18🚨
Chase miró su teléfono haciendo una mueca, joder, este hombre era tan terco que le molestaba profundamente, estaba en el mismo problema donde Dustin no quería contestar sus llamadas, estaba ignorándolo y no le abría la puerta.
¡Infiernos! ¿Acaso era un niño, por qué estaba comportándose como uno?
Ciertamente no podía darle lo que quería, pero pensaba que hasta ahora todo estaba bien, Dustin no se había quejado o dicho algo al respecto.
Hasta esa noche.
Chase no dijo nada que no fuese mentira, Dustin sólo quería sexo, pero su mirada se vio tan afectada por la declaración que lo hizo replantearse muchas cosas.
Cosas que no podía digerir.
—¿Qué te pasa? —apagando su teléfono miró a Danny, Chase se apoyó en la ventanilla, no estaba seguro de nada.
—Necesito ayuda.
—¿En serio, con qué? —Danny dejó su café en el portavasos y lo miró para prestarle atención, suspiró, necesitaba hablar de esto, salir de duda, porque estaba tan involucrado que no lograba pensar coherentemente.
—Un consejo, estoy viendo a alguien y creo que estoy confundido.
—¿En qué sentido?
—Somos algo parecido a amigos con derecho, debido a mi problema sólo hacemos algunas cosas y dijo que estaba bien —Chase miró sus manos—. Hasta hace unos días que me lo echó en cara.
—¿Hiciste algo para provocar eso?
—Sí, podría ser.
—¿Qué es lo que te tiene confundido exactamente? —Chase se frotó las manos, iba a decirlo.
—No estoy seguro de si hay sentimientos involucrados.
—¿Cómo puede que no sepas eso?
—Nunca tuve una relación así con nadie, es la primera vez que hago este tipo de cosas, por lo que no sé si esto es lo que siento sólo por el placer que me da o de verdad estoy sintiendo algo —Danny se frotó la mandíbula pensando.
—¿Dices que puede tocarte?
—Sí.
—¿Por qué dejaste que te tocara en primer lugar?
Esa era una muy buena pregunta. ¿Cuál fue el detonante para dejar que Dustin se acercara lo suficiente para eso, su insistencia? No, no fue eso.
Chase estaba encantado con la atención de ese hombre, le gustaba la forma en que lo miraba, lo deseaba, le gustaba ver eso, le gustaba Dustin y por eso se arriesgó a más.
—Porque anhelaba su toque y no quería que se fuera —Chase mordió su labio inferior e intentó terminar la oración— .No quería que se fuera con otra persona.
—Creo que no hay ninguna confusión, no estás a su lado esperando placer, creo que el hecho de que le dejaras intentar dártelo es lo que debería hacerte pensar.
—¿Cómo voy a saber si estoy enamorado? —cuestionó en voz baja mirándolo directamente, Danny le sonrió.
—Justamente cuando dejes de preguntártelo vas a saberlo, es diferente.
—Gracias.
—Por nada, ¿y quién es esta persona misteriosa?
Chase se encogió de hombros, confiaba en Danny, pero decirle algo como eso sería un completo suicidio.
—Es un secreto.
—Vamos, ¿ni siquiera vas a darme la información completa?
—No, vamos, tengo cosas que hacer —dijo saliendo de la patrulla y dando un portazo, Danny lo siguió.
—¿Vas a disculparte?
—Aún no lo sé, tengo que revisar las pertenecías de mi madre y ver si encuentro algo.
—¿Aún nada?
—No, pero me estoy tomando mi tiempo, no quiero pasar nada por alto.
—¿Estás seguro de que el asesino la conocía?
—Sí, tengo una corazonada.
—Espero que encuentres esas pruebas.
—Yo también.
Luego de marcar la salida e ir de vuelta a su auto Chase llegó a casa y vació el contenido de una de las dos cajas que le quedaban en el suelo, revisaría con calma y luego pensaría qué hacer con Dustin. Se sentía extraño con él, pero no hasta el punto de decir que estaba enamorado.
Le gustaba, lo deseaba, pero hasta ahí.
Los libros de su madre no tenían nada sospechoso dentro, su agenda sólo tenía algunos números telefónicos, bolígrafos, fotos y un diario. Chase mordió su labio inferior. ¿Podía leer ese diario? No estaba seguro de querer saber sobre la vida íntima de su madre.
¿No se consideraba una invasión a su privacidad?
Bueno, probablemente no era una violación desde que la habían asesinado.
Chase quitó el cierre y al instante se desplazaron varias hojas a sus piernas, cogió una de ellas y leyó, era una carta dirigida a su madre, grosera, obsesiva y extremadamente alarmante.
Cogió la siguiente, tenía el mismo patrón, igual letra, era la misma persona, Chase abrió el diario, algunos días estaban bien, en otros la letra de su madre parecía apurada, afectada, temerosa.
Evidentemente alguien la estuvo acosando.
Dejó las notas dentro del libro y cogiendo su chaqueta se dirigió directamente a ver al detective que investigaría, esto tenía que servir.
—Chase, volvemos a vernos —dijo Tim frotándose el canoso cabello.
—Tim, ¿cómo estás?
—Bien. ¿Qué hay del caso de tu madre, que encontraste?
—¿Cómo sabes que encontré algo? —Tim resopló.
—No estuvieses aquí, dijiste que la próxima vez vendrías con las pruebas.
Chase le tendió el diario.
—Esto debe servir.
—¿Es el diario de tu madre?
—Sí, hay notas y algunas de sus entradas hablan sobre algún acosador —él hizo una mueca, Chase sabía que tan difícil era reabrir este caso.
—Trabajaré en ello, pero no prometo nada.
—Tim, necesito que…
—Lo sé, haré lo que pueda.
—Gracias.
Chase manejó de vuelta a casa, cogió el arma de su cinturón al percatarse de que la puerta estaba abierta, apuntó y caminó lentamente hacia allí, el contenido de la última caja estaba esparcido en el suelo, el de la otra revolcado, los cojines en el piso.
Mierda, habían allanado su casa, alguien no quería que encontrara algo y no estaba seguro de si finalmente se lo había llevado. Ni siquiera le había echado un vistazo a la última caja, no tenía idea de lo que tenía dentro.
Chase llamó a Tim, al menos esperaba que el hijo de puta dejara rastro mientras revisaba sus cosas.
—¿Tienes otro lugar donde quedarte? Necesitamos investigar —dijo Tim en cuanto lo vio sentado fuera, Chase se puso de pie y sacudió su ropa.
—Encontraré algo.
—Ahora podemos abrir el caso oficialmente.
—Gracias.
—Ve a descansar, es tarde.
Chase no tenía a donde ir, no iría a quedarse con su hermano, Jerry no era opción, pero conocía a una persona que quizás lo dejara quedarse, sólo si lograba convencerlo de ello.
No perdía nada intentándolo, se detuvo frente a casa de Dustin y tocó, de más está decir que no estuvo muy feliz de verlo. Chase mordió su labio inferior, aún no sabía que decir.
—¿Podemos hablar?
—Pensé que ya habíamos hablado —el gruñido lo hizo estremecer, nunca había visto a Dustin tan enojado, Chase suspiró.
—¿Llamas hablar a eso?
—¿Qué quieres?
—Déjame entrar, supongo que tu madre ya no está —Dustin torció los ojos y abrió la puerta para él.
—Entra, di lo que tengas que decir y vete.
¿Cómo podría arreglar esto, como evitar que Dustin se fuera a buscar lo que él no podía darle?
No, él tenía que buscar a alguien que pudiese, a Chase no debería importarle eso, no tenían que ser jodidamente exclusivos. Chase hizo las paces consigo mismo, alguien podía darle a Dustin exactamente lo que quería mientras no lo dejara a él, lo quería a su lado, no importa que tuviese que estar con otra persona.
Pero sólo si estaba presente, sabía que no tenía problema con eso luego de ver a Dustin esa noche recibiendo sexo oral de ese hombre, no le molestó en absoluto.
Lo había excitado.
Ambos conseguirían lo que querían, Dustin conseguiría tener sexo y Chase podría verlo haciéndolo.
—Tenías razón, no te di lo que querías y estoy dispuesto a dártelo —Dustin resopló cruzando los brazos, estaba a la defensiva, nervioso.
—¿Qué? ¿Cómo vas a dármelo si ni siquiera puedes dejar que te toque?
—No puedo encargarme de satisfacerte sexualmente, pero puedo dejar que otro lo haga por mí —Dustin no reaccionó por unos segundos, él dejó que asimilara la noticia.
—¿Así que quieres cambiar las reglas de pronto? ¿Quieres incluir a alguien entre nosotros?
—Sí —Dustin apretó la mandíbula, con esta proposición era todo o nada, Dustin podría darle una patada finalmente o vería la lógica de su propuesta, Chase esperaba que fuese la segunda.
—¿Por qué no debería simplemente dejarte de lado y buscarme a alguien?
—Contéstamelo tú, ¿por qué no lo haces? —Dustin se quedó callado ante la pregunta— .Yo te diré, te gusto y no puedes alejarte de mí o ya lo hubieses hecho hace un buen tiempo.
—Así que tu solución es…
—¿Recuerdas ese día en el callejón, cuando ese chico estaba de rodillas…?
—¿Chupándome la polla? —agregó como si nada, contestó con un asentimiento—. Lo recuerdo con lujo de detalles. ¿Es eso lo que te va? —Chase se encogió de hombros.
—No voy a decir que me incomodó.
—Sí, estabas bastante excitado.
—Me ofreciste ir con ustedes —Dustin lo miró de forma plana, Chase no estaba convenciéndolo.
—Ujum… y dijiste que no.
—Podemos intentarlo.
—¿El qué? —agarrándolo de las solapas de la chaqueta Dustin dejó salir un gruñido—. ¿En serio estás ofreciéndome tener sexo con alguien más?
—Es justo lo que te ofrezco, cambiemos la parte de la exclusividad.
—¿Así que no te importa si me follo a otra persona justo delante de ti?
—¿Por qué me importaría? —Dustin mordió su labio inferior, sus argumentos no estaban funcionando.
—¿Quieres verme con otro hombre?
—No lo digas como si esto fuese tremendamente ofensivo, estoy proponiendo una solución al problema —Chase le acarició la mejilla, Dustin suspiró y ladeó la cabeza hacia el contacto—. ¿O en realidad quieres dejarlo aquí?
—No.
—Siento lo mismo respecto a eso, así que, ¿cuál es la solución?
—¿Cuánto quieres mirar mientras lo hago?
—Bastante, pero no quiero que te sientas obligado a decirme que sí, sólo si vas a disfrutarlo —Dustin dejó salir una carcajada que sonó de todo menos divertida, era plana y carecía de emoción alguna.
—Estaría en la acción, definitivamente seré uno de los que disfrute.
—¿Así que lo haremos?
—Puedo dártelo si es lo que quieres.
—¿Tú lo quieres? —Dustin por fin sonrió de medio lado, sin embargo no contestó la pregunta que le había hecho directamente.
—Lo que te complazca será un placer para mí.
Chase lo agarró de la nuca y lo acercó para hablar directamente sobre sus labios, por supuesto que quería esto, pero lo harían a su manera, bajo sus reglas.
—Te ofrezco follar a alguien más, pero Dustin, tienes que pensar en mí todo el maldito tiempo —Dustin levantó las cejas como si le pareciera algo ridículo.
—¿Si?
—Sí, cuando lo beses —dijo deslizando la lengua por su labio inferior, luego acarició la entrepierna—, lo acaricies, cada maldita cosas que hagas.
Dustin se echó a reír, fue bajo.
—¿Cómo terminé entre sus manos? Eres tan jodidamente egoísta y demasiado posesivo para querer que folle con otra persona.
—¿Y, eso te molesta? Quiero que si al menos lo vas a disfrutar pienses en mí.
Dustin lo besó, la lengua se metió en su boca y recorrió alrededor, se alejó con una mordida.
—No me molesta, sigo aquí, ¿cierto? —Chase suspiró—. Cachorrito, ¿quieres que te folle?
Frunciendo el ceño mordió su labio inferior, Chase no había pensado en absoluto ser follado por Dustin, sin embargo, no dejaba de imaginarse cómo se sentiría su interior.
—Quiero follarte, pero no voy a dejar que nadie haga eso, sólo yo —Dustin suspiró como si en verdad lo anhelara, Chase esperaba que sí.
—¿Cuándo quieres que hagamos esta pequeña idea tuya?
¿En serio le preguntaba eso?
Cuanto antes estuviese Dustin saciado menos pelearían y todo estaría bien, así que lo quería ya.
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