Estaban llegando al punto más alto del lugar, este a diferencia de todo el complejo, su atractivo era el cielo despejado y una vista de toda la cuidad desde la lejanía.

—Esto es...es increíble.

—Si...lo es.

—Gracias por traerme aquí. Es el lugar más hermoso que he podido ver.

—Si... también yo.

Pero Chloe no lo decía por estar viendo su entorno, ella hablaba directamente viendo a él. Su cuerpo, su rostro, todo en Jimin brillaba dulcemente ante sus ojos.

—¿Dónde ponemos las cosas?

Él volteó sin previo aviso causando que Chloe mirara hacia otro lado de forma rápida.

—A-aqui...

Camino alejándose para ir a dónde tenía planeado poner las cosas que llevaban. Coloco su bolso y las bolsas con comida y se sentó, no alzo su rostro para verlo por qué se sentía nerviosa como si hubiera descubierto algún secreto.

—¿Siempre venían aquí?

—De vez en cuando, cuando sucedían cosas que se tenían que festejar, siempre planeabamos venir aquí. Pero después de que se fue, he venido sola, creo que estar aquí...hace que la sienta a mi lado.

—Debio ser difícil alejarte de tu amiga.

—Si...es como mi hermana...es mi hermana, cuando todo sucedió, me culpe demasiado por qué si hubiera ido con ella...

—Ahora está bien...se que TaeHyung es un idiota la mayoría del tiempo pero está dispuesto a intentarlo, quiere lo mejor para Ivy.

—Si lo se...solo que a veces pienso en que sería diferente si yo realmente hubiera estado a su lado...no la ayude ni la protegí cuando se que Ivy lo hubiera hecho por mí.

Con eso un silencio largo y pesado los envolvió, los miedos y los traumas pasados estaban ahí.

—Y-yo...lo siento, a veces hablo de más.

—No...está bien, entiendo lo que sientes, nosotros queremos cuidar a quienes queremos pero a veces...se vuelve imposible.

Chloe podía escuchar el dolor en su voz, no sabía su historia pero algo en su interior le decía que debía quitarle ese dolor a toda costa.

—Puedes venir aquí siempre que quieras...a veces es necesario alejarse de todo... Jimin...¿Cómo te sientes?

Aquella pregunta lo tomo por sorpresa, últimamente no se hacia esa pregunta a él mismo, era como si realmente ese cambio hubiera callado todos sus tormentos.

—Bien... extrañamente bien.

—Me alegro. Aún recuerdo cómo te veías cuando llegaste aquí...parecías cansado, asustado y ahora al menos puedo ver ese brillo en tus ojos que antes no tenías.

Jimin volteó a verla, ella parecía estar embalsamada con su presencia, casi como si estuviera viendo una hermosa obra de arte.

—Es gratificante al menos saber que mi compañía te sirve de algo...siempre tener a alguien a tu lado en tu peor momento es mejor. Así que ven a mi cuando te sientas mal, ven a mi si quieres llorar o quieres celebrar por algún logro o simplemente por qué necesitas sentirte acompañado.

—Gracias...por todo.

Pero aquello en vez de llenarla de alegría la hizo sentir algo incómoda, no eran sus palabras, era el motivo detrás de ellas.

—No tienes que agradecer nada...siempre estaré a tu lado... incluso en tus peores momentos.

Soltar eso era indirectamente revelar sus sentimientos aún que claro Jimin no lo entendería en su mente ella simplemente estaba siendo amable.