Chase se frotó la cara y bajó del sofá de Danny, ya que aún no podía entrar a su casa estaba tirado aquí como un completo imbécil, pensando en lo que había perdido por su gran idea de compartir a Dustin.

Dios, como le había molestado, le molestaba no poder darle lo que se merecía, le molestaba muchísimo que lo dejara tirado como un perro luego de echarle en cara que no lo consideraba digno.

Mierda, era Chase quien no era digno, no quería decirle de su pasado porque se avergonzaba profundamente de eso. No quería que Dustin dejara de mirarlo como lo hacía, como si fuera valioso, puro.

Cosa que no era.

—Chase —mirando hacia arriba se encontró con la mirada de Danny, estaba preocupado ya que había pedido unos días en el trabajo—. ¿Cuál es el problema?

—Estoy hecho un completo lío desde que se fue —murmuró frotándose la cara, Danny tomó asiento.

—¿La mujer de la que me hablaste? —no le había dicho precisamente que fuese una mujer, pero decidió que estaba de más revelarle esa información, mucho menos ahora que ni siquiera iban a verse.

—Sí.

—¿Por qué se fue?

La pregunta del millón, Dustin estaba cansado de su egoísmo, quería más y Chase no podía dárselo, hasta aquí llegaba su maldito límite, en ocasiones debías saber cuándo retirarte y evidentemente estaba aquí haciendo justamente eso.

—Porque no pude corresponder sus sentimientos, dijo que me quería, pero yo… no siento lo mismo y no lo entiendo porque estoy jodidamente obsesionado.

—Quizás necesiten un tiempo sin verse.

Si ya no hubiese pasado por eso sería una buena idea a considerar, el problema era que mientras más lejos, más pensaba en él. No podía concentrarse, hacer una maldita cosa sin pensar en él, la mirada herida cuando se marchó.

—No, créeme, eso me llena de ansiedad, ha pasado antes, no puedo estar lejos, no funciona, el anhelo se multiplica.

—Entonces ve a buscarla.

¿Qué iba a decirle exactamente cuando eso pasara? No podía decirle lo que quería escuchar, pero aún así no podía dejarlo ir, Dustin tenía razón.

—Dijo que era egoísta de mi parte y quiso alejarse.

—¿Vas a dejarla ir así de fácil?

Chase analizó la pregunta con cuidado, no resolvería nada sentado en el sofá pensando en él, si iba a estar en esta extraña situación prefería que Dustin estuviese a su lado, ahí estaba su decisión.

No iba a dejarlo irse lejos de él.

—No, no creo que pueda.

—Entonces levántate y ve por ella.

Chase se levantó del sofá y se detuvo en el marco de la puerta, se giró e inhaló profundamente. Tenía que empezar a deshacerse de algunos secretos, tenía que hacerlo. Por Dustin. Por él.

—Danny —él lo miró con curiosidad—. Yo…Mmm… no es una mujer —Danny ladeó la cabeza confundido con lo que hablaba. Chase tomó aire y lo intentó una vez más—. Estoy saliendo con Dustin.

La declaración fue un alivio, sin embargo aguantó la respiración esperando la reacción de Danny. Él pestañeó y luego habló:

—Gracias por decirme, sé que fue difícil hacerlo. Estoy bien con eso, Chase, somos amigos.

—Gracias.

—Ahora ve por él.

Chase condujo directamente a su casa, esperó un tiempo, lo llamó, pero aún así nada, Dustin probablemente estaba en casa de su madre huyendo de su desalmado ser.

Situaciones desesperadas exigen medidas de ese tipo, iría a ver a Kaleb y de alguna manera conseguiría ver a Dustin.

Bajó una vez estuvo frente a la casa, Kaleb le abrió y lo miró como si fuese una aparición, no sabía si eso era malo o bueno. Chase dejó de prestarle atención al detalle cuando pronunció su nombre.

—Chase —le dio su mejor sonrisa de medio lado y saludó.

—Hola, siento venir otra vez.

—¿Es por Dustin?

—Uh… si —Kaleb abrió la puerta para él.

—Entra.

—Gracias. ¿Qué tal los niños?

—Bien, están con los abuelos.

—Entonces, Sander…—se sentó cuando Kaleb le indicó que tomara asiento, él suspiró tirándose en uno de los sillones.

—Aún no y creo que no vamos a vernos hasta que yo regrese, pero bueno, nos inscribimos para esto —Chase levantó las cejas, Kaleb no se veía como las últimas veces que lo vio, parecía un poco ansioso.

—¿No estás nervioso?

—Sí, es terrible, ni siquiera sé como Sander puede lidiar con esto la mayoría del tiempo —Chase tampoco se veía lidiando con ello, bueno, como estaban las cosas con Dustin, ni siquiera debería planteárselo—. Me prohibió decirte cualquier cosa.

Chase miró a Kaleb con sorpresa por el repentino cambio de tema, no podía creer que Dustin hiciera semejante cosa.

Bueno.

Se lo merecía.

—¿En serio?

—Sí —Chase tragó, Dustin probablemente estaba enojado, no quería verlo nunca más en su vida.

—¿Estaba enojado?

—No diría enojado, más bien frustrado.

—Dios —gruñó peinándose hacia atrás, Kaleb levantó las cejas.

—Tenían una relación, ¿cierto?

—No, sí, no lo sé, supongo que sí —suspiró por último—. Pero estábamos manteniéndolo en secreto.

Kaleb se peinó hacia atrás.

—Dustin nunca estuvo en un armario.

Chase lo sabía, pero escucharlo de otra persona lo hizo sentir tan mal, como el capullo que era por llevar el secreto más lejos de lo que debió, en primer lugar ni siquiera debió dejar que Dustin se acercara más de la cuenta.

Él no estaría enamorado y Chase no sentiría esta maldita dependencia emocional.

—Lo sé, sé que fue injusto, pero… —Kaleb negó e hizo una señal.

—No estoy juzgándote, cada cual tiene sus razones. Pero deberías pensar en si te gusta Dustin como lo conociste o como es ahora. Es distinto.

Chase no necesitó que lo dijera.

—Sí, gracias a mí.

—No me gusta meterme en estas cosas, pero estuve más o menos en lo mismo, guardando un secreto con Sander y se nos fue de las manos. Sé que es distinto, pero —suspiró—, creo que no me estoy explicando bien. Supongo que lo que quiero decir es que Dustin ya sufrió bastante y si no estás seguro deberías mantenerte alejado hasta que tu cabeza se aclare.

—Trataré de arreglar las cosas, no quiero mantener el secreto, esto me agotó, no imagino cómo fue para él. Así que necesito verlo —Kaleb se frotó la frente, no estaba tan seguro de permitir eso, no debería.

—Está bien, más tarde vendrán todos, así que puedes quedarte y hablar. Por favor, no hagas que me arrepienta de esto.

—¿Por qué me ayudas?

Kaleb lo miró seriamente.

—No estoy muy seguro de que sea lo correcto, pero queremos ver a Dustin feliz, no ha tenido una relación seria nunca en su vida y la necesita, aquí el problema es si tú estás dispuesto a dársela.

—Yo…

—Piénsalo detenidamente, no tienes que decirme, has lo que creas mejor —el teléfono de Kaleb sonó, miró la notificación y luego a él, Chase se sintió extrañamente nervioso con esa mirada—. Es él.

—¿Ahora?

—Sí, siempre viene primero —Chase veía eso extraño, ya que siempre llegaba tarde a sus citas, Kaleb se puso de pie y lo verificó antes de caminar hacia la puerta—. ¿Estás listo? ¿Todavía quieres hacerlo?

—En realidad no, pero necesito hacerlo —Kaleb asintió y se perdió de su vista, Chase estaba tan nervioso que incluso podía escuchar el tic tac del reloj en la pared.

—Dustin, ¿qué tal todo?

—Como siempre —Chase tragó escuchando sus pasos, Dustin se detuvo apenas puso la mirada sobre él—. ¿Chase? ¿Qué hace aquí?

—Quiere hablar contigo —dijo Kaleb como si nada, Dustin lo fulminó con la mirada.

—No, Kaleb, no me gustan las encerronas.

—Sólo hablen, creo que lo necesitan, vayan a la habitación de huéspedes, nadie los molestará.

Dustin cedió con un gruñido. Chase lo siguió hasta la habitación, él se cruzó de brazos y lo miró como si fuese el peor ser en la historia, quizás se lo merecía un poco, después de todo le dijo que no lo quería.

—¿Qué quieres?

—Hablar —dijo como si no fuese obvio, Dustin resopló ante su tontería.

—¿Algo cambió? —Chase se peinó hacia atrás, estaba confundido, y no iba a engañar a Dustin.

—No lo sé —Chase vio el momento exacto en el que los ojos de Dustin se endurecieron, odiaba hacerle daño.

—Entonces, ¿qué es lo que quieres de mí? No puedo lidiar con tu indecisión.

—Quiero que me des una oportunidad —Dustin se carcajeó como si la oración le diese una diversión indescriptible, sin embargo, sus ojos no parecían tan divertidos como quería demostrar.

—¿Oportunidad? No me hagas reír, acabas de admitir que estás confundido.

—¿Por qué estás enojado conmigo? —negando descruzó los brazos, un suspiro salió de sus labios.

—No estoy enojado contigo, estoy enojado conmigo mismo, por dejarme embaucar tan fácilmente, porque esperaba que me detuvieras esa noche, pero no te importó, eso es lo importante que soy para ti.

Chase se acercó y le tocó la mejilla, la mirada de Dustin seguía siendo gélida, nada de ese amor que profesaba tenerle.

—Por favor, ten un poco de paciencia conmigo, no entiendo de estas cosas. No quería hacer las cosas mal.

—No —Chase suspiró alejándose, se sentó en la esquina de la cama y lo miró directamente.

Si quería que Dustin cediera tenía que comenzar a ser honesto.

—Cuando tenía once años asesinaron a mi madre… —Dustin negó.

—No, no quiero saber, no quiero escuchar algo que no quisiste decirme antes, lo haces sólo por…

—Porque quiero que lo sepas, estaba aterrado de que pensaras mal sobre mí, que estoy sucio —murmuró mirándose las palmas de las manos—. Que no merezco…

—Detente.

Chase levantó la mirada encontrándose con los ojos de Dustin, era la primera vez que alguien se preocupaba así por él, se frotó la cara buscando las palabras para decirle.

—No quiero que me mires diferente —admitió con un gemido, Dustin tomó su mano, el contacto fue diferente a lo habitual, pero aún así no le incomodó.

—No voy a mirarte diferente, Chase, no importa lo que me digas, mis sentimientos no van a cambiar.

—Mi padre tuvo que pedir ayuda para cuidar de nosotros y llamó a su hermano, esto es algo tan vergonzoso que lo mantuve en secreto todo este tiempo, no quería que nadie supiera…

Dustin se arrodilló frente a él y le frotó los muslos, como ese día que estaba dándole confort, Chase aún estaba sorprendido de no entrar en pánico cada vez que lo tenía haciendo esto.

—Está bien, necesitas decirle a alguien —Chase mordió su labio inferior, nunca había dicho esto y estaba resultando difícil reunir el valor para hacerlo.

—Sam siempre me miró extraño hasta que un día no sólo me miró.

—Jesús —murmuró Dustin apretándole los muslos, Chase siguió.

—Me tocaba hasta hacerme llorar.

—¿Llegó a…?

Dios, como odiaba recordarlo, sí, por supuesto que había llegado a eso, Sam no se conformaría con menos, gracias al cielo sólo fueron dos veces, luego de eso se desapareció por completo, lo odiaba tanto.

—Sí, en dos ocasiones, cuando tuve quince llegó al final.

—¿Por qué no le dijiste a nadie?

—Porque estaba avergonzado, aún me avergüenza —admitió—. No quiero ser una burla por esto, no quiero que nadie lo sepa.

Dustin lo miró de forma plana.

—Por tu comportamiento imagino que lo viste recientemente.

—Está viviendo cerca de mi padre —él negó.

—Por Dios, tienes que hacer algo.

—No, déjalo ser, no voy a resolver nada con eso, sólo humillarme a mí mismo.

—¿Humillarte? Ese hombre debería… —Chase colocó las manos sobre las suyas, Dustin exhaló.

—No importa, te dije esto por nosotros, quiero hacerlo bien esta vez.

—Ahora entiendo el motivo por el que no quieres el contacto, pero no cambia nada entre nosotros, sigo queriéndote y tú…

—Yo ni siquiera sé lo que quiero. No sé cómo se siente estar enamorado, así que sólo estoy confundido respecto a ti. ¿Estás dispuesto a tener algo serio conmigo? —Dustin lo miró atentamente sin responder la pregunta, estaba buscando algo en él, Chase no estaba seguro de qué.

—Sí, quiero eso.

—¿A pesar de lo que te dije? —Dustin lo besó.

—Sí, pero hagámoslo bien esta vez. Sólo amigos hasta que tu confusión se aclare —Chase hizo una mueca, Dustin se echó a reír—. Mis sentimientos no van a cambiar así como así, ten más fe.

—Pero…

—Quiero que veas a un profesional, no estás bien y lo sabes. Ve a las terapias, nos haremos cargo de tu tío y lo demás, juntos, voy a estar aquí para ti. Al final me das una respuesta sobre si quieres que me vaya o me quede.

—Quiero…

Dustin suspiró.

—No, no quiero que lo hagas por dependencia emocional, voy a quedarme si en realidad me quieres —Chase acarició su mejilla con suavidad.

—¿Cómo voy a saberlo?

—Vas a saberlo, sólo no pienses demasiado en ello.

Chase mordió su labio inferior. Estaba en el lugar correcto, con la persona adecuada. Era Dustin, su Dustin y no quería decepcionarlo en ningún aspecto. No entendía muy bien de qué iba todo esto, pero aceptaría la ayuda, cualquier cosa para poder tener a Dustin al final.

Sólo quería que estuviese a su lado.

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