para el árbol y gracias a las habilidades de regateo de la navegante compraron todo a un 90% de descuento.
Mucho más allá del pueblo cerca del bosque estaban Zoro y Chopper intentando escoger cual pino talar. Después de un debate decidieron llevar el más grande de todos, el cual alegraría a su capitán. Con un simple y perfecto movimiento de espada, Zoro logró cortar el árbol.
El pino calló lentamente hacía un lado hasta que chocó contra el suelo, Chopper mordiendo una Rumble Ball se trasformó en su forma Monster la cual lo ayudó a llevar el árbol al barco.
Luffy al no haber encontrado nada interesante en la isla, ingreso al pueblo donde feliz se unió al grupo de los villancicos, las personas al ver su alegría no pudieron evitar contagiarse, todos con sonrisas en sus rostros, cantaron y rieron.
Después de aquel momento tan divertido el grupo de Sanji llegó al Sunny donde en la cubierta del barco había un gran pino que estaba siendo sostenido por Chopper mientras Franki construía una base para que no se moviera.
Con el pino colocado y seguro los preparativos para decorarlo comenzaron. Sin tiempo que perder Sanji se perdió en la cocina para tener a tiempo la cena navideña mientras los demás husmeaban en las bolsas de adornos.
Uno en uno cada mugiwara comenzó a decorar el árbol, los sitios altos era adornados por Robin y Luffy gracias a sus habilidades de fruta del diablo. Las luces como había prometido Franki las colocó mientras gritaba un “súper” cada cierto tiempo.
Así fue cayendo el sol hasta que la luna salió dando paso así a la noche, cuando el último adorno fue colocado Franki encendió las luces. De una en una fueron encendiendo dando un hermoso espectáculo de colores.
—Uwa les quedo muy bien —alabó Sanji saliendo de la cocina y encendiendo un cigarrillo se recostó en la puerta—. La cena está lista.
Todos sonrieron antes sus palabras. Una mesa fue colocada en la cubierta y los deliciosos y apetecibles platillos del rubio se fueron colocando encima de la mesa. Una vez la mesa fue puesta todos se sentaron alrededor a cenar.
—¡Minna! —llamó de pronto Luffy—. Shi Shi Shi, ¡Feliz Navidad!
Los mugiwaras sonrieron.
—¡Feliz Navidad, Luffy!
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