Y ya no en susurros sino en letras resplandecientes apareció la palabra...

El Valor es un término con muchas acepciones. La ideología se encarga de explicarlo desde el punto de vista filosófico. Pero hay ideas del valor en muchas áreas y todas ofrecen un aporte.
Yo voy a referirme al valor como coraje del ser humano y como compendio moral que rige su accionar.
A veces nos sentimos incapaces de actuar frente a determinadas situaciones o personas, nos falta el valor para hacerlo, otras veces dejamos a media nuestros proyectos, metas, planes, etc porque no tenemos valor para enfrentar las limitaciones o los "golpes" que vienen con las lecciones de vida que recibimos; nos falta entonces constancia y valor.
Pero la vida nos exige el coraje necesario para enfrentar las adversidades. Debemos tener valor para mirarnos a nosotros mismos, para asumir nuestras debilidades, para trazarnos un proyecto de vida y concretarlo. Debemos alimentar el valor desde nuestra conciencia y desde allí accionar.
Si ya hemos asumido el coraje de enfrentar la vida con todos sus matices, debemos tener presente que el valor como característica moral no viene solo, a él se unen otras cualidades del ser que lo complementan. Me refiero a la humildad, la piedad, la responsabilidad y la solidaridad.
Debemos aprender a tener valor (coraje) pero también a valorar tanto a las personas como a las cosas, incluyendo el propio valor que nosotros tenemos.
Valor y constancia para culminar todo lo que nos proponemos, valor y humildad para aceptar críticas y autocriticas, valor y responsabilidad para asumir responsablemente mis decisiones o elecciones de vida y asumirme corresponsable de mi entorno, valor y piedad para siempre amar a mi prójimo y valorar en él lo mejor que pueda darme.
Pidamos asistencia al arcángel Metatrón, quien habiendo sido humano como nosotros conoce nuestra esencia, para que nos provea la fuerza necesaria, y la justa medida de nuestras acciones.
Pidamos al ángel de la Misericordia que actúe en nosotros para comprender que somos guías pero somos guiados por Dios, para que podamos valorar lo que hacemos y tenemos y ser eternamente agradecidos.

Con valor desnudo mi alma, ante Dios y ante mi misma, para hacerme consciente y responsable de mis actos.