14🚨
Chase miró sus manos temblorosas, estaban limpias, no había sangre o cualquier cosa extraña en ellas, las dejó caer con un suspiro. Había mucho movimiento alrededor después del incidente y odiaba admitirlo, pero aún temblaba.
Por supuesto que sabía cuál era su trabajo, para lo que se había inscrito, proteger la ley y el orden, pero nada te preparaba para quitarle la vida a nadie, hasta ahora todos sus sospechosos se habían rendido diplomáticamente y nunca tuvo que dispararles.
Hasta hoy.
—Eh… —mirando arriba se encontró directamente con la cara preocupada de Danny, estaba sentado en el asiento delantero de una patrulla, su vista periférica captó a una ambulancia atendiendo a los dos civiles heridos—. Todo está bien.
No, no estaba bien, sentía como si estuviese a punto de desmayarse, tenía la garganta seca, pero intentar tomar agua podría hacerlo vomitar.
Dios. ¿Por qué tuvo que tomar esa llamada en primer lugar, por qué tuvo que disparar él?
—Chase, no hiciste nada incorrecto, sólo disparaste antes que yo.
Viendo como algunos policías marcaban la escena del crimen y se llevaban el cuerpo cubierto estaba más que consciente de ese hecho, el corazón estaba repiqueteando tanto en su pecho como en la cabeza, su respiración se agitó.
—Mierda, creo que estás en shock —Chase volvió a mirar sus manos y dijo lo único que le pareció extraño.
—Se llevaron mi arma —Danny lo ignoró gritándole a un paramédico.
—Necesito un poco de ayuda aquí.
—¿Por qué se llevaron mi arma?
—Es el procedimiento —Chase vio la manta que acababan de poner sobre él y el paramédico tocó su brazo, lo empujó poniéndose de pie.
—No necesito ayuda.
Danny negó.
—Si la necesitas —Chase vio al paramédico acercarse otra vez, él lo fulminó con la mirada y le habló a Danny.
—Que no me toque.
—No va a tocarte, sólo siéntate otra vez —obedeció y se pasó una mano por la cara.
—Estoy bien.
—Fue un robo en progreso, el sospechoso estaba armado y apuntándole a dos rehenes, le ordenamos bajar el arma y no obedeció, disparaste cuando viste las señales correctas, no hiciste nada que no tuvieras que hacer —Chase se mojó los labios, estaban secos.
—¿Nada que no tuviera que hacer? Acabo de asesinar a un hombre —Danny asintió.
—Un hombre armado que iba a disparar, nos salvaste la vida a todos.
—No se siente tan bien como uno esperaría escuchar eso.
—¿Necesitas que llame a tu padre o Michael?
Chase negó, no los quería aquí, no lo entenderían, no podrían hacer nada por él, sin embargo, una persona podría hacer que todo esto mejorara, lo quería aquí con él para que le dijera que todo estaría bien.
—Quiero que llames a Dustin.
—¿El chico problemático?
—Si —Danny asintió sin preguntar el motivo, probablemente estaba más asustado de que saliera corriendo en cualquier momento, buena cosa que le quitaran el arma.
—¿Dónde está tu teléfono?
—En el auto.
—Bueno, vamos a llamarlo. No te muevas, ¿sí?
¿A dónde se suponía que iba a ir? Chase colocó el rostro entre sus manos y esperó, su corazón no dejaba de latir disparatadamente, sentía las mejillas calientes, las piernas temblorosas y estaba sudando a mares.
Chase miró al frente cuando alguien se arrodilló frente a él, los preocupados ojos azules que tanto había extrañado le devolvieron la mirada, suspiró de alivio.
—Chase, ¿cómo estás?
—No creo que esté bien —Danny avaló sus palabras señalando al paramédico.
—No dejó que nadie lo revisara.
Dustin lo miró chequeando su estado, sólo con tenerlo ahí se sentía mejor, Chase no estaba seguro del por qué, pero sabía que Dustin lo comprendería, sabría como ayudarlo.
—¿Me dejas tocarte la muñeca? —Chase estiró su brazo, Dustin envolvió la muñeca y tomó el pulso, lo dejó ir una vez tuvo lo que quería—. Tienes la frecuencia elevada, mírame —Chase obedeció—. Toma aire y déjalo salir —lo hizo lentamente—. Lento, sí, eso es —Dustin señaló hacia la tienda y lo miró con esos profundos ojos azules que le hacían recordar el océano, como quería perderse en ellos—. Ahora dime que sucedió.
—¿No lo sabes ya?
—Quiero que tú me lo digas —suspiró, ni siquiera quería acordarse de eso, pero estaría repitiéndolo las próximas horas.
—Entramos a la tienda, había un robo en progreso —Dustin asintió.
—¿Y qué hiciste?
—Le di la advertencia, desenfundé el arma y apunté, repetí que era policía y tenía que bajar el arma.
—¿Y luego?
—No me obedeció, intentó dispararnos.
—¿Y?
—Oh, Dios, luego le disparé —Chase volvió a cubrirse la cara con las manos, Dustin le tocó el muslo, el contacto no molestó como para quejarse por eso.
—Mira hacia allí, ¿ves a esas personas? —Chase miró hacia la ambulancia y las personas cubiertas por las mantas, tenían heridas menores que ya estaban atendidas, Dustin apretó—. Las salvaste, a todas ellas, sentirse mal está bien, por supuesto que lo está, le quitaste la vida a una persona, pero pensar en las que salvaste será un buen consuelo.
Resopló mirándolo directamente, Dustin estaba acostumbrado a matar, era su trabajo, ahora se sentía como un tonto.
—Parezco estúpido lloriqueando contigo sobre esto.
—¿Por qué? Sí, estoy acostumbrado a quitar vidas, pero nunca es fácil. ¿Sabes cómo sigo respirando después de hacerlo?
—No.
Dustin suspiró.
—Me digo a mí mismo que todo lo hago por un bien mayor. Le quito la vida a personas que venden a otras, asesinan, violan, no son buenos individuos y no lo justifica, pero cada vez que me atormenta pienso en cuántas vidas salvé apretando el gatillo —Chase agarró su mano, nadie los miraba, no estaban lo suficientemente cerca como para verlos.
—Gracias y siento llamarte —él apretó su mano.
—Puedes llamarme cuando quieras, estaré ahí para ti cada vez que me necesites —Chase no lo dejó ir aunque se pusiera de pie, Dustin miró el agarre y luego directamente a sus ojos.
—¿Puedo quedarme contigo esta noche?
—Puedes, pero creo que tu compañero dijo que debes hacer un reporte en la estación.
—Sí, probablemente van a mortificarme durante horas.
—Todo irá bien, sólo debes decirles lo mismo que me contaste.
—Gracias —Dustin asintió.
—Ven a casa conmigo cuando todo termine.
—Ahí estaré —dio su palabra por fin soltando su mano.
Chase apretó la mandíbula mientras le veía caminar hacia Danny y darle su reporte, no quería que se marchara, todo lo que deseaba es que se quedara a su lado diciéndole que todo estaría bien.
Pero no lo obtuvo. Luego de hacerle una señal se retiró dejándolo con todo ese anhelo, Chase no sabía qué hacer sintiendo tanto, nunca se había sentido así.
—Así que ahora te llevas bien con él —Danny tenía las manos en los bolsillos, Chase se puso de pie.
—Sí.
—Te ves mejor —estaba mejor ahora que podía notarlo, Dustin era tan increíble que Chase estaba sorprendido de poder mantenerlo cerca—. ¿Preparados para irnos de este lugar?
—Vamos de una vez, me espera un día muy largo.
Día largo fue el eufemismo del siglo, Chase salió de la delegación mirando su reloj, dio un largo suspiro cuando se percató de que eran las tres y media, prometió que iría con Dustin, pero era muy temprano en la mañana.
A pesar de pensar detenidamente en no ir terminó estacionando el auto frente a su casa. Lo más normal sería irse y verlo en la tarde, dejarlo descansar, ese hombre no necesitaba que Chase le llevase sus problemas.
—¿Vas a entrar o seguirás acechando mi casa de forma alarmante? —la voz de Dustin hizo que su piel se estremeciera, Chase miró hacia la ventanilla con sorpresa.
—¿Por qué estás…?
—¿Aquí? —terminando su oración le sonrió—. Dije que te esperaría.
—¿No tienes que ir a la base?
—Tengo tres días. ¿Vas a entrar o quieres que me siente a tu lado?
—Entraré.
Chase lo siguió mientras iban a casa, Dustin abrió la puerta para él y lo miró de arriba abajo cuando cerró la puerta.
—Imagino que quieres darte un baño antes de comer —Chase dejó salir un suspiro y negó, nada de comida, su estómago estaba hecho un lío después del incidente.
—No quiero nada de comer, sólo dormir luego del baño.
—Está bien, te llevaré ropa, ve a darte ese baño.
Chase caminó directamente hacia allí, se quitó el uniforme viendo algunas manchas de sangre, su estómago dio un vuelco y casi hace que vomite, joder, este malestar estaba jodiéndolo por completo.
La sangre ni siquiera podía ser de la persona a la que le disparó, Chase estaba lejos de él, pero había intentado ayudar a los civiles heridos.
Dejando la ropa a un lado se metió bajo la ducha, el agua caliente relajó un poco sus músculos, Chase se quedó ahí por lo menos media hora, hasta que se sintió lo suficientemente limpio, cogió una de las toallas nuevas en la estantería y la envolvió en su cintura.
Una vez abrió la puerta se encontró con la ropa pulcramente doblada sobre la cama de Dustin, se la puso y fue a la sala de estar buscando al dueño de la casa, él estaba apagando las luces.
—Te ves lindo con mi ropa.
—Deja las bromas —Dustin se encogió de hombros, apagó la luz de la sala de estar y siguió caminando para que lo siguiera a la habitación.
—Fue totalmente en serio.
Dustin se acostó dejándole el lado derecho, Chase se sentía más que bien cada vez que notaba eso. Dustin le prestaba atención, se preocupaba por si estaba cómodo o no.
—Ven aquí —Chase apagó la luz y luego de caminar hacia allí se acostó, mirando al techo, dejó salir un suspiro.
—No me siento mejor, no quisiera tener que hacerlo de nuevo, pero…
—Pero es tu trabajo, sé mejor que nadie como es.
Chase se giró mordiendo su labio inferior, quería sentirse seguro, quería saber que estaba junto a Dustin, que todo estaría bien.
—¿Podrías darme tu mano?
—Claro —Dustin estiró su mano, Chase agarró su brazo y sin dejar de tocarlo lo envolvió a su alrededor.
—¿Podemos dormir así?
—Sí.
—Gracias de nuevo —Dustin dejó un pico en sus labios.
—Sólo duerme, velaré por tus sueños.
Chase cerró los ojos y se aferró al brazo de Dustin a su alrededor, tenerlo a su lado era un consuelo mayor que las palabras que terminó recibiendo de sus compañeros. Este hombre lo comprendía, se preocupaba lo suficiente.
El sueño vino al instante con Dustin velando por ellos, porque Chase lo consideraba su refugio
Sólo suyo.
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