capítulo┊ ⋆˚✿˖ dos
(❤︎) ﹙ amigos ﹚  ꒰ა ˚₊ ✧

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Alina dejó salir un suave suspiro cuando sonó la campana que indicaba el final de las clases. En realidad había sido un buen primer día. Mucho mejor de lo que había imaginado en su cabeza. Lo mejor de todo era que había hecho una nueva amiga. Angela resultó ser la persona más amable y agradable que había conocido. Incluso le había presentado a sus otros amigos: Jessica, Mike, Eric y Tyler. Eran... agradables. Al menos dentro de lo posible.

No es que Alina se quejara de ellos pero sintió una mejor conexión con Angela que con los otros chicos.

La chica terminó de guardar todas sus cosas en su mochila y salió del aula con pasos lentos y se dirigió a su casillero para recoger algunos libros y dejar otros cuantos. A pesar de que recién había sido el primer día, ya les habían dejado algunos deberes para la siguiente clase.

—Entonces, ¿qué tal tu primer día de clases en la nueva escuela?

Alina dio un pequeño salto por el susto ante la repentina voz pero dejó ver una pequeña sonrisa cuando vio a Emmett de brazos cruzados y recargado contra los casilleros. Alina cerró la pequeña puerta metálica y acomodó su mochila en su hombro.

—En realidad, bastante bien —dijo ella, comenzando a caminar por el pasillo hacia la salida.

Emmett la siguió, era evidente la diferencia monumental de estaturas pero a ninguno pareció molestarle. El hombre sonrió mientras asentía.

—Me alegro. Esta mañana parecías realmente aterrada —comentó Emmett con un pequeño tono burlón. Alina dejó salir una risita y se detuvo cuando llegaron a la puerta principal.

—Bueno, en realidad estaba aterrada —confesó pero levantó los hombros restándole importancia— pero no son tan malos por aquí. Angela fue muy amable conmigo y se quedó a mi lado el resto del día.

Emmett asintió en comprensión y miró más detenidamente las facciones del rostro de Alina, como si de pronto quisiera memorizarlas y grabarlas en su mente. Pero rápidamente se dio cuenta de sus acciones y sacudió ligeramente la cabeza. Lo único que sabía de ella era su nombre y su horario de clases, Emmett no entendía por qué se sentía tan atraído hacia ella.

—Me alegra que hayas tenido un buen primer día —dijo el hombre con sinceridad— entonces... supongo que nos veremos por ahí.

Alina asintió y observó al hombre alejarse. Ella también estaba a punto de salir para esperar en el lugar donde su padre acordó recogerla pero antes de dar un solo paso, Angela y Jessica se acercaron a ella a toda prisa con una extraña expresión de asombro y emoción.

—¿Conoces a Emmett Cullen? —preguntó Jessica en un tono emocionado pero que a la vez se sentía lleno de resentimiento.

Alina frunció el ceño y rápidamente volteo a ver a Emmett, que estaba cerca de una Jeep. La chica miró a sus nuevas amigas sin comprender del todo su actitud pero asintió.

—Bueno... lo conocí hoy, esta mañana —explicó con simpleza— no sabía donde estaba mi aula y él fue muy amable en llevarme.

Jessica y Angela se dirigieron una rápida mirada de complicidad y volvieron a mirar a Alina.

—La cosa es... —comenzó Angela con cautela pero Jessica la interrumpió.

—Es un Cullen —dijo la rubia como si esa fuera una explicación suficiente. Sin embargo, Alina la miró sin comprender qué rayos significaba eso.

—Los Cullen son una familia bastante peculiar —continuó Angela con voz suave y las tres miraron hacia el fondo del estacionamiento donde Alina se percato de la presencia de los demás hermanos Cullen— ellos... son todos hermanos pero son un poco raros.

—Salen entre ellos —dijo Jessica casi con urgencia. Sonaba como si estuviera contando un chisme buenísimo.

Angela puso los ojos en blanco al mismo tiempo que dejaba salir un poco de aire.

—No son hermanos de sangre. Todos fueron adoptados por el doctor Cullen y su esposa. Aunque es bastante curioso que la mayoría de ellos tengan cierto parecido —terminó de explicar Angela, antes de que Jessica quisiera volver a interrumpir.

—Ellos normalmente no hablan con nadie más. Y Emmett y Edward —Jessica señaló a otro chico que hablaba con una de las chicas— son los solteros más codiciados de la escuela. Aunque ellos no parecen interesados en seres comunes y corrientes como nosotros —sonaba recelosa pero Alina no quiso comentar nada al respecto.

El celular de Alina comenzó a sonar de pronto y la chica dio un pequeño salto en su lugar por el repentino sonido. Sacó el dispositivo de su bolsillo de la cazadora y miró la pantalla. En la diminuta pantalla de la tapa apareció el nombre de "papá" y de pronto recordó que seguramente llevaba un buen rato esperando por ella.

—Lo siento, chicas. Mi papá espera por mi. Nos vemos mañana —Alina no esperó una respuesta mientras se iba caminando a paso rápido, despidiéndose con un movimiento de mano.

Mientras avanzaba por la orilla del estacionamiento, sus ojos se desviaron hacia la curiosa familia Cullen. Emmett la estaba mirando con una pequeña sonrisa que se extendía en sus comisuras. El hombre estaba de brazos cruzados, recargado contra la camioneta pero levantó un mano y la movió con suavidad en un gesto de despedida. Alina también levantó la mano pero se concentró en llegar hasta el auto de su padre que la esperaba a unos metros de distancia.

Una vez que subió al viejo auto, dejó salir un pequeño suspiro de cansancio y se hundió en el asiento. Caelum le dirigió una cálida sonrisa mientras arrancaba.

—¿Del uno al diez que tan malo fue?

Alina dejó salir una suave risa.

—En realidad estuvo bastante bien. Aún extraño a Scott, Annie y mis otros amigos pero... es agradable aquí.

Caellum pareció notablemente más aliviado por el comentario de su hija e incluso sus hombros dejaron de estar tensos.

—Me alegro escucharlo cariño. Cuéntame cómo te fue.

Alina dejó salir un corto suspiro y le contó a su padre su día, al menos lo más importante y sobretodo sobre sus clases.

En embrago, la mente de Alina regresaba constantemente hacia la imagen de Emmett Cullen.

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