15🚨
Dustin miró a su lado, Chase estaba acurrucado a su lado y con un brazo alrededor de su abdomen, sí que podía tocarlo cuando dormía, estaba profundamente dormido, lo necesitaba luego del día que había tenido ayer.
Teniendo cuidado de despertarlo se retiró de su lado y dio un baño rápido, debido a su trabajo estaba acostumbrado a estar levantado temprano. Los hábitos nunca mueren.
Dustin salió de la habitación y lo dejó dormir, recogió alrededor y asió un libro del estante, no le gustaba tener tiempo libre, por lo general no tenía nada útil que hacer con él, el libro serviría, concluyó echándose en el sofá.
Medio libro más tarde Chase salió de la habitación estirándose, la ropa que le había prestado le quedaba un poco ancha, pero no lo suficiente como para notarlo.
Como había dicho, se veía lindo en ella por el simple hecho de que estaba usando su ropa.
—Buenos días, dormilón —Chase se frotó el cuello.
—A penas son las nueve de la mañana. ¿Desde cuándo estás levantado?
—Desde las cinco.
—Sólo dormiste unas pocas horas.
—Tengo los hábitos de sueño muy descontrolados.
—Y yo no te dejé dormir hasta casi las tres.
—Quise esperarte, no me lo pediste —Dustin dejó el libro bocabajo sobre la mesa y caminó a la cocina, ya que le había dejado dormir lo siguiente era alimentarlo—. ¿Qué quieres de desayuno?
—¿Me harás el desayuno?
—Sí, lo que quieras, si tengo, pero si lo quieres con mucha urgencia puedo ir a…
—Déjalo, sólo quiero tostadas, mi estómago aún no está bien —Chase se sentó en uno de los taburetes de la encimera, Dustin buscó el pan y comenzó a cortar.
—Muy bien, marchando, ¿cuántas?
—Tres están bien. ¿Hasta cuándo planeas dejar que me quede? —después de colocar tres tostadas en una sartén lo miró.
—Hasta que quieras irte.
Chase lo acorraló contra el mármol y besó sus labios, el sabor de la pasta dental se coló en su boca, la lengua se enredó con la suya. Dustin amaba estos besos y estaba feliz de que Chase pudiera besarlo sin problemas.
—Si sigues tratándome así no voy a querer irme —jadeó contra su boca.
—Pues no te vayas.
—Mmm… tentador —las palabras fueron ronroneadas contra su cuello, un estremecimiento lo recorrió, Chase besó el lugar y luego mordió la nuez de Adam.
Dustin se aferró al borde para evitar tocarlo mientras él deslizaba las manos en la piel descubierta de su abdomen, ni siquiera se había molestado en ponerse una camisa y ahora estaba feliz por eso.
—Las tostadas.
—¿Qué tienen?
—Déjame voltearlas, se quemarán.
—Adelante —Chase dio un paso atrás dejándolo respirar, Dustin le dio la espalda y volteó el pan, los dedos del Oficial tocaron su espalda, si no se equivocaba contorneaba los tatuajes.
—¿Qué haces?
—Tocarte —estaba más que claro en eso, pero como Chase no ofreció otra explicación decidió dejarlo, colocó las tostadas en un plato cuando por fin decidió hablar—. ¿Tienen algún significado o sólo intentaste cubrir las cicatrices?
Dustin puso el plato en la encimera y fue a la nevera por refresco, jugo de manzana era lo que quedaba, así que lo colocó en un vaso.
Chase mordió su tostada esperando la respuesta, él se sentó y colocó el vaso junto al plato.
—Sólo son para cubrir, era demasiado problema pensar en algo significativo para poner ahí —los ojos de Chase brillaron, no estaba seguro de lo que se reflejaba en ellos.
—Dustin, todo es molesto para ti ¿eh?
—¿Qué quieres decir con eso? —volvió a morder su tostada.
—Amar a alguien, pensar en el significado de las cosas —Dustin apretó los labios.
—¿Intentas discutir conmigo? —Chase se atragantó con la tostada y tomó un poco del refresco.
—En realidad no, sólo era una observación. Siento si te enojé, no fue…
Dustin suspiró. ¿Para qué se iba a engañar a sí mismo?
—Tienes razón, todo eso es molesto, no estoy enojado.
—Estás enojado, háblame de tus padres —con un encogimiento de hombros respondió.
—No hay mucho que contar, mi padre murió en una misión y Abigail nunca volvió a casarse, era el amor de su vida.
—¿Por eso eres tan escéptico del amor? ¿Porque tus padres no tuvieron su final feliz?
—¿Me estás psicoanalizando? Debo decir que no es una cosa agradable viniendo de tu amante.
—Sólo intento ver tus razones.
Dustin le dio una mirada plana, en realidad sólo tenía esa opinión del amor porque nunca se había enamorado. Sus padres tenían una relación increíble y puede que eso le hiciera anhelar más de lo que debía, quizás estuviese proyectando algo de eso, pero no por los motivos que Chase creía.
—No intentes ver eso, no tengo traumas de infancia, tuve una niñez normal, mis padres se querían, peleaba con mi hermano y luego mi padre murió, no hay nada alarmante sobre ello.
—Ujum… —murmuró Chase tomando jugo, Dustin levantó una ceja.
—No me crees.
—Te creo.
Eso sonó como si no tuviese otro remedio que hacerlo, Dustin había tenido suficiente de sus preguntas, ahora era él quien quería saber algunas cosas.
—¿Qué hay de tu familia, por qué crees en los cuentos de hadas?
—Mi madre murió cuando tenía once, nada más, mi padre se hizo cargo a partir de ahí.
Él no ofreció nada más que eso a pesar de esperar, Chase era una maldita tumba cuando se trataba de su vida y Dustin aún no tenía idea del motivo.
—¿Cómo es que no sé nada sobre tu familia y te he dicho casi todo sobre la mía? —a pesar de la pregunta, Chase se echó a reír como si fuese gracioso.
—Aún no me hablas de tu hermano.
—Ni lo haré y vuelves a cambiarme de tema.
—No hay nada significativo que contar.
Dustin frunció los labios mirando hacia el vaso de jugo, no es que no existiera nada que contar, era que directamente no merecía que se lo contara, eso era tan deprimente que la simple idea lo hacía enojar.
—Simplemente no quieres decirme, está bien.
—Dustin —el arrepentimiento se hizo presente en la voz de Chase, Dustin no quería su lástima, quería lo que fuese que le diese, menos eso.
—Mmm… ¿Por qué no vamos a casa de Sander?
—¿Ya regresó?
—Nop, pero nos reunimos a veces y jugamos con los niños —Chase negó desechando su idea por completo, Dustin sólo quería evitar más incomodidad entre ellos.
—Quedémonos.
—¿Y qué quieres que hagamos aquí? Parece que conversar no se nos da muy bien.
—¿Cuándo te despliegan otra vez?
—No lo sé, en un mes o dos.
—Entonces, pueden llamarte en cualquier momento.
—Sí. ¿Hay algo que quieras saber en específico?
—No, creo que no.
El silencio entre ellos se hizo tan ensordecedor que Dustin se obligó a decir algo, no era un tema que le gustase, pero al menos podrían hablar.
—Mi hermano y yo nos llevábamos bien de pequeños —suspiró recordando esos tiempos, Joel era un pequeño tierno que lo seguía a todos lados—. Soy el mayor por cuatro años, cuando papá murió él se aferró a mí, era su todo, al menos eso creí, hasta que toda la admiración en algún momento se convirtió en envidia.
Chase abrió los ojos.
—¿Qué, estás hablando en serio?
—Sí, quería mis juguetes, el amor de mamá, quitarme todo lo que tuviese, novias, esposa.
—Está loco —asintió ante el gruñido de Chase.
—Y creo que eso es mi culpa, creo que cometí un error a medida que crecíamos.
—¿Qué error fue ese? —Dustin se frotó la cara, había pensado mucho en ello a medida que pasaban los años, su relación con Joel nunca más fue la misma.
—Al principio lo sobreprotegía y luego nada, una vez me impuse la meta de entrar en la armada lo dejé de lado y creo que decidió que quitarme lo que tenía llamaría mi atención.
—¿Funcionó?
Dustin negó, quizás si en ese momento le hubiese prestado atención ahora la relación entre ambos no fuese tan mala, ni siquiera podía clasificarla como mala cuando no había una para empezar.
—No, no me importó, nunca pudo quitarme lo que en realidad quiero, mi madre y mi trabajo.
—¿No sentiste nada por ninguna de tus parejas?
—¿Amor? —se echó a reír ante la palabra, sentir eso por alguien que finalmente terminaría con Joel ni siquiera podía ser una opción—. No, al parecer no soy de los que se enamoran.
Chase plantó una mano en su mejilla y acarició suavemente, él por fin se decidió a decir algo personal.
—Mi infancia no fue linda, mi hermano mayor tenía que estar defendiéndome de los demás porque era tratado como un bicho raro, los niños no me querían cerca porque les daba miedo.
—¿Qué, por qué?
—Los ojos, los críos pueden ser ignorantes, sin malicia, pero algunas cosas hacen daño, siempre tenía que jugar con mi hermano debido a eso —Dustin ladeó la cabeza hacia el toque en su mejilla.
—Bueno, a mí me gustan tus ojos, son perfectos.
—Gracias, los heredé de mamá.
—¿Tu hermano también?
—No, en realidad mi hermano se parece a papá y yo a mamá, incluso tengo el cabello rojizo.
—Heredaste todo lo bueno porque eres increíblemente atractivo.
—No digas tonterías —Chase bajó de su asiento y lo agarró de la cintura, Dustin jadeó cuando se metió entre sus piernas.
—No las digo, no estarías aquí si no me parecieras atractivo.
—Así que sólo estoy aquí por eso —dijo contra su boca, Dustin lo besó rudamente y al separarse exhaló.
—No quise decirlo así.
—Lo sé.
—¿De verdad no quieres…? —Dustin detuvo sus palabras al escuchar la notificación de su teléfono, joder tenía que ir y comprobarlo—. Espera un segundo, tengo que comprobar ese mensaje.
Chase se alejó haciéndole anhelar el contacto al instante, bajó del taburete y fue a la sala de estar, el teléfono tenía un mensaje, pero no era una notificación para desplegarlo, volvió a la cocina y dejó el teléfono boca abajo en la encimera.
—¿Tienes que irte?
—No, no es de la base.
—¿Quién era? Sólo si puedo saberlo —Dustin hizo una mueca y escupió el nombre de la única mujer que odiaba.
—Anya.
—¿Tu ex?
—Sí.
—¿Y… qué quería?
—Hablar conmigo, es tan ridícula que ni siquiera puedo creer que quiera hablar conmigo otra vez —Dustin se acercó y lo besó, Chase lo agarró de las mejillas y lo acorraló contra el borde de la encimera.
—Podría ser importante.
—¿Por qué estás empujándome a los brazos de esa traicionera, quieres deshacerte de mi?
—Mmm… no, sólo…
—Cállate y bésame —Chase se echó a reír antes de unir sus bocas en una lenta caricia y se separó cuando el teléfono sonó una vez más.
—El teléfono está sonando.
—No me importa —gruñó mordisqueándole los labios, Chase miró hacia el teléfono desconcentrado por completo, Dustin agarró el dichoso aparato y contestó la llamada—. Joder, ¿ahora qué?
—Dustin.
—Anya. ¿Qué quieres?
—Es Joel —Dustin torció los ojos cuando escuchó el nombre de su hermano, Chase le agarró la cintura y besó el cuello haciéndolo suspirar, su voz no salió tan fuerte como pretendía gracias a eso.
—No me importa, no hablo con Joel o contigo para variar, tengo cosas más importantes que hacer —como estar al corriente de la lengua de Chase lamiendo y chupando sus pezones, gimió.
—No cuelgues.
—Habla rápido —de rodillas, Chase mordisqueó su abdomen y bajó el frente de sus pantalones de dormir dejando salir su polla, Dustin no estaba seguro de por qué estaba aún al teléfono.
—Joel se volvió loco —él lamió la punta y luego chupó, Chase de alguna manera se había convertido en un experto para darle placer, Dustin dejó salir un jadeo.
—Siempre lo estuvo.
—Quiere matarme y necesito ayuda.
—Es tu esposo ahora, no va a matarte —Chase se detuvo mirando hacia él, Dustin se quejó, lo cual fue suficiente para hacer que lo tragara por completo.
—El niño no es de él.
Aferrando el teléfono con fuerza movió la cadera contra Chase, necesitaba más, Chase se lo concedió arremolinando la lengua alrededor, las manos se deslizaron a su trasero apretándolo.
—Claro, no me sorprende, voy a colgar.
—Es tuyo —la carcajada hizo que Chase se detuviera, él lo acarició con la mano mientras volvía a estar de pie y le besaba el cuello.
—Trata de engancharle el problema a otra persona y déjame en paz —gruñó colgando y dejando el teléfono en la encimera, Chase besó sus labios.
—¿No dijo algo importante?
—Puras tonterías, sigue haciendo eso —Chase le mordisqueó la mandíbula y movió su mano con más fuerza.
—¿Te gusta?
—Sí.
El teléfono volvió a repiquetear, Dustin estiró su brazo tratando de alcanzarlo y apagarlo, pero el aparato cayó al suelo haciendo un estruendo, no le preocupó lo suficiente mientras Chase seguía besándolo y moviendo su mano.
Importó incluso menos cuando su boca bajó nuevamente para darle placer.
Anya y Joel podían irse al demonio, habían salido de su vida hacía mucho tiempo, Dustin ya no se preocupaba por ellos.
Su único interés ahora mismo era este chico dispuesto para él, Dustin estaba completamente perdido entre sus manos.
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