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Cap 7. Mentir o traicionar.

Holiii!! Primero quería daros las gracias por leer mi libro. Segundo deciros que espero que os esté gustando. Y tercero quería que supierais que algunas de las fotos que pongo con los capítulos tienen que ver con la historia y otras que no, que simplemente las pongo porque me gusta. Ahora que ya os he dicho todo lo que os tenía que decir, ya podéis disfrutar del capítulo. Adiiiiós!!
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Antes de que pudiésemos decir algo Nick ya le estaba dando un puñetazo en la cara a Ross. Ross que antes estaba sentado ahora está tumbado tapándose la cara con las dos manos. Me levanto y me pongo entre Nick y Ross para impedir que Nick le vuelva a pegar.

-Sal del medio, mocosa- dice Nick con tono autoritario.

-No- me enfrento.- Te estás equivocando.

-Yo creo que no- dice y me aparta de un empujón. Se acerca a Ross y levanta el brazo. Le va a volver a pegar.

-Ross no me gusta- grito antes de que le pegue. Nick se detiene a pocos centímetros de la cara de Ross y se gira a mirarme.- Lo inventé todo, no me gusta ninguno de tus amigos. Solo lo dije porque me dio rabia que me prohibieras que me gustara uno de tus amigos sin ningún derecho.

-Sí que tengo derecho- dice poniéndose delante mío.- Soy tu hermano y...

-¿Y qué? Que seas mi hermano no te da derecho a mandar en mi vida. ¿Qué dirías si yo te prohíbo jugar al fútbol?- digo, ya me está mosqueando.- ¿Dejarías de jugar si te lo prohíbo?

-No, pero...-dice, pero le vuelvo a interrumpir.

- Pues ya está, no puedes prohibirme nada Nick- digo más tranquila.- Y menos si tiene que ver con mi vida amorosa. Yo no elijo de quien me enamoro.

-No quiero que te hagan daño y menos si el que te lo hace es un amigo mío.

-No me van a hacer daño y si me lo hacen, lo superaré-digo y sonrío un poco.

Nick me sonríe y me abraza.

-Entonces, ¿quitas la prohibición?- digo temerosa por la respuesta. Quiero que la quite, no porque quiera a algún amigo suyo sino porque odio que me prohíban algo.

-Temporalmente. Como alguno de nuestros amigos te hace daño alguna vez en la vida, la prohibición vuelve- dice y yo asiento con una sonrisa. Se gira hacia Ross y le extiende la mano. Ross la toma y Nick le ayuda a levantarse. Ross se tapa la boca, le tiene que doler bastante.- Perdón Ross, no te volveré a pegar, de verdad lo siento tío.

-Tranquilo, estás perdonado- dice sin apartar la mano de la boca.

Nick asiente con la cabeza y sale de la habitación. Me dirijo hacia Ross y le agarro la mano que con la que se tapa la boca e intento apartarla, pero no me deja.

-Estoy bien, tranquila- dice Ross.

-Ross- le digo a modo de regaño.

Bufa y aparta la mano y me deja ver su boca con el labio superior sangrando.

-Ven anda- digo mientras lo agarro del brazo y lo saco de la habitación para ir al baño de al lado.- Siéntate- le ordeno. Me hace caso y se sienta en la tapa del retrete.

Voy hacia el mueble del lavamanos y me agacho, abro el armarito y saco la cajita roja y blanca. En esta caja guardamos todo lo necesario para desinfectar y curar heridas. Cierro y me dirijo hacia donde está Ross. Me arrodillo para quedar un poco más abajo que él pero en la altura ideal para curarle el labio.

Abro la cajita y saco un disco de algodón y alcohol. Impregno el algodón con un poco de alcohol y dejo la botellita en el suelo. Me acerco a Ross y con cuidado paso el algodón con alcohol por su labio acto que le hace gemir de dolor y apartar la cara.

-No apartes la cara- le digo.

-Me duele- me dice y vuelve la cabeza hacia mi dirección.

-Lo sé, pero si no no podré curarte la herida.

Él asiente y yo vuelvo a acercar el algodón a su labio. Vuelve a gemir de dolor, pero esta vez no aparta la cara. Cuando me aseguro de que la herida está bien desinfectado dejo el algodón en la encimera del lavamanos. Me acerco a Ross para poder ver mejor la herida y me doy cuenta de que le tardara en desaparecer. Me aparto de él y mientras recojo las cosas le digo:

-No se te infectara, pero te tardara en desaparecer.

-Gracias, Lau- me dice y le miro solo un segundo antes de volver a lo que estaba haciendo, pero aun así veo que me está sonriendo.

-No hay de que, al fin y al cabo ha sido culpa mía- digo mientras guardo la cajita en el armarito.

-No es verdad, tú...- le interrumpo.

-Yo me he comportado como una niña pequeña y he mentido a mi hermano y por culpa de eso te ha pegado- digo y salgo del baño para ir a mi habitación.

-No es verdad, tú solo estabas defendiendo lo que te pertenece que es tu derecho a hacer lo que quieras con tu vida- dice mientras me sigue a mi habitación.

-Aun así, mi "broma"- digo haciendo comillas con los dedos en la palabra broma- ha ido demasiado lejos. Mira como tienes el labio.

-No ha sido culpa tuya, para empezar tu hermano no debería prohibirte nada. Y tampoco debería haber reaccionado así por verte apoyada en mi hombro.

-Ya, pero él así- digo mientras me siento en mi sofá.

-Ya, lo sé. Comparto habitación con él, créeme que sé cómo es- dice con cara entre traumatizado y temeroso. Cara que me hace reír a carcajadas. A los pocos segundos él también se ríe.- Bueno, creo que ya se ha hecho tarde- dice mirando su móvil. Yo hago lo mismo y veo que es la 1 de la mañana.- Mejor me voy a dormir que mañana hay clase.

-Sí, yo también me voy a ir a dormir.

Se acerca a mí y me da un beso en la frente.- Buenas noches, pequeña.

-Buenas noches, Rossy- digo con una sonrisa. Me sonríe y se da la vuelta para irse de mi habitación. Antes de cerrar la puerta me vuelve mirar y a sonreír y la cierra.

Me levanto del sofá y cojo mi neceser y salgo de mi habitación. Entro en el baño me lavo los dientes y me peino el pelo para que durante la noche no se me enrede tanto. Salgo del baño y entro a mi habitación. Enciendo la lamparita que hay en mi mesita de noche y apago la luz del techo. Abro mi cama y me meto entre las sábanas. Apago la luz de la mesita con la intención de dormir, pero me es imposible. Me quedo mirando el techo y pensando en todo lo que ha pasado hoy. La quedada con Luke, que Ross me sacara de ahí a rastras, el beso con Ross.

No te olvides del puñetazo de Nick hacia Ross.

No se te pasa una conciencia.

Para eso estoy.

Bueno, a lo que iba, que no dejo de darle vueltas a todo lo que ha pasado hoy. Ha sido un día surrealista.

Oye, sabes que mañana vas a volver a ver a Luke, ¿no?

Ya.

¿Y ya sabes qué le vas a decir para explicarle lo que ha pasado hoy?

Sí, le diré que mi madre me había llamado para que fuera casa y que al no contestar Ross salió a buscarme.

Pero eso es mentira.

No fastidies- digo sarcásticamente.

¿Y a Abby?

¿Qué pasa con Abby?

Pues que es la novia de Ross, con el que te has besado.

Es verdad- digo y abro los ojos como platos.- Pero no tiene por que enterarse.

Te preguntará qué tal tu cita o quedada, como quieras llamarla. ¿Qué le dirás? ¿Le contarás lo que ha pasado?

Dios, tienes razón. ¿Qué coño le diré? No se puede enterar de que Ross y yo nos besamos.

Obviamente que no se puede enterar, idiota.

Gracias por el insulto gratuito- digo sarcástica.

Buscando las palabras adecuadas para contarle una mentira a Abby, me duermo.

*

El sonido de la alarma de mi móvil me despierta como siempre a las 7 de la mañana. Me levanto de la cama y con los ojos cerrados salgo de mi habitación. Me conozco la casa de memoria por eso puedo bajar las escaleras sin la necesidad de abrir los ojos. Entro en la cocina dispuesta desayunar.

-Lau, cariño, abre los ojos- dice mi madre. Abro los ojos y me cuesta un poco enfocar pero lo consigo. Al enfocar mi vista veo a Ross y Nick con sus tazas.

-Buenos diii- digo, pero un bostezo me interrumpe-as- termino la frase.

-Buenos días- dice mi madre.- Esta tarde llegaré más tarde- mi madre entra a trabajar a las 8:30 y sale a las 14, come y se vuelve a ir a trabajar antes de que nosotros lleguemos. Después de comer entra a trabajar a las 15 y sale a las 17:30.

-¿Y a qué hora vendrás?- le pregunto a mi madre.

-No sé, cariño, tengo hora en la peluquería a las 18 y tardaré como dos horas aproximadamente. Llegaré a tiempo para cenar y antes de que llegue tu padre- el horario de mi padre era muy extraño, trabajaba de 7 a 9 y de 15 a 21.

-Vale mamá- le digo.

Voy a la nevera a por la leche y me la sirvo en una taza. Me doy la vuelta y Ross y Nick ya no están en la mesa. Me senté y me tomé mi vaso de leche. Cuando acabe lo deje en el fregadero y salí de la cocina escaleras arriba. Entro en mi habitación y me dirijo hacia mi armario. Saco unos jeans azul claro y una camiseta azul cielo de manga corta y mis converse habituales. Cojo la ropa y mi neceser y como cada mañana voy al baño a prepararme.

Después de mi habitual rutina bajo las escaleras, cojo mi mochila y salgo de casa cerrando la puerta detrás de mí. Subo al coche de mi madre y centro mi mirada por la ventana de mi derecha.

Al llegar bajo y me dirijo a donde está mi grupo incluido Luke.

-Hey, chicos- saludo a todos.

-Hola, Lau- me dicen todos menos Luke.

-Hola, Laurita- me saluda Luke. Se acerca a mí mientras Ross y Nick saludan a todos.- ¿Podemos hablar?

-Claro- digo alejándome de todos.- ¿Qué pasa?

-¿Qué paso ayer con Ross?- me pregunta.

-¿Con Ross?- pregunto haciéndome la desentendida.

-Sí. ¿Por qué te llevo a rastras de vuelta a casa?

-Oh eso. Resulta que mi madre me había llamado para que fuera a casa a ayudarle con un par de cosas y yo tenía el móvil en silencio por eso no escuche sus llamadas. Al preocuparse mando a Ross a buscarme. Vino al parque y cuando me encontró... bueno ya te sabes lo demás- digo y sueno más convincente de lo que pensaba.

-Pero si lo tenías en sonido. Cuando Abby te pasó los mensajes tu móvil sonó- dice él confundido.

-Emm...- piensa rápido, Laura.- Es que tengo silenciadas las llamadas pero no los mensajes.

-Oh- dice Luke.-Bueno espero que todo con tu madre esté bien.

-Sí, todo está bien- digo y volvemos con los demás.

-Lauuuuuuuu- dice Abby en cuanto me ve.- Tenemos que hablar.

-¿Por qué todo el mundo quiere hablar conmigo?- digo rodando los ojos.

-No sé de qué "todo el mundo" estás hablando, pero tú y yo tenemos que hablar AHORA- dice haciendo comillas con los dedos en las palabras todo el mundo y remarcando la palabra ahora.

-Valeeee- digo mientras me alejo y escucho las pisadas de Abby detrás de mí.

-¿Y bien?- dice cuando ya hemos parado de andar.- ¿Qué paso en tu cita con Luke?

-Que no era una cita- digo y ruedos los ojos mientras bufo.

-Bueno, como sea. ¿Qué tal fue?- dice con cara de ilusionada. Es en ese momento en el que me doy cuenta de que a ella no le puedo mentir. Ella nunca me ha mentido.

-Verás, Abby. Ayer cuando esta...- el timbre me interrumpe. En parte me alivio que le timbre sonara, ya que daba 3 horas más para pensar en como decirle que bese a su novio o mejor dicho para pensar en si decírselo o no.- Después, a la hora del patio te cuento.- digo y me voy corriendo a mi clase dejándola sola en la entrada.

Entro a clase y me siento en mi sitio con la atenta mirada de Olivia sobre mí. Olivia, junto con Abby, son las únicas de mis amigas que saben que tenía una "cita", como ellas lo llaman, con Luke. Delante de nosotros ya estaban Lily y Luke sentados. La clase comenzó y como era matemáticas teníamos que estar concentrados así que sabía que Lily no iba a girarse a hablar. Y parece que Oli también sabía eso, ya que aprovecho para preguntar como me fue ayer.

-¿Y qué tal ayer por la tarde?- me dice Oli en susurro para que solo yo le escuchara.

-Bien- dije simplemente.

-¿Y...?- dice y sé que quiere que le cuente todo. No le puedo decir la verdad así le explico la mentira que tenía planeada para Abby.

Suspiro.-Vino a buscarme y fuimos a Passione Gelato a por un helado y nos lo comimos mientras dábamos una vuelta por el bosque del parque de al lado.

-Qué romántico- dice y suelta un suspiro.- ¿Qué paso después?

Respire profundamente y conteste.-Por desgracia mi madre necesitaba mi ayuda para hacer unas cosas en casa así que me llamo y me tuve que ir a casa. Luke se quedó en el parque a esperar a su madre que le venía a buscar.- digo también susurrando.

-Joder con tu madre, qué aguafiestas- dice Olivia con indignación.

No conteste. Gire mi cabeza y preste atención a la clase. Las siguientes dos horas se pasaron volando para mi desgracia. Esas dos horas me las pasé pensando en si decirle la verdad a Abby o no. Si le decía la verdad no le estaría mintiendo a mi mejor amiga, pero estaría traicionando a mi mejor amigo. En cambio, si no le decía la verdad estaría mintiendo a mi mejor amiga, pero no traicionaría a mi mejor amigo. Todavía estoy confundida, no sé qué hacer y obviamente no le podía pedir consejo a nadie porque nadie podía saber del beso.

Salgo al patio junto con Lily, Oli y Luke y nos dirigimos a donde está Abby y las demás.

-Hola- decimos los 4 a la vez.

-Hola- dicen Abby, Maddie y Selena.

Abby se levanta y me agarra del brazo alejándome de las demás.

-Cuenta, cuenta- me dice con una sonrisa en la cara.

¿Qué digo, qué digo?- pensé.

-¿Qué quieres que te cuente?- digo intentando alargar la conversación.

-¿Pues qué va a ser? Lo de ayer. ¿Qué tal fue?- pregunta insistente.

-Fue...- digo intentando encontrar la palabra adecuada en la que no le esté mintiendo, pero tampoco traicione a Ross-...corta. Sí, eso, corta.

-¿Corta?

-Sí- digo nerviosa.

-¿Por qué?- pregunta confundida.

-Porque...- ni yo misma sabía que iba a decir, pero agradezco a la persona que me ha interrumpido.

-Laura- dice una voz femenina detrás de mí.

-¿Sí?- pregunto mientras me giro para ver quien es la dueña de esa voz. Es Sara, mi profesora de matemáticas.

-Necesito su ayuda por favor- dice con una sonrisa.

-Claro encantada- digo y le doy las gracias mentalmente por salvarme de hablar con Abby, ahora tendría otras 3 horas para pensar que decirle.- Un momento- le digo a Sara y me giro para hablar con Abby.- Te lo cuento de camino a casa.

-Pero Lau, me...- dice pero la interrumpo.

-Te lo prometo, te lo contaré todo, pero ahora me tengo que ir- digo y me dirijo hacia Sara.- Ya está. ¿Para qué necesitas mi ayuda?

-Necesito que me ayudes a llevar unas cajas a la clase de primero A- me dice mientras entramos a una clase con unas cuantas cajas encima de una mesa.

Cojo dos cajas y ella otras dos y la sigo por el instituto hasta llegar a la clase donde hay que dejar las cajas. Cuando las dejo en la mesa que Sara me ha dicho me entra la curiosidad por saber qué hay dentro.

-¿Puedo saber qué hay dentro de las cajas?- pregunto temerosa de la respuesta.

-En las dos cajas que has llevado tú hay exámenes, en unos corregidos y en la otra no. Y en las dos que he llevado yo hay calculadoras- dice mientras me dedica una sonrisa.- Gracias por tu ayuda, ya te puedes ir.

-No hay de que- digo y salgo de la clase. Miro mi reloj y veo que son las 11:43, solo faltan dos minutos para que suene el timbre. Oficialmente, me he librado, temporalmente, de hablar con Abby.

Espero a que suene el timbre para subir a clase. Cuando llego veo que ya están Oli, Lily y Luke en sus sitios.

-Hola, chicos- les saludo.

-Hola- dicen los tres a la vez.

-¿Dónde te habías metido?- me pregunta Luke.

-Eso, ¿dónde estabas? Te habíamos visto hablar con Abby y después vemos sola a Abby- dice Lily.

-Estaba hablando con Abby, pero nos interrumpió Sara, la profesora, para que le ayudara con unas cajas.

-Aah- dicen los tres a la vez. Justo entra la profesora en clase y nos ponemos prestar atención. Mejor dicho, ELLOS se ponen a prestar atención. Yo solo pienso en que decirle a Abby si la verdad o la mentira.

Pasaron las tres últimas clases y llego el momento que menos quería. Hablar con Abby. Salgo del instituto y voy hacia dónde solemos esperar a que todos salgan para irnos a casa. Cuando llego solo esta Abby, los chicos todavía no han llegado. Me despido de Oli y Lily y con Luke me dirijo hacia Abby. Cuando me ve me aparta de Luke para hablar. Se pone delante mío y de espaldas al edificio del instituto.

-Ya me puedes estar contando lo de ayer- dice con un tono de voz entre alegre y molesta.

-Yo... estab...- me veo interrumpida por Ross, quien abraza a Abby, por la cintura, por la espalda y apoya su barbilla en su hombro.

-¿De qué habláis chicas?- dice Ross.

-Lau, me iba a contar que tal fue ayer con Luke- dice Abby. Miré a Ross con cara de indecisión, no sé qué decirle a Abby. Ross se da cuenta de lo que estoy pensando.

-¿Y bien, qué tal fue?- insiste Abby.

-Yo...- miro a Ross, quien sigue con la cabeza apoyada en el hombro de Abby, y veo como me suplica con los ojos que no se lo dijese.- Yo... Emm...

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