THTC- 1x01.
Finalmente había llegado el día, había sido seleccionada para conocer a un montón de solteros cuyos nombres desconocía aún, al parecer , el programa consistía en enamorarme y lo cierto era que todo valía.
Era conocida como joya de la corona de los realities, en todos los que había participado había conseguido mantenerme firme y no enamorarme de ningún participante, a pesar de sus grandes esfuerzos , algo sin precedentes.
Todos me querían en sus ediciones y sí, me había inclinado por aceptarlo en este: "Persiguiendo el amor" , era el nombre.
Observé el complejo paradisiaco que sería mi hogar las próximas semanas y sonreí al ver varias bolsas.
—Bienvenida, leyenda.—escuché a través de los altavoces.
—Hola, mami.—respondí.
—Me harás sonrojar.
—Es el encantó puertorriqueño, inevitable.—se rió.—¿Tantos participantes me agarraron como un reto?
—Sí, de todas formas hubo un cambio de planes, se anotaron más personas de las que pensábamos , hubo que hacer una limpieza de aquellos que nos parecieron menos compatibles.
—Claro.
—¿Cómo prefieres que te llamemos?
—Mía.—las luces se volvieron rojas.
—¡Buenas tardes , chicos ! Nuestra invitada especial ha llegado, desde la isla del encanto, alias Puerto Rico, ha aterrizado, Mía. La leyenda, el precedente, el iceberg del amor y todo para honrarnos con su participación.—seguí las flechas que vi por el piso, sonreí al llegar a la parte de atrás, había una gran piscina y un gran jacuzzi, agarré una copa de champaña y seguí caminando hasta un grupo de par de gentes que estaban peligrosamente ricas.
—¡Hola!.—dijo una rubia moviendo efusivamente su mano.—¡Por dios, estás tremenda!
—Gracias.—dije girando sobre mi eje.—¿Cómo estáis?.
—Peor que tú.—susurró la muchacha de piel negra.—Que guapa eres, por Dios.
—¿Y tú qué?.—sonreí.
—¡Mieeeeeeeeerda!.—escuché a un costado, un chico tatuado y de cabello corto me observaba.—Bienvenida.—besó mi mano.
—Cuanta caballerosidad.
—¿Hay más como tú?
—Sígueme.—dijo riendo.
Me quité los tacos y fui con él, me quedé embobada con Louis Russell, lo había visto antes , colaboramos para algunas marcas y la verdad no esperaba verlo aquí.
—Soy Mía.—dije saludando a los presentes.
—Que curioso.—comentó el chico de ojos claros y tatuajes.—Soy Anthony.—salió de la piscina.—¿Te dieron algo para beber?.—asentí.—¿Viste las instalaciones? Puedo mostrártelas si quieres.
—Dale.—Sentí una mirada sobre mi, no estaba nada más mirando, estaba quemándome la piel.Cuando busqué al responsable pude ver al moreno.
Fui con Anthony por toda la casa, decidimos quedarnos dentro porque seguía mojado y el tipo tenía algo de frío.
—¿Tan parado eres?
—Solo te dejo espacio.
—No soy el teclado de un ordenador, no necesito nada de espacio.—se mordió el labio.—¿Y ese gestito qué?.—me le trepé.—¿Qué pasó?
No dijo nada más, me tomó por la nuca y estampó sus labios contra los míos, sus manos fueron directas a mis nalgas y no pude evitar gemir cuando sentí como crecía su ereccion debajo de mi. Gruñó cuando mordí su labio y enseguida volvió a apoderarse de los míos.
—Perame' voy por algo de tomar.—me levanté y caminé rápido por el jardín.—¡Mierda!.—dije asustada, Louis estaba parado cerca de la piscina.—¿Qué pasó?
—Te estaba buscando.
—¿A mi?
—Sí.
—¿Por q...—me quedé callada.—¿Quieres hablar?
—Sí.
—¿Aquí?
—Vayamos a la la caseta.—asentí, agarré una botella de champaña y dos copas, observé la supuesta caseta. Era un espacio bastante acogedor con toda la funcionalidad de una casa, incluso tenía un jacuzzi.—¿Te presentaron a todos?
—No tuve tiempo.
—¿Y de que tuviste tiempo?
Sentí que acaricio mi cuello.
—De poco, Louis.—le serví una copa, me bebí la que serví para mi y me senté en el sofá junto a él.
Me quedé mirándolo y él a mi, no necesitaba decirme nada para saber lo que pretendía decirme, se rió nervioso cuando me le trepé, sus hábiles manos desataron el nudo de la parte superior del bikini y lo dejó caer.
—¿Qué pretendes Louis?
—¿Qué crees?.—elevó sus caderas, sentí como se deshizo de su bañador y jadeé cuando nuestras partes se rozaron.—¿Cómo es que dicen? Brinca.
Louis no lo sabía pero tenía un poder en mi que ni yo podía explicar, siempre fue mi perdición, jamás intenté nada con él porque me juré que debía buscarme él, y por fin lo hizo metiendose en este reality.
—Despacio, Cande.
Cande.
Tan rico que soñaba mi nombre con él.
Hice caso omiso a sus palabras y terminé de hundir su bicho en mi interior, me miró fijamente a los ojos mientras brincaba y eso me encantó, me encantas a ver cómo su pupila se expandía al mirarme.
Gemí cuando se llevó uno de mis pechos a su boca y comenzó a chupar, morder y jugar a su antojo con él mientras su mano libre apretaba mi otro pecho.
—Louis...
—Lo sé.—jadeó.
Movió sus caderas con dureza provocando que algunos gritos se escaparan de mi boca , lo vi sonreír cuando me vine, al poco rato él también lo hizo.
Me fijé en la hora.—Deberíamos volver.—fui a la ducha.
(...)
—Te reto a que beses a la chica que más te atraiga.—le dijo la rubia a Marvin.
Sonreí con malicia cuando lo vi acercarse a mi, me besó sin dudarlo y me correspondí, para cuando se alejó, Russell me estaba mirando.
Volvieron a girar la botella , lo señaló a él.—Elijo reto.
—Te reto a tomar un body shoot del cuerpo de la pequeña Farago.—observé en silencio como ella se echaba el alcohol en sus senos y como Louis chupaba cada rincón.
—Mía.—miré a la rubia.
—No me ha tocado a mí.
—Lo sé pero quiero retarte.
—¿Qué quieres que haga?
—Veinte minutos en la cabaña con Santos.—el chico sonrió, me levanté la primera y fui seguida por él.
Me sorprendí al ver que la cabaña era únicamente una habitación, si me llamó la atención la cantidad de juguetes sexuales que había en ella.
—¿Te gusta el sexo o hacer el amor, Santos?
—Depende de la chica, siempre busco complacerlas.—me rodeo por la cintura.
—Más abajo.—pedí.
Entonces agarró mis nalgas.—¿Qué te gusta que te hagan?
—Ambos, pero tu si tienes cara de hacerlo duro.—le entregué un látigo, me subí a la cama y me puse en cuatro, gemí cuando recibí el primer latigazo.—Rico.
—Pecadora.
—¿Me vas a castigar?
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Fueron los correazos que me dió seguidos.
—Aguantas bien.—me puso las handcuffs.
Seguí con la mirada sus movimientos, se quitó su bañador liberando su precioso tesoro y sonreí con malicia cuando se inclinó sobre mi, cerré los ojos por la impresión pero enseguida el placer se apoderó de mi y comencé a gemir como si pagasen por ello.
—Que rico...—susurré.—Más...—y obedeció.—Sigue.—rogué.
Sus movimientos de volvieron más rápidos y mis gemidos más contantes, quería tocarlo pero las esposas no me lo permitían y eso me estaba matando.
(...)
—¿Cómo dormiremos?
—Yo quiero dormir con Louis.—dijo Samantha.
—Yo dormiré con Mia.—comentó Santos.
El resto siguió eligiendo a sus compañeros hasta que la voz de los altavoces se unió a nosotros.
—Buenas noches, todos vosotros habéis sido observados durante todo el día, desde sus conversaciones, sus acciones o lo que comieron, hemos analizado todo.—enfatizó la última palabra.—Fueron atraídos a esta paradisíaca isla bajo el pretexto de un concurso en el cual venían a conquistarlo, porque sus grandes egos les hicieron creer que son tan importantes que se lo merecían, me dan lástima.—negué con mi cabeza.—Espero que hayan disfrutado, chicos.
Una luz acompañada con humo rojo se hizo presente en el centro del jardín.
—Hola, queridos.—me quedé petrificada al ver a Lana.—Bienvenidos a Jugando con fuego,a partir de este momento nada besos, roces , ni ningún tipo de relacion sexual acompañado o solo o eso restará dinero al premio.—todos comenzaron a lamentarse.—En ninguna edición habíamos tenido tantos participantes dispuestos a saltarse tantas normas antes de iniciar la prohibición, es por esto que en esta temporada habrán muchos cambios, subimos la recompensa y las penalizaciones, ahora solo me queda desearos un feliz retiro.
—No puedo creerlo.—susurré alejándome del gentío.—Me he besado con cuatro tíos del retiro y Chiché con dos, creo que soy la enemiga acérrima de Lana ahora mismo.
—¿Te acostaste con alguien?.—Luciana aplaudió.—Están todos buenísimos, no te juzgo.
—¿Qué creen que pasará?
—No sé.—respondió Samantha.—Hay que ponerse a prueba, dormiré con Louis, intentaremos portarnos bien.
—Mía, ¿duermes conmigo?.—miré a Anthony.
—Dormiré con Santos.
—Hijo de puta con suerte.
Escuché antes de meterme en la casa, fui al baño para lavarme los dientes h ahí estaba Louis, pensé que quería usar el baño pero se quedó ahí mirándome.
—¿No quieres dormir conmigo?
—¿Y tú conmigo?.—contraataqué.
—Vamos.—dijo abrazándome por detrás, dejó un beso en mi cuello antes de tumbarnos.—Contrólate.
—Siempre me porto bonito, no me tiene que advertir.
—Buenas noches.—susurré acurrucándome en su pecho.
•••••••••
Upa, mañana alguien estará enfadado.
Pobre Santos 😭
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