Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

01

La fiesta se llevó en el patio de la Gran mansion donde había una piscina. Soobin se encontraba bebiendo tranquilamente un vaso de Chapam mientras veía a cierto omega ceñirse sobre las manos del alfa magnate.

No era una mirada de admiración, más bien, se sentía jodidamente enojado. YeonJun a pesar de tener su mirada sobre el suelo pudo dirigir un poco de esta conectando con los ojos de Soobin.

Sonrió un poquito y eso hizo que el corazón de Soobin latiera, porque anteriormente se había relacionado un poco con el pequeño. Habían entablado una conversación que aunque duró sólo unos minutos, les tomó conocerse lo básico.

Se acostó sobre la silla de descanso y miró el cielo azul tratando de desviar su mirada pues no se quería meter en problemas ni mucho menos a YeonJun. No tenía intención de ir otra vez a alguna de las fiestas de JK, pero el hecho de aquellos ojos, figura, bellos labios y una personalidad linda y amable lo hicieron llegar.

JK, prácticamente era su socio desde que ambos pasaron a tomar el lugar dee sus padres. Formaron acuerdos fronterizos para comercio de drogas y armas ya sea internacional o nacionalmente. Tenían una amistad grande y aunque sabía que le costaría romperla, ahora no tenía dudas pues en YeonJun vio la figura de su omega, de su futuro y próximo omega. No había nada más en YeonJun que todo lo hermoso que podía ser, lo fantástico y perfecto.

Sabía que YeonJun no era omega de JK, había investigado minuciosamente el hecho y había conseguido que este había sido vendido como un pedazo de carne, era un horror ser un omega. No bastaba con eso, su padre hizo una subasta e invitó a muchos de sus socios entre ellos los hijos de estos para que el que diera más, se lo llevara. El padre de YeonJun, era al igual, un mafioso, pero a diferencia, este no le tenía ningún amor y siempre trato a Choi como alguien a quien desechar pues un omega nunca podría ser jefe de una mafia.

Su sangre hervio tan pronto en cuanto pensó aquello apretando sus puños al rededor del vaso de vidrio haciendo que empezarán a caer pequeñas gotas.

JK dejó la cintura del omega y salió junto a sus simios. El omega quedó solitariamente en su lugar tapando todo su cuerpo como era tradición. Soobin puso su plan en marcha y se levantó caminando directamente hacia YeonJun.

Cuando estuvo frente a él, busco un lugar donde sentarse y lo hizo. Choi le miró sorprendido, había levantado su cabeza con confianza, y de una triste cara, pasó a una sonrisa que surco por sus labios.

Soobin tomó sus pequeñas manos y el omega se sintió intimidado, hasta que un pequeño beso fue puestas sobre ellas, tratándolo con amor y cariño, no como un juguete como solía tratarlo el estúpido de JK.

JK, el hacía todo para hacerlo doblegar, no había nadien más sumiso que un omega y CLARO, YeonJun tuvo que cumplir con ese prototipo cuando después de aquellas costosas fiestas era tirado salvajemente sobre la cama mientras su cuerpo era tocado por todos lados.

Un sonrojo se hizo de sus regordetas mejillas y Soobin soltó por fin sus delicadas manos las cuales eran suaves, pero con claras cortadas sobre ellas, como si una colilla de cigarro hubieran sido exprimidas en su lechosa piel.

Eso le hizo gruñir, pero no quería asustar al omega, no era momento. Ni el lugar. —Ven conmigo YeonJun.

Dijo Soobin pasando su mano sobre la pierna del menor moviéndose de un lado a otro. —¿A-a dónde?.

Preguntó inocentemente. Soobin le miró preocupado. —A mí hogar, si vienes conmigo será el tuyo también. Junnie, eres mi omega, tu sabes que yo soy tu alfa... Jamas te obligaría a hacer cosas que tú no quisieras, pero, yo te daría todo lo que tienes aquí y hasta más.... Te daría el universo entero si me lo pidieras...

Las mejillas de YeonJun se aglomeraron y un puchero sonriente se yacio en sus labios. —¿Qué piensas?. —Pregunto el alfa.

—J-Jungkook...

—Escapa conmigo.

Su mano se extendió hacia la vista del menor. YeonJun pensó por un momento en las circunstancias, algo en su cabeza le precavia, pero su corazón, su omega, sabía cuál era su verdadero hogar.

Sin vueltas atrás, tomó su mano, escapando de ahí como tal fugitivo sabiendo que pronto estaría en problemas. Pero no importaba, nada importaba cuando había conocido a su otra mitad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro