Arrepentíos dijo la suave voz dentro de mi, como un susurro que apenas percibía...

El arrepentimiento es la primera señal de aceptación, de reconocimiento y de trasformación.
Nadie transforma verdaderamente su ser y sus acciones sin reconocer primero que ha errado, que ha actuado mal o que sencillamente pecó por omisión y dejó de hacer lo que era pertinente.
El arrepentimiento debe ser sincero para que Dios obre en nosotros. De nada sirven frases cliché y una retorica falsa si en el corazón no hay la sincera intención de enmendar nuestros errores.
Seamos humildes y arrepintámonos del daño que consiente o inconscientemente hemos causado.
Hablemos desde el corazón a Dios y el escuchará nuestra voz arrepentida.
Sólo necesitamos desnudar nuestro corazón y Dios hará lo que haga falta.

Yo me arrepiento de todo cuanto haya provocado daño a cualquier ser vivo, de toda palabra inconveniente y todo pensamiento desarmónico. Desde mi corazón lo reconozco. Y pido al Angel del Perdón que actúe en mi.

Y tú? Ya lo hiciste?