Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1🚨

Dustin se sentó, fue el tercero en llegar a la casa de Sander para celebrar el cumpleaños que se habían perdido, sólo Kelly y Daniela, su novia, estaban en la mesa.

Kelly plantó una botella de cerveza frente a él mientras tomaba asiento, Daniela le dio un sorbo a su refresco.

—¿Dónde están los demás? —Kelly se echó a reír suavemente.

—¿Te refieres a los dueños de la casa o a los demás?

—A todos —su acompañante miró alrededor y se rascó el cuello con nerviosismo.

—Mmm… Sander dijo que llegarían tarde y los demás deben estar al caer.

—¿En serio no están aquí?

—Recuperan el tiempo perdido —el encogimiento de hombros de Kelly le dijo todo lo que quería saber. Dustin torció los ojos, gracias a su presencia aquí se buscó demasiados problemas, no tantos, en realidad sólo uno, ahora el tipo con el que follaba habitualmente no quería saber de él.

—Yo podría estar haciendo lo mismo si no fuese porque fui obligado a estar aquí.

—¿Quién te obligó? —preguntó Oskar incorporándose a la mesa, Dustin tomó un trago mientras veía a Nikita y Paul tomar asiento, sus acompañantes probablemente estaban dentro.

—Recuerdo que dijiste que no podía faltar y por eso cancelé mi cita.

—¿No puedes recuperarla?

—Digamos que ya no está en mi lista de contactos —Oskar se echó a reír mirándolo como si fuese un perdedor, Dustin hizo una mueca.

—No vas a morir por eso.

—Tío —chilló Cloe alzando los brazos frente a Oskar, él la cargó enseguida.

—¿Cómo está mi oruga?

—Bien, ¿dónde están? —el pequeño demonio pelinegro miró alrededor, Oskar sonrió.

—¿Tus padres?

—Sí.

—No lo sé, deben estar al llegar —justo diciendo eso Kaleb y Sander cruzaron la puerta del patio, Cloe enseguida bajó de los brazos de Oskar y corrió hacia Kaleb a pesar de que su padre estaba a un lado.

Evidentemente había favoritos.

—Pá —Kaleb sonrió y cargó a Cloe.

—Mmm… ¿Me extrañaste?

—Sí.

—¿Qué hay de mi? —Sander se cruzó de brazos mirando a su traicionera hija, Cloe hizo un puchero como si él no fuese importante en absoluto.

—Te vi hoy en la mañana.

Kaleb se echó a reír mientras tomaba asiento y escuchaba todo lo que Cloe decía, Sander caminó hacia ellos, Oskar por supuesto que no perdió la oportunidad para bromear sobre ello.

—Veo que tu hija sigue teniendo favorito.

—Sí, es increíble, yo parezco el padrastro, ¿puedes creerlo?

—Llegaste tarde a tu propia fiesta de cumpleaños —Dustin se quejó sólo para molestar, pero se Sander se encogió de hombros restándole importancia.

—Como justificación no es mi cumpleaños y tenía cosas más importantes que hacer —esto fue dicho mientras miraba a Kaleb, Oskar torció los ojos dándose cuenta de lo que se había perdido.

—Mierda, nos hicieron esperar porque estaban follando.

—Ujum…

—Sander… —Dustin miró nuevamente hacia Kaleb y achicó los ojos viendo la alianza brillante en su dedo—. ¿Eso es un anillo?

—Sí —Oskar pestañeó.

—¿Van a casarse?

Kaleb suspiró como si en realidad no fuese una buena noticia, sólo estaba dramatizando como un idiota, el chico se derretía por Sander, eso no era un secreto.

—No quería al principio, pero Sander me rogó tanto que al final terminó causándome lástima.

—¿Así que fue por lástima? —la sonrisa de Sander no pudo ser más brillante a pesar de las palabras, Kaleb besó la mejilla de Cloe y luego lo miró de vuelta, era como si sólo estuviesen ellos dos.

—No te ofendas cariño, deberías estar feliz de ser mi punto débil.

—Ajá.

—Aquí viene mi Leo —dijo Oskar viendo a Morgan, el mellizo de Cloe, traer de la mano a su hijo de un año y medio, Marcy venía detrás de los dos niños con una bandeja. Carla también tenía algo en las manos, y  Nari, la acompañante de Nikita traía bebidas, Betty se acercaba con su esposo.

—Pá… —el balbuceo de Leo hizo a Oskar levantarse para ir por él, el pequeño rubio fue levantado, Oskar acarició la cabeza de Morgan, quien se fue con su padre, el de verdad.

—¿Qué nos perdimos? —Marcy tomó asiento mirando hacia su esposo con el niño, luego miró alrededor, los demás también se sentaron.

—Todos nos perdimos la propuesta de matrimonio —dijo Dustin señalando hacia la mano de Kaleb.

A partir de ahí todo fue un caos, todos preguntaban cómo fue, cuando sería, Cloe quería ir con un vestido malva junto a Morgan y el perro con corbata, una total locura.

Dustin miró hacia sus pies al sentir un peso, el perro amarillo de los niños estaba ahí mirándolo como un cachorro pidiéndole algo de comer, como no tenía corazón para rechazarlo le dio un trozo de carne y acarició distraídamente, Pik lo tragó enseguida y ladró delatándolo.  

—Dustin, sabes que no puedes… —Sander puso la atención sobre él.

— Vamos, sólo fue un pedazo, él también quiere celebrar, entonces, ¿dónde fue?

—Mmm… en el campo de tiro de su trabajo —Kaleb apuntó hacia Sander, Nikita miró a su amigo como si tuviese poca inteligencia.

—Sander, ¿es una broma?

—Fue ahí, pero estoy seguro de que le encantó ¿cierto? —Sander miró a su ahora prometido, Kaleb sonrió.

—Por supuesto, no todos los días encuentro un anillo en el rifle que voy a usar.

—Esa es la propuesta más extraña que he escuchado.

—Hay algunas peores donde la gente suele tragarse el anillo —agregó Paul distraídamente.

—Ugh, cierto.

—¿Y cuándo vas a traernos a alguien? —Dustin levantó la vista para ver a Sander, de pronto la conversación estaba girando en torno a él, cosa que no le gustaba nada.

—¿Te refieres a mi?

—¿A quién más?

—¿Cómo es que la conversación ahora es sobre mí?

—Eres el único que… —interrumpiéndolo dejó salir un bufido.

—No me hace falta traer a nadie, no tengo relaciones serias.

Dustin escuchó algunas opiniones sobre eso y siguió acariciando a Pik mientras pretendía escuchar, no iba a buscar otra relación para que lo apuñalaran por la espalda como si nada.

Estaba bien así, por suerte pronto la conversación regresó al tema importante, esos dos se casarían en dos meses, querían hacerlo antes del próximo despliegue, Dustin tenía una idea de por qué el apuro luego del incidente en el despliegue anterior.

Sander incluso lo golpeó por poner en peligro a Kaleb.

Dustin se retiró pasadas las doce y fue a un club conocido, ya que el idiota con el que se veía no quería saber de él le pagaría a alguien, asunto resuelto, ni siquiera tendría que perder el tiempo dándole conversación.

Tomó otro trago de su cerveza en la barra y le pagó a un conocido para que llevara a alguien de sus gustos a su lugar habitual, no le hacía falta pagar, pero ya que era mucho menos problemático se inclinaría por esa opción.

Sin sentimientos de por medio, no tenía que cuidar de nadie, preocuparse por si lastimaba a alguien de alguna forma o cualquier tontería de esas.

Dustin giró la cabeza cuando alguien entró al privado, el hombre era alto, pero estaba seguro de que unos pocos centímetros más bajo que él, llenaba tan bien el uniforme policial negro que su boca se hizo agua ante la expectativa de verlo quitándoselo.

Tenía el cabello castaño rojizo un poco largo debajo de la gorra, los ojos de diferente color, uno miel y otro azul, los labios finos y la mandíbula cincelada.

Dios Santo, si que era de su gusto, esta vez enviaron al correcto, era increíble y ahora mismo estaba apretado en sus pantalones sólo con verlo en ese uniforme, no se imaginaba cuando lo viese completamente desnudo.

—Siento molestarlo, pero…

Dustin lo interrumpió haciendo una señal, una pena, porque el profundo barítono hizo maravillas con su erección, se puso de pie y se acercó a él, tuvo razón, el hombre era más bajo que él por unos cinco centímetros, nada que molestase.

Él miró interesado de alguna manera, Dustin estaban confundido, nunca había visto a este hombre trabajando aquí, pero llevaba dos meses desplegado, podría ser nuevo. 

—No me molestas, le dije a King que te enviara aquí —las comisuras de la boca del hombre subieron en algo parecido a una sonrisa burlona.

Oh, Dios, era tan sexy que no podía esperar.

—Oh, entonces, ¿para qué sería eso?

—Sabes para qué —murmuró colocando una mano en su pecho, una mano enguantada se cerró alrededor de su muñeca con más fuerza de la necesaria y lo alejó.

—No me toques —el gruñido de advertencia se acompañó de una mirada fulminante.

—Vamos, al final de esta noche iremos mucho más lejos —“el oficial” levantó las cejas.

—Creo que estás confundido.

—No lo estoy, si no estuvieses dispuesto no te habrían enviado aquí —Dustin lamió sus labios y dio un paso al frente.

—No me van los hombres y…

—Puedo hacer que cambies de idea, ¿qué quieres, dinero?

—No puedo creerlo —resopló con una sonrisa—. Da un paso atrás, ahora.

—¿Qué tipo de juego es este, te gusta hacerte el difícil? —Dustin hizo la pregunta deslizando una mano por su pecho, las pupilas del hombre frente a él se dilataron por completo, él empujó alejándolo.

—Carajo, no me toques.

—Sólo…

—Escucha lo que digo, imbécil, no trabajo aquí y quedas arrestado por prostitución y acoso sexual —dijo sacando sus esposas.

—¿Qué?

—Todo lo que digas puede ser usado en tu contra en un tribunal, tienes derecho a permanecer en silencio… —Dustin vio en estado de shock como cerraba una de las esposas en su muñeca, todavía esperaba que esto fuese parte del show, pero algo estaba mal.

—Espera…

—¿Qué? —preguntó el hombre de negro mirándolo fijamente.

—¿Estás arrestándome?

—Sí, se hizo una requisa y…

—Espera, no puedes arrestarme —jaló su mano, el Oficial agarró el aro vacío y frunció el ceño.

—No te resistas, será peor…

—Mis superiores van a matarme, sólo deja que me vaya, sé que podemos llegar a un acuerdo —la mandíbula del policía se apretó y lo miró fijamente.

—¿Tratas de sobornarme?

—Perdón, ¿qué? Claro que no.

—Acabas de joderte aún más, gírate —ordenó jalándolo y dándole la vuelta, Dustin lo miró de reojo.

—No, es un malentendido.

—Se agregan a tus cargos intento de soborno —Dustin negó y, sonrió hacia el oficial, tenía que arreglar esto de alguna manera o estaría completamente jodido.

—Oficial, ¿cuál es su nombre?

—No es de tu maldito interés —gruñó revisándolo, por suerte ni siquiera tenía una navaja encima, ciertamente no le hacía falta una para hacer daño, así que ni se molestaba, el policía lo empujó.

Dustin suspiró, no podía ser malditamente en serio, ahora estaba en problemas y tendría que llamar a alguien para que lo ayudara. Una vez dentro de la patrulla miró las esposas y chasqueó la lengua, ¿cómo terminó metido así de fácil en semejante problema?

Era un completo estúpido.

—Escuchen, soy… —el compañero del Oficial que lo había arrestado se echó a reír.

—No nos interesa, cuando están ahí detrás dicen ser muy importantes, que tienen mucho dinero, al presidente en el bolsillo o a la primera dama, adivina, siempre son unos tontos y terminan en el mismo lugar.

Dustin apretó la mandíbula y no habló en lo que quedaba de camino, ahora mismo era un tonto en la parte de atrás de una patrulla, buena forma de celebrar que estaba de vuelta. El mismo Oficial de ojos diferentes fue quien lo entregó, se veía un poco divertido de verlo en esta situación, Dustin arqueó una ceja.

—Suerte.

—No la necesito, voy a salir pronto, tengo derecho a una llamada —el Oficial torció los ojos y lo empujó hacia el escritorio de una chica.

—Kuina, este tonto quiere su llamada, encárgate de eso, ya no es mi problema.

El hombre se dio la vuelta, los ojos de Dustin recorrieron su espalda y más abajo, tenía un buen culo, Kuina no se perdió su repaso teniendo en cuenta su mirada.

—Aquí tienes —dijo la pelinegra tendiéndole un teléfono, Dustin negó.

—El número está en mi teléfono —Kuina buscó su teléfono y luego de teclear la clave que le dijo lo miró con cansancio.

—¿Cómo se llama?

Dustin apretó la mandíbula, Sander iba a matarlo, pero era básicamente su superior, llamar a alguien del equipo no lo sacaría de este problema, además, sería bochornoso.

—Sander.

Luego de localizar el número, ella marcó y le tendió el teléfono diciéndole que sólo tenía un minuto, Dustin movió su pie con nerviosismo mientras escuchaba cada timbre, justo cuando pensó que nadie contestaría escuchó la voz de Sander.

¿Quién es?

—Soy yo, Dustin.

¿Por qué me llamas a esta hora? Auch, Kaleb, espera un segundo, Dustin, llama luego, no…

—No puedo, es una emergencia —replicó rápidamente.

¿Qué?

—Estoy en problemas y necesito ayuda —la chica frente a él resopló con diversión, el término era el eufemismo del siglo.

¿Qué tipo de problemas?

—Estoy en una comisaría y en verdad no quiero pasar la noche aquí, ¿podrías…?

Mierda, Dustin… estaba a punto de…

Sander suspiró.

Olvídalo, déjame hablar con algún Oficial.

—Gracias, aquí tienes —Dustin le tendió el teléfono a Kuina.

—¿Hola? Sí, señor, no, Comisaria Quinta, sí —ella colgó y lo miró como si no fuese más importante que una cucaracha—. A la celda hasta que vengan por ti.

Dustin torció los ojos y caminó frente a ella, Kuina abrió y lo dejó dentro con unos cuantos hombres extraños, quitaron sus esposas, Dustin se frotó las muñecas, uno de los hombres lo miró con desconfianza, joder, de todas formas no iba a quedarse.

Suspiró a penas vio a Sander entrar con una tablilla en la mano, evidentemente estaba leyendo sus cargos, evitaba reírse, pero fallaba por completo.

—Mmm… prostitución, acoso sexual a un Oficial, resistencia y soborno, eres una joyita —terminó con una carcajada, Dustin torció los ojos.

—Gracias, ¿cuándo puedo salir de aquí?

—En cuanto firme y pague.

—Bien, por lo menos no voy a coger piojos aquí —Sander hizo una mueca.

—Me debes una grande por esto, tuve que irme durante una situación complicada, así que me debes un favor.

—Puedes follar con tu prometido cuando quieras —Sander achicó los ojos.

—Quería hoy y mira donde estoy, sacándote de este agujero.

—Bien, sólo sácame de aquí, luego hablamos de ese favor.

—Tenemos un trato, acosador.

—Por favor, que nadie se entere de esto.

—¿Crees que no van a enterarse? —preguntó con su cara muy seria, Dustin pensó que sería regañado hasta que Sander volvió a reírse—. Estás loco, confundiste a un policía con un chico de alquiler, claro que tienen que saberlo.

—¡Sander!

Sander fue riéndose hacia el otro lado y volvió media hora más tarde con la Oficial, ella le abrió.

—Por fin voy a irme de aquí —se quejó mirando alrededor.

—Lo tratamos muy bien, no se queje —la mujer caminó y tomó asiento en su escritorio nuevamente, claro, como si fuese una rata, por lo menos así lo hicieron sentir.

—¿Cómo se llama ese policía que me arrestó?

—¿Quién? —ella arqueó las cejas.

—El de los ojos distintos.

—¿Delaney? —Dustin asintió.

—Sí, ese mismo, tengo que dar un informe más tarde.

—Chase —dijo la Oficial torciendo los ojos.

—Gracias, espero no verla otra vez, Oficial.

—Es mutuo.

Sander lo miró en cuanto llegaron fuera, la noche estaba bastante fría.

—¿Dónde es ese club? Hay que buscar tu auto.

—Espera —murmuró viendo a Chase apoyando en su auto mientras tomaba un café.

—¿Qué vas a…?

—Voy a saludar a alguien.

—Dustin…

—¿Tienes un lapicero a mano? —Sander suspiró y le tendió un lapicero.

—Gracias, sólo será un momento.

Dustin bajó las escaleras con rapidez y se detuvo frente al Oficial, Chase miró su café sin prestarle atención alguna, esperaba que se fuera, para su desgracia no lo haría.
Dustin también leyó el sello, lo había comprado en una cafetería cercana, ese dato serviría pronto.

—Veo que no pasarás la noche, una lástima, es un buen hotel.

Dustin se echó a reír.

—No lo dudo, pero creo que mi cama es más cómoda, si quieres probarla sólo tienes que llamarme —Chase levantó la mirada, esos ojos lo tenían completamente anonadado. 

—¿Estás loco? ¿Quieres que te arreste de nuevo por acoso? —Dustin cogió el café entre sus manos, los guantes negros hacían juego con el uniforme y lo hacían ver más caliente si es que era posible.

Chase lo miró atentamente mientras rayaba la etiqueta de su café.

—No te acoso, sólo intento salir contigo —dijo devolviéndole el vaso de plástico, Chase miró el número y luego a él.

—Gracias por la oferta, pero no.

—Mmm… Oficial… ¿Cuál es tu nombre de nuevo?

—No te lo dije y no te interesa —Dustin casi gime gracias a la intensa mirada sobre él.

—Oficial Delaney —Chase abrió los ojos con sorpresa, Dustin quería tocarlo, pero como no le fue bien con eso la última vez, no lo intentó—. Nos veremos otra vez.

—¿Harás que te arreste de nuevo?

—Esa sería mi última opción, pero es una buena idea.

—Podría hacerte ese favor ahora mismo —amenazó tocando las esposas.

—Vámonos de una vez —Sander lo jaló evitando que se metiera en más problemas, Dustin miró hacia Chase, seguía con la atención sobre ellos.

—Chase —él arqueó una ceja ante su nombre, Dustin le hizo una señal de que llamara y finalmente le tiró un beso dejándolo completamente en shock.

Sander se echó a reír mientras abría la puerta de su auto y negó viendo al policía mirarlos extraño.

—Estás loco, lo sabes, ¿no?

—Un poco, pero no puedes culparme por confundirlo con el stripper, sólo míralo —Sander agarró el lapicero y lo guardó.

—No está tan bien como mi chico, pero sí.

—Está incluso mejor que tu chico.

—¿Recuerdas quien te sacó de ahí dentro y va a llevarte a tu auto?

Dustin sonrió.

—Sí, sí, pero no creo que quieras que te diga que Kaleb está bueno.

—No, sólo no vuelvas a interrumpirme a estas horas, a penas tengo tiempo de hacer algo gracias a los niños.

—No lo prometo, después de todo creo que tengo un flechazo con el Oficial Delaney.

—Dios Santo, sólo te dejaré dormir aquí la próxima vez para que aprendas que acosar está mal.

Dustin se echó a reír, pero lo decía en serio, tenía un flechazo con el Oficial de ojos bonitos y haría algo con eso, no solía quedarse con las ganas y el tipo tenía un culo de infarto.

Al menos debería intentarlo, sabía que no se arrepentiría de tener a Chase en su cama.

Quién sabe.

Tal vez si se arrepentiría, pero primero tenía que convencerlo.

******

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro