Día 19/Compartir Hobbies

° ° °

La pandemia ha hecho que las misiones hayan sido canceladas, dejando solo a algunos agentes a cargo de detener el movimiento ilícito de armas y cualquier otra situación complicada para autoridades comunes.

Tony Stark fue mandado a cuarentena sin tener contacto alguno con personas externas a su torre, por seguridad y porque pese a ser un dolor de cabeza para las organizaciones, no están dispuestas a perderlo. El primer movimiento del genio fue pedirle a Peter que se trasladara al complejo con él, después de asegurarle que su tía seria trasladada a un sitio seguro con todas las comodidades, Peter acepto además de obtener el permiso de May.

La excusa fue que existían múltiples proyectos de Stark industries que no podían detenerse durante tanto tiempo, y aunque el mayor fácilmente pudo llevar a May consigo a la torre, prefirió no hacerlo, por su propia seguridad al estar con Peter.

Ninguno de los dos había querido decirle aun a May de su relación, tal vez cuando acabara la pandemia sucedería. Solo tal vez.

—¿Qué se supone que haremos? —cuestiona Peter tirándose en la cama.

—Por si no lo has notado estamos en la torre más grande y moderna de la ciudad —responde acostándose a su lado—. Y bueno, inclusive en esta habitación hay tantas cosas que podemos hacer.

Peter golpea suavemente la mejilla del contrario al percibir su tono coqueto.

—Apuesto a que sí. —Se pone de pie—. Pero, no sé, deberíamos hacer algo más.

—¿Qué tienes en mente? —pregunta aun recostado.

—¿En qué te gusta pasar tu tiempo? Digo, te he visto trabajar bastante en el taller, pero no se... ¿Algún hobbie?

—Mhm, no lo creo. Por si no lo sabes, que lo dudo ya que dijiste haber sigo mi fan desde antes, solía tener hábitos que no creo que sean de tu estilo y que de cualquier manera ya deje atrás, soy un hombre nuevo, chico. O algo así.

—Cierto.

—¿Y los tuyos?

—No creo que te parezcan entretenidos. No son para una persona de... bueno, ya sabes.

—¿De qué? Termínalo, mocoso.

—Son cosas más para alguien de mi edad.

—A tu edad yo estaba en fiestas ingiriendo sustancias no específicamente legales —responde recordando más detalles, pero los omite.

—Creo que podemos crear nuevos hobbies en estas semanas, ¿te parece?

—Lo que gustes. Solo trátame bonito —suelta Tony riendo y golpeando la cama para que Peter se vuelva a acostar con él.

—No te trataría de ninguna otra manera más que esa. —Hace caso y se recuesta sobre su pecho.

Ambos pensando en el tiempo que pasarían, sin imaginar lo mucho que podrían descubrir el uno del otro.

º º º

Los primeros días se enfocaron en sus hábitos comunes, Tony encargándose de lo que le correspondía con Stark Industries a la distancia, y Peter teniendo sus clases en línea, al igual que sus trabajos.

Pero todo comenzaría a cambiar cuando las compras que Tony había hecho en línea llegaron, el proceso fue lento al tener que supervisar que todo estuviese desinfectado y en orden.

—Peter —lo llama entrando a la habitación.

Ve a Peter frente a la laptop.

—¿Qué sucede? —Pregunta—. Espera...

Tony toma asiento a su lado y espera a Peter quien parecía mandar unos archivos, supone de la universidad.

—Ahora sí, ¿Qué sucede?

—Acompáñame.

Peter mueve la cabeza, confusa, pero lo sigue. Ambos llegan hasta la sala donde varias cosas yacen sobre la mesa central.

—¿Qué es todo esto?

—Dijiste que podríamos crear nuevos hobbies —dice recordándole sus palabras de días atrás—. Con ayuda de Friday baje una lista de Hobbies que podemos hacer aquí en la torre, y después de unos pedidos está aquí.

—No creí que te lo tomaras tan en serio. —Su tono de voz es de sorpresa.

Peter se acerca a ver las cosas.

—Todo por ti, chico.

Peter le sonríe tomando unas cosas.

—Bueno, creo que podemos empezar por algo fácil.

—Me parece bien.

Ambos van hasta el taller, lugar donde están más familiarizados.

—¿Cómo se arma esta cosa? —pregunta Peter viendo los caballetes.

Tony se acerca, el de igual forma desconoce el cómo hacerlo, pero tiene la fortuna de saber ingeniárselas y por supuesto de tener su muy funcional IA.

—Auch, me aplastaste el dedo —se queja Peter golpeando suavemente a Tony.

—Por andar metiendo mano donde no debes —lo regaña.

—No siempre te molesta cuando meto mano, ¿o sí?

Peter sonríe con suficiencia cuando el mayor no le responde.

Ambos acomodan los lienzos y las pinturas a su alrededor, deciden poner sus caballetes dándole la espalda al otro, para que así sea una sorpresa lo que dibujen.

Peter comienza a dibujar lentamente, recuerda ver a MJ hacerlo, ella mostraba mucha calma al pintar y le quedaban perfectos. Tony por su parte tiene como referencia ver a varios pintores siendo más hábiles y rápidos al hacerlo, nunca se consideró un fan del arte, pero le atraía cuando lo veía, motivo por el cual poseía tantas pinturas por toda la torre.

Después de 15 minutos Peter comenzaba a perder su serenidad interior y Tony no le encontraba forma a su pintura.

—¿Cómo vas? —pregunta Tony curioso.

—Perfecto.... —Miente—. ¿Y tú?

—Picasso tendría competencia si aún viviera —suelta riéndose.

Par de mentirosos.

Cuando ha dado alrededor de media hora donde intercambiaron muy pocos diálogos, deciden que es tiempo de acabar. Ambos olvidaron ponerse protección y sus ropas lucen asquerosamente sucias, al igual que sus manos. El piso no se encuentra en mejor situación.

—Okey, ahora voltearemos y veremos nuestras pinturas —explica Peter.

—Sí, sí, ya.

Al voltearlas, ambos se quedan estupefactos, pero la primera reacción de ambos es reírse del otro.

—¿Se supone que ese soy yo?

—Lo mismo para ti, ¿Esa mancha roja y azul soy yo?

—Es perfecto —se defiende Tony.

—El mío lo es —le responde Peter.

—Como el buen novio que soy, tendré que mentir diciendo que...Si.

Peter se ríe, toma un poco de pintura roja y la arroja al rostro de Tony.

—Bueno, quizá ahora si se parece a ti mi pintura.

—Y tal vez la mía también —dice devolviendo la misma acción a Peter.

Ambos comienzan a meter sus manos sobre los botes de pintura y se la arrojan. Las gotas caen en sus rostros, sus vestimentas y literalmente en todo el sitio. Para cuando no queda más que aventar, Tony se sienta ahogado en risas y Peter prefiere acostarse boca arriba sobre el suelo.

—Este hobbie no resulto tan buena idea. —Peter sonríe mientras trata de limpiarse la pintura en el contorno de sus ojos.

—Ni que lo digas. Tienes mucho que limpiar.

—¿Yo? Es tu taller.

—Nuestro. —corrige Tony.

Peter se pone se pie y le da un beso de piquito.

—Limpiemos antes de que sea más tarde.

Tony asiente y ambos comienzan a limpiar su desastre causado.

º º º

Tony y Peter han probado con más hobbies artísticos, intentaron moldear con arcilla, lo cual no resulto ya que sus figuras no tuvieron forma. Probaron coloreando —lo cual fue más sutil que la pintura—, y pese a haber sido más tranquilo, sus dibujos no era dignos de dos hombres que podían ingeniar trajes modernos, de cualquier forma ahora ambos dibujos se encontraban sobre el refrigerador.

Ahora optarían por más tranquilidad.

—¿Crees que es buena idea? —pregunta Peter.

—Solo debemos meditar, ¿Qué puede salir mal?

—Si tú lo dices...

Ambos tienden los tapetes a poca distancia del otro. Tony ordena a la IA colocar música tranquila así como proyectarle algunos ejercicios que podrían hacer. Comienzan a la par que los videos van indicándoles las poses.

Peter sigue los movimientos con más agilidad que Tony, el mayor lo mira, ve su cuerpo siendo tan hábil y nota la serenidad en el rostro de Peter. Mientras que el por su parte siente las posturas no tan cómodas, al cabo de algunas posturas la irritación comienza a crecer.

—No sirve esto —suelta.

Peter no le hace caso y sigue en silencio. Tony piensa en irse, pero prefiere acostarse sobre el tapete y se queda observando a Peter, al menos eso si le da la serenidad que el yoga no le provoca.

º º º

—Oye, no estoy seguro de esto. Mi voz es pésima

—Tony, tienes una voz muy seductora en ocasiones, puede salir algo bueno. —Peter camina sentándose hasta donde está él—. Para eso compraste micrófonos, ¿no es así? Para karaoke.

—En realidad si, aunque no creo que sean necesarios.

—También lo creo.

Tony se queda en silencio, Peter mira su mano moviéndose y sabe lo que pasa, el mayor está nervioso.

—Me encantaría escucharte cantar...

—Creo que podríamos probar otra cosa —pide Tony.

—Nadie me ha cantado nunca...

Tony lo mira y suspira.

—Friday, coloca la pista de ya sabes que canción.

Peter frunce el ceño, ¿Cuál canción?

La música es lenta y tranquila, siente el tono melancólico en la canción. Cuando la voz de Tony suena, Peter siente su piel erizarse, la forma ronca y suave que se torna al entonar, no esperaba una mala voz, pero que tuviese una voz tan linda al cantar era algo que jamás imagino.

You know that I'm obsessed with your body/Tu sabes que estoy obsesionado con tu cuerpo

But it's the way you smile that does it for me / Pero en realidad es la manera en que sonries para mi

Peter escucha atento su canto, lo ve mirarlo, el brillo en sus ojos siendo diferente al de algunos minutos atrás, había escuchado a Tony tararear antes. Cuando el estrés comenzaba a invadir a Tony, este tarareaba, suponía Peter que era para calmarse. No conoce la canción y se pregunta si Tony la había escogido específicamente para esta ocasión.

It's so sweet / Es tan dulce

El mayor toma la mano del castaño poniéndolo de pie.

knowing that you love me / Saber que me amas...

Peter sonríe al sentir el dedo de Tony picarle la mejilla.

Though we don't need to say it to each other, sweet / Aunque no necesitamos decirlo uno al otro, es dulce.

Knowing that I love you / Saber que te amo

and running my fingers through your hair // Y pasar mis manos por tu cabello

Siguiendo la letra de la canción, pasa su mano acariciando su cabello, bajando por su cuello, rozándolo y mandando sensaciones por todo su cuerpo.

It's so sweet // Es tan dulce

La música suena sin voz que la entone, ya que Tony es tomado del cuello por Peter para besarlo, el mayor lo toma de la cintura y lo recuesta sobre el sillón, dejando que los besos comiencen a bajar por todo su cuerpo y parece que al menos durante esa tarde no habría más karaoke.

º º º

Las semanas pasan rápidamente, ambos logran compartir sus tiempos de distintas formas siempre implementando algo nuevo, aprendiendo de sus defectos comunes o por caso contrario, de las habilidades del otro que desconocían.

No importaba que tan bien lo hicieran o que tan mal saliera todo, el simple hecho de compartir una actividad estando juntos, les daba alegría y ayudaba a que ambos conectasen en tantos sentidos.

Probaron cocinando, compartiendo libros y series, intentaron jugar deportes en el área deportiva de la torre, donde el menos habilidoso resulto ser Tony, o más allá de no habilidoso, resulto ser el menos dinámico para eso.

Peter aprendió que Tony es una persona muy profunda emocionalmente, la lectura e interpretación de las mismas es muy pasional. Y Tony aprendió que pese a la inexperiencia de su chico, es una persona que logra aprender rápidamente, su energía es muy fuerte y ama eso de él, porque gracias a eso el mismo se ve obligado a seguirle el paso y sentir la libertad de amor que le da.

El mayor entra a su habitación, ve a Peter descansando, pese aun ser de día, ha notado que el chico suele descansar cuando él se encuentra muy ocupado con sus labores de las empresas.

—Cariño —susurra Tony despertando a Peter.

—Mhm —musita abriendo los ojos—. ¿Qué sucede?

—Ven conmigo.

Peter se pone de pie lentamente y tallándose los ojos camina siendo guiado por el mayor.

El castaño se gira curioso cuando ve la caja a mitad de la sala.

—¿Qué es esto? —pregunta, sabiendo lo que es.

—Sé que tu hobbie principal era armar estas figuras con Ned —explica Tony—. Así que he pedido esta gran estrella de la muerte.

—Creí que no era tu estilo.

—Y yo he dicho que, todo por mi chico. —Tony besa la frente de Pete y lo empuja para acercarse a la figura.

—Tony.

—Dime

—Te Amo. —Tony recibe en sus brazos a Peter cuando este se regresa hasta él.

Ambos pasan el resto de su tarde armando la figura, Tony viendo la felicidad en el rostro de su chico, disfrutando de la misma forma el armar todo eso con él, se permite besarlo y abrazarlo, y no importa cuando dure su cuarentena, que parece ser eterna, él es feliz mientras lo tenga a su lado.